Micah P. Hinson, de escalofríos, gin tonic e intensidades

4:31 p. m. Conx Moya 0 Comments



Hubo un tiempo, breve y efímero, en que un músico como Micah P. Hinson nos hizo sentirnos auténticas reinas musicales. Pasado el tiempo nos quedamos con lo importante, su música, y la curiosidad de verle en directo aprovechando que su nueva gira por España recalaba en Madrid. Se dice de Micah (Memphis, Tennessee, 1981) que es de esos músicos más valorados en Europa que en su país natal. Algo de eso sí hay. El Sr. Hinson ha emprendido numerosas giras por España y una editorial española ha publicado una novela breve del músico ‘No voy a salir de aquí’, influida por John Fante, como él mismo ha explicado, y que sin embargo no se ha editado en EEUU. Otra muestra del aprecio que se le tiene este cantautor en España es que durante su gira de 2010 y 2011 estuvo acompañado por el grupo español Tachenko, convertido para Micah en The Pioneer Sabouters, con quienes llegó incluso a sufrir un aparatoso accidente de carretera.
Con veintitrés años Micah P. Hinson consiguió un gran éxito en los circuitos independientes con su primer álbum, ‘Micah P. Hinson and the Gospel of Progress’. El disco tuvo una excelente acogida de la crítica y fue incluido entre «los mejores discos del año» por varios medios de comunicación. La historia del músico, bastante tortuosa y compleja, nos remite a una familia tremendamente religiosa, un joven enganchado a las pastillas por una complicada relación con una mujer bastante mayor que él y estancia en la cárcel por falsificar recetas. Se vio en la calle, sin dinero e incluso repudiado por la familia. Creo que podemos decir, sin miedo a exagerar, que la música vino a rescatarle y le salvó la vida.
El disco que le ha traído a España esta primavera de 2015 es su última grabación “Micah P. Hinson And The Nothing”. Ya decía al principio que tenía unas ganas enormes de ver a Micah, y el feliz encuentro se produjo en una pequeña sala madrileña, prácticamente al lado del músico y disfrutando de un concierto lento, lleno de escalofríos, intensidad y emociones. Salió a escena para echar mano en la colocación de instrumentos, cableado y su micro retro de aires cincuenteros, del que apenas se separó durante la hora y media que duró el concierto. Apareció Micah con bastón y bolsito, que dejó apoyados al amplificador, vestido con camisa retro estampada, un mono de trabajo de color marrón, sus enormes gafas RayBan y el pelo completamente engominado. Delgado, pálido, de andar inseguro, frágil, a veces cuesta trabajo imaginar de dónde saca esa voz profunda y desgarrada que le caracteriza. Voz que en ocasiones emitió incluso desafinada.
Hinson se presentó esta vez con una formación muy escueta: bajista “universitario”, como explicó en inglés, y su mujer Ashley a la batería. Tan escueta que en bastantes canciones la sección rítmica desaparecía del escenario dejando a Micah a solas con su guitarra eléctrica. Hay bastante controversia con la inclusión de su esposa en el grupo (la han llegado a llamar “Yoko Ono”) y lo cierto es que su camino no parece ser el de batería. En cualquier caso, ahí estuvo. En Madrid Hinson logró una vez más una gran sintonía con un público muy atento y entregado. No se bailó ni se gritó, salvo para animar al músico, que se permitió alguna broma con la hora y su reloj.  Nos regaló un concierto largo, que vivimos plagado de abrazos, susurros en la oscuridad, y algún que otro gintonic.
Micah P. Hinson Sala Joy Eslava. Madrid. 15 de mayo de 2015




0 comentarios: