La resurrección de 091. Que veinte años no son nada

10:49 a. m. Conx Moya 0 Comments

Julio Anguita, político español de izquierdas decía sobre aquellas encuestas de popularidad donde siempre aparecía como el mejor valorado, cosa que no se traducía en votos, algo así como “Queredme menos pero votadme más”. La anécdota me recuerda a lo que ha sido la épica historia del grupo granadino 091, muy valorado por la crítica y querido por su fiel público pero con bastante mala suerte a lo largo de su carrera. Algo que de alguna manera han espantado con su gira de reencuentro, “Maniobra de resurrección”, que llega veinte años después de separarse.
En 1996 tuve la ocasión de ver en directo a la banda en Madrid. Las canciones de 091 no sólo me gustaban mucho, además habían puesto la banda sonora a aquellos años tan decisivos e inquietos de mi vida. Sin embargo, una inoportuna pereza me echó atrás en el último momento. “Hay trenes que no vuelven a pasar”, me dijo alguien sobre aquella decisión de la que tantas veces me he arrepentido ya que “los Cero” se separaron aquel año. Cuando ya me había hecho a la idea de que jamás podría ver a la banda en directo, 091 anunciaron que se juntaban de nuevo para una gira de un año.
En un par de horas lograron agotar las entradas para tocar tres noches seguidas en Madrid. Se habla de justicia poética. Sea así o no, por fin se ha puesto de su parte la suerte que les fue esquiva en su día en forma de discográficas desaparecidas, gente sin escrúpulos, componentes que iban y venían o el desolador panorama musical español. 091 es una banda adorada por muchos y merecidos motivos: la inmerecida mala fortuna que les persiguió; la hondura de sus letras, no en vano a José Ignacio Lapido, guitarra de la banda y compositor se le conoce como “el poeta eléctrico”; la coherencia y la elegancia que marcaron su carrera o su relación de amistad con Joe Strummer durante la mítica estancia del líder de The Clash en Granada, ciudad donde incluso tiene una plaza.
Sobre el escenario pudimos ver un grupo que se mantiene en perfecta forma a pesar de superar la cincuentena y llevar separados dos décadas. Disfrutamos sin respiro de dos intensas y emocionantes horas de concierto, con dos bises, veinticinco canciones, en el que no hubo espacio para el efectismo ni la sensiblería. La pura emoción la pusimos el público y el grupo en comunicación directa a través de sus inolvidables canciones. Sin duda no las hemos olvidado, porque todos los temas fueron cantados a voz en grito por los que allí estábamos, entregados desde la aparición de la banda con el instrumental ‘Palo cortao’ (nombre de un vino andaluz). Mis ojos, dentro de lo poco que podía ver desde pista a pesar de estar cerca del escenario, oscilaban entre José Ignacio Lapido, guitarrista finísimo y elegante, de riguroso negro, y el carismático y eternamente bello José Antonio García “Pitos”, cantante de la banda, siempre dandy, vestido con camisa estampada e impecable chaleco negro. Completaban la formación los magníficos Tacho González, batería de 091 desde sus inicios, Jacinto Ríos al bajo y Víctor Lapido a la segunda guitarra.
¿Qué es esperar veinte años? Nada. Mis respetos y amor a nuestros “Cero”.




Concierto de 091 en Madrid. Sala Joy Eslava. 11 de marzo de 2016
Set list completo, 11/03/2016 (1h55'): 01 Palo cortao. 02 Zapatos de piel de caimán. 03 Debajo de las piedras. 04 El lado oscuro de las cosas. 05 Tormentas imaginarias. 06 Nada es real. 07 En el laberinto. 08 Mi sombra y yo. 09 Nubes con forma de pistola. 10 Para impresionarte. 11 Este es nuestro tiempo. 12 La noche que la luna salió tarde. 13 Otros como yo. 14 En la calle. 15 Sigue estando Dios de nuestro lado. 16 El cielo está de color vino. 17 Un camino equivocado. 18 Cementerio de automóviles. 19 La Torre de la Vela. 20 ¿Qué fue del siglo XX? Bis: 21 La canción del espantapájaros. 22 Esta noche. 23 La calle del viento. Bis 2: 24 Cómo acaban los sueños. 25 La vida, qué mala es

0 comentarios:

Presentación #SinPedirPermisoNovela en Ciudad Real. Viernes, 8 de abril a las 19:30. Librería Serendipia

12:00 a. m. Conx Moya 0 Comments


Viernes, 8 de abril a las 19:30. Librería Serendipia C/ Calatrava 21, 13002 Ciudad Real-
SIN PEDIR PERMISO es una apasionante novela que habla sobre días de radio, sobre la magia transformadora de la música, sobre sueños de libertad, sobre arte urbano y subterráneo y sobre el amor vivido con total entrega y entusiasmo, como sólo se puede sentir a los veinte años.
Se trata de una historia de juventud, que puede ser disfrutada por distintas generaciones. Porque más allá de ocurrir durante esa etapa convulsa que fue la extraña y creativa década de los 90, entra de lleno en raíces culturales, desde las sentimentales a las más incendiarias, que en pleno 2016 resultan también familiares a las generaciones nacidas a partir de ese mismo decenio.
Sin pedir permiso cuenta con la estrecha colaboración de dos ciudadrealeños: Marino Masazucra, que ilustra y diseña la portada, y Migüel Bastante, encargado de musicalizar las canciones que Conchi Moya ha compuesto para un grupo musical ficticio, parte del elenco de personajes que conforman el núcleo principal de la novela.
Sin pedir permiso es, en definitiva, una obra de estilo sencillo y directo, delicadamente escrita, que nos acerca al Madrid de los 90 y a la energía creativa y asamblearia de muchos jóvenes de aquella época.

0 comentarios:

27 de marzo. Vinos y aniversarios

6:18 p. m. Conx Moya 0 Comments



15 años de continua celebración... Vamos a por más.

0 comentarios:

Sin pedir permiso en La Tribuna del Noroeste, Murcia. Por Basilio Pujante

8:56 a. m. Conx Moya 0 Comments

Sin pedir permiso, Conchi Moya, Libros.com, 2016, 230 págs., 16€.
Hay algunas noticias que no salen en los grandes medios de comunicación ni, con el paso del tiempo, ocupan los libros de Historia. Sucesos importantes para un número pequeño de personas, pero que son fundamentales para la biografía colectiva de toda ciudad. Conchi Moya ha contado en su primera novela una de esas historias aparentemente menores que marcaron la vida de mucha gente hace unas décadas: la de las radios libres.
Por supuesto, Sin pedir permiso está lejos de ser un ensayo profundo y amplio sobre este fenómeno, pero retrata perfectamente un medio de comunicación importantísimo en los barrios españoles de los años noventa. En aquella época en la que Internet andaba aún dando sus primeros pasos, todo aquel que quisiera informarse sin acudir a las fuentes viciadas de los grandes medios de comunicación, tenía en las radios libres un forma directa de escuchar una voz cercana y alternativa a las cadenas generalistas. En la novela de Conchi Moya, un entusiasta grupo de jóvenes saca adelante, con poco dinero pero mucha ilusión, Radio Akra, una emisora que da voz a los movimientos culturales y políticos alternativos, las asociaciones vecinales y los grupos musicales menos comerciales.
La sede de esta radio está situada en el barrio madrileño de Ventilla, que, en aquella segunda mitad de los noventa, sufría una acelerada metamorfosis de zona popular a residencial bajo la sombra de las Torres Kio. La novela sigue a los jóvenes locutores de Radio Akra por casas okupas, manifestaciones, salas de conciertos y otras emisoras alternativas situadas a lo largo y ancho de Madrid. Somos testigos de las dificultades a las que se enfrentan estos veinteañeros en una época en la que la precariedad laboral, apoyada por la amenaza del paro, se parecía más a la de nuestra época que a aquel espejismo que vivió España durante los años de la burbuja inmobiliaria.
Sin embargo, Sin pedir permiso relata, además de esos sucesos colectivos y esa vindicación de las radios libres de los noventa, una historia de amor: la de Marina y Marcos. Ambos son miembros activos de Radio Akra y, en cuanto se conocen, ella cae enamorada del chico gracias a su mezcla de chulería y desparpajo. Marina sigue a Marcos en todos sus proyectos, la radio, el grupo que forma junto a su amigo Germán, y no es capaz de aceptar que él no sienta lo mismo por ella. Es esta historia de amor imposible la que sirve como eje del libro, ya que asistimos a todas sus fases a lo largo de las páginas de Sin pedir permiso: la amistad, el amor, la pasión, el rechazo…
Otro elemento importante en las páginas de la novela es la música. Además de los conciertos a los que asisten los protagonistas (Anni DiFranco, Jorge Pardo, Def con Dos), de los encuentros y desencuentros del grupo de Marcos y Germán y de los pequeños festivales organizados por Radio Akra, la autora integra en el texto citas relacionadas con la trama. Crea así una banda sonora en la que leemos fragmentos de canciones de Hank Williams, 091, Los Marañones y de grupos inventados.
Una novela honesta, con un estilo sencillo y directo, que nos ayuda a conocer una parte importante del Madrid de los años noventa.
Reseña publicada en El Noroeste.

