Shukran aleikum

8:57 p. m. Conx Moya 5 Comments




Uno de los aspectos inesperados, pero sin duda muy gratificante, de escribir blogs es la cantidad de gente interesante que te encuentras en el camino. De Poemario por un Sahara Libre, programa de radio libre desde 2001, y blog desde 2004, han salido otros blogs sobre cultura, literatura y poesía que hacemos o en los que colaboramos. Porque el tema del Sahara Occidental es tan amplio y apasionante, que además de las vertientes política, histórica, social y diplomática, la cultura saharaui, tan rica y en grave peligro, es un aspecto que no podíamos olvidar. Ni dejar de tratar, con mayor o menor fortuna, pero siempre con ganas de aprender, incluso sorprender y mostrar cosas nuevas a ese enorme mundo formado por personas, saharauis o no, que piensan prácticamente todos los días de su vida en el Sahara.

Y así surgió Haz lo que debas, donde iba plasmando en solitario pensamientos, relatos y reflexiones que me interesaba, pero que no tenían cabida en Poemario ni tampoco en los otros blogs de cultura saharaui hecha por saharauis. Convivir con los “hijos del sol y el viento” hace que escuches cada día fascinantes historias, tragedias desgarradoras, anécdotas divertidísimas, pura vida de personas que sufren con la mayor dignidad un enorme drama de proporciones históricas. Hace mucho que uní mi existencia a los saharauis, aunque con todos los respetos, porque esta calamidad que cayó sobre sus vidas en 1975 la sufren ellos, y por mucho que lo sintamos nunca puede ser igual. A mí no me han bombardeado, ni me han detenido, ni me han arrebatado todo, ni he tenido que exiliarme, ni mi existencia pende de un hilo esperando que la comunidad internacional imparta de una vez justicia.

Los relatos de Haz lo que debas están inspirados en historias que escucho a Bahia y a muchos otros amigos saharauis. No tenían mayor intención hasta que uno de esos amigos que se hacen “por blog”, Toni Guirao, me dejó un alentador comentario que me animó a hacer algo más con ellos. “Este es el lugar por donde pasearías, una maravilla por donde se debe ir alguna vez. Es uno de aquellos rincones por donde encuentras las esencias de todo aquello por lo que luchas. Es como aquella librería a la que irías si buscaras un libro muy especial”. Después de meses, finalicé “el libro”, palabra que me suena muy grande, de título Delicias saharauis. Lo titulé así porque en él recojo aquello que más me ha llegado de estas gentes. Salió modesto, no es perfecto, ni está bellamente maquetado, es humilde y autoeditado en Bubok, que nos ofrece a los que estamos fuera del circuito literario cumplir un sueño.

Una vez lo di por terminado pedí ayuda para el prólogo a Antònia Pons, del blog Sahara Ponent. Antònia es una amiga del pueblo saharaui que lleva muchos años en la lucha, desde el movimiento asociativo, como madre acogedora, como activista solidaria, y desde sus blogs como escritora de bellísimos relatos sobre la familia de su hija Lab, la primera niña saharaui, ya una mujer, que acogió en un verano de Vacaciones en paz. Los relatos de Antònia llegan muy dentro, porque creo que entiende como pocas personas la esencia de los saharauis, esa de la que aún no me he impregnado del todo, pero que durante estos años voy vislumbrando en nuestras vivencias diarias. Creo que Antònia los comprende muy bien, y en un ejercicio de empatía asombrosa, es (no se convierte en) mujer, niña y abuela saharaui a través de las historias que nos cuenta. Antònia me ha regalado el prólogo y una serie de emocionantes comentarios que me han hecho reflexionar mucho.

Y ahora otro de esos amigos de blog, de los que aprendo, con los que me entretengo, que han hecho que cada día vaya a buscarlos para leer lo nuevo que han escrito, y que en cadena me han hecho conocer otros blogs, Fran O. Campillo, también dedica a Delicias saharauis unas palabras que emocionan. Fran, que camina todos los días por el desierto, consigue además con su blog llevar el asunto saharaui, de manera concisa y amena, pero con rigor y sin faltarle un dato, a un enorme universo bloggero, fuera de los cauces habituales del mundo solidario-saharaui, con lo que aumentan los amigos y conocedores de la causa, haciendo de forma constante y callada una labor importantísima por esta causa tan justa.

