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Recetas para días de fiesta. Semana Santa 2018



Aprovechando que vienen días de fiesta, que tenemos vacaciones y podemos dedicar tiempo a cocinar con tranquilidad, he pensado un menú fácil de preparar, delicioso y un poco distinto a lo que solemos hacer habitualmente.
A partir de la salsa de una receta italiana, el vitello tonnato, se me ha ocurrido preparar unos huevos rellenos y unos rollitos de pan de molde recubiertos de salmón. De segundo, unos solomillos de cerdo con boniato y pera, y de postre la tarta de galleta maría con chocolate. Vamos allá.
El vitello tonnato es una receta italiana que he descubierto gracias a un catering que tenemos en el trabajo. La pedí por curiosidad y he de reconocer que es un plato delicioso. Consiste en finos filetes de redondo de ternera bañados por una salsa riquísima que lleva atún y anchoas. Cierto, mezclar carne y pescado parece a priori extraño. Pero el resultado es sorprendente. Aún no la ha cocinado en casa pero sí he preparado la salsa para “tunear” un par de recetas. La salsa original lleva caldo de cocer el redondo, pero como no la hemos preparado con carne, la convertiremos en una crema un poco diferente.
Empezamos con los huevos rellenos. Cocemos los huevos que vayamos a preparar, los abrimos por la mitad y sacamos las yemas. Las usaremos para el relleno de vitello tonnato. Las metemos en la batidora, junto con el zumo de un limón, una lata de atún en aceite de oliva, un puñadito de alcaparras y unas anchoas, cuidado con poner demasiadas o la salsa quedara salada y con sabor muy fuerte. Si la hubiéramos preparado con el caldo de carne, debería quedar sueltecita, pero como va para relleno de los huevos, mejor dejarla espesa, más crema que salsa. Se puede decorar con huevo rallado, alcaparras o aceitunas picadas, pimiento morrón, ensalada… Eso sí, desde la página de El Comidista, donde publican un artículo sobre la receta, avisan que ni se nos ocurra usar mahonesa para esta salsa.
La segunda opción como primer plato son unos rollitos de pan de molde, para los que vamos a utilizar también la crema del vitello tonnato. Hay que coger rodajas de pan de molde blanco sin corteza y aplastarlas con un rodillo hasta dejarlas muy finas. Por otro lado, preparamos el relleno con un picado de palitos de cangrejo o atún, mezcla de lechugas (brotes, rúcula, escarola, canónigos, lo que os guste), más alcaparras o pepinillos. Añadir el picado a la crema de vitello tonnato y cubrir el pan de molde con la mezcla y unas rajas de salmón ahumado. Aquí se me presenta el dilema de poner el salmón dentro o por fuera del pan. Aviso que es más fácil prepararlo si se mete por dentro pero queda más bonito si va por fuera. En cualquier caso, hay que enrollar el pan apretando todo lo posible hasta hacer un rulo. Cubrirlo con papel film y meter en la nevera durante una hora para que se compacte y nos permita cortarlo con más facilidad. Finalmente cortar en rodajas. Y a disfrutarlo.             
Como segundo plato tenemos unos solomillos de cerdo con boniato y pera. El boniato y la pera forman una combinación riquísima para hacer puré. La crema de boniato y pera la preparo añadiendo un puerro y una patata a los dos ingredientes, sólo hay que salpimentar la verdura y freírla cortada en trozos grandes, añadirle agua al gusto, cocerlo y pasarlo por la batidora. Salpimentar al gusto. Queda una crema fina y con un suave toque dulce absolutamente delicioso.