0 comentarios:

‘El cielo de Lima’, de Juan Gómez Bárcena. Lo fascinante y peligroso de la idealización

2:43 p. m. Conx Moya 0 Comments


Esperando empezar el Gabinete de Lectura de La Central
Las fascinaciones virtuales a través de la palabra y sin que medie contacto personal con el otro no son un invento de internet y las redes sociales. Hace muchos, muchos años, la gente se enamoraba por correspondencia, a través de largas y encendidas misivas. Los poetas románticos contactaban por carta con jóvenes desconocidas y etéreas a las que convertían en sus musas. Como sucede en la actualidad, esos amoríos idealizados casi siempre escondían muchas trampas y desagradables sorpresas.
A partir de una anécdota real, la relación epistolar y posterior enamoramiento del gran poeta Juan Ramón Jiménez con una joven de la alta sociedad peruana, Georgina Hübner,  que resultó ser un invento de dos jóvenes limeños, el escritor cántabro Juan Gómez Bárcens ha escrito un magnífico y curioso libro, ‘El cielo de Lima’, que hemos leído este mes en nuestro Gabinete de Lectura de La Central. La novela obtuvo, entre otros, el Premio Ojo Crítico de Narrativa 2014.
Tuvimos la suerte de contar con la presencia del propio autor en el Gabinete del pasado martes 15 de marzo, acompañado por Pablo Mazo, editor de Salto de Página. Gómez Bárcena nos dio muchas pistas sobre el proceso de escritura y documentación, y el aspecto formal  de la novela. Por ejemplo, un aspecto a destacar es que la novela está narrada en presente, “para darle mayor cercanía”, según el autor. Siempre es un placer para un lector contar con el propio autor para que desentrañe muchos de los recovecos de su novela, preguntarle dudas y satisfacer curiosidades, como darnos la clave de la misteriosa frase de la pequeña prostituta polaca, cuyo significado, más allá de las elucubraciones de Carlos es: “Quiero volver a casa”.
Gómez Bárcenas confesó que conoció por casualidad la historia de Juan Ramón y Georgina en el colegio. Años más tarde, mientras vivía en México por una beca literaria, recordó la historia mientras escribía su libro de relatos ‘Los que duermen’ y comenzó a documentarse. Pensó primero en escribir un relato pero vio que aquella anécdota daba para más. También decidió desde el principio que lo que resultaba interesante, por encima de la reacción del propio Juan Ramon, era el punto de vista de los dos jóvenes. Gomez Bárcena, partidario de que los protagonistas sean los personajes activos en lugar de los pasivos “porque son los que hacen avanzar la historia”, no encontró nada relevante en la actuación de Juan Ramon en este asunto para hacerle protagonista de la novela. “Me parecía un personaje débil. No tenía intención de hacer un biopic”, asegura Gomez Bárcena, “no habría sido creíble. Las cartas del poeta en esa época son de un desesperado romántico, no nos habríamos creído el tono”.
Los dos personajes protagonistas son Carlos Rodríguez y José Gálvez, dos señoritos limeños, uno de cuna, y otro por los negocios de su padre, “nuevo rico” gracias al negocio del caucho, que juegan a ser poetas y malditos. Urden el juego de cartas con Juan Ramón creando a la joven Georgina, con el propósito de convertirla en musa del poeta y provocar que escriba un gran poema en su honor. Gómez Bárcena nos confesó que le costó encontrar el tono y desarrollar el cuerpo de la historia. Al no hallar apenas información sobre Carlos Rodríguez el autor decidió que era el adecuado para ser el protagonista de la novela. José Gálvez Barrenechea publicó poesía y ocupó importantes cargos políticos tales como Vicepresidente de Perú o Presidente del Senado Peruano.
En la novela se recogen las terribles desigualdades sociales de principios del pasado siglo, cuando los burgueses se caracterizaban por el derroche y los gastos obscenos (como dar champán a los caballos, llevar la ropa a lavar a Lisboa o quemar billetes) para demostrar la riqueza familiar. Un mundo además lleno de dobleces y apariencias. “(…) los burgueses no son tanto por lo que cuentan si no por lo que callan. Por la vasta extensión de sí mismos que han aprendido a cubrir tras un discreto, decoroso silencio”.