No puedo más que decir GRACIAS AMIGOS por el apoyo y la difusión de esta colección de historias, que no son más que vivencias, imaginación y sentimientos. Y sí, en noviembre tenemos que conocernos, Inchalá, y a ver si fuera para celebrar que los saharauis en el exilio tienen que bajar para el ansiado referéndum. ¿No sería bonito hacer este año la manifestación anual para celebrarlo? Espero conoceros y de corazón siento que me espera pronto un té en el Sahara con los míos y vosotros, que sois míos también.

Y mi agradecimiento además para la estupenda Luisa de Bubisher, a la que sí conozco, y al querido poeta Franciso Cenamor, del espléndido Asamblea de palabras, un artista solidario y comprometido como pocos. Los dos nos han dedicado también un hueco en sus espacios.

5 comentarios:

Delicias saharauis en palabras de Antònia Pons y Toni Guirao. Muchas gracias

9:27 p. m. Conx Moya 3 Comments





Hace ya unos días que recibí el libro de la muy querida Conx... con una dedicatoria que nunca olvidaré. Mi paso por el mundo de los saharauis, del que creo formar parte, me ha llevado a valorar aquello que valoran los sahrauís, con los que comparto, creo, un poco de su carácter. Ya son muchas veces que me definen como saharaui por mis reacciones, por mi forma de pensar... pero a mi, me falta lo esencial, el haber vivido en el desierto, del desierto, con el desierto ... y con su cielo ... con sus habitantes. Nunca he llegado a las costas escarpadas del Sáhara Occidental, con la sola compañía de un amigo y de un camello.

El libro de Conx, nos introduce en el mundo de los saharauis, empezando por las tradiciones, por aquellos hechos que los hacen diferentes, que ponen unos amplios fundamentos a una cultura, a una nación. El libro, después, nos lleva por la tierra, un conglomerado de belleza y dureza, de Dajla a Smara, de la isla de Herne a Tiris... de los hombres y mujeres que recorren el desierto a la fundación de la ciudad santa, a Smara ....

Pero sobretodo, nos devuelve a aquello que hace diferentes los saharauis respecto a sus vecinos... el respeto a su cultura y a aquellos que la sustentan: los poetas, los nómadas y sus historias. El respeto a la gente que lucha por los derechos de todo un pueblo, como siempre lo han hecho: con orgullo, con la fuerza de los activistas o con la determinación de los refugiados en la tierra de la Hamada, donde nos encontramos con la dureza de la vida de los Campamentos de Refugiados de Tindouf

Y por fin, llegan aquellos europeos que se han imbuido de la tierra, de la cultura, del carácter de los saharauis.

DELICIAS SAHARAUIS, es una lectura imprescindible para aquellas personas que desean conocer, introducirse en el mundo de los saharauis

"Elzam es el compañero de la darraa, formando ambos la típica vestimenta del hombre saharaui. Y por eso se ha convertido en un símbolo del atuendo nacional para la resistencia pacífica saharaui en las zonas ocupadas. Los jóvenes saharauis en las manifestaciones, tratan de proteger su identidad con elzam, a la vez que reivindican su saharauidad, y los presos políticos saharauis han aparecido en muchos de los juicis vestidos con la ropa nacional, darraa y trubante sobre los hombros, otra forma majestuosa de llevar elzam.
... "ahel elzam lakhal", los del turbante negro, para referirse a los saharauis



QUERIDAS CONXI Y LAB

Del blog SÀHARAPONENT de Antònia Pons


El lunes me encontré sin querer con esta tarjeta. Es la que llevaba Lab la primera vez que llegó a España. Es sólo un papel pero ¡cuántos momentos vividos me trajo a la memoria!