Pero en esta ocasión vamos a preparar solomillo de cerdo con boniato y pera. La de cerdo es una carne que da mucho juego. Se puede preparar entera, en medallones, troceada, fileteada y casa bien con todo lo que se nos ocurra, mostaza, oporto, cerveza rubia o negra, verduras, en fin, una maravilla. Nada más fácil. En este caso lo he preparado en forma de medallones. Salpimentarlos y darles una vuelta en la cazuela con un chorrito de aceite de oliva y puerro cortado en trozos. Añadir rodajas de boniato de grosor medio y un par de peras cortadas en gajos. Cocino esta receta en una cacerola baja. Una vez añadido el boniato y la pera, bajo el fuego y coloco una tapa con agujero, lo que le da una textura tierna, con mucho sabor. Sale deliciosa.
Y de postre prepararamos la deliciosa tarta de galleta maría con chocolate. Una visita al Café del Nuncio en La Latina me descubrió una tarta tan deliciosa como sencilla de hacer. De lo más sencilla y sin necesidad de horno, el resultado es absolutamente increíble. El Café del Nuncio, uno de los más antiguos de la ciudad y situado en pleno Madrid de los Austrias, fue adquirido por el grupo DeLuz, responsables entre otros locales de Celso y Manolo o la Taberna La Carmencita. Como es habitual en los establecimientos de este grupo, se nota un gran cuidado en la decoración, el ambiente y la carta. Inspirado en los cafés europeos de principios del siglo pasado, domina el color azul celeste en las paredes, el mobiliario de madera y un suelo de terrazo oscuro. El caso es que allí paramos de la mano unos buenos amigos, y para acompañar nuestros cafés probamos la tarta de zanahoria, deconstruída en una copa, y la tarta de chocolate. Tanto nos gustó que nos pusimos como reto prepararla en casa. He buscado varias recetas y recomiendo la que cociné porque la idea de añadir corteza de limón y canela le da al chocolate un toque maravilloso.
Los ingredientes necesarios son las galletas maría (yo compré galletas cuadradas para adaptarlas mejor al recipiente) que necesitéis para completar varios pisos, en mi caso hice cuatro; leche para fundir el chocolate; 250 gr. de chocolate para fundir, que se corresponde con dos tabletas aproximadamente. 50 gr. de mantequilla; la piel de un limón; una rama de canela o en su defecto canela molida; un toquecito de jengibre y coco rallado para la decoración final.
Para prepararla poner la leche a hervir en un cazo, junto con la corteza del limón, la canela y el toquecito de jengibre para aromatizar. Cuando esté hirviendo, añadir el chocolate troceado y bajar el fuego. Hay que ir removiendo, añadir la mantequilla y seguir mezclando bien los ingredientes. Se debe ir añadiendo la leche que pida la salsa de chocolate.
Empezamos a remojar galletas en un plato con leche y las vamos colocando en nuestro recipiente, formando una primera capa de galletas. Echar por encima la mezcla de chocolate, extendiéndola por todas las galletas. Repetir el proceso de mojar galletas en leche, colocar una nueva capa sobre las cubiertas de chocolate, volver a cubrir con la mezcla de chocolate y así sucesivamente hasta completar varios pisos de galletas. Cubrir la tarta con todo el chocolate que nos haya quedado cuando hayamos puesto todas las capas. En mi caso, la decoré con coco rallado que me había sobrado de hacer galletas en otra ocasión. Meter un rato a la nevera para que se endurezca el chocolate y así la tarta quede compacta. Riquísima y realmente fácil.

