‘El tiempo es un canalla’ de Jennifer Egan. Pulitzer a ritmo de rock

9:50 p. m. Conx Moya 0 Comments


*Foto del blog TOT ÉS UNA MENTIDA
Lo primero, tengo que decir que disfruté con mucho gusto la lectura de ‘El tiempo es un canalla’. La novela de Jennifer Egan ha formado parte de una serie de libros de autores estadounidenses que he leído este año con personajes relacionados con el mundo de la música punk rock. Así identifico su lectura con la de ‘Stone Arabia’, de Dana Spiotta y ‘Libertad’, de Jonathan Frazen. Una trilogía de libros que, por muchos motivos, me llenaron de ideas, cuestiones, planteamiento e interrogantes, tanto personales como literarios.
Destaco de ‘El tiempo es un canalla’, a grandes rasgos, su estilo ágil y moderno, la vertiente musical que domina algunas partes del libro y que esté escrito por una autora que ha sabido crear personajes masculinos creíbles y completos (una de mis preocupaciones). Las relaciones humanas, el amor, el desgaste del paso del tiempo, las renuncias que conlleva la madurez, el arte, el mainstream frente al underground, la locura de la era digital, son algunos de los temas de una novela francamente apasionante.
Resulta muy alentador que un libro que fue ganador del premio Pulitzer 2011 sea editado en España por una pequeña editorial independiente como es Minúscula. El libro, definido con acierto como “polifónico”, es un enorme puzle compuesto por muchas piezas, diferentes historias y personajes que pivotan sobre un hilo conductor común, el exitoso productor musical Bernie Salazar. Él, de una manera u otra, tiene relación con todos los personajes que van apareciendo en la narración, envueltos en distintas tramas, varios escenarios (Nueva York, San Francisco, África, Nápoles o el desierto de California) y en diferentes planos temporales, la acción transcurre entre finales de los años 70 hasta 2020. En el libro participamos de las andanzas de Bernie desde su juventud punk hasta su madurez como productor, inmerso en una era digital que no le gusta aunque no tenga más remedio que participar en ella; Sasha, su pelirroja asistente, competente y cleptómana; los amigos de juventud de Bernie, y varios músicos con los que trabaja a lo largo de su carrera; una joven actriz; un periodista con problemas psicológicos; una publicista contratada para lavar la imagen de un dictador del Tercer Mundo…
Egan juega con agilidad y soltura con espacio y tiempo, formando un mosaico de historias y personajes que se desarrolla a lo largo de cincuenta años. La escritura es ágil, a veces incluso nerviosa, fruto de las nuevas formas de contar, llenas de saltos, fragmentadas, breves, a veces incluso bruscas, esas nuevas formas de comunicarnos y de narrar que utilizamos y padecemos en la época actual. La autora juega con los lectores, llevándonos al pasado, incluso al futuro, si es que en algún momento de la narración está del todo claro cuál es el presente; explica situaciones que sucederán a algunos personajes en años venideros (eso sí, siempre personajes episódicos, no los principales), lo que en ocasiones crea cierto desasosiego en el lector por saber la que les espera “antes de tiempo”. A pesar de lo dicho, no me dio sensación de maremágnum en ningún momento, y pude seguir perfectamente la narración, la autora sabe hacer cómplice al lector de sus saltos espacio temporales, con los que realmente yo he disfrutado. En alguna reseña que he leído se critica la novela precisamente por su modernidad, pero yo lo veo como algo muy original y sorprendente a la hora de seguir las historias. Una pena que haya llamado tanto la atención el capítulo escrito como un “Power Point”, algo que yo veo poco más que como una anécdota.
En un post anterior de ‘Haz lo que debas’ llamado ‘Bandas imaginarias que habitan libros’ me refería a la parte más musical, y para mí fascinante, de ‘El tiempo es un canalla’. No sólo se trata de las referencias musicales que aparecen en el libro, que nos llevan a imaginar a Egan como una gran melómana y rockera. Sucede que algunos de los personajes episódicos son componentes de bandas inventadas por la  autora para la novela. Es el caso de Bosco de The Conduits o Wade de los Pinheads. A Bosco se le define como un “músico escuálido y jadeante que a finales de los ochenta tocaba una mezcla entre punk y ska, aquel enjambre pelirrojo e histérico (…) En más de una ocasión los dueños de los clubes habían llamado al 911 durante los conciertos de The Conduits, convencidos de que a Bosco le había dado un ataque”. O Scotty Hausmann, un amigo de adolescencia del “capo” discográfico Bernie. En su juventud ambos eran líderes de una banda, los Flaming Dildos: “Los Flaming Dildos han tenido un montón de nombres: los Crabs, los Croks, los Crimps, los Crunch, los Scrunch, los Gawks, los Gobs, los Flaming Spiders y los Black Widows. Cada vez que Scotty y Bennie cambian de nombre, Scotty cubre la funda de su guitarra y la funda del bajo de Bennie con pintura negra, hace una plantilla con el nombre nuevo y lo pinta con espray. No sabemos cómo deciden cuándo van a cambiar de nombre, porque Bennie y Scotty no hablan nunca”. Scotty y Bernie se reencuentran cincuenta años después, en 2020, cuando Scotty se convierte en una suerte de fenómeno de masas, después de décadas de olvido y una vida de lo más gris: “(…) hizo añicos la cáscara temblorosa que Scotty había sido hasta aquel momento y liberó algo cargado de energía, carisma y fiereza. Cualquiera que haya estado allí aquel día afirmará que el concierto empezó realmente cuando Scotty se levantó. Fue entonces cuando empezó a cantar las canciones que había estado componiendo durante años, al margen de todo; nadie había oído nunca esas canciones, ni nada que se les pareciera (Eyes in My Head, X's and Watching Hardest), baladas de paranoia e inconexión arrancadas del pecho de un hombre al que bastaba mirar para saber que nunca había tenido una página, un perfil, un handle ni un handset, que no formaba parte de los archivos de nadie, un tipo que había vivido oculto entre las grietas durante todos esos años, olvidado y lleno de rabia, de una forma que ahora se consideraba no contaminada".
En definitiva, un libro que me enganchó desde el inicio y disfruté intensamente.
Título: El tiempo es un canalla | Autor: Jennifer Egan | Traducción de Carles Andreu | Editorial: Minúscula| Páginas: 407 | Precio : 20€ |
Algunos fragmentos del libro:
Yo siempre estoy feliz pero a veces se me olvida.
No hay punkies con pecas. No existen.
Dijiste que era una princesa de cuento. Dijiste que era una estrella fugaz. Dijiste que iríamos a Bora Bora, pero mira dónde estamos ahora.
Mindy siente una sacudida de atracción, más o menos como si alguien le hubiera agarrado los intestinos y se los hubiera estrujado. Ahora comprende que es algo mutuo lo que ve en la cara de Albert.
Soy como los EEUU, ambos tenemos las manos sucias.
Cometían imprudencias porque nada de aquello iba en serio. Eran jóvenes y afortunados y fuertes, ¿de qué tenían que preocuparse? Si no les gustaban las consecuencias podían dar marcha atrás y volver a empezar.
Bennie sabía que lo que lanzaba al mundo era una mierda. Demasiado claro, demasiado limpio. El problema era la precisión, la perfección; el problema era la digitalización, que engullía la vida de todo lo que se filtraba a través de su microscópico tamiz. El cine, la fotografía, la música: todo muerto. «¡Un holocausto estético!». Eso sí, Bennie sabía perfectamente que no podía decirlo en voz alta.
Sin embargo, para Bennie lo verdaderamente excitante de aquellas viejas canciones eran los accesos de entusiasmo adolescente que le provocaban.
– La gente intentará cambiarte, Rhea – dice Lou – no les dejes.
– Pero es que yo quiero cambiar.
– No – dice él, muy serio – Eres preciosa. Sigue siendo así.
– Pero las pecas – digo yo, y noto ese dolor en la garganta.
– Las pecas son lo mejor – dice Lou – Algún tío va a perder el culo por esas pecas. Te las va a besar una a una.
(…)
– El mundo está lleno de capullos, Rhea. No los escuches a ellos, escúchame a mí.
Y yo sé que Lou es uno de esos capullos, pero lo escucho.