Cerca del mediodía llegó el cartero con un sobre verde. Dentro estaba un libro repleto de aromas del Sahara. Se trata de Delicias Saharauis, el libro de Conchi.
Todo cuanto tenía que decir se lo dije a su autora en un correo que publicó en su blog: Haz lo que debas, y también en el prólogo que hace tiempo escribí. No sabía por donde empezar hasta que dejé que la magia de sus palabras me envolviera.

Hoy tengo el libro cerca de mi y me parece como un galb, corazón de piedra negra, que late de prisa mientras espera que los saharauis vuelvan a su hogar.
El lunes, pasado y presente se anudaron: la tarjeta me trajo sonrisas y afectos saharauis y el libro retazos de un país que sólo he visto una vez y que me enamoró.

De la mano de Lab les conocí, de la mano de Conxi les he comprendido. A una la conozco muy bien porque la he visto crecer, a la otra sólo la conozco por sus palabras y por su obra. Ambas son saharauis: una de nacimiento, otra de corazón.

Conxi me dice, en su dedicatoria manuscrita, que tenemos una cita en el Sahara Libre.
Dejadme que sueñe: las tres estamos junto al océano que respira feliz porque sus hijos, los muy amados, han vuelto. Lab prepara el té mientras Conxi y yo escuchamos el canto gozoso de las aguas salinas y el sol se despereza sonriente en el cielo blanco del amanecer.

Al todo poderoso mi clamor,
Al dueño de todo trono,
El inigualable,
Concédele a los dueños del Sahara
La libertad y que yo la disfrute.

Jadiyetu Omar Ali Embarecfal.
Y el querido Francisco Cenamor dedica un post a Delicias y a otro libro que hemos escrito Bahia y yo El porvenir del español en el Sahara Occidental. Podéis leerlo aquí

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El Sahara quiere hablar español. Artículos de la revista No tengo palabras

3:56 p. m. Conx Moya 2 Comments





Siguiendo con las entradas sobre el español en el Sahara y el Instituto Cervantes, subo al blog estos artículos de la revista No tengo palabras de la Asociación de Alumnos del EOI Las Rozas, que dedicó estos dos trabajos a esta temática. Los enlaces los he encontrado en el blog Dos años en el Sahara y sirven para completar toda la información al respecto de la enseñanza, conservación y porvenir del español en el Sahara Occidental, que es un tema que nos interesa desde hace varios años.

No está de más insistir en la importancia del español como lengua estratégica para los saharauis, diferenciadora del entorno francófono en el que se encuentran inmersos, y en especial lengua para la diplomacia, la cooperación y la sanidad en el Estado Saharaui. Por eso a pesar del olvido y la indiferencia los saharauis siguen apostando por esta lengua y quieren hablar y crear también en español.


no tengo palabras • boletín de la Asociación de Alumnos de la E.O.I. de Las Rozas • año II • número 7 invierno 2006 LA REVISTA DEL ESTUDIANTE DE IDIOMAS

Para que todo no sean juegos florales, puesto que aún no ha llegado la primavera, la edición que presentamos este trimestre plantea un tirón de orejas «a quien corresponda», concretamente, a quien se ha propuesto la labor de divulgar y mantener el idioma español en el mundo: el Instituto Cervantes, que no tiene entre sus prioridades la conservación de nuestra lengua en el único estado islámico donde se enseña obligatoriamente en las escuelas. El tema de la portada y las páginas centrales contienen el testimonio de alguien que ha vivido en directo esta realidad. Las secciones habituales de cada idioma, con la participación de nuevos colaboradores y colaboradoras, y una interesante propuesta de intercambios para reforzar o aprender un idioma conviviendo con familias de otros países, completan esta edición del NTP, que esperamos tenga, como mínimo, el mismo éxito que la anterior.

«Se habla español». Texto y fotografías: Antonio de Torre. NTP • invierno 2006

En la hamada, los saharauis han convertido el infierno de piedra y arena en un territorio donde aún cabe la esperanza de regresar a la tierra arrebatada.

