#Cocina Menú de Reyes 2018
(11/01/2018) La comida del Día de Reyes es la
celebración de Navidad que hacemos en nuestra casa. Para mí supone el momento de
experimentar, de hacer platos diferentes y más elaborados que los que cocino
habitualmente, aunque siempre dentro de la sencillez, porque no soy ni mucho
menos una experta cocinera. Al inicio de las fiestas empiezo a pensar en lo que
voy a preparar y a buscar recetas. Este año, el que ya se va convirtiendo en
tradicional artículo de la murciana Amor González y su Casa Taller Birdie en la
revista Vogue, me dio varias ideas. Quería que este año el plato principal
fuera cerdo, y finalmente me decidí a prepararlo con cerveza negra y mostaza,
idea basada en la receta de una de sus cenas clandestinas, el pastel de
estofado de cabeza de lomo con cerveza negra y mostaza antigua.
Uno de los entrantes ha sido el paté de
alcachofas del artículo con recetas navideñas de Casa Taller Birdie en la
revista Vogue. Compré seis estupendas alcachofas, ahora estamos en plena
temporada, aunque finalmente cocí cuatro, he dejado dos para otro plato. A las
alcachofas hay que quitarles las hojas duras y pelar el tallo. Recomendable
irlas echando en una fuente de agua con limón porque se quedan negras enseguida.
Poner a calentar agua con sal en una cacerola y, cuando el agua está hirviendo,
echar las alcachofas. Retirarlas cuando estén tiernas. Luego pasarlas por la
batidora con sal, pimienta, aceite de oliva, hojas de albahaca fresca,
ralladura de limón y ajo. Amor asa en el horno el ajo. Así lo hice yo también
con una cabeza de ajos asada. Usé tres dientes para el paté porque
personalmente me da miedo pasarme pero la cantidad debe estar al gusto de quien
la prepara. De esta forma el ajo queda con un sabor diferente, suave y con un
cierto toque ahumado. El paté no me ha resultado sencillo de preparar. Las
alcachofas tienen hebras, mi batidora es de vaso y le costaba batir, recomiendo
ir quitando los restos que se quedan entre las cuchillas. Fui pasando después por
el chino el “puré” de alcachofa para eliminar las molestas hebras. El resultado
es fresco, con una textura y un sabor natural y muy rico. He separado el paté en
dos recipientes, uno lo he servido con lascas de queso parmesano y el otro lo
he decorado con una hoja de albahaca. Un plato trabajoso, pero el resultado ha
merecido la pena.
Este año he repetido la ensalada de perdiz
escabechada (lata de Lidl Deluxe) con escarola. En esta ocasión cambiando la
composición de la vinagreta, hecha con zumo de naranja, al que he añadido
aceite de oliva y mostaza. No le he puesto nada más a la ensalada. Atención al
zumo de naranja para las ensaladas, aporta frescura y menos acidez. Como
anécdota, se nos rompió el abrelatas y tuvieron que veniral rescate mis padres
trayendo uno de su casa.
Para el plato principal he preparado lomo
de cerdo con cerveza negra y mostaza antigua. Compré un lomo de cerdo en la
carnicería, limpio de grasa. Metí la pieza entera en una cacerola grande, con
aceite, lo fui dorando poco a poco a fuego no muy fuerte durante un rato, con
la tapadera puesta porque salta bastante y para que se fuera haciendo también
por dentro. Una vez dorado, hay que sacar la pieza de carne en una fuente y añadir
la verdura en el aceite donde el lomo ha soltado su jugo. Para mi versión del
lomo de cerdo he puesto cebolla y media, dos zanahorias, un boniato pequeño y varios
trozos de calabaza, predominio de las verduras de color naranja como podéis ver.
He dorado la verdura despacio y, cuando estaba melosa he devuelto la pieza de
cerdo a la cacerola, lo he tenido un rato con las verduras, dándole la vuelta y
finalmente he añadido la cerveza negra (una botella de Guinnes) y dos
cucharadas de mostaza antigua. A partir de ahí cocer a fuego suave con la
tapadera puesta hasta que pinchéis y veáis que la carne está bien tierna.
Atención al amargor de la cerveza negra, probad la salsa para ver qué punto os
gusta, yo he añadido unas cucharaditas de azúcar moreno para rebajarla pero eso
depende del gusto de cada uno. En mi caso he preparado la carne la noche antes
para que cogiera más sabor. Por la mañana he sacado el lomo y lo he cortado en
trozos anchos, de nuevo cada uno puede hacerlo a su gusto. Luego sólo hay que
incorporar las rodajas a la salsa y calentarlas para servir. En mi caso no he
pasado la salsa por el chino, se puede comer con los trozos de verdura a la
vista o pasarla para que quede una salsa más fina. A gusto del consumidor. Es
un plato riquísimo, y que sale muy bien de precio.
Como plato alternativo he preparado unos
contramuslos de pollo con curry y limón. Lo he guisado con cebolla, zanahoria, pimiento rojo y
calabacín cortados en tiras. Frío bien el pollo especiado con curry y con la
cebolla, le añado las verduras y después bajo el fuego. Echo el zumo de medio
limón y dejo que termine de hacerse la carne despacio en la cacerola que uso
para esta receta, baja y de tapa con agujero. Así, el pollo se acaba de hacer
en su jugo y queda muy rico.
He acompañado los dos platos con patatas
panadera a las que he dado un toque de romero.
De postre hemos tenido roscón con nata,
comprado en pastelería, porque no me atrevo aún a hacerlo en casa, bombones y
una selección de frutos secos y deshidratados Barberá, bañados con diferentes
chocolates.
Si la inspiración para estos platos han sido
las recetas de Amor González, no quiero dejar de mencionar a Isabella Bo, que es
quien se encarga de la ropa de mesa, la vajilla y la decoración. Yo no tengo
mano para poner una mesa bonita, ni dinero para comprar buenas vajillas, copas
o manteles, ni sitio donde guardarlos pero no dejo de admirar las preciosas
mesas que monta Isabella. En mi caso he usado velas de estrella, mantel y
servilletas de papel de Mercadona, vajilla de Ikea y copas regalo de mi tío
Miguel. En todo caso buen provecho y espero que os animéis a probar estas recetas
fáciles y deliciosas.
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