#Cocina Menú de Reyes 2018


(11/01/2018) La comida del Día de Reyes es la celebración de Navidad que hacemos en nuestra casa. Para mí supone el momento de experimentar, de hacer platos diferentes y más elaborados que los que cocino habitualmente, aunque siempre dentro de la sencillez, porque no soy ni mucho menos una experta cocinera. Al inicio de las fiestas empiezo a pensar en lo que voy a preparar y a buscar recetas. Este año, el que ya se va convirtiendo en tradicional artículo de la murciana Amor González y su Casa Taller Birdie en la revista Vogue, me dio varias ideas. Quería que este año el plato principal fuera cerdo, y finalmente me decidí a prepararlo con cerveza negra y mostaza, idea basada en la receta de una de sus cenas clandestinas, el pastel de estofado de cabeza de lomo con cerveza negra y mostaza antigua.
Uno de los entrantes ha sido el paté de alcachofas del artículo con recetas navideñas de Casa Taller Birdie en la revista Vogue. Compré seis estupendas alcachofas, ahora estamos en plena temporada, aunque finalmente cocí cuatro, he dejado dos para otro plato. A las alcachofas hay que quitarles las hojas duras y pelar el tallo. Recomendable irlas echando en una fuente de agua con limón porque se quedan negras enseguida. Poner a calentar agua con sal en una cacerola y, cuando el agua está hirviendo, echar las alcachofas. Retirarlas cuando estén tiernas. Luego pasarlas por la batidora con sal, pimienta, aceite de oliva, hojas de albahaca fresca, ralladura de limón y ajo. Amor asa en el horno el ajo. Así lo hice yo también con una cabeza de ajos asada. Usé tres dientes para el paté porque personalmente me da miedo pasarme pero la cantidad debe estar al gusto de quien la prepara. De esta forma el ajo queda con un sabor diferente, suave y con un cierto toque ahumado. El paté no me ha resultado sencillo de preparar. Las alcachofas tienen hebras, mi batidora es de vaso y le costaba batir, recomiendo ir quitando los restos que se quedan entre las cuchillas. Fui pasando después por el chino el “puré” de alcachofa para eliminar las molestas hebras. El resultado es fresco, con una textura y un sabor natural y muy rico. He separado el paté en dos recipientes, uno lo he servido con lascas de queso parmesano y el otro lo he decorado con una hoja de albahaca. Un plato trabajoso, pero el resultado ha merecido la pena.
Este año he repetido la ensalada de perdiz escabechada (lata de Lidl Deluxe) con escarola. En esta ocasión cambiando la composición de la vinagreta, hecha con zumo de naranja, al que he añadido aceite de oliva y mostaza. No le he puesto nada más a la ensalada. Atención al zumo de naranja para las ensaladas, aporta frescura y menos acidez. Como anécdota, se nos rompió el abrelatas y tuvieron que veniral rescate mis padres trayendo uno de su casa.
Para el plato principal he preparado lomo de cerdo con cerveza negra y mostaza antigua. Compré un lomo de cerdo en la carnicería, limpio de grasa. Metí la pieza entera en una cacerola grande, con aceite, lo fui dorando poco a poco a fuego no muy fuerte durante un rato, con la tapadera puesta porque salta bastante y para que se fuera haciendo también por dentro. Una vez dorado, hay que sacar la pieza de carne en una fuente y añadir la verdura en el aceite donde el lomo ha soltado su jugo. Para mi versión del lomo de cerdo he puesto cebolla y media, dos zanahorias, un boniato pequeño y varios trozos de calabaza, predominio de las verduras de color naranja como podéis ver. He dorado la verdura despacio y, cuando estaba melosa he devuelto la pieza de cerdo a la cacerola, lo he tenido un rato con las verduras, dándole la vuelta y finalmente he añadido la cerveza negra (una botella de Guinnes) y dos cucharadas de mostaza antigua. A partir de ahí cocer a fuego suave con la tapadera puesta hasta que pinchéis y veáis que la carne está bien tierna. Atención al amargor de la cerveza negra, probad la salsa para ver qué punto os gusta, yo he añadido unas cucharaditas de azúcar moreno para rebajarla pero eso depende del gusto de cada uno. En mi caso he preparado la carne la noche antes para que cogiera más sabor. Por la mañana he sacado el lomo y lo he cortado en trozos anchos, de nuevo cada uno puede hacerlo a su gusto. Luego sólo hay que incorporar las rodajas a la salsa y calentarlas para servir. En mi caso no he pasado la salsa por el chino, se puede comer con los trozos de verdura a la vista o pasarla para que quede una salsa más fina. A gusto del consumidor. Es un plato riquísimo, y que sale muy bien de precio.
Como plato alternativo he preparado unos contramuslos de pollo con curry y limón. Lo he guisado con cebolla, zanahoria, pimiento rojo y calabacín cortados en tiras. Frío bien el pollo especiado con curry y con la cebolla, le añado las verduras y después bajo el fuego. Echo el zumo de medio limón y dejo que termine de hacerse la carne despacio en la cacerola que uso para esta receta, baja y de tapa con agujero. Así, el pollo se acaba de hacer en su jugo y queda muy rico.
He acompañado los dos platos con patatas panadera a las que he dado un toque de romero.
De postre hemos tenido roscón con nata, comprado en pastelería, porque no me atrevo aún a hacerlo en casa, bombones y una selección de frutos secos y deshidratados Barberá, bañados con diferentes chocolates.
Si la inspiración para estos platos han sido las recetas de Amor González, no quiero dejar de mencionar a Isabella Bo, que es quien se encarga de la ropa de mesa, la vajilla y la decoración. Yo no tengo mano para poner una mesa bonita, ni dinero para comprar buenas vajillas, copas o manteles, ni sitio donde guardarlos pero no dejo de admirar las preciosas mesas que monta Isabella. En mi caso he usado velas de estrella, mantel y servilletas de papel de Mercadona, vajilla de Ikea y copas regalo de mi tío Miguel. En todo caso buen provecho y espero que os animéis a probar estas recetas fáciles y deliciosas.