El español que todavía se habla en el Sáhara

Hacia el 27 de febrero, si nada se tuerce, habrá salido a la luz el ntp que estás leyendo. Exactamente en esa fecha se celebra el XXX aniversario de la República Árabe Saharaui Democrática, R.A.S.D., fundada poco después de la ocupación del territorio saharaui por parte de su vecino, Marruecos, a finales de 1975. Es una ocasión como otra cualquiera —habrían servido igualmente todos los anteriores veintisietes de febrero, con el resto de los días y noches de esos TREINTA años— para denunciar el abandono que el idioma español sufre entre las personas de esa tierra que antaño se contó entre las provincias de nuestro país.

Hace un par de meses dediqué una semana de mi acomodada existencia a visitar los campamentos de refugiados que los saharauis ocupan en la hamada de Tindouf, al oeste de Argelia, en uno de los programas que el grupo de cooperación con el Sáhara de la Organización Juvenil Española lleva varios años desarrollando en colaboración con la homóloga Unión de Juventudes de Saguía el Hamra y Río de Oro, UJSARIO. En esta ocasión, la tarea que llevábamos consistía en comprobar el avance de dicha colaboración, además de acercarnos a la realidad (no reconocida por España) del estado saharaui en el exilio. Nunca sobra recordar que, mientras el estado español no declare oficialmente otra cosa, España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental a pesar de su salida del territorio en 1975.

Los saharauis y las saharauis nos demostraron una generosidad ilimitada en todo momento, cediéndonos las mejores dependencias de sus jaimas y prodigándonos un cariño y una hospitalidad terriblemente sinceros por nosotros, sus amigos españoles, como si hubieran olvidado que España es la responsable de buena parte de sus desdichas.

Aunque la finalidad de la revista ntp es entretener, respetando la pluralidad de sus lectores y tratando los idiomas desde puntos de vista muy variados, voy a usar ahora este estrado para romper una modestísima lanza a favor el idioma español y su aprendizaje en los territorios de los campamentos de refugiados.

«El idioma original de la población saharaui es el hasanía, variedad muy antigua del árabe, que ya hablaban los almorávides»

El idioma original de la población saharaui es el hasanía, variedad muy antigua del árabe reconocido como normalizado, ya usada por los almorávides. Durante la presencia de los españoles, esa lengua convivió con el castellano, y éste se extendió en mayor o menor medida a todos los puntos de la antigua provincia, como lengua oficial de la sociedad saharaui de entonces. Hablarlo bien era, en algunos círculos, signo de distinción y buen gusto entre los saharauis, pues les abría las puertas del comercio y el trato con otros extranjeros. No sucedía lo mismo entre las poblaciones situadas en el interior del país, compuestas en su mayoría por grupos de tribus nómadas, que seguían usando el hasanía en su vida diaria. Como no necesitaban hacer ninguna gestión oficial, el español era algo que les venía impuesto y si podían, evitaban el esfuerzo de aprenderlo.

He de aclarar que todo esto es una simplificación, quizás injusta, pero creo que sirve para hacerse una idea sobre el lugar que llegó a ocupar el español en aquella época, en una región claramente dominada por la francofonía circundante.

En noviembre de 1975, con Franco agonizante en el Palacio del Pardo, el gobierno de Hassán II, financiado por conocidas superpotencias, aprovechó la debilidad del español para anexionarse por la fuerza un territorio que ya anhelaba desde mucho antes. Los detalles sobre la Marcha Verde, los 15 años de guerra entre el Frente Polisario, Marruecos y Mauritania, y los posteriores acontecimientos están en todos los libros de la historia reciente. Recomiendo repasarlos para comprender hasta qué punto deberíamos sentirnos responsables por la infamia que se está cometiendo con los saharauis.

Para dificultar el regreso de la población, Marruecos alzó un muro vergonzoso y desconocido –a pesar de sus 2.720 kilómetros de longitud – que atraviesa el territorio de norte a sur, sembrado de minas antipersonal por el lado saharaui, y que provoca todos los años numerosos heridos entre las filas del ejército expulsado.

Durante la expulsión que se produjo, hubo pobladores de las ciudades que prefirieron quedarse donde estaban, con sus casas y sus bienes, además de su idioma español, tan natural a esas alturas como el hasanía para sus paisanos de los territorios del interior. La gran mayoría, no obstante, tuvo que huir apresuradamente hacia los territorios argelinos, hasta la provincia de Tindouf, donde llevan acampados desde aquella huida apresurada.

En la actualidad, el español es asignatura obligatoria en todas las escuelas que el Ministerio de Educación del Frente Polisario tiene en los campamentos de refugiados. Las maestras que imparten sus clases en los colegios y guarderías comparten con sus alumnos y les trasladan lo que recuerdan de las repetidas estancias estivales en España. El programa «Vacaciones en paz» es una iniciativa que lleva funcionando con éxito bastantes años, auspiciada, paradójicamente, por numerosos ayuntamientos y comunidades autónomas de nuestro país. Gracias a este programa, todos los años varios miles de niños y niñas saharauis pasan los veranos con familias de acogida españolas, conscientes de que a su regreso a la hamada todo volverá a ser como antes, pero sabiendo que no están solos, que el próximo verano sus amigos españoles les volverán a explicar las palabras río, lago, pradera, montaña, que tanto les cuesta describir a las profesoras de su madrasa.

Las maestras saharauis se esfuerzan en conservar en sus aulas el español que pudieron asimilar durante esas semanas de diversión que pasaron en España hasta los 12 años. En las paredes de las escuelas pueden leerse carteles en español para designar objetos de la vida diaria, y la propia Organización Juvenil Española, junto a otras oenegés, ha hecho campañas para llevar libros y renovar las desgastadas bibliotecas de las aulas del desierto.

Otro de los lugares donde se «conserva» el español del Sáhara es, sorprendentemente, Cuba. Se trata de una más de las tristes realidades de los jóvenes saharauis, que para labrarse un mínimo futuro profesional (ni siquiera saben dónde y si podrán ejercer) se van a un rincón nada turístico del conocido paraíso del buceo que es la Isla de la Juventud. Recién cumplidos los once o doce años, dejan a sus familias para proseguir sus estudios en la isla caribeña, donde el gobierno cubano les proporciona un alojamiento en penosísimas condiciones y unos títulos universitarios con los que regresan doce o quince años más tarde a su primer exilio (la Isla de la Juventud es el segundo) para tratar de reconocer a los miembros de su familia, con los que apenas han tenido contacto en todos esos años. Al regresar a sus wilayas también hablan español, barnizado con un simpático —valga el calificativo a pesar del contexto— acento cubano que camufla las penalidades del pasado.

El castellano es lengua obligatoria en la enseñanza de la RASD, único país islámico donde se da esta circunstancia. Lamentablemente, el Instituto Cervantes, con inversiones millonarias en países donde el castellano es minoritario, ha ignorado siempre este hecho y ha negado cualquier ayuda al pueblo saharaui. Sencillamente, es más interesante enseñar español en centros de Hong Kong, Tánger o Fez, que mantenerlo o mejorarlo allí donde su acogida sería muy positiva y mucho más económica: en las modestísimas escuelas de los campamentos de refugiados.

Este escrito es el granito de arena que quisiera aportar al enorme desierto de intereses económicos, políticos y de ignorancia que nos separan del pueblo saharaui, tan cercano en nuestro corazón, y que algún día nos tendría que poder decir en perfecto español «Sed bienvenidos de nuevo al Sáhara Occidental, nuestra jaima es vuestro hogar».


El Instituto Cervantes sí enseña español en Marruecos

«El Instituto Cervantes, con inversiones millonarias en países donde el español es minoritario, ha negado siempre cualquier ayuda al pueblo saharaui» Según un documento de Xavier Markiegi, director del Instituto Cervantes de Rabat, en su página Web:

http://www.cervantes.es/seg_nivel/institucion/revista_01/rc_elespanol_01.pdf

«Marruecos es el país que cuenta con más centros del Instituto Cervantes, situados en Casablanca, Fez, Rabat, Tetuán y Tánger. El Instituto Cervantes apoya los elementos culturales comunes entre los dos países, para lo que se ha sabido rodear de intelectuales que han mantenido siempre una respetuosa visión del otro, evitando caer en tópicos y aportando criterio, rigor e innovación. Además de la demanda de español, que se produce como consecuencia de la vecindad entre los dos países y de las relaciones estratégicas económicas y sociales, la actual coyuntura de refuerzo de las relaciones bilaterales de amistad contribuirá a intensificar también el interés por todo lo español, incluida la lengua.»

