The Len Price 3, “metralleta sesentera”
Empezamos el mes de diciembre conociendo la
triste noticia de la muerte de Ian McLagan, teclista de Small Faces, una de mis
bandas preferidas de siempre. La casualidad hizo que tocaran en Madrid un grupo
muy cercano a aquellos planteamientos británico sesenteros que, gracias a su
eficacia y buen gusto, es imposible que pasen de moda. Se trata de The Len
Price 3, grupo de pop en la mejor tradición mod, que inevitablemente nos
recuerdan a bandas como The Who, Kinks o los mencionados Small Faces. Y ya que
por edad nos ha sido imposible disfrutar de cualquiera de aquellos grupos en su
mejor momento, nos apetecía ver un directo de una banda deudora de aquellos
ritmos.
Cuando se menciona a The Len Price 3 salen
a la palestra estilos como garaje o power pop, aunque ellos se resisten a ser
encuadrados en un único estilo, afirman que sólo hay “buena o mala música”. Eso
sí, ellos mismos reconocen como influencias musicales a The Beatles, Kinks y
The Who; Rolling Stones, Yardbirds, Beach Boys; Booker T & the MGs, Otis
Redding, Sam & Dave. Nombran también a The Jam, y bandas punk como los
Clash, Ramones o Sex Pistols. Se declaran seguidores de The Prisoners y Thee
Headcoats, exponentes del llamado “sonido Medway”, considerado un precedente
del ochentero “sonido Manchester”, aunque sin la fama que tuvo aquel, y que en
palabras de The Len Price 3 se caracterizó por “el rechazo por los sonidos de
las producciones modernas y brillantes y el gusto por algo más áspero, melodías
que suenan fuertes como en los viejos tiempos, amplificadores vintage y sonidos
vocales arenosos” (entrevista Ruta 66, enero 2014). Por su parte el grupo
define su repertorio como “canciones pop cortas y afiladas con un poco de
energía y agresividad” (Sonic Wave Magazine, diciembre de 2014).
Con esos antecedentes no nos hizo falta
pensárnoslo mucho para salir bien entrada la noche a las invernales calles de
Madrid un sábado festivo, no a celebrar la Constitución Española si no para
pasar una más que agradable noche de pop a todo trapo. Antes del inicio del
concierto, en la pequeña sala Siroco sonaban compases de éxitos de The Who
mientras un público cuarentón pero con muchas ganas de jarana esperaban a Glenn
(guitarra y voz), Steve (bajo) y Neil (batería y coros).
En directo The Len Price 3 resultan ser una
auténtica “metralleta sesentera”. Ofrecen su propuesta musical en un formato
sencillo con cuidadas armonías vocales, en la mejor tradición de tantas bandas
inglesas que parecen mamar el pop desde la cuna. Sonaron profesionales y
eficaces, sin que ello les reste un ápice de energía y fuerza. Lo digo como un
cumplido, el desparrame propio del rock no debe ser incompatible con tocar bien
y hacer un papel más que digno. Canciones cortas, ensambladas muy rápidamente,
sin apenas pausas, salvo algunas palabras de agradecimiento del cantante y
guitarra del grupo: “Muchos gracias”, y el consabido y ramoniano “One, two,
three, four” al inicio de las canciones.
Algunas actitudes y gestos sobre el
escenario del cantante, Glenn, recuerdan irremediablemente al gran Pete
Townshend. Esa forma desquiciada de mirar fijamente al público, o el apuntarnos
directamente con la guitarra como si fuera una metralleta. También nos remiten a
The Who algunos coros en falsete del batería.
Sonaron sobre todo temazos del último álbum
del grupo como ‘Nobody Knows’, que da nombre al disco, ‘My grandad Jim’
(dedicada al abuelo de Glenn), ‘Billy Mason’ (todo un personaje, ingeniero de
aviones, que tuvo que ver con el abuelo del cantante), ‘Swing Like A Monkey’ o
‘Preying Mantis’. Los temas sonaron desnudos y llenos de brillo y energía en la
Siroco. También nos ofrecieron una vibrante versión de un tema de Link Wray,
Commanche. Toda una declaración de intenciones.
The Len Price 3 se formó en 2004 y al año
siguiente editaron su primer álbum. Son de Maidstone, capital del condado de
Kent. El grupo pasó por cuatro años de silencio antes de sacar este disco
debido a diferentes dificultades y problemas personales, cambio de sello,
paternidad, divorcio, depresión, en definitiva la vida. ‘Nobody Knows’ se ha
grabado en los Gizzard Studios de Londres, de forma completamente analógica. Y
es que cada vez son más las bandas que buscan esos sonidos y tecnología.
En definitiva un grupo que mira atrás pero
no resulta en absoluto viejo. Keep On Rocking
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