#Cocina Brócoli al vapor con huevo escalfado y crujiente de verduras y frutos secos



De nuevo una propuesta muy fácil para cocineros principiantes como yo, que se puede preparar un fin de semana tranquilamente en casa. En este caso hemos elegido un par de platos vegetarianos muy ricos: Brócoli al vapor con huevo escalfado y crujiente de verduras con frutos secos.
En primer lugar hemos cocinado una verdura el vapor, brócoli. Hemos comprado una vaporera de silicona, en nuestro caso de Lidl, que cocina en horno o en microondas. La verdura cocinada al vapor tiene más sabor que la cocida en agua, una textura más entera y entiendo que conservarán más vitaminas.
Hemos preparado los huevos escalfados (o poché) de la manera que vi al cocinero Jamie Oliver en la tele. Se coge una taza pequeña y se cubre de papel film transparente. En el fondo se pone aceite; es muy importante no olvidarlo para que el huevo no se pegue, no olvidéis impregnar con una brocha todo el paquete. He visto en otras recetas que animan a echar con el huevo un poquito de queso, de jamón, de trufa o lo que se nos ocurra.
Se casca el huevo y se echa dentro de la taza, se salpimenta y se puede añadir alguna hierba más, de acuerdo a lo que estéis cocinando. Hacemos un paquete con una cuerdecita o directamente atando el papel film y lo colocamos en un cazo donde hemos puesto agua a calentar. Cuando el agua haya empezado a hervir suave lo dejamos 4 minutos. Una vez sacado, cortar a la mitad encima de la verdura.
La receta del crujiente es inventada. En este caso la verdura y los frutos secos los he picado en la picadora para que queden los trozos pequeños. He puesto cebolla, calabacín, berenjena, zanahoria y espinacas pero se puede mezclar la verdura que se quiera. Los frutos secos que he utilizado son almendras, avellanas y nueces.
Se sofríe todo en la sartén con aceite de oliva virgen extra (AOVE) y lo he ligado con un poco de queso Philadelphia. Se puede hacer, en lugar de con la crema de queso, con un poco de tomate natural o con una crema suave de alcachofas, espárragos, pimientos de piquillo… pero siempre con poca cantidad, sólo para ligar las verduras, procurando que no se “coma” su sabor. 
Se pinta cada capa de pasta filo con una pizca de aceite, se hacer un paquete, se pinta por fuera con huevo y al horno. A partir de ahí, se pueden hacer las variaciones que cada uno quiera.