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ENTREVISTA JORGE URRUTIA

[*NOTA HAZ LO QUE DEBAS: el actual Director Académico del Instituto Cervantes es Francisco Moreno, que ha dado unos primeros, pero aún tímidos, pasos para que el Cervantes trabaje en los campamentos de refugiados saharauis. La entrevista de No tengo palabras es con el director anterior.]

NO TENGO PALABRAS. 2007. Entrevista con Jorge Urrutia, Director Académico del Instituto Cervantes

«El futuro del español se está dilucidando en la frontera del Río Grande»
Jorge Urrutia es el director académico del Instituto Cervantes*, además de escritor, traductor, poeta, profesor de universidad y cultísimo contertulio, con el que hemos podido mantener una charla relajada de cerca de una hora. El objetivo era acercar la realidad de esa institución a nuestros lectores.
Antonio de Torre / Fotografía: Juan M. Ruiz

[…]

Cambiemos de tema. Hicimos referencia a ello en otro número de NTP, en el que criticamos al IC por su despreocupación con respecto al aprendizaje del español en el Sáhara, en los campos de refugiados de Tindouf, donde aún se enseña el español, y donde nuestro idioma es la segunda lengua oficial, después del árabe. ¿Por qué el IC no tiene interés en facilitar medios, algún apoyo a este esfuerzo educativo, en un entorno rodeado de países francófonos como son Argelia, Marruecos y Mauritania?
En el caso del Sáhara el IC hará siempre lo que el ministerio de Asuntos Exteriores considere que debe hacer. Hoy por hoy dependemos de este ministerio. Actualmente, la cooperación española trabaja en el Sáhara Occidental, por lo tanto no hay ningún problema, pero el MAE nunca ha considerado que haya ninguna urgencia. Nunca ha dicho que no, pero tampoco ha dicho que sea urgente.

Quizás por ser un país no reconocido por la comunidad internacional…
No creo que haya ningún interés político en ello, simplemente, es más bien un problema de índole administrativa, de composición del Cervantes. El IC necesita, hoy por hoy —aunque puede cambiar— tener una sede estable, y un flujo de alumnos, que lo hagan subsistir económicamente.

Pero lo que sucede allí es un caso particular, las maestras enseñan el poco español que recuerdan de sus estancias estivales en España…
Sí, por ser un caso particular necesitaría un tratamiento particular. Lo haremos cuando el ministerio de Asuntos Exteriores entienda que es el momento de abordar eso o cuando nuestro Consejo de Administración así lo decida. No es que haya ninguna posición en contra; sencillamente, tenemos muy pocos centros nuevos en África, y esto lo enlazo con la otra parte de la pregunta. Los centros que tenemos en Marruecos son centros heredados, antes eran Centros culturales españoles. Tenemos los de Tánger, Tetuán, Fez, Rabat, Casablanca, más el que es verdaderamente nuevo, el de Marrakech, y se ha abierto porque la presencia española en Marrakech es fuerte, reside un escritor como Juan Goystisolo que tenía mucho interés, nos proporcionaron un local. Los hemos heredado, y no los vamos a quitar. Hay que distinguir entre aquellos lugares que son muy importantes de por sí, y aquellos que son importantes para España o dentro de la red del Cervantes. El de Nueva York es un centro importante de por sí, y los de Marruecos lo son para España, porque la presencia del español en Marruecos es estratégicamente importante, hay alumnos de la Uned, alumnos que vienen a España, la TV española se ve desde Marruecos… Además, hay otros centros que pueden no ser tan relevantes, como El Cairo, cuya importancia radica en que tiene muchos alumnos, porque en Egipto hay muy pocas posibilidades para aprender español, si las comparamos con París, por ejemplo.