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Proyección de la película ganadora de FiSahara 2014, ‘Legna, habla el verso saharaui’, en Madrid

5:20 p. m. Conx Moya 0 Comments



El viernes 26 de septiembre se proyectó en Madrid el documental etnográfico 'Legna, habla el verso saharaui', ganador de la XI Edición del FiSahara el pasado mes de mayo. Nos sumergimos a través del documental durante hora y media en el mar de la poesía y la verdadera cultura saharaui. ‘Legna’ muestra a los saharauis como un pueblo unido, digno, revolucionario, culto y dispuesto hasta el final a lograr sus aspiraciones, cueste lo que cueste. No es de ahora, desde siglos atrás han luchado contra todo tipo de deseos de diluirles entre otros pueblos de los que no forman parte... ‘Legna’ presenta la Historia saharaui desde una ventana de poemas, a través de la visión de los poetas saharauis de diferentes épocas. Geografía, Historia, resistencia, revolución, el amor, la tierra, las tradiciones, el papel de la mujer… Estos y otros temas son recogidos en un documental sin narrador; a través de los poetas y su obra recorremos el territorio saharaui, conocemos su Historia, descubrimos a los caballeros andantes, los guerreros anticoloniales, la poesía de arenga y de resistencia.
La presentación en el Centro Cultural La Corrala comenzó con las palabras de bienvenida al público que llenaba el auditorio por parte de José Mª Sanz Martínez, Rector de la Universidad Autónoma de Madrid y Bucharaya Beyún, Representante de la RASD en España. Por su parte el profesor Juan Ignacio Robles, uno de los codirectores de la cinta, afirmó que el primer premio en el FiSahara se consiguió gracias al empuje del pueblo saharaui que recibió la película con enorme cariño durante de la proyección en FiSahara. El público saharaui se levantaba a hacer fotos con sus móviles de la tierra, territorio saharaui que muchos refugiados no han pisado nunca y del que sólo han escuchado hablar a su familia, donde los saharauis durante siglos han nomadeado.
Tras la proyección de los 95 minutos de metraje de la película, comenzó una mesa redonda de debate con el público asistente. Antonio Cascón, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAM, a la que pertenecen los codirectores de la película, destacó el reconocimiento a una actividad de la Autónoma, como es esta película, “fruto de la cooperación con el pueblo saharaui llevada a cabo por las universidades públicas madrileñas a pesar de la desaparición de ayudas públicas en materia de cooperación, educación e investigación”. El Decano consideró que el documental es “impactante, muy rico, cuenta la Historia del pueblo saharaui a través de aspectos geográficos, históricos, literarios y antropológicos”. El documental, lírico y épico, “lo recoge todo”, en palabras de Antonio Cascón.
Juan Carlos Gimeno destacó la inquietud del equipo en conocer la opinión de los saharauis. Se ha recogido la poesía oral saharaui en hasania, que es una “poesía del saber, una voz directa de corazón a corazón, de la palabra al oído”. Estos poemas no fueron compuestos para ser leídos, si no para ser recitados y escuchados. Gimeno consideró que a través del documental se convierten de alguna manera en “transmisores” de esa poesía. En este trabajo se muestran hechos que tienen que ver con la historia de España, el colonialismo, pero a su vez es una lucha universal por ser.
El escritor e investigador Bahia Mahmud Awah, agradeció a la UAM su implicación en el proyecto y el apoyo académico de la universidad y de muchos estudiantes. El codirector de la cinta afirmó que “es la primera vez en estos cuarenta años de proceso de descolonización que se ha aprovechado la literatura y el frente cultural, un frente de doble filo, que puede llegar a la vez al corazón y a las conciencias. Es un acierto enfocar el conflicto y la lucha del Sahara desde la perspectiva de la literatura y sus grandes referentes”, finalizó.
El profesor Juan Ignacio Robles, tercer codirector del documental, destacó el amor del pueblo saharaui por su tierra, presente en el documental, lleno de emoción y amor por la tradición cultural nómada. “Un amor que se vive con nostalgia porque por el momento el territorio no puede ser recorrido por su gente”, añadió.
Por su parte Pepe Taboada, presidente de CEAS-Sahara, felicitó a los realizadores por transmitir el mensaje a través de la literatura. Destacó que la cooperación intelectual con el pueblo saharaui es fundamental porque “es la base de la identidad nacional que lo diferencia de otros pueblos de la zona”. “La identidad cultural fortalece la conciencia nacional del pueblo”, concluyó.
El Representante de la RASD en España, Bucharaya Beyún, reflexionó sobre un fragmento del documental donde el poeta Sidi Brahim Salama recordaba como la aviación mató cientos de camellos en 1958, obligando a mucha población nómada a integrarse en los núcleos urbanos. Este principio de sedentarización al menos tuvo un aspecto positivo, en palabras de Beyún, ya que “permitió a los saharauis incorporarse a las escuelas”. Aquella sedentarización contribuiría en la reafirmación de la conciencia nacional saharaui. Destacó cómo las noticias y la cultura se transmitían en la sociedad saharaui, de manera oral, a través de la poesía. El documental, que según Bucharaya hace un “recorrido histórico del Sahara a través de la palabra, la oralidad y la poesía”, es “uno de los mejores instrumentos para transmitir la historia de la causa saharaui”.
El acto finalizó con un debate con los espectadores, que lanzaron sus preguntas y reflexiones a la mesa.

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‘Legna’, poesía que “cose los lazos entre nosotros y vosotros”

9:37 a. m. Conx Moya 0 Comments



LEGNA: HABLA EL VERSO SAHARAUI, primer premio mejor película FISAHARA 2014, será proyectada y presentada en Madrid, el 26 de septiembre en el Centro Cultural la Corrala, espacio de la Universidad Autónoma de Madrid en el barrio de Lavapiés, a las 18h. La entrada es libre y gratuita hasta llenar aforo.

Mi colaboración en el blog de El País ¿Y dónde queda el Sahara?
Por Conchi Moya
“Fue un viaje donde el paisaje era un paisaje humano atravesado por historias y donde la poesía no era literatura, si no que la poesía era vida y la vida era poesía”.  Juan Carlos Gimeno.
En estos tiempos que corren apelar al amor como motor para la creación es un verdadero acto de valentía. En este diálogo entre los poetas nacionales saharauis y los directores de ‘Legna, habla el verso saharaui’, el documental que recoge su obra, el amor aparece en muchas ocasiones, amor por un pueblo, por una causa justa, por la poesía, por la tierra, por una cultura beduina, secular y siempre presente. Tal vez no todo está perdido, una vez más los poetas del desierto nos regalan muchas claves, que llegan a través de esta película, realizada desde el amor y el esfuerzo colectivo que ha aunado a poetas, investigadores, profesores y a todo un pueblo, el pueblo saharaui.
El pasado sábado 3 de mayo el documental ‘Legna, habla el verso saharaui’ se alzaba con el primer premio de la XI Edición del Festival Internacional de Cine del Sahara. Se da el caso de que es la primera vez que un largo de temática saharaui enfocada desde el punto de vista de la cultura y la antropología consigue la preciada camella blanca del FiSahara. También es la primera vez que un saharaui (Bahia Mahmud Awah, codirector de la película junto con Juan Ignacio Robles y Juan Carlos Gimeno) obtiene este premio. “Durante la proyección, jóvenes y mayores saharauis se apropiaron de este trabajo de cinco años de investigación y nos llevaron en volandas hasta el primer premio”, afirma el profesor y codirector de la cinta, Juan Ignacio Robles.
Definido como “un relato de poesía audiovisual que recorre los elementos esenciales de la cultura saharaui”, ‘Legna’ reúne los versos de los poetas saharauis nacionales en hasania, recitados por los propios poetas y recreados en español, segunda lengua de los saharauis. Este hondo trabajo, realizado por la ONGD Antropología en Acción (Universidad Autónoma de Madrid) en colaboración con el Ministerio Saharaui de Cultura, recoge una parte fundamental de la cultura saharaui, el verso, en un recorrido por una parte del territorio del Sahara Occidental, el territorio liberado y gestionado por los propios saharauis.
Los verdaderos protagonistas del documental son los poetas nacionales (participan Beibuh, Badi, Sidi Brahim Salama Eydud, Alal Daf, Ljadra Mint Mabruk, Ahmed Mahmud Uld Omar, Bachir Ali Abderrahaman, El Husein Moulud, El Hasin Brahim, Zaim Alal, Bunana Buseif, Mustafa Elbar y Jadiyetu Mint Aleyat). Por primera vez los poetas se enfrentaban al resultado de la película durante su proyección en el FiSahara, en pantalla grande y bajo un techo de estrellas. Al día siguiente se entabló un diálogo entre poetas y realizadores, en lo que resultaría el examen más complicado de pasar para la película. Porque el bien más preciado de un poeta son sus versos. La poesía saharaui, eminentemente oral, siempre ha corrido el riesgo de perderse o desvirtuarse cuando el poeta fallece; el creador se lleva la biblioteca de sus obras cuando se marcha. Es de imaginar la curiosidad que sentían los poetas por visionar ‘Legna’, ellos, que han puesto sus poemas a disposición de los directores confiando en que estarían en buenas manos. Para los poetas la colaboración ha sido tremendamente positiva y en el encuentro expresaron con entusiasmo su satisfacción por el resultado: “Os considero amigos a los que se puede confiar la cuestión nacional saharaui. Se trata de un trabajo muy profundo, en el que se han soportado muchas dificultades. Es un trabajo que se va a quedar para generaciones futuras”, así se expresaba Mohamed Lamin Buzeid. “Podemos confiar nuestro destino en vuestras manos. Tenemos confianza en dejaros nuestro legado por el buen trabajo que habéis hecho”, replicaba con emoción Sidi Brahim Salama, uno de los poetas que acompañó al equipo en el segundo viaje de filmación por el territorio saharaui. Como afirmó Mustafa El Bar “Gracias a este trabajo las obras van a quedar y van a permanecer”.
Y es que ‘Legna’ es una obra hecha por y para los saharauis, en especial para las generaciones más jóvenes, nacidas en el exilio o bajo ocupación, que nunca han visto su territorio y desconocen muchos aspectos de su sociedad y su historia. En ese sentido, el documental es una potente arma para luchar contra el desarraigo. Así lo han visto los poetas; como explicaba Mohamed Lamin Buzeid, “Hay una generación con un eslabón perdido que no han visto aspectos del Sahara hasta que no han visionado la película. Al reflejarse muchos lugares geográficos en la poesía en hasania hay generaciones que han podido ver por primera vez aspectos de la geografía nacional. También aparece el mapa del Sahara Occidental en el documental, con los lugares geográficos indicados sobre el mapa, lo que ayuda a los jóvenes a conocer su territorio”.
Es también un poderoso instrumento de difusión de lo que los poetas denominan “la cuestión nacional saharaui”. Según Bachir Ali “Si el Ministerio de Asuntos Exteriores coge esta película y la proyecta fuera, va a ser un arma más eficaz en llevar la voz del pueblo saharaui del que pueda hacer un diplomático o un embajador”. El equipo de la película ha entendido que hay un mandato del pueblo con respecto al documental: “Nos han dejado un mensaje: compartimos con vosotros este premio pero tenéis una responsabilidad y una obligación, y es llevar nuestra identidad, que se sustancia en nuestra poesía para llevarla hasta el último rincón del mundo”.
Poesía para acercar diferentes generaciones e idiomas, diferentes experiencias vitales, que acerca a saharauis dispersos por el exilio y la diáspora. Como explica el profesor Juan Carlos Gimeno, “la película es un diálogo intergeneracional, es un diálogo entre las dos lenguas que los saharauis habitan, el español y el hasania, está la poesía de los mayores y está la poesía de los más jóvenes”. Cada uno de los poetas y su obra son protagonistas individuales, y a la vez forman parte de un proyecto en el que han “co-laborado”, en el sentido de trabajar juntos, el equipo de la película, investigadores saharauis, estudiantes españoles y los escritores saharauis de la Generación de la Amistad (Bahia Awah, Mohamed Salem Abdelfatah Ebnu y Limam Boisha) que han realizado una labor más allá de la mera traducción, interpretando y recreando los poemas. Es por tanto un trabajo colectivo, como colectiva es la sociedad saharaui.
El mejor premio que ha conseguido ‘Legna’ es que los saharauis, y en especial los poetas nacionales, consideren que la película es suya. Como afirmaba el poeta Bunana Uld Buseif “Me siento orgulloso de haber participado personalmente en este proyecto. Y me siento muy orgulloso de todos los poetas saharauis. Me siento muy orgulloso de ver el trabajo de todos”. Poesía rebosante de vida, lucha, amor y nostalgia. Poesía que cose irrompibles lazos entre los saharauis y nosotros.
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LEGNA: HABLA EL VERSO SAHARAUI, primer premio mejor película FISAHARA 2014, será proyectada y presentada en Madrid, el 26 de septiembre en el Centro Cultural la Corrala, espacio de la Universidad Autónoma de Madrid en el barrio de Lavapiés, a las 18h. La entrada es libre y gratuita hasta llenar aforo.

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La prometedora carrera literaria de Miguel del Pozo, un jovencísimo autor de 13 años. Presentación de su libro 'Metro 2033: Supervivencia'

12:03 a. m. Conx Moya 0 Comments



No hace mucho hacíamos referencia en el blog a lo que nos sorprendieron los noventa jovencísimos años de Juan Carrión, el profesor de inglés que conoció a John Lennon en Almería. Y es que la juventud o la madurez no son más que la forma de cada uno de enfrentarse a la vida. Hoy traemos hasta Haz lo que debas a Miguel del Pozo Sánchez, un joven escritor de 13 años que ha conseguido a tan temprana edad publicar su primer libro. Una buena historia, ¿verdad?
Tras pasar aproximadamente un año y medio trabajando en su libro 'Metro 2033: Supervivencia', Miguel lo envió a una editorial. En poco tiempo le dieron una respuesta afirmativa y el pasado 18 de septiembre lo presentaba en Madrid. Me admira este titán adolescente que ha imaginado una trama y  unos personajes, ha trabajado duramente en una estructura narrativa, y ha tenido el valor de escribir casi doscientas páginas, un trabajo realmente duro y que necesita mucha constancia. Emocionante.
Una serie de ataques nucleares ha acabado con la España que conocemos. El joven Ulises tendrá que luchar por sobrevivir en un mundo repleto de mutantes, criaturas extrañas y humanos de poco fiar. Su suerte cambiará cuando conoce a un grupo de personas que le invitan a unirse a él para llegar hasta la isla alicantina de Tabarca. Ese es el único lugar libre de radiación del país. Eso sí, el viaje parece no acabar nunca y está atestado de peligros. Esta es, a grandes rasgos, la trama de 'Metro 2033: Supervivencia'.
El libro basado en la novela 'Metro 2033' del autor ruso Dmitry Glukhovsky, del que Miguel se declara admirador. El libro parte de la historia de los supervivientes de una guerra nuclear que ha devastado el mundo, refugiados para sobrevivir, en la red del metro. En cada una de las estaciones, convertidas en pequeñas ciudades Estado, sus habitantes se agrupan en torno a las más diversas ideologías, religiones o movidos por un único objetivo: impedir una invasión de las criaturas mutantes del exterior. El propio Glukhovsky animó a escritores de todo el mundo a que crearan sus propias historias y así se han editado libros a partir de la saga Universo 33 en diferentes países como Italia, Reino Unido, Rusia, Ucrania,y ahora España con el libro de Miguel. La aventura iniciada por el joven autor culminaba el pasado jueves 18 de septiembre con la presentación en Madrid de su libro en la sede de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, de la mano de Emilio Porta.
Me reconozco absolutamente ignorante en la literatura de ciencia ficción, pero al fin y al cabo, más allá del género, lo que importa es el trabajo realizado por este joven escritor. Nos confesaba que comenzó a escribir el libro teniendo bastante claros el principio y el final de la historia, a partir de ahí realizó un “croquis” para desarrollarlo y se lanzó a escribir. Miguel explicó como en determinados momentos tuvo el libro aparcado para reflexionar sobre la trama y los protagonistas. Iba escribiendo en momentos que le venía la inspiración, huyendo de obligarse a escribir por escribir. Durante este año y medio ha pasado temporadas sin escribir nada, y de repente le venía la inspiración y podía pasar varias horas seguidas trabajando. También ha reescrito partes que ya creía finalizadas según se le iban ocurriendo nuevas ideas.
Un aspecto a destacar en el libro es que muchos de sus personajes están basados en compañeros suyos del instituto, en sus personalidades y en historias que les han sucedido en su vida real. Para todos ellos el proceso de escritura del libro ha resultado apasionante y además su apoyo se ha convertido en un aliciente para el autor. Lo que había comenzado como una colección de pequeñas historias, fue a más al conocer a sus compañeros de clase. Una vez finalizada la novela fue precisamente la madre de una compañera la que le animó a enviar el libro a la editorial que finalmente lo ha publicado.
Miguel se declaró fan de la saga de 'Juego de tronos' por “su realismo”. Sus historias “se parecen a la vida real porque los buenos pueden fracasar y muchas veces el mal triunfa, como en la vida misma”, explicó. Hay cambios psicológicos en los personajes y la escritura es realista. Eso le ha influido a la hora de escribir su novela. El joven autor no tiene claro si seguirá escribiendo en un futuro o para él no será más que un hobby. Es complicado saber con trece años a lo que te vas a dedicar y si algo que te gusta mucho va a poder convertirse en un medio de vida.
Dmitry Glukhovsky, el autor de 'Metro 2033', es un convencido de la edición a través de Internet y las redes sociales. Publicó el libro, en el que se basa el libro de Miguel, por entregas en la red a través de su blog y ante el enorme éxito que consiguió, fue editado finalmente en papel. De hecho el año pasado, el autor anunció que publicará su nueva novela a través de las redes sociales.
Como curiosidad la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, donde fue presentado 'Metro 2033: Supervivencia', se fundó en 1871 y entre sus socios fundadores estuvieron Juan Valera, Emilio Castelar, Ramón de Campoamor, Benito Pérez Galdós o Práxedes Mateo Sagasta, entre otros. Los antiguos salones de la asociación, que  han recibido a ilustres escritores, entre ellos, todos los Premios Nobel españoles, se abrieron el 18 de septiembre para recibir a un jovencísimo autor al que auguramos que va a dar mucho que hablar.

Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=G8bobVVIhQ4

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Derechos saharauis. Sobre el pequeño Moha, de seis años, que lucha por su vida en Barakaldo

11:53 p. m. Conx Moya 0 Comments

Foto: Mugalari
Actualización del 26 de noviembre de 2014. Gracias a Mugalari nos enteramos de que el pequeño Mohamed Yahya se encuentra muy recuperado y se espera que en unos meses pueda regresar junto a sus padres en los campamentos saharauis. El poeta Saleh Abdalahi nos explica que “Yahya” significa “el que vive”. Maravillosa historia de esfuerzo, superación y solidaridad. Gracias a los solidarios, a los médicos y a la prensa que se ha implicado en esta historia, hay días que dan gusto.
MUGALARI. I. Gorriti; Publicado el 26/11/2014
Una noticia positiva. La mejor. Esa que da la impresión de que ya no es noticia si todo va bien. Es el caso. El niño saharaui que estuvo entre la vida y la muerte durante unas intervenciones quirúrgicas que en Cruces se le practicaron en su pachucho corazón de 6 años pronto podrá volver con su familia. Se espera que en menos de dos meses.