#Cocina Menú de Reyes 2017


La fiesta de Reyes es fecha navideña preferida. Celebramos en casa la comida del día 6, recordando lo que hacía mi abuela todos los años. Es la única celebración que me toca a mí, así que intento hacer algún menú chulito, dentro de mis limitaciones como cocinillas. Este año tenía empeño de aprender a hacer pollo en pepitoria, receta que me encanta, y que como en casa de mi amiga Belén, que la prepara como la hace su madre y lo hacía su abuela. Recomiendan que lo cocinemos dos días antes para que el pollo coja bien todos los sabores.
De primero pusimos los típicos entrantes, canapés, y con una lata de conserva de perdiz escabechada de Lidl (de los productos Deluxe) preparé una ensalada con escarola y alcachofas. Simplemente hay que trocear la carne de la perdiz, añadir el resto de ingredientes y preparar una salsa con aceite, mostaza, un poquito de miel y zumo de limón. Muy rica. También pusimos para picar unos platos de quinoa con champiñones.
Preparé después unas tartaletas de hojaldre rellenas de verduras pochadas y crema de espárragos. Inspirada en unas tartaletas dulces de fruta y chocolate vistas en el blog de Casa Taller Birdie, cogí unas obleas de hojaldre para empanadillas y en lugar de darle esa forma, rellené el centro con las verduras pochadas (cebolla, calabacín, zanahoria, berenjena, boniato) y la salsa de espárragos, levanté los extremos del hojaldre como fui pudiendo, las barnicé con huevo batido y al horno.
De plato principal el delicioso pollo en pepitoria. Era la primera vez que lo hacía y no salió mal. Compré un pollo entero en partido en trozos, como para hacer al ajillo, de esos amarillos, criados con maíz. La receta original es con gallina, pero las gallinas maravillosas que la abuela de Belén compraba en los mercados del centro de Madrid hace décadas ya no existen. Lo ideal sería uno de esos pollos camperos de verdad, bien criaditos en el campo pero… dejemos de soñar, pollo amarillo de la tienda del barrio.
Pues me puse en faena a freír los trozos de pollo en una sartén, me llevó varias tandas, y según estaban bien doraditos los iba incorporando a la cazuela. Luego freí en ese mismo aceite una cebolla entera bien picada. La receta lleva tacos de jamón, pero lo quito para que todos en casa podamos comer el pollo. Una vez frita la cebolla, a la cazuela. En el aceite que queda de freír, yo quité un poco, se añade una cucharadita de harina, se le da una vuelta rápida para que no se queme y a la cazuela también. Es el momento de añadir un vaso y medio de vino blanco de guisar, o dos. Yo rellené el medio vaso con agua, y aún puse un poco más porque eché cucharada  y media de harina y me daba miedo que estuviera demasiado espesa la salsa. Bueno, esto es un poco a ojo.
Lo siguiente es poner la cazuela a hervir y bajar el fuego cuando empieza a cocer para que cueza lento. Le añadimos una pastilla de caldo de carne. En un mortero (yo en mi super picadora de Lidl) hay que machacar un diente de ajo gordo, un manojo de perejil y doce almendras crudas, yo eché algunas más. Echamos la picada cuando el pollo lleve cociendo una media hora o tres cuartos. Ahora mi parte preferida, rallar media nuez moscada, yo lo hice con un cuchillo de sierra y muy bien. El olor, maravilloso.
A partir de la hora de cocción el pollo suele estar hecho, pero depende del pollo, claro... Hay que ir pinchando hasta ver que la carne está en su punto.
El día que se vaya a comer, mejor dos días después de prepararlo (a todo esto guardar en nevera cuando esté frío, eh) se calienta el pollo sin que cueza. En un mortero ponemos una yema de huevo y el zumo de medio limón. Lo mezclamos sin batir y lo añadimos a la cazuela. Muy importante que no cueza para que la yema cruda no cuaje. Y nada más, a disfrutarlo. Riquísimo.
Para terminar Roscón de Reyes, traído por mis padres, porque yo aún no me atrevo a hacerlo en casa.