La peculiaridad de la República Saharaui es que es el único país árabe donde el español es lengua co-oficial, y eso tiene un valor indudable.
En eso estoy totalmente de acuerdo, pero como te he dicho, se nos plantean otros problemas desde el punto de vista administrativo. Además, el IC no está en los países cuya lengua oficial es el español, por ejemplo, el Cervantes no está en Guinea, ni en todo Sudamérica. No descarto el momento en que enviemos una delegación en colaboración con la AECI a los campamentos de Tindouf, pero repito, no es una decisión que esté en nuestras manos ■

*Fuente: REVISTA NO TENGO PALABRAS. Antonio de Torre

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Michael Jackson y los cubarauis

8:08 p. m. Conx Moya 0 Comments



Michael Jackson, el rey del pop, el "niño eterno", moría rodeado de misterio y polémica, tal y como había vivido. Excesos, extravagancias y episodios oscuros convertían a MJ en un ser extraño, fruto tal vez de un hastío infinito. Se cuenta que no le dejaron ser niño y en cuanto pudo se vengó, cargando contra sí mismo, de su traumática no infancia y de su talento arrollador (¿bendición o castigo?).

Pero Michael, en los años 70, antes de comenzar aquellas delirantes operaciones que borraron su identidad, representó, qué paradoja, la alegría de vivir, ofreciendo una voz y un baile esplendorosos que le hicieron famosísimo en el mundo entero.

Incluso entre un grupo de saharauis casi adolescentes que aterrizaron en Cuba dentro del proyecto del Polisario de dar educación universitaria al mayor número posible de chicos y chicas saharauis, tras la invasión marroquí del Sahara y la marcha a los campamentos de refugiados, donde aún estaba todo por hacer. Cuba ha ofrecido durante estos treinta años miles de becas para estudiantes saharauis dentro de sus proyectos de ayuda a estudiantes sobre todo africanos y de Latinoamérica. Allí llegaron los primeros saharauis, en un principio estudiantes de la rama sanitaria la mayoría, dispuestos a estudiar y formarse políticamente con monitores saharauis que les conectaban estrechamente con todo lo que ocurría en el Sahara, en los momentos más cruentos de la guerra contra Marruecos.

Bien vestidos, con ese sentido estético increíble que tienen los y las saharauis, estudiosos, deportistas, populares, responsables, muchos de ellos fueron "rompepistas" gracias a los éxitos de Donna Summer, James Brown, Stevie Wonder, Bee Gees y tantos otros, que ya se escuchaban en las discotecas cubanas en aquellos finales de los 70. Pantalones campana, algunos peinados afro, enormes bigotes y camisas de flores congeniaban con la darraa y los cacharros del té.

Y es que en estos días de despedida a Michael Jackson me he acordado de una anécdota con la que me río tanto con Bahia. Los cubanos en la disco cantando y escenificando un estribillo de los Jackson 5, algo así como "Shi, Sha, se me cae la trusa", con música (lo he encontrado en internet porque Bahia no recordaba la canción original) de Shake your body (Down to the ground), canción de los Jackson de allá por 1978. La "trusa" es como llaman los cubanos (creo que es jerga habanera y no sé si se sigue usando) a los pantalones, arrastrándola de la pronuniación de trouser.

Los primeros cubarauis, entonces no se había inventado el término, abrieron paso para miles de niños y jóvenes que llegaron a la isla para estudiar. Muchos de ellos trabajan hoy en la sanidad en los campamentos o en otros países europeos, otros son diplomáticos en diferentes destinos, algunos cayeron en la guerra con Marruecos.... los años han llevado su vida por diferentes caminos, y hoy, con esta anéctota de la "trusa" que siempre me provoca una sonrisa, no está de más rendir homenaje a lo que podría haber sido Michael de no torcerse tanto su vida, a aquellos jóvenes saharauis que desembarcaron en Cuba en los 70 y a todos los que llegaron después. Y como no, a Cuba que tanto ha hecho por miles de estudiantes del tercer mundo y, de paso, porque el español se siga hablando en el Sahara.

Actualización: me dice un amigo cubaraui que la trusa no eran los pantalones si no el bañador; dicho queda.

Os dejo un video de los Jackson en acción, cuando la cantéis recordad el estribillo "se me cae la trusa". Ver aquí

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