Mi colaboración con la revista Mugalari
MUGALARI 18/09/2014  Conx Moya
Descolonización inconclusa, derecho de autodeterminación, resoluciones de la ONU, legalidad internacional… Palabras muy grandes. Conceptos a los que se agarran los saharauis para reclamar su derecho a regresar a su patria, para que les devuelvan lo que les robaron con la complacencia de eso que llaman comunidad internacional. Derechos que no debemos nunca perder de vista para ayudarles a luchar contra el olvido. Pero ciertamente esos conceptos vienen muy grandes, quedan muy fríos cuando un niño saharaui de seis años lucha contra la muerte en un hospital a miles de kilómetros de su casa prestada, un campo de refugiados y de la casa que le pertenece, su tierra usurpada.
Resultan muy abstractos para los niños saharauis que emprenden en verano un viaje lejos de sus familias, acogidos por familias solidarias, unas vacaciones en paz para reír, disfrutar de la piscina o la playa, comer en condiciones y recibir asistencia médica. Palabras que se escapan a los saharauis que no existen para la madrastra que un día fue metrópoli y que incluso se impuso como patria. Saharauis abandonados, a los que se niega el derecho a existir como lo que son, saharauis. A los que se roba, a quienes se expolia sus recursos, a los que se violan sus derechos y se maltrata. Enormes seres humanos que nunca se van a rendir. Sahara Libre.
 *Conx Moya (Madrid, 1971) es la co realizadora del ‘Poemario por un Sahara Libre’
MUGALARI 18/09/2014  Iban Gorriti | PHOTO |Río de Oro
> Hoy se cumple un mes del día en el que médicos de Cruces operaron el corazón de Mohamed Yahya, joven que sufría una severa dolencia cardiaca
>  Consciente, este síndrome de down, se emocionó hace unos días al oír por teléfono la voz de su hermano desde Tinduf
> La asociación Río de Oro ha organizado un campamento para once niños y niñas saharauis con necesidades especiales este verano
“El afia ma yuchalwad biha”, se oye al otro lado del teléfono. “Con la paz no se juega”, traduce alguien. “Es un proverbio saharaui”, cierra el círculo una tercera persona. Ni con la paz de un pueblo ni con la paz de un niño se ‘juega’. Hoy, 18 de septiembre, se cumple un mes del día en el que un niño de solo seis años fue sometido a una operación de muy alto riesgo. Un equipo médico, el mejor, del hospital de Cruces de Barakaldo, en paz, trató de poner orden en el sistema cardiaco del pequeño Mohamed Yahya que antes de entrar en quirófano sufría una tetralogía de Fallot. Este mal provoca que el menor, que tiene además síndrome de down, sufriera una grave dificultad para respirar que le impedía dar diez pasos seguidos sin tener que pararse para coger aire.
Llegó en junio a Euskadi a un campamento en paz para once niños y niñas del Sahara con necesidades especiales. Fue posible gracias al empeño guerrero de la asociación Río de Oro de Durango. Ellas y ellos narran que Moha nació en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). “Ese fue su único error, haber tenido la mala suerte de nacer sin el derecho a una sanidad digna, en una tierra olvidada por el resto del mundo. En una tierra dejada a su suerte hace mas de 40 años por el dichoso acuerdo Tripartito”, valoran.
Desde el pensamiento más humano y positivo aciertan al enfatizar que si Yahya hubiese nacido “en cualquier país de occidente, habría sido intervenido con unos pocos meses de vida en una intervención que apenas conllevaría riesgos”.
Situaciones como esta, llevan al equipo de voluntarios de Río de Oro a denunciar que “nosotros entendemos que es responsabilidad directa del Gobierno Español que niños como Yahya tengan vetado el derecho a una sanidad de calidad y por consecuencia el derecho a la vida”, señalan con el dedo índice.
Un mes después, continúa en la UCIP, Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría.
Portavoces del colectivo trasmiten que el estado de Moha “es bueno, respecto a cómo ha estado. Después de una infección tenía muy muy pocas posibilidades de vivir. Y poco a poco, luchando, ha ido superando barreras. Aún así sigue en la UCIP, por lo que fuera de peligro no está”, comunica Mikel Del Arco.
Yahya está consciente y quiere salir del hospital. Es un niño muy cariñoso, al que le gusta acariciar y que le acaricien, dar cariño y recibirlo. “Es muy gracioso, se ríe un montón y hace reír, es un vacilón”, agregan.
Él busca es contacto humano: es su juguete preferido. “No le gusta el agua ni de la ducha ni de la piscina… Es más, ni los juguetes demasiado. De los niños y niñas que han venido era de los pocos que casi nunca echaba la siesta y, sin embargo, era de dormirse por la noche de los últimos. Tiene seis años, pero gestos de una persona adulta, algo muy gracioso”.
En este mes ha sido intervenido dos veces más. Hoy comunica a quien le visita que “está aburrido de estar en el hospital, tiene ganas de salir ya de allí. Hay días que está más triste y otros más contento. Con su familia estamos permanentemente en contacto por teléfono”, explica Mikel del Arco. Hace unos días, Yahya pudo ‘hablar’ por télefono con su hermano, “bueno le escuchaba porque, Moha no habla, y se emociono, lloró”.

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‘La primavera saharaui’ alcanza la Universidad