Y el pollo que sobre se puede comer al día siguiente con patatas y boniato fritos

#Cocina Menú completo para día de fiesta


Hoy, aprovechando que es un día festivo, he pasado toda la mañana cocinando. Todas recetas muy fáciles para eternos principiante en la cocina como soy yo. La cocina es entretenida, aunque también trabajosa, y los beneficios de comer bien se notan de inmediato en nuestro organismo. Merece la pena dedicarle un rato siempre que se pueda.
Empezamos con un aperitivo de Chips de boniato con lima según recta de Casa-taller Birdie (Murcia). Ella lo hace con estos ingredientes: 2 boniatos; aceite; sal Maldon y ralladura de lima. Hay que cortar los boniatos en rodajas muy finas, colocarlos en una bandeja de horno sobre papel de hornear. Se untan con una brocha ligeramente de aceite de oliva y se añade un poco de sal. Hornear hasta que se vean dorados. Una vez sacados la receta recomienda espolvorearlas con ralladura de lima (yo he usado limón) y sal Maldon (yo no tenía), además de alguna especia, en mi caso he molido un poco de pimienta negra.
Luego he preparado gazpacho de remolacha. Pongo en la batidora una pequeña cantidad de cebolla y pimiento verde, porque no me gusta fuerte, las cantidades a gusto del consumidor, si os gusta más fuertetico, añadid más cantidad. Luego pongo tres tomates pelados y picados y una remolacha cocida. Añado un poco de agua, aceite de oliva, sal y el zumo de un limón porque no me gusta el sabor del vinagre. Me gusta incluso en invierno, sienta de maravilla y se puede decorar por encima con unas hojitas de albahaca. El espesor lo decide el consumidor, yo no añado pan ni nada que lo espese.
De segundo hemos puesto pasta con salmón y verdura en papillote. El papillote es de lo más fácil. He metido en el horno verduras dentro de unos estuches hechos con papel albal bien cerrados. Los alimentos se cocinan gracias a la cocción a vapor que se produce gracias al envoltorio. Hay recipientes de silicona para hacer el papillote que resultan interesantes para realizar estar recetas. Para este plato he utilizado calabaza, boniato, berenjena, cebolla, calabacín y tomate. A la pasta cocida le he añadido las verduras un poco aplastadas y dados de salmón que he preparado aparte.
Y para terminar un bizcocho de calabaza especiado. He seguido la receta del bizcocho de calabaza de Javi Recetas. La calabaza la he picado muy pequeña con una picadora para ahorrarme rallarla. En otras ocasiones había cocinado unos trozos de calabaza en el microondas pero echa demasiada agua, prefiero en crudo picada muy pequeña. A esta receta le he añadido un poco de canela, pimienta negra, anís en grano y jengibre rallado en el momento. La receta lleva 300 gramos de calabaza, 300 gramos de azúcar, 100 gramos de mantequilla, 4 huevos grandes. Yo preparo los bizcochos en un molde alargado y lo forro con papel de horno, así se desmolda muy bien. Batir los huevos, añadir el azúcar y apartar. En un bol grande echar la harina tamizada, la levadura, la mantequilla derretida, la calabaza y luego la mantequilla con el azúcar y las especias. Hay que mezclarlo todo muy bien y echarlo en el molde. Sobre el horno, cada uno tiene su truco, por lo que lo mejor es que lo calculéis vosotros. Yo he tenido el bizcocho una hora con el horno a 180º, tened en cuenta que la calabaza suelta agua y que el bizcocho no debe quedar húmedo.

