“El metro” de Donato Ndongo. Escribir para contarlo. Club de lectura de Mamah África

8:01 a. m. Conx Moya 0 Comments


Conocemos al periodista, intelectual y escritor Donato Ndongo desde hace años. De alguna manera nos unió el colonialismo. Su país, Guinea Ecuatorial, y el Sahara Occidental sufrieron la colonización española y padecieron una penosa descolonización, la del Sahara aún inconclusa. La literatura nos llevó a compartir jornadas en Tenerife y Cádiz el pasado 2015 y en ambas ocasiones pudimos comprobar el nivel de análisis y reflexión que alcanza este intelectual africano. Adquirí “El metro”, libro de Donato, durante el “Seminario Exilio e identidad: Reflexiones políticas desde las escrituras hispanoafricanas” en la Universidad de Cádiz, que compartimos con él entre otros ponentes. El libro estaba en nuestra estantería desde entonces, con la clara intención de leerlo sin tardar mucho, ya que intentamos ahondar todo lo posible en la literatura africana, un mundo fascinante al que hemos accedido gracias a la literatura saharaui y en el que queda aún mucho por explorar.
La ocasión de leerlo llegó con el anuncio de que el libro que cerraría este año el club de lectura de la galería Mamah África iba a ser precisamente “El metro”. Así que el sábado 17 de diciembre nos reunimos un nutrido grupo de lectores de Donato para hablar de esta novela, de su obra y de la extensa trayectoria de uno de los escritores guineoecuatorianos más reconocidos. Le acompañaba Sonia Fernández Quincoces, del blog de literatura africana LitERaFRicA e impulsora de la campaña #100lecturasafricanas en la que estamos participando.
Donato explicó en el inicio de su intervención lo que le llevó a escribir “El metro”. El autor parte de una realidad innegable, tras llevar cincuenta y un años viviendo en España ha constatado que a la población africana en nuestro país, incluso a los que tienen nacionalidad, no se les considera españoles. “Yo sigo siendo un inmigrante africano en España, los estereotipos no han cambiado. Un escritor tiene la obligación de escribir sobre eso”. Recordó que la llegada de la inmigración negra a España acabó con la “simpatía”, teñida eso sí de desconocimiento, hacia los africanos. “Los españoles eran igual de racistas que el resto de las sociedades blancas”, afirmó. Donato reconoció que otro motivo para escribir el libro fue que estaba cansado de responder a preguntas como “qué haces aquí” o “por qué has venido”. Preguntas que, según sus palabras “parecen ingenuas pero no lo son”. Donato afirmó que con el libro pretendía dar a conocer por qué los africanos están aquí. “Por eso debía escribir El metro. Un escritor creíble tiene la obligación de reflexionar sobre estas cosas”.
El escritor guineoecuatoriano explicó que en la cultura africana el arte debe ser bello pero también útil, no se entiende la belleza por la belleza. “Como creo que la literatura es arte he procurado hacer mi trabajo lo mejor posible y lo más bellamente posible”. La literatura escrita ha sustituido en África a la literatura oral. Donato se declaró “heredero de los griott”, haciendo un alegato para que los escritores africanos lleven en su literatura aquellos aspectos que les definen. “Sin ellos estaríamos simplemente imitando”, reflexionó. En palabras del autor “Queremos hacer un arte que sea útil, transmitir la frustración y anhelos africanos al resto de las sociedades del mundo. Dar testimonio de nuestro tiempo, dejar huella de nuestro paso por el mundo y llevar a la reflexión”.
En relación al estilo de “El metro” Donato recordó que en una ocasión le dijeron que una parte de la novela “le parecía más un reportaje que literatura”. El escritor matizó que lo hizo a propósito. Se trata de la parte que para él “es el núcleo fundamental de la novela”, unos hechos “no imaginados” que reflejan el momento de la devaluación del franco CFA en 1994, junto con la imposición de los Programas de Ajuste Estructural. “Ambos hechos tuvieron unas consecuencias terribles en los africanos y a partir de ese momento empezó la emigración masiva hacia Europa”, recordó.
Tras la intervención de Donato comenzó el diálogo con los lectores; entre otras opiniones se habló de que la huida de Lambert comienza con la huida de su propio entorno, por un hecho familiar que “trunca su destino”. Este hecho, causado por la tradición, generó un momento de debate sobre las decisiones tomadas por el protagonista, a lo que Donato respondió que había tratado de ser un autor ni maniqueo ni sectario, “sin opinar qué es bueno o qué es malo”.  Precisó que el libro refleja a una persona “normal”, cuya vida es condicionada por las circunstancias y las personas que le rodean. Sobre la dicotomía entre tradición y modernidad, Donato respondió que evidentemente África debe evolucionar, tiene que haber una simbiosis lo más equilibrada posible entre tradición y modernidad pero “debemos conservar nuestra propia personalidad, que es lo que nos identifica”. El autor afirmó no creer en la expresión ciudadano del mundo. “Yo tengo los valores del lugar donde nací y debo conservarlos, adaptados a mi tiempo y circunstancia”.
También se habló sobre el estilo de la novela. Sobre su escritura de párrafos largos y prolijos, que conllevan complejidad, el autor defendió que esa es su forma de escribir. Explicó que el oficio de narrar no surgió “por casualidad” en su caso, “mi abuelo materno era un gran contador de historias y las formas narrativas de la tradición oral se quedaron en mi memoria”. Según Donato escribe “de la cabeza al papel”, aunque luego corrija y elabore sus textos. De ahí sus largos párrafos y la cantidad de personajes que aparecen.
Durante la sesión el idioma español también ocupó un importante espacio. El escritor explicó que no ve la lengua española como una lengua extranjera ni impuesta. “Fui escolarizado en ella en mi país, es tan mía como el fang, no podría escribir mis novelas en mi lengua materna. Añadió que adapta el español a sus propias condiciones culturales. “Como guineano aporto mis guineanismos a la lengua española”. Donato se refirió a la situación lingüística del español en Guinea Ecuatorial, “Uno de los fundamentos de mi discrepancia con el régimen de Obiang es su política de educación y lingüística”. Recordó que en época de Macías se consideró el español como una lengua “imperialista”. “El régimen de Obiang no ha hecho nada por el español”, afirmó el autor, lamentándose de que “el nivel de comprensión en español está bajando en Guinea Ecuatorial”. Recordó que en 1989 Obiang decretó el francés como idioma oficial impuesto y hace un par de años convirtió el portugués en lengua cooficial, otra muestra de la política lingüística errática del régimen.
Su patria, Guinea Ecuatorial, estuvo muy presente durante toda la sesión. “Todos los guineanos quisimos la independencia y la seguiremos defendiendo a pesar de nuestro sufrimiento. Vamos a superar esta etapa y el país seguirá adelante. Hay mucha gente empeñada en silenciarme y no principalmente en Guinea”, denunció. Porque la literatura de Donato es una literatura de compromiso, con su país, con su continente y con la libertad y el bienestar de los pueblos de África, un continente eternamente maltratado por el colonialismo y las tiranías. “Los escritores queremos romper el discurso único con una literatura que sea creíble”, concluyó Donato Ndongo esta interesante sesión del club de lectura de Mamah África, en su constante esfuerzo por apoyar la literatura africana.


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