5:09 a. m. Conx Moya 0 Comments


Desde que en el verano de 2011 tuviéramos finalizado el poemario ‘La primavera saharaui. Escritores saharauis con Gdeim Izik’ y nos lanzáramos, primero a buscar editorial y luego a editarlo nosotros mismos, se han sucedido muchos acontecimientos.
En estos tres años, tan vertiginosos y tan eternos al mismo tiempo, hemos asistido a decenas de presentaciones, coloquios, acciones, debates y charlas en torno al libro. Hemos hablado sobre él en diferentes medios de comunicación. Se han vendido más de 500 ejemplares en papel y hemos superado la veintena en digital. Los presos políticos saharauis, para quien van destinados todos los beneficios que genere el libro, ya recibieron una primera ayuda y vamos pronto a gestionar el segundo envío.
Este 2014 ‘La primavera saharaui’ ha superado una nueva barrera. Además de libro reivindicativo sobre los sucesos de aquel otoño de 2010, el inicio de la llamada Primavera Árabe, y de libro de apoyo a los presos políticos saharauis, esta antología llena de poemas, relatos, análisis, hechos y arte (el icónico dibujo de portada) se ha convertido en objeto de estudio en las universidades y ha cruzado el charco. En mayo de 2014 los poetas saharauis Limam Boicha y Bahia Mahmud Awah participaban en un seminario sobre literatura saharaui en la Universidad de Minnesota. Entre las diferentes actividades en las que participaron, dirigieron un taller sobre la poesía saharaui y su contenido social, con profesores y alumnos de la universidad, y uno de los libros objeto de estudio fue ‘La primavera saharaui’. Ejemplares del poemario quedaron en la universidad, y decenas de imanes con la portada fueron regalados a los presentes.
Fruto de aquel trabajo, aparece ahora un estudio realizado por la profesora Marianela Rivera, (Ph.D. University of Minnesota, Twin Cities) en la revista de estudios literarios Espéculo (Universidad Complutense de Madrid). En el nº 53, julio-diciembre 2014, bajo el nombre La voz ascendente, la profesora Rivera analiza el trabajo de las poetas Zahra el Hasnaui y Salka Embarek, en especial los poemas de ambas publicados en ‘La primavera saharaui’.
Un nuevo reto se abre ante nosotros, seguir llevando la voz de la cultura y la poesía saharaui a universidades de todo el mundo, que sea a través de esta “eterna primavera saharaui”, de otros publicados o de los muchos que aún esperamos queden por publicar. Ahora y siempre Sahara Libre.
REVISTA de estudios literarios Espéculo. La voz ascendente - nº 53 julio-diciembre 2014. UCM
Marianela Rivera, Ph.D. University of Minnesota, Twin Cities
Resumen: En octubre del 2010, los saharauis dieron los primeros pasos en Gdeim Izik hacia un ideal de libertad que posteriormente se extendería a otros países árabes. Este estudio explora la manera en que las autoras saharauis Zahra el Hasnaui y Salka Embarek utilizan la poesía como medio para transmitir un mensaje colectivo de rebeldía y esperanza, creando a su vez un discurso poético y revolucionario en defensa de su identidad como saharauis.
La información relacionada a la literatura saharaui es escasa. De hecho, poco se sabe a nivel internacional sobre el Sáhara Occidental, sobre su historia y su situación política actual, y mucho menos sobre su producción cultural. Sin embargo, desde principios de la década del 2000, un grupo de escritores saharauis se ha dado a la tarea de llevar un mensaje al mundo en el que exponen su historia, su identidad, su cultura, sus tradiciones, el paisaje saharaui, su sociedad y su larga lucha por la libertad ante la ocupación de sus territorios por parte de Marruecos durante casi cuarenta años. Tanto hombres como mujeres saharauis, herederos de una larga tradición oral de poetas que cantan a la libertad del desierto, se han comprometido a transmitir más que un arte a través de su literatura, ya que dan voz a sus compatriotas desaparecidos, encarcelados, torturados y asesinados en su lucha por el reconocimiento oficial y definitivo de la República Árabe Saharaui Democrática. Entre esos poetas se puede nombrar a las autoras saharauis Zahra el Hasnaui y Salka Embarek, quienes con su obra han construido puentes que conectan la causa de su pueblo con una literatura revolucionaria que exige un cambio político y social inmediato y permanente.
La literatura saharaui contemporánea, específicamente la poesía, está íntimamente ligada a la situación política del Sáhara Occidental. Cada palabra, cada verso y cada estrofa creados por un poeta saharaui lleva plasmado su amor por su patria, su lucha por la libertad, la añoranza del regreso del exiliado, la decepción ante el silencio impuesto sobre un pueblo que intenta ser escuchado y el llanto por los compatriotas que han perdido la vida en su intento por recuperar las tierras ocupadas por Marruecos. Los poetas saharauis utilizan la poesía como una herramienta esencial de protesta pacífica, la cual siempre los ha caracterizado. Como señalan Pablo San Martín y Ben Bollig (2007: 13), la nueva poesía saharaui es una poesía que lucha por construir su propia identidad y que es utilizada como un arma por parte de los escritores en el exilio para combatir la opresión. De hecho, en su descripción sobre la poesía saharaui, San Martín y Ben Bollig (2007) hacen referencia al poeta español Gabriel Celaya [1] ya que como Celaya, la literatura saharaui es utilizada como método de denuncia. La poesía en este caso, se convierte entonces en un eslabón fundamental dentro de la cadena de revoluciones árabes recientes y es a su vez un reflejo permanente de los movimientos populares que posteriormente se extendieron hacia muchos otros países para dar lugar a la ya histórica Primavera Árabe.
El Sáhara Occidental y la Primavera Árabe
La Primavera Árabe comenzó a finales del año 2010 y se caracterizó por el surgimiento de revueltas populares que exigían un sistema de gobierno democrático en países como Túnez, Libia, Egipto, Siria y algunos países del Golfo Árabe (o Pérsico), entre otros. Dichas revueltas continúan hoy en día en mayor o menor grado, y fueron definidas alrededor del mundo como revoluciones sin precedente en las que por primera vez el pueblo árabe exigió a sus gobernantes un cambio drástico en sistemas políticos cuyo poder había sido incuestionable por décadas. El catalizador inmediato de dichas revoluciones tuvo lugar en la ciudad de Sidi Bouzid, en Túnez, en diciembre del año 2010, con la muerte del joven tunecino Mohamed Bouazizi. En su desesperación ante la difícil situación económica que enfrentaba y las injusticias cometidas por un gobierno que se negaba a ayudar a su familia y a su pueblo, Bouazizi decidió inmolarse en público como protesta, desatando una imparable ola de manifestaciones públicas a nivel internacional. Sin embargo, a principios del año 2011, en una entrevista con Democracy Now!, Noam Chomski, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, señaló que la Primavera Árabe en realidad comenzó en el Sáhara Occidental en noviembre del 2010. Efectivamente, en una publicación titulada La primavera saharaui, la editora, Concepción Moya Fernández cita a Chomski en una traducción de lo dicho sobre el asunto:
La actual ola de protestas en realidad comenzó en noviembre pasado en el Sáhara Occidental, que está bajo ocupación marroquí después de una brutal invasión (…) Las fuerzas marroquíes intervinieron para desmantelar miles de jaimas [2] causando una gran cantidad de muertos y heridos y así sucesivamente luego se propagó la protesta. Es una atrocidad mayor.” (Moya Fernández 2012: 3)
En su declaración, Chomski se refiere al sangriento enfrentamiento entre marroquíes y saharauis que tuvo lugar en el campamento Gdeim Izik, conocido también como el Campamento Dignidad, en las afueras de El Aaiún. Dicho enfrentamiento tuvo lugar en noviembre del año 2010, dos meses antes de la muerte de Bouazizi en Túnez, y terminó con el violento desmantelamiento del campamento en el que se habían establecido civiles saharauis. Gdeim Izik fue creado como campamento de protesta pacífica por la precaria situación en la que vive el pueblo saharaui y por la muerte del joven Nayem El Gareh, en octubre del 2010 a manos de militares marroquíes.
Los eventos sucedidos en el campamento Gneim Izik en el 2010 fueron determinantes tanto para el Sáhara Occidental como para los países árabes que sufrían la opresión y la violencia por parte de gobiernos que velaban por sus propios intereses. El 8 de noviembre de ese año, el gobierno marroquí autorizó la intervención militar en el campamento Gneim Izik con el propósito de desmantelarlo y acallar las protestas. La intervención marroquí tuvo un resultado desastroso: cientos de desaparecidos y heridos saharauis (entre ellos civiles), centenares de detenidos saharauis, la destrucción del campamento, la expulsión de la prensa internacional (entre ellos, miembros de la prensa española), el uso de fuerza excesiva en contra de civiles y la muerte de Baby Hamday Buyema, saharaui con nacionalidad española asesinado a manos de las fuerzas marroquíes. A pesar de la evidencia, el gobierno marroquí se negó a aceptar las cifras presentadas en informes hechos por organizaciones no gubernamentales, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Como resultado, la acción militar ejercida contra el campamento Gneim Izik se convirtió rápidamente en una importante controversia internacional y en la mayor protesta llevada a cabo en la región desde la salida de las fuerzas españolas en la década del 70.
Marruecos en el Sáhara Occidental: la ocupación
La lucha de los saharauis por la defensa de sus tierras no surgió a partir de eventos recientes. La disputa por el territorio del Sáhara Occidental se remonta a los últimos meses del año 1975. Con Francisco Franco en su lecho de muerte, España había comenzado el proceso de descolonización africana impulsado a su vez por las Naciones Unidas. Al mismo tiempo, la Marcha Verde [3], incitada por el rey marroquí Hassan II, y la posterior firma del Acuerdo Tripartito de Madrid [4] entre representantes de España, Marruecos y Mauritania, añadieron leña a un fuego ya casi incontrolable sobre el destino del Sáhara Occidental. A pesar de las presiones ejercidas por los países fronterizos, el 27 de febrero de 1976, un día después de la retirada oficial de España del territorio saharaui y luego de casi un siglo de dominio español, se proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en Bir Lehlou, un pozo situado en la zona noreste del Sáhara Occidental, cerca de la frontera mauritana. Marruecos ejerció un ataque inmediato y posteriormente más de cuarenta mil saharauis huyeron a campos de refugiados en la frontera argelina, los cuales bombardeados por Marruecos. Esto dio paso a una guerra entre Marruecos y el Frente Polisario [5] (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro), que duraría quince años (Campoy-Cubillo 2012: 155). En septiembre de 1991, representantes de las Naciones Unidas llegaron al Sáhara Occidental con la intención de mantener y verificar el alto al fuego entre el Polisario y Marruecos, disolver a las tropas militares de ambos bandos, liberar a los presos políticos, repatriar a los refugiados, llevar a cabo un censo y organizar un referéndum, pero de dichos objetivos, solo algunos se cumplieron y de manera parcial (Pastrana 2014: sp [6]
En su libro Sáhara: memoria y olvido, Yolanda Sobero (2010) señala que “El Sáhara es un problema creado por una nefasta política de descolonización del franquismo y su abandono apresurado es una de las herencias abiertas que hemos recibido de aquella dictadura. El Sáhara es el tema pendiente de nuestra memoria histórica, de la transición y de la política de todos los gobiernos democráticos desde 1975” (128). Y es que actualmente, a pesar de que mucho se ha dicho y negociado tanto en el Sáhara Occidental como en Marruecos, en España y a nivel internacional, el proceso de descolonización en la región no ha terminado y los saharauis continúan esperando a que se les conceda la oportunidad de ejercer oficialmente su derecho de autodeterminación.
Actualmente, el territorio del Sáhara se encuentra dividido de norte a sur por un muro de más de 2,000 kilómetros de largo, protegido por más de 130,000 soldados marroquíes (San Martín y Bollig 2008: sp) La zona occidental continúa ocupada por el gobierno marroquí, mientras que la zona este del muro está constituida por los “territorios liberados”, bajo el mando del Polisario. Diecinueve años después de la ocupación, con el propósito de celebrar el trigésimo segundo aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), el año 2008 fue declarado año internacional por la defensa de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Sin embargo, a pesar de numerosos esfuerzos de organizaciones tanto nacionales como internacionales, la situación política del Sáhara Occidental continúa lejos de ser resuelta.
La poesía saharaui
Los poetas saharauis han tenido un papel fundamental en la difusión del sentir de sus compatriotas sobre la situación social y política de la zona. A pesar de que lo poco que se conoce sobre la historia literaria de la región, la combinación de su tradición oral y de la poesía contemporánea (específicamente a partir de la generación de los años 70), ha formado parte esencial del marco cultural que caracteriza al pueblo saharaui, de su carácter y de su patriotismo. La Generación de la Amistad, creada en el 2005, es ejemplo de ello. A dicha generación pertenecen poetas nacidos entre finales de los años 60 y principios de los 70 y cuya niñez y adolescencia se vieron marcadas por la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, por la huida de sus familias a los campos de refugiados y por su propio exilio a la isla de Cuba. En un artículo sobre la obra de la poetisa Zahra el Hasnaoui, la profesora Begoña Pozo (2009) señala que a partir del nacimiento de la Generación de la Amistad “se vieron reforzados—desde la perspectiva del espacio literario público---los vínculos que se habían ido creando entre los diversos poetas, narradores, periodistas e intelectuales saharauis exiliados. Era el momento del grito colectivo, del posicionamiento social, crítico y literario: ya no había marcha atrás” (2-3). Como señalan Pablo San Martín y Ben Bollig (2008) en su introducción a la antología poética saharaui Treinta y uno, la poesía de esta generación responde directamente a una conexión trazada entre la literatura y la política a través de la historia ya que los poetas saharauis tienen una tradición de compromiso que incluye el uso de la literatura como método de comunicación, diplomacia y organización (13).
Esta generación de poetas, llamada así por la gran amistad que los une y por su lucha común por la libertad de su patria, se caracteriza también por el uso del idioma español en la producción de sus obras e incluye escritores y activistas de renombre como Liman Boicha, Ali Salem Iselmu, Bahia Mahmud Awah, Saleh Abdalahi, Chejdan Mahmud, Luali Lesham y Ebnu, entre otros. Sin embargo, merece la pena subrayar la importancia de las mujeres dentro de ese grupo, entre ellas la poetisa y miembro fundador, Zahra el Hasnaui Ahmed y la escritora y activista política Salka Embarek.
Zahra el Hasnaui Ahmed
Zahra el Hasnaui Ahmed, nacida en el Aaiún, capital del antiguo Sáhara español, vivió la ocupación marroquí en carne propia. A diferencia de muchos de sus compañeros de la Generación de la Amistad, Zahra y su familia se vieron obligados a permanecer en territorio ocupado. El Hasnaoui continuó estudiando español en el Sáhara ocupado y posteriormente viajó a Madrid a estudiar en la Facultad de Filología en la Universidad Complutense de Madrid así como también en Londres (Generación de la Amistad 2007a: 113), en donde perfeccionó su conocimiento del inglés. Al igual que otros miembros de la Generación de la Amistad, posteriormente el Hasnaoui regresó al Sáhara Occidental y trabajó en la Radio Nacional Saharaui, en donde junto a otros compatriotas descubrió su amor por la poesía, por su cultura y por su país.
Muchos de los poemas de Zahra el Hasnaui son dedicados abiertamente a los ciudadanos saharauis que han sido víctimas o que han participado directa o indirectamente del movimiento revolucionario saharaui en contra de la ocupación marroquí. El papel central de la mujer revolucionaria tanto en su poesía como en sus dedicatorias también es evidente. El Hasnaui, demuestra un dolor que se desdobla en su posición como mujer, como madre y como saharaui ante las injusticias cometidas en contra de su pueblo y ante el paso del tiempo sin que se castigue a los culpables. A través de un lenguaje profundo y lleno de imágenes que remontan al lector a las arenas del desierto que caracterizan el Sáhara Occidental y sus fronteras, El Hasnaoui se identifica con la lucha revolucionaria y con sus víctimas sin perder la esperanza y sin perder la conexión de su cultura y su identidad con la tierra a la que pertenecen. El continuo uso de elementos ligados directamente al paisaje desértico y al conflicto bélico, entre ellos las voces (o la ausencia de ellas), el temor, el abandono, la lucha sin tregua, el paso del tiempo, el exilio y los recuerdos, son característicos de su obra. De hecho, el elemento temporal, específicamente el enfoque en el paso del tiempo, subraya la angustiosa espera del pueblo saharaui que por años se ha mantenido en un limbo político sin que se decida oficialmente su estatus. Muchos de los poemas de El Hasnaui, presentan de diversas maneras esa angustia, como por ejemplo en el siguiente fragmento del poema El año diez y uno, dedicado a “las madres saharauis, desaparecidas durante años en mazmorras marroquíes, a las infancias robadas” (Um Draiga, 2007: 117):
Diez años y un día
en este dilatado desvelo
mirando sin ver.
Diez años y un día
afanándose la Ignorancia
en velar la Razón.
[…]
El poema recalca el paso del tiempo (diez años y un día), el cual inevitablemente se multiplica de manera paralela al desasosiego de los saharauis. El Hasnaui acentúa la tragedia de su pueblo al describir un sistema político internacional que continúa “mirando sin ver” y que permite que la ignorancia se imponga ante la razón, echando a un lado a un pueblo que por siglos ha hecho del Sáhara Occidental su único hogar. Por otra parte, el poema Voces, publicado pocos años antes de la Primavera Árabe, fue dedicado por la autora a “todas las voces saharauis secuestradas, en tumbas y en cárceles; esas voces que, sin embargo, no sólo paredes revientan” (Um Draiga, 2007: 118):
Quizás pienses que tu voz no me llega,
que el malvado siroco la rapta
antes de llenar mis sentidos.
Quizá sueñes que el eco es mudo
el espejo ciego y los versos
se acobardan.
Se agolpan tus clones,
y alborotados pugnan
por salir en blanco y
negro de mi garganta.
A veces escupo,
casi siempre embucho,
ira, sangre, paz, tierra.
Quisiera encadenar
tus manos a las mías,
el techo oscuro
abrir a las estrellas.
Quisiera, los ojos,
limpiar de rabia.
Treinta voces,
treinta veces,
repiten la historia,
porque nadie pudo,
nada puede domar
las voces que rozan el alma.
En las primeras estrofas de Voces, El Hasnaui se dirige a las mujeres saharauis a quienes va dedicado el poema, subrayando con varios “quizás” la posibilidad de un sentimiento de abandono que tal vez las abrumaría y que sin embargo es refutado con la afirmación de que sus voces llegan más allá del oscuro espacio que ocupan. El poema subraya el sufrimiento de un pueblo que se siente abandonado y el de las mujeres que han sido encarceladas, torturadas o asesinadas, cuyas voces se alzaron más allá del silencio impuesto, del temor y de la indiferencia de quienes observan el conflicto desde afuera. “Ira, sangre, paz, tierra” son palabras que refuerzan la lucha inquebrantable contra el opresor y que atan a su vez las emociones de un pueblo indomable que se desangra en su lucha por la libertad de su patria. La autora reafirma su deseo de tomar acción tanto física como emocional, uniéndose a las saharauis encadenadas y apartadas de su pueblo por la fuerza, liberándolas con su poesía. La última estrofa contrapone el tiempo acontecido desde la ocupación marroquí al momento de la escritura del poema, con la fuerza de las voces del pueblo saharaui. Para El Hasnaui, la historia de opresión se repite pero de la misma manera el pueblo saharaui repite su patriotismo sin dejar que sus voces sean silenciadas.
Otro poema dedicado por El Hasnaui a la revolución y a los que murieron por ella es el poema Una flor, que al igual que Voces, fue publicado antes de que tuviera lugar la Primavera Árabe. En su dedicatoria, la poetisa define la lucha de su pueblo como una defensa por el derecho a existir, pero a su vez hace que el poema sea fácilmente aplicable a otros pueblos que, como los saharauis, continúan viviendo bajo la bota de gobiernos opresores:
Tras años de asfalto, cabalgaba las arenas rescatando estrofas infantiles y muñecas de marfil. Una flor, sobre una tumba anónima, derramaba sombra en la yerma claridad. Condecoraba la tierra al soldado civil. La sencilla ofrenda enmudeció mis pensamientos, la pompa y el clamor. Y me inundó la lluvia. Y no supe qué hacer. Decidí sentir.
Una vez más, El Hasnaui reitera la importancia del paso del tiempo, en este caso los años transcurridos en el exilio y el momento en que se lleva a cabo el regreso a una patria aún en pie de lucha. La mención de elementos referentes al ambiente o al paisaje, como la presencia del “asfalto” y las “arenas”, marcan el contraste entre las ciudades que recibieron a los exiliados saharauis en Cuba y en España luego de la ocupación y el paisaje desértico que caracteriza al Sáhara Occidental. Esa primera estrofa nos transporta a lo vivido por la poetisa y por muchos otros de sus compañeros de la Generación de la Amistad, quienes pasaron gran parte de su juventud en ciudades extranjeras sufriendo profundamente la ausencia de sus familias y de la tierra que los vio nacer. La conexión de El Hasnaui y de su pueblo con el desierto es central en este poema y la naturaleza se convierte en cómplice de los saharauis. El desierto y sus arenas enaltecen la causa de los saharauis que han muerto luchando por la libertad, convirtiéndose en una tumba anónima en la que descansan los compatriotas que, como dice la autora, lo entregaron todo para defender a su pueblo. La flor surge entonces como una imagen sublime e inesperada que glorifica y perpetúa dicha causa y que da lugar a un llanto que, como la escasa lluvia en las zonas desérticas, conmueve y llega al alma.
Al igual que sus compañeros poetas, Zahra el Hasnaui reaccionó inmediatamente a la tragedia del Gdeim Izik y se dirigió al joven saharaui de 14 años, Nayem el Gareh, asesinado a balazos poco antes de la intervención militar marroquí en dicho campamento. En un corto pero potente poema dedicado a Nayem, El Hasnaui dice:
Extraño es este nuevo habitáculo al que te ves reducido,
tú que sobreviviste la inmensidad de la desesperanza.
Extraño es no estar entre los vivos.
[…]
Te vas de nosotros engañando a la muerte,
para renacer con la primavera cada ocho de noviembre.
Te vas sin ruido hacia la tierra que te viste con polvo de flores.
La escritora abre un diálogo de despedida con el joven fallecido, quien había sobrevivido catorce años de ocupación militar; catorce años que ella describe como años de desesperanza. El cuerpo de Nayem tal vez aparente haber sido reducido a una fosa, pero en cambio ha regresado a la tierra por la que él murió, convirtiéndose en un mártir de la causa saharaui. Nayem ya no está físicamente entre los vivos, pero su nombre y su muerte perdurarán en el corazón de su familia y de su pueblo como parte de esa primavera que dio comienzo en el año 2010.
