Recibiendo el año en Granada
Granada es un lugar que si no existiera
habría que inventarlo. He estado muchas veces en la preciosa ciudad y no tengo
más que buenísimos recuerdos. La Carrera del Darro, las teterías, el Albaicín,
San Nicolás, la judería, tanto arte, tantos lugares y situaciones inolvidables.
Como siempre, acabo de regresar y ya estoy pensando en la próxima visita. Hemos
recibido el año en la ciudad y he vuelto a sentir lo que siento siempre, no soy
una visitante ni una extraña, no estoy de paso, no soy turista, me siento de
allí y es también mi rincón.
Para mí decir Granada es decir Alhambra. El
palacio rojo y todo su entorno es magia, no tengo palabras para describir lo
que es y lo que supone la Bella Señora. No le voy a dedicar mucho espacio; sólo decir que la he visitado en las cuatro
estaciones, también disfruté de una visita nocturna. Yo recomiendo ir a
visitarla con ganas y sin prisa, merece la pena dedicarle horas y comprar algún
buen libro de referencia para instruirse. Es importante no olvidar pasar por el
Generalife y pasear por los jardines. Recomiendo llevarse unos buenos dulces
árabes y disfrutarlos contemplando el paisaje. Hace unos años, en una visita en
primavera, llevamos unos dulces de la tetería Alfaguara, nos sentamos a
comerlos frente a la alberca de la Torre de las Damas, un recuerdo imborrable.
Sin embargo en otra ocasión, en noviembre de 2012, nos dijeron, mientras
estábamos saboreando unos pasteles sentados en un banco, que no se podía comer
allí; yo os animo al menos a intentarlo. Tampoco dejéis de visitar el Palacio
de Carlos V, una maravilla renacentista, por más que en ese entorno parezca un
pegote, y ver el museo que alberga en su interior. Si para subir es mejor usar
el minibús, no os privéis de bajar andando y salir por la preciosa Puerta de
las Granadas, un camino cómodo, cuesta abajo, rodeado de naturaleza y muy
agradable.
"Prefiero el caos y la hecatombe a
la mediocridad". "Yo estoy de la pureza hasta el gorro, me gusta lo
anti-auténtico", Enrique Morente.
Esta vez, al igual que en nuestra anterior
visita en agosto de 2013, subimos a la Alhambra pero sin pagar entrada.
Estuvimos dando una vuelta por los jardines y pasamos al Palacio del Emperador.
Allí nos encontramos con la más que agradable sorpresa de la exposición ‘Universo
Morente’, sobre el gran cantaor granadino. La exposición se puede disfrutar
hasta el 1 de marzo y comparte doble sede, el Palacio de Carlos V y el Centro
de Documentación Musical de Andalucía (en la Carrera del Darro). Es gratuita y
se puede acceder a ella aunque no se tenga entrada para ver la Alhambra; así
que no hay excusa para no visitarla. En ‘Universo Morente’ se hace un amplio
recorrido por la vida y obra del cantaor granadino, desde sus inicios hasta sus
últimos trabajos, mezclando cante, guitarra, poesía y arte. Camarón, Paco de
Lucía, Tomatito, Manolo Sanlúcar, Pepe Habichuela, Sabicas, los nuevos
flamencos, Lagartija Nick y Omega, Leonard Cohen; Miguel Hernández, Lorca, San
Juan de la Cruz; arte, Goya y Dalí, las obras de Aurora Carbonell; sus hijos,
sus Discos Pobreticos, sus manuscritos, sus botas de rockero, sus sentencias,
Granada, el Albaicín, la Huerta de San Vicente. Diría que es obligatoria.
Y de la Granada más pura y artística, a la
más rockera y actual. Recomiendo tomar una cerveza y algo más en el Bella
Kurva, un local muy agradable que hemos conocido por gentileza de Moco de pavo,
dibujante de Granada, y donde podemos saborear una pila de cervezas, muchas de
ellas artesanas. Los amigos de Bella Kurva me descubrieron una de Cantabria,
Raquera, deliciosa, cítrica y suave, acompañada de una rica tapa de arroz y
garbanzos con curry. En el local se puede también comer, ofrecen nachos, sushi,
noodles, cuscus, algún plato italiano... Está situado en la calle San Jerónimo,
muy cerca de la Plaza Universidad.