Hay que situarse en el contexto. Difícil esperar otra cosa entre la clase alta a principios del siglo XX, colmo del clasismo y el racismo y sin ninguna conciencia social. Carlos entrará en contacto con los huelguistas del puerto de manera tangencial, se convertirá sin. ningún mérito en héroe por un instante, realizará algunas lecturas, pero su intención no irá mas allá. Se trata de un personaje débil y de alguna manera pasivo, que siempre acabará haciendo lo que se espera de él por su condición. El autor nos confesó que tuvo desde el principio la intención de que el personaje débil fuera el que actuara y tomara las riendas en el desenlace.
Se considera Gomez Bárcena un “autor de mapa”, porque le gusta tener los libros planificados, aunque luego, según confesó “acaben siendo muy diferentes”. Es el caso de ‘El cielo de Lima’, que comenzó a gestarse cuando el autor estaba esperando a que se publicase su libro de relatos.
En cuanto cómo se documentó para escribir la novela, el autor explica que nunca viajó a Lima. Por una parte, le resultó complicado que la acción transcurriera en 1904, ya que no hay demasiada información sobre Historia de Latinoamérica a principios del siglo XX, en contraposición con todo lo que se ha escrito sobre las dictaduras y posteriores revoluciones latinoamericanas. Pero por otra parte jugó con la ventaja de que ya no quedan personas que vivieran aquella época. Nos confesó que no fue muy exhaustivo en la búsqueda de información pero sí decidió centrarse en una serie de temas a los que podía sacar partido: la prostitución, la fiebre del caucho (gracias a la que el padre de Carlos había amasado una enorme fortuna), un libro del propio Jose Gálvez sobre costumbres limeñas le dio la pista sobre “las tapadas”. Lo que le preocupaba era que fuera verosímil, no tanto que fuera real, y cuidar el uso del lenguaje. En aquella época la aristocracia limeña hablaba como los españoles, de esta forma no tuvo que americanizar el lenguaje.
El tema central de ‘El cielo de Lima’ es la idealización del amor, lo peligroso que resulta tener sólo esa idealización, enamorarse de la propia creación. De alguna manera la anécdota del enamoramiento por carta entronca con la realidad virtual y las relaciones por internet y por redes sociales de la época actual. Los amigos crearon un personaje, Georgina Hübner, admiradora de los versos de Juan Ramón, frágil, enfermiza y cultivada. El autor reconoció en este aspecto la influencia de una película clásica como ‘Vértigo’, de Hitchcock en cuanto a esa idealización amorosa. La escena en que Carlos viste a la prostituta para convertirla en otra mujer es un homenaje a la escena de la película en la que James Stewart viste a Kim Novak para que sea otra. Las cartas que aparecen en la novela son inventadas, excepto la primera carta de él y el inicio de una carta de Georgina. El autor nos explicó que no se conservan las cartas, salvo algunos fragmentos. Planteó la hipótesis de que pudieran existir pero se mantengan escondidas.
Jesus Casals trajo a colación el libro que recoge las cartas de Pedro Salinas a Catherine Whitmore. Gomez Bárcena describe estas relaciones epistolares como un “gran artefacto de idealización a distancia”. A través de su relación epistolar con Georgina, Juan Ramon se hacía con una musa inalcanzable. Estas musas lejanas que “no se veían enturbiadas por la vida cotidiana”, y que tanto atraían a los escritores de aquella época.
En la novela también se reflexiona sobre el hecho de la creación y las dudas del creador, las inseguridades y miedos que todo escritor conoce: “Nadie que no sea un necio puede confiar ciegamente en algo tan frágil como las palabras”. En la novela se entra en la meta ficción: el hecho de escribir una novela dentro de la misma novela. Doble juego de espejos en el que el narrador habla como un escritor del siglo XXI. El personaje del escribidor de cartas tiene mucho que ver con una visión postmoderna del narrador. Resulta algo anacrónico pero a la vez “divertido”. Un personaje especialmente conseguido es el del escribidor, que a la vez es un ayudante del narrador para difundir sus tesis. "Me divertía", afirma el autor. La obra está llena de homenajes literarios, transmite amor por la literatura. Gomez Bárcena estuvo de acuerdo con la apreciación de Jesus Casals, coordinador del Gabinete de Lectura, de que ‘El cielo de Lima’ rinde homenaje a ‘Los detectives salvajes’ de Roberto Bolaño.
Es ‘El cielo de Lima’ una novela deliciosa que bebe de los clásicos, pero con un punto moderno gracias a los juegos de un Gómez Bárcenas que ha debido disfrutar escribiéndolo, algo que sin duda transmite al lector.
‘El cielo de Lima’, de Juan Gómez Bárcena. Editorial Salto de Página. 320 páginas. Abril de 2014

0 comentarios:

Entrevista a Conchi Moya, autora de ‘Sin pedir permiso’. #Radio Paralela

8:44 a. m. Conx Moya 0 Comments


Conchi Moya nos pide permiso para hablarnos de sobre su gran pasión, la radio, y su novela ‘Sin pedir permiso’
El próximo 11 de diciembre se presentará en la Librería Muga, en el Distrito de Vallecas, una de las pocas novelas que existen en España sobre radio. En un argumento en el que a veces es complicado distinguir entre la realidad y la ficción, si nos encontramos en Vallecas o en Ventilla, Conchi Moya da rienda suelta a su imaginación creando atmósferas que se han ido forjándose cuidadosa y detalladamente desde muchos meses.
El pasado mes de noviembre, tuve la suerte de compartir un maravilloso atardecer en la Universidad Autónoma de Madrid junto a Tuca Muriel, Bahía Awah y la protagonista de esta entrevista.
¿Quién es Conchi Moya?
Soy periodista y escritora, ambos campos me encantan. Aunque la vida me ha llevado por otros caminos profesionales, siempre he sido de hacer las cosas que quería como pudiera y sigo manteniendo ese deseo de escribir, contar cosas y transmitir lo que a mí me resulta curioso. En la universidad estudié ciencias de la información, rama de imagen porque lo que más me gustaba era la radio y en los noventa ésta estaba enfocada a imagen y sonido. En la propia carrera empecé a hacer talleres de radio que fue lo que me enganchó y se convirtió en una de las pasiones de mi vida que me sigue llevando por otros caminos actualmente. Además soy activista cultural y de información por el Sáhara Occidental, es una causa en la que llevo quince años.  Apoyo al grupo de escritores saharauis Generación de la Amistad a los que vi nacer como grupo y con ellos he hecho algunas antologías y he ayudado en algunas ediciones de libros. Siempre de manera muy modesta porque trabajamos solos prácticamente con autoediciones, buscando editoriales pequeñas que nos han ayudado.
¿Qué te parece si hablamos sobre Radio Resistencia? Bueno, tú fuiste creadora en 1997…
Sí, fui una de las fundadoras, empezamos en el año 97 con algunos amigos que conocí en la Escuela de Radio Imefe en el año 95. La idea fue crear una radio libre, asamblearia, un poco el estilo de Radio Vallecas, que todavía existe, Latina y otras muchas. Nuestra meta era que todos los que formásemos parte de la asamblea tuviésemos poder de decisión. Estuvimos siete años con la Radio abierta, fue muy difícil, no teníamos financiación, nada más que las cuotas de los socios y algunas ayudas, pero muy pocas, aguantamos como pudimos.  Hacer radio era muy difícil, había que montar las antenas de radio enormes que valían una gran cantidad de dinero y tener mucho cuidado para no crear interferencias con las televisiones, los teléfonos de los vecinos, las grandes radios, bueno, algo muy complejo. Hacíamos mucho tipo de eventos y fiestas para poder mantener la radio. Fue una experiencia increíble, casi lo que menos hacíamos era radio al final, había que hacer de todo, pero fue una maravilla.
¿Qué consejo nos darías a las nuevas radios que estamos tratando de hacernos un hueco en el panorama actual? Tú que tienes mucha experiencia y que eres una gran especialista.
Sobre todo que lo hagáis con gusto y que lo hagáis bien. Se hace por amor al arte y hay que disfrutarlo y vivirlo al máximo. Pensar por qué lo hacéis, supongo que será dar voz a causas, gentes, a historias que no tienen cabida en los medios de comunicación de masas o simplemente vuestros propios intereses.
Y vosotras y vosotros, ¿cómo fuisteis capaces de enganchar a la gente para que participase en la radio?