Salka Embarek
Salka Embarek es una escritora, poetisa y activista hispano-saharaui que vive actualmente en Tenerife, las Islas Canarias. De padre saharaui y madre canaria, Embarek nació en El Aaiún, Sáhara Occidental, poco antes de la ocupación marroquí. A diferencia de Zahra el Hasnaui, Salka Embarek y su familia lograron escapar de la zona ocupada. Posteriormente, Embarek cursó estudios en filología, filosofía y periodismo y es miembro activo de la Generación de la Amistad (Moya Fernández 2012: 85). Casi la totalidad de su obra está dedicada a la defensa del derecho a la autodeterminación de los saharauis y a la defensa de los derechos humanos de su pueblo.
La fuerza de los poemas de Salka Embarek reside en la combinación de temas e imágenes enlazados directamente a la lucha del pueblo saharaui desde la ocupación marroquí hasta la actualidad. En cada poema se entremezclan emociones correspondientes tanto al dolor físico como al sacrificio patriótico, desconocidos o ignorados por la comunidad internacional. El lenguaje y la temática revolucionaria de Embarek son mucho más directos que los empleados por Zahra el Hasnaui en sus poemas, y la mención directa de la libertad de su tierra como objetivo principal de su obra acentúa la función doble de los escritos de Embarek como texto literario y como texto de activismo político. Embarek dialoga con el lector, se identifica con el paisaje del Sáhara, reconforta y apoya a sus compatriotas y exige acción por parte de la comunidad internacional. Sin embargo, a diferencia de Zahra El Hasnaui, Embarek se enfrenta directamente al invasor, lo señala como culpable y lo reta mientras reitera la legitimidad de su mensaje.
Una de las características sobresalientes de los miembros de la Generación de la Amistad es el uso de la tecnología y las redes sociales como medios esenciales para llevar su obra más allá de los límites geográficos que ocupan. En el caso de Embarek, además de participar en diversas antologías poéticas, la publicación de su obra en línea ha facilitado su activismo político y la transmisión de su mensaje en defensa del Sáhara Occidental. Uno de sus poemas, Soy el Sáhara, publicado en el sitio web de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, forma parte esencial del activismo político presente en la obra de Embarek. El poema dice:
Seré guerra
y cuando sea necesario, seré paz.
Seré la paz de la guerra
y el límite entre ambos
lo marcaré yo.
Que no vuelvan a llamarme fanfarrona,
Que no vuelva ningún ministro
a provocarme,
que durante los años de mi tragedia,
ya le derribé algunos muros
y logré hacer caer sus falsos estandartes.
No hay gobierno usurpador,
ni cruel,
ni rey tan soberano
que pueda mirarme a los ojos,
y negarme que es culpable.
No podrá porque no ha olvidado las veces que le he enfrentado,
le he descubierto y ganado.
Mírame bien,
porque el timón está en mis manos,
y el viento sopla a mi favor,
no seré yo la que tema,
no seré yo la que pierda,
ni oirás mis palabras en vano.
Ya soy vieja,
Treinta y cuatro años han pasado
Pisando mi cuerpo,
bajo metros de tierra enterrado.
Más de treinta años han dejado
en mi boca sabores amargos,
algunos ya no los siento,
otros se han vuelto brazos,
de líderes desconocidos,
de mujeres en esperanza,
brazos de mártires que vuelven
extendidos a la superficie,
acudiendo a mi llamada,
al de esta vieja que soy yo,
y que ahora vuelve joven
y renovada.
Que no me llamen fanfarrona,
porque mis hijos le responden,
que mi voz no es una sola,
soy el Sáhara.
ESCUCHA BIEN MI NOMBRE
En Soy el Sáhara se hace evidente la conexión directa de la región del Sáhara Occidental, específicamente su paisaje y su tierra, con la identidad y el patriotismo de los saharauis. En el poema, Embarek utiliza una voz fuertemente personal, femenina y altiva en donde abandona su posición como poetisa para convertirse directamente en el Sáhara. Ya no es la voz de Embarek la única que produce un mensaje de lucha, de defensa por lo propio y de seguridad en un futuro independiente, sino que se transforma en la combinación de las voces de todos sus compatriotas en una, como recalca en el verso “que mi voz no es una sola”. El Sáhara de este poema no representa un desierto vacío, árido y abandonado, sino una nación victoriosa, sabia y rejuvenecida, que reta a sus oponentes y se dirige abiertamente a un “rey tan soberano” que fácilmente puede traducirse a los reyes marroquíes (Hassan II y Mohamed VI), culpándolo de las angustias y el sufrimiento vividos en las últimas décadas. Como en los poemas de Zahra El Hasnaui, Embarek resalta el paso del tiempo bajo un gobierno opresor y el resurgir de un país nuevo y en control de su propio futuro, cuyos mujeres, líderes y mártires lograrán liberar. El poema subraya con letras mayúsculas la importancia de la unión de los saharauis, todos hijos del Sáhara, cuyo nombre no debe ser olvidado por quienes quieren arrebatarle la libertad. El uso de letras mayúsculas para acentuar la fuerza de sus palabras, no es exclusivo del poema Soy el Sáhara. De hecho, el poema El uso de la palabra, presenta esta misma táctica en palabras como “culpable” y “nosotros, ¡Sáhara libre!”, en el que se permite a los saharauis alzar su voz en contra del opresor. El poema El uso de la palabra fue dedicado por Embarek al “fin de la represión y la violación de los derechos humanos del pueblo saharaui en los territorios ocupados del Sáhara Occidental por parte del gobierno marroquí” (Moya Fernández, 2012: 86). El poema dice:
En el uso de la palabra digo,
CULPABLE.
No habrá más silencio
mientras siga tu culpa,
y más tarde, no habrá silencio.
He venido a jurar tu delito
ante el dolor de mis hermanos
vivos enterrados, vivos quemados, vivos muertos...
He venido a entregar mi palabra y mi sangre
donde mi deber es ofrecerla,
a este pueblo mío punzado
de bocas rotas y palabras heridas...
Debes saber, tú, CULPABLE,
artífice de nuestra condena,
que llevo grabada tu culpa
en cada uno de mis fonemas.
Debes saber,
que será legítima mi palabra
allí donde quiera que yo vaya,
porque la voz me ha sido entregada
en nombre de mis ahogados.
A falta de libertad
hemos tallado un lenguaje,
mientras tú nos golpeas,
nosotros cosemos banderas,
mientras tú desgarras nuestros cuerpos
nosotros nos cubrimos de piel nueva,
mientras levantas muros insolentes,
fusilas ojos y gargantas,
a nosotros se nos derrama la voz
entre ríos caudalosos de verdades.
Donde tú dices fuerza,
nosotros libre,
donde dices llanto,
nosotros libre,
donde dices excusa,
nosotros libre,
donde dices violencia,
nosotros libre,
donde dices tuyo…
NOSOTROS ¡SAHARA LIBRE!
En el uso de la palabra digo, denuncio:
CULPABLE
La temática de la revolución y del sufrimiento vivido por los saharauis continúa como eje central en El uso de la palabra. Al igual que en Soy el Sáhara, se presenta el uso de la voz en primera persona, dirigiéndose al extranjero que invade violentamente su patria. En esta ocasión el Sáhara se ha convertido en un juez que condena la opresión y la violencia impuestos sin piedad sobre los saharauis y subraya el hecho de que no tiene intención de rendirse. En el poema, Embarek no construye una voz única y aislada, sino una voz íntima representativa del colectivo saharaui que utiliza la palabra, no la violencia, para defenderse. La palabra en este caso se convierte en símbolo de las protestas pacíficas llevadas a cabo en contra de la ocupación marroquí en diferentes regiones del Sáhara Occidental, en los campamentos de refugiados de la frontera con Argelia y a nivel internacional, pero que han sido acalladas por la influencia del gobierno marroquí en la política internacional. La libertad soñada por los saharauis se contrapone a la fuerza, las excusas y la violencia que Marruecos ha traído consigo desde la ocupación en el 1975. La palabra a la que se refiere el título del poema se transforma entonces en la voz de los silenciados, en la lucha por la libertad y en el fin de una tortura que ha durado casi cuatro décadas. Por lo tanto, con la palabra se rompe el discurso marroquí sobre la legalidad de su apropiación del Sáhara para dar lugar a un Sáhara libre e independiente.
Los incidentes ocurridos en el campamento Gdeim Izik impactaron fuertemente a Embarek y reforzaron su intención de defender el Sáhara Occidental a través de un activismo político constante e incesante y a través de la poesía. Salka Embarek escribió un poema titulado Seco Gdeim Izik, en el que se expresa su dolor e indignación por el sufrimiento de sus compatriotas atacados en el campamento. En el poema, Embarek expresa que a pesar de la opresión “hay un destino forjado / conocido por mis hermanos / en los ojos lo llevan las mujeres, / los niños lo levantan en las manos” (Moya Fernández, 2012: 88) Por lo tanto, hay esperanza y hay confianza en la causa del Sáhara Occidental, una causa en la que Embarek se identifica directamente con su tierra y con sus hermanos, los saharauis. En un texto titulado Hijos de Izik, en los que Embarek combina el ensayo con la poesía, la autora expresa indignada que “el opresor no ha dejado una herida, no ha formado cicatrices, nos ha señalado que vamos por el buen camino.” (Moya Fernández, 2012: 91) y termina con un poema corto que refuerza la convicción del pueblo saharaui a no rendirse:
Izik,
se rompió el miedo,
Gdeim Izik,
desafío multiforme
de mi pueblo en resistencia.
Izik,
genio cívico y ejemplar,
Gdeim Izik,
participación popular.
Para Salka Embarek, la tragedia ocurrida en Gdeim Izik no puede verse como un fracaso, sino como una prueba de la resistencia de sus compatriotas, de la cual salieron victoriosos. Gdeim Izik confirmó que el temor del Sáhara Occidental ante los marroquíes no existe y que más que una causa política, es una causa social en defensa de su identidad como saharauis. Como señala ella misma en su poema No es fácil amar así (publicado antes del incidente en Gdeim Izik):
[…]
Soy consciente de que mi propósito contigo
es de un compromiso asombroso,
pero te diré que yo iba a ser estudiante,
pastor, traductor de idiomas, ingeniero,
un intelectual discreto, un niño viajante,
lucharía atrevido por rozar tu boca en la noche
paseando libre por mis calles tuyas.
[…]
Que todos lo sepan,
no cederé en mi empeño de amarte,
no antes de lucharte y lograrte,
porque sin ti, patria,
no soy nadie.
Por un Sáhara libre.
El poema no encarna esta vez una personificación del Sáhara, una voz enfrentada al enemigo o la posición revolucionaria de Embarek como individuo y como saharaui. En No es fácil amar así, la voz pertenece a todos los saharauis, independientemente de sus profesiones, habilidades o educación, esa voz se convierte en la de un solo pueblo que abre un diálogo con la patria mientras reafirma su compromiso por verla libre algún día. Gdeim Izik no fue un incidente aislado y pasajero, sino que fue un eslabón en la cadena revolucionaria del Sáhara Occidental y que ratifica el deber de todo saharaui de luchar por su libertad.
Conclusión
El pueblo saharaui se distingue por la proliferación de una literatura comprometida en el que las mujeres tienen un papel esencial, entre ellas Zahra el Hasnaui y Salka Embarek. Es indiscutible que la poesía, ya sea escrita o como parte de una antigua tradición oral, conforma el esqueleto de la cultura saharaui; un esqueleto que le da soporte y estructura, y que forma parte esencial de la supervivencia de dicho pueblo. La poesía saharaui va mucho más allá de la admiración del paisaje desértico, el simbolismo del bubisher7