En el local 7 de la mencionada plaza se
encuentra una maravillosa tienda de discos de segunda mano, Discos Bora-Bora,
un lugar para perderse. A la exquisita selección de vinilos se añade una
competente colección de libros de música que hacen las delicias de cualquier fan,
o los cómics del gran Juarma, camisetas, pins, chapitas... La decoración la
completan preciosos pósters de conciertos, una tele de la marca GP (sí, la
marca blanca de electrodomésticos que tuvo Galerías Preciados durante un
tiempo), un secador de pelo retro y un órgano Farfisa, una belleza. Un sitio
delicioso, que promete maravillas; al día siguiente de nuestra marcha había un
concierto navideño de Niños Mutantes, una pena perderlo.
Y al ladito, en la calle Escuelas 8, un bar
que merece la pena visitar, el Bar de Eric, el batería de Los Planetas.
Precisamente en Discos Bora-Bora tienen un plato firmado por él. Situado frente
al Jardín Botánico, la tarde que fuimos había en la barra un tatuado camarero,
que se movía como si fueran diez, tirando cervezas, sirviendo copas, preparando
capuchinos y cobrando, sin perder la sonrisa de la cara. En el Bar de Eric
ofrecen tostas variadas con nombres tan sugerentes como Morente, Antonio Arias,
Mutante, 091, Omega, Sex Pistols, Segundo Premio o unos, imagino que
crujientes, Nachos Vegas. Llama la atención la decoración del bar, formada por
un mosaico de fotos de músicos. En una pared blanca frente a la barra, se puede
divisar a los Morente, Estrella y Soleá, y el gran Enrique, Lorca, Strummer,
Falla, Carlos Cano o Nacho Vegas entre otros. Destaca una columna roja cubierta
a su vez de fotos enmarcadas y colocadas también con precisión geométrica, como
una foto de unos jovencísimos 091 o Eric con Johnny Rotten, imagen por cierto
desenfocada. Un papel de guitarras eléctricas en blanco y negro completa la
decoración de las paredes. Cervecitas Alhambra en un ambiente de lo más
musical.
La artesanía tiene mucho que ver con
nuestros deambulares por Granada. En esta ocasión, cerca del Paseo de los
Tristes, en la Carrera del Darro, encontramos la tienda de ZIN Artesanía. Un montón
de objetos preciosos, en especial joyería, nos llamaron la atención. Como dicen
en su blog, Benito y Miguel son los artesanos que han puesto en marcha el
proyecto. Miguel trabaja con la plata y
Benito con el vidrio, y ambos han creado un espacio vertical en el que vender y
exponer sus obras y las de otros artesanos y artesanas de Granada.
Y al lado de la catedral la tienda de
música, especializada en flamenco, Los Madriles, donde compramos un doble álbum
del gran Carlos Cano, otro de nuestros encantos granadinos en especial por su ‘Vaso
de té verde’ dedicado al pueblo saharaui y su musicalización del lorquiano ‘Divan
Del Tamarit’, con sus gacelas y casidas. Rematamos la compra con una más que
agradable charla con el dueño, Juan Manuel Vicente, criado en Madrid, gran amante
del flamenco, y autor de un cd ‘El duende de la guitarra flamenca’ con portada
de El niño de las pinturas, otra institución granadina.
Otro lugar preferido son las Bodegas
Espadafor (Calle Tinajilla, esquina a la Gran Vía de Colón). Casa fundada en
1910, conserva el sabor de unas bodegas de toda la vida, con sus barricas de
vermut de la casa o Palo cortado, vino andaluz que los granaínos 091
inmortalizaron en una canción. Las Espadafor no hacen concesión a la
modernidad, las decoran antiguos carteles de toros, una colección de botellas en
el exterior, un impresionante mural en la barra, o enormes cacharros de típica
cerámica granadina. Un lugar para disfrutar de tapas riquísimas y abundantes, y
para mí al menos, lo que uno no puede perderse es el tomate aliñao y las
berenjenas rebozadas con miel. No hay palabras, hay que probarlas.
Dar la bienvenida al año nuevo con un
concierto de los Beatles en la plaza del Carmen de Granada, y disfrutar de
estas y otras maravillas de la ciudad. Un sueño.
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Las tapas del Bar de Eric |
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En el Bella Kurva |
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Lo mejor está en su interior |
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Grandísima exposición |
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Las berenjenas de las Espadafor |
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En Granada, las paredes y los ojos hablan |
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Flamenco Madrid-Granada |
Los pendientes de Zin, artesanía de vanguardia |
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