#Cocina Bizcocho de naranja

Recetas facilicas, facilicas, explicadas para cocineros torpes como yo.
*****
Ingredientes:
1 naranja de zumo entera con piel, bien limpia.
250gr de azúcar
3 huevos
100gr de aceite de girasol o mantequilla a temperatura ambiente
1 yogurt natural
250gr de harina
1 sobre de levadura
Una pizca de sal

Este bizcocho es muy fácil y está realmente delicioso. Al llevar la naranja entera queda muy jugoso y con un aroma natural muy potente. Lo probé por primera vez en el trabajo y la receta es de Thermomix, un cacharro muy útil pero que de momento no me animo a comprar. La traslado para las cocinillas normalicas que no tenemos robot de cocina.
La primera parte yo la hago en batidora, la mía es una Oster de vaso y estoy bien contenta con ella. Así que empezamos.
Echar en la batidora la naranja bien limpia, sin pelar y troceada, los tres huevos y 250 gramos de azúcar. Yo uso azúcar moreno y no me gusta que quede muy dulce, así que por mí incluso menos cantidad de azúcar. Batir bien. Incorporar un yogurt natural y un trozo de mantequilla. En la receta hablan de aceite de girasol. Yo no lo uso, ni girasol ni margarina. Si no queréis añadir mantequilla sustituidla por aceite de oliva. Batir de nuevo.
En un bol echar los 250 gramos de harina, este bizcocho lo he hecho con harina integral, y el sobre de levadura, además de una pizca de sal. Ir incorporando la mezcla de la batidora y remover a mano con la varilla.
Para estos bizcochos uso molde rectangular y no lo unto de aceite o mantequilla. Directamente pongo un papel de horno, no puede ser más sencillo desmoldarlo posteriormente.
En la receta hablan de media hora al horno a 180º pero siempre depende del horno que tengamos en casa. Además este bizcocho tarda algo más debido a que lleva todo el zumo de la naranja y la masa es algo más húmeda.
Una vez terminado se puede decorar con chocolate fundido.
Ah, a esta receta no le añado ninguna especia, el sabor y aroma de la naranja es lo que debe mandar.


“Estoy hecho un cocinicas: recetas en viñetas”, tal vez sin estrellas pero sí con michelines


No se lo pienso dejar a nadie
Para mí Carlos Azagra está unido irremediablemente a la lucha sindical, por encima de El jueves, tebeos, viñetas, fanzines o portadas de discos. Conocí sus trabajos en los años 90 de la mano de CGT, a través de decenas de carteles donde se apoyaban huelgas, elecciones sindicales, se hacía todo tipo de protestas contra ETTs, despidos, trabajo precario y demás explotaciones y horrores laborales. De eso sabíamos mucho… De refilón conocía su trabajo en El Jueves pero como digo, de aquella época recuerdo sobre todo sus carteles.
Identifico a Carlos Azagra con nuestra época en Radio Resistencia. Aquellos fueron para muchos de nosotros años de autogestión, lucha social, de intentar encontrar algún sitio, nuestro sitio, en el mundo. Años de aprendizaje, de despegue, tal vez de inocencia, ahí estuvimos y dejamos nuestra pequeña huella, supongo, en algún que otro rincón. No llegamos a conocernos en persona aunque Azagra y sus dibujos fueron protagonistas absolutos de una de las fiestas de Radio Resistencia. Sus “Dibujos contra la globalización” fue una exposición montada en los locales de CGT de la calle Alenza de Madrid, con la gente de la radio a los mandos de la bebida y las cosillas de picar. Cierto, parecíamos en ocasiones más de una empresa de catering (antes de que se inventara ese término) que la radio libre que realmente fuimos. De aquella fiestuqui recuerdo los magníficos carteles de Azagra y una gran hoja en blanco donde la gente podía escribir lo que considerara conveniente sobre (contra) la globalización.
Las diabólicas redes sociales me juntaron con Azagra casi desde mis inicios en ese mundo extraño. Así he podido seguir sus pasos, y de vez en cuando ambos hemos recordado Radio Resistencia.
Hace unos meses se embarcó en un curioso proyecto, un libro de recetas sencillas y explicadas en viñetas. “Estoy hecho un cocinicas”. Las recetas son compartidas y dibujadas por Azagra / Revuelta y por Xcar Malavida, otro currante del dibujo, además de algún que otro plato recomendado y dibujado por Chema Cebolla y Iru. Con un formato tradicional en cuanto a temas: ensaladas, gazpachos, sopas frías, verduras, caldos, pucheros, tortillas, pastas, carnes, pescados y dulces, e irreverente y ameno en cuanto a presentación y dibujos, podemos gracias al libro elaborar platos sencillos y deliciosos sin necesidad de ser expertos en el mundo del fogón. Un formato cuadrado y con papel satinado (para limpiar esas manchas que sin duda le caerán y para que no chupe las salpicaduras de aceite, como me explicaba Azagra) son ideales para darle mucho uso. Una portada troquelada donde introducir la foto del “cocinicas” completa el cuquísimo formato del recetario.
Efectivamente pudimos conocer a Azagra, Revuelta y Xcar, ese equipo tricolor, el pasado sábado 7 de febrero durante la presentación de “Estoy hecho un cocinicas” en Lavapiés. Un momento para saludar por fin a Azagra fuera de mundos virtuales, y quién sabe si para ser “inspiración” de algún personaje del Xcar, jeje. Por mi parte pienso elaborar casi todas las recetas del tebeo-recetario y pasar un buen rato, como ya lo estoy pasando, leyendo las recetas del libro y disfrutando con los múltiples detalles de los dibujos y los textos. Que no tendremos estrellas pero michelines no nos faltan.
Damos fe de lo que se curran las firmas los tres autores con la foto de nuestro ejemplar en el que Azagra tuvo un hueco para plasmar ese “Sahara Libre” que tanto se agradece.
¡Salud y buen provecho!
**“Estoy hecho un cocinicas: recetas en viñetas”, por XCAR Malavida, AZAGRA y REVUELTA. 128 páginas a todo color. Portada troquelada personalizable, ideal para regalo.  Encuadernación rústica.  /  PVP: 12 euros. Se puede solicitar en malavida @ proyec.com


Xcar convirtiéndome en tebeo

Cerramos el caralibro y abrimos la #Cocina


Arroz con verduras y bacalao
No tiene ningún misterio. Bacalao desmigado y desalado (en agua desde la noche antes, si se mete en la nevera dicen que se desala mejor). Todas las verduras que encontré por la nevera: alcachofas, pimientos, guisantes, acelgas, cebolla, espárragos y judías verdes. El truco: sin colorante artificial ni azafrán (para mí se come el sabor de los demás ingredientes, no me va), un poquito de color con tomate frito casero de mi madre y el arroz, de Calasparra.
Pan de nueces y pasas
Menos misterio aún. Hago el pan en panificadora, con paquetes de harina del Lidl que llevan incorporada la levadura. Sólo hay que pillarle el programa que mejor le va, y ya… Luego añadir si apetece los frutos secos o monerías que se nos ocurran. Aquí nueces y pasas. Muy rico.
Bizcocho de orejones de albaricoque

Con un paquete de orejones de albaricoque traído de Minnesota, me pongo a buscar receta de bizcocho con orejones para darles salida. Encuentro una con muy buena pinta pero con un problema para mí: lleva “buttermilk”, ¿qué leches es eso? Mr. Google me da la solución. Es una especie de suero de leche que se compra o que se puede hacer fácilmente. Me lo pienso un poco y me arriesgo. La forma fácil de hacerla es la siguiente: “250ml de leche semidesnatada templadita, 15 ml de limón o vinagre. (Yo he usado leche normal y limón). Calentar la leche solo un poco, la temperatura ideal es cuando metes un dedo y no te quemas nada, entonces le agregas el limón o vinagre y lo dejas reposar unos 10-15 minutos hasta que la leche se espese un poco, lo mezclamos un poco y listo para usar”. Efectivamente la leche se espesa, tiene un olor muy aromático, y como veo luego, el bizcocho sale mucho más esponjoso y con un sabor diferente, muy rico. Es un bizcocho que merece la pena, sin duda, repetir. Yo he añadido nueces, un poco de pimienta negra y azúcar con cardamomo.
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