El rol de las mujeres saharauis en la literatura de la región ha sido fundamental. De hecho, las mujeres saharauis continúan siendo protagonistas de un dinámico activismo político y social que a través de la palabra exige el reconocimiento de la República Árabe Saharaui  Democrática y el fin permanente a los encarcelamientos, desapariciones, torturas y asesinatos cometidos en contra de sus compatriotas. La obra de Zahra el Hasnaui y Salka Embarek, son ejemplo de la fuerza de la palabra y de la efectividad de la literatura para plasmar y transmitir el dolor y el sufrimiento de un pueblo oprimido. Al igual que muchos saharauis, ambas autoras sufrieron en carne propia la invasión, la huida y el exilio, por lo que en los últimos años se han dedicado a divulgar con más fuerza la voz de un pueblo que clama por la devolución de sus tierras. Casi cuarenta años de ocupación y los incidentes ocurridos en Gdeim Izik han añadido leña al fuego de la revolución social y literaria a la que pertenecen estas escritoras. Cada poema constituye una unión indivisible entre la escritora, la identidad de los saharauis, el Sáhara y el lector y tienen el objetivo de crear conciencia de la necesidad de adoptar una actitud activa de solidaridad. El Hasnaui y Embarek presentan y enaltecen un discurso revolucionario en defensa de su nación y de sus compatriotas, y como mujeres se presentan con fuerza, delatando y retando al enemigo invasor a través de la palabra. Ellas, al igual que muchas otras saharauis, seguirán escribiendo y seguirán luchando hasta lograr la tan anhelada libertad del Sáhara Occidental.
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1 Gabriel Celaya Leceta (1911-1991) fue un conocido poeta español que perteneció a la generación literaria de posguerra. Celaya defendió fervientemente la idea de una poesía no elitista y fue uno de los representantes más destacados de la poesía “comprometida” o poesía social en el que la poesía se convirtió en una herramienta esencial como método de denuncia, testimonio y protesta.
2 “Jaima” es el nombre con el que se le conoce a las tiendas de campaña de los pueblos que viven en el desierto.
3 Se le conoce como la Marcha Verde a la entrada de más de 350,000 marroquíes (civiles y militares) al territorio del Sáhara Occidental el 6 de noviembre de 1975 (Campoy-Cubillo 2012: 155). La Marcha Verde fue anunciada e incitada por el rey de Marruecos, Hassan II, quien exhortó a los ciudadanos marroquíes a ocupar el Sáhara Occidental como parte de su plan expansionista. Como explica Alejandro García en un estudio sobre el conflicto en el Sáhara: “(…) la Marcha fue una jugada maestra de Hassan para recuperar la iniciativa y legitimarse por fin en el trono” (2010:63).
4 El Acuerdo Tripartito de Madrid (también conocido como los Acuerdos de Madrid) se llevó a cabo el 14 de noviembre de 1975 entre España, Marruecos y Mauritania. A través de dicho acuerdo, España transfirió la autoridad administrativa sobre el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania. Sin embargo, en dicho acuerdo España no transfirió la soberanía sobre el Territorio ni confirió a ninguno de los dos países en cuestión la condición de potencia administradora del Sáhara Occidental. El Acuerdo Tripartito de Madrid ha sido desde entonces blanco de fuertes controversias políticas tanto a nivel nacional e internacional, ya que la Organización de las Naciones Unidas ha cuestionado fuertemente la validez de dicho tratado, por lo que hasta el día de hoy el Sáhara Occidental aún figura en la lista de territorios pendientes de descolonización.
5 El Frente Polisario es el movimiento de liberación nacional del Sáhara Occidental creado inicialmente (1973) en favor de la independencia del dominio colonial español y posteriormente para defender el territorio de la ocupación marroquí con el propósito de alcanzar la autodeterminación del pueblo saharaui.
6 En el año 1991, se creó la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental, también conocido como Minurso (por sus siglas en francés Mission des Nations Unies pour l'Organisation d'un Référendum au Sahara. El referéndum que constituye el objetivo principal de la misión se ha convertido en una disputa entre Marruecos y el Polisario sobre quiénes tienen derecho al voto. La disputa hasta el día de hoy no sido resuelta (Campoy-Cubillo 2012: 155).
7 El bubisher es el pájaro que, según los saharauis, trae suerte y esperanza. En el año 2003 la editorial Puentepalo (de Las Palmas de Gran Canaria) publicó una antología poética saharaui titulada Bubisher: poesía saharaui contemporánea, en la que participaron seis jóvenes poetas saharauis pertenecientes a la Generación de la Amistad.
Bibliografía
Campoy-Cubillo, A. Memories of the Maghreb. New York: Palgrave Macmillan 2012.
El Hasnaui, Zahra. “Nayem” en Moya Fernández, C. (ed) La primavera saharaui: Escritores saharauis con Gdeim Izik. Madrid: Bubok Publishing S.L. 2012, pp. 98.
——. “Voces” en Um Draiga: Poesía saharaui contemporánea. Zaragoza: Diputación de Zaragoza y Um Draiga 2007, pp. 116.
——. “El año diez y uno” en Um Draiga: Poesía saharaui contemporánea. Zaragoza: Diputación de Zaragoza y Um Draiga 2007, pp.117.
——. “Una flor” en Um Draiga: Poesía saharaui contemporánea. Zaragoza: Diputación de Zaragoza y Um Draiga 2007, pp.118.
Embarek, Salka. “En el uso de la palabra” en Moya Fernández, C. (ed) La primavera saharaui: Escritores saharauis con Gdeim Izik. Madrid: Bubok Publishing S.L. 2012, pp. 86-87.
——. “Seco Gneim Izik” en Moya Fernández, C. (ed) La primavera saharaui: Escritores saharauis con Gdeim Izik. Madrid: Bubok Publishing S.L. 2012, pp. 88.
——. “Hijos de Izik” en Moya Fernández, C. (ed) La primavera saharaui: Escritores saharauis con Gdeim Izik. Madrid: Bubok Publishing S.L. 2012, pp. 89-91.
——. “No es fácil amar así.” Poesía de mujer saharaui. Unión Nacional de Mujeres Saharauis. Web. http://mujeressaharauisunms.blogspot.com/p/poesia-de-mujer-todos-los-saharauis-y.html [último acceso 7/5/2014].
——. “Soy el Sáhara.” Poesía de mujer saharaui. Unión Nacional de Mujeres Saharauis. Web. http://mujeressaharauisunms.blogspot.com/p/poesia-de-mujer-todos-los-saharauis-y.html [último acceso 7/5/2014].
García, A. La historia del Sáhara y su conflicto. Madrid: Catarata 2010.
Generación de la Amistad. Um Draiga: Poesía saharaui contemporánea. Zaragoza: Diputación de Zaragoza y Um Draiga 2007a.
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Juliano, D. La causa saharaui y las mujeres: “siempre hemos sido muy libres”. Barcelona: Icaria Editorial 1998.
Moya Fernández, C., “Introducción.” La primavera saharaui: Escritores saharauis con Gdeim Izik. Madrid: Bubok Publishing S.L. 2012
Pastrana, Eva. “La ONU seguirá «de safari» en el Sáhara Occidental” ABC.es [2/5/2014] http://www.abc.es/internacional/20140501/abci-minurso-sahara-derechos-humanos-201404302202.html [último acceso 7/5/2014].
Pineda, F. La mujer en la revolución saharaui. Córdoba: Excma 1991.
Pozo, Begoña (2009). “La poesía tres veces rebelde de Zahra el Haznaoui”. III Seminario Internacional de Estudios Transversales “Visiones del exilio: literatura, pintura y género.” Alicante, Universitat de València. 2009.
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