 Es encontrar gente que esté un poco loca. Es lo que te digo, eran unas palizas impresionantes de montar las fiestas, limpiar, nos tocaba hacer unas cosas surrealistas a veces. Lo más importante era la gente, un grupo con ganas de hacer cosas y lo pasábamos muy bien, entonces eso también cuenta. La publicidad era complicada, entonces no existían las redes sociales y empezamos cuando no teníamos ni móvil la mayoría de nosotros. Hacíamos publicidad con octavillas en las fiestas, carteles, todo muy rudimentario. Sí que poco después creamos una página web, con los primeros correos electrónicos, la difusión era boca a boca principalmente.
¿Qué te parece si hablamos sobre Sin Pedir Permiso?  Tu nueva novela que refleja un poco lo que ha sido el hilo conductor en tu vida, la radio
Sí, eso es. El libro no es autobiográfico, es una novela, pero la parte de radio sí que son, en buena parte, nuestras vivencias. A mí me gustaba hacer mucho una especie de cartas que plasmaban si habíamos hecho alguna fiesta, evento o algo similar, he recuperado muchas de ellas y están en el libro. También hay historias y personajes inventados porque es muy divertido imaginar y tú mandes sobre los personajes o bueno, a veces ellos sobre ti.  Tiene una parte autobiográfica en la parte radiofónica y una gran parte inventada. Me pareció muy interesante porque el tema de la radio en el ámbito novelístico no hay prácticamente nada. También el tema de la música, en otros países sí que se habla de músicos en novela, pero en el nuestro no tanto. Por eso hay un grupo musical que empieza de cero pegado a la radio y me parecía muy emocionante contar cómo hacían las maquetas, cómo ensayaban y aparte de todo eso, que a mí me apetecía recuperarlo tras veinte años. En la novela se pueden apreciar cómo eran los noventa, un momento de crisis económica, no sé si tan fuerte como la de ahora pero era el momento en el que se marchaba el PSOE acuciado por la corrupción, llegaba el PP para supuestamente arreglarlo todo y ahora vemos cómo han sido estos veinte años de bipartidismo. Cuento cómo era Madrid, el inicio de las ONGs, la inmigración que empezó a llegar. Quizás un tiempo parecido al de ahora, un poco embrionario.
Presentas en Vallecas, ese barrio tan obrero, trabajador y luchador. Cuéntanos sobre ello por favor.
El libro ha seguido esa idea que teníamos de autogestión, voy con una editorial, pero hemos hecho crowdfunding. Nueve meses después lo hemos conseguido, un proceso largo que también gracias a la ayuda de amigos hemos logrado. En Vallecas es porque es mi barrio y la presentación también la estamos llevando nosotros. Busqué varias librerías, la primera que me respondió fue Muga y allí será, también porque es una librería que tiene bastante fuerza en el barrio, llevan catorce años y es una librería de referencia. En el libro también se habla de Vallecas, aunque la radio imaginada que cuento está en Ventilla, un barrio también muy curioso con mucha historia, dos de los personajes del libro son de Vallecas, se habla del barrio y por eso me parecía muy bonito hacerlo allí. Queremos hacer algo distinto, alguna lectura dramatizada y habrá algún músico que cantará algunas canciones. Principalmente, busco pasarlo bien.
*SERGIO MORENO ROBLES
(Cuenca, 1989) es Personal Investigador en Formación (FPU) del Departamento de Antropología Social y Pensamiento Filosófico Español de la UAM.. Twitter:@RoblesSergioMo

**
Comprar 'Sin pedir permiso'.  La novela, llena de referencias musicales, radiofónicas y de cultura juvenil, también narra una historia de amor y amistad.

0 comentarios:

La velada beat de Varasek Editorial. ‘Viaje a la India’, de Gary Snyder

8:46 a. m. Conx Moya 0 Comments




2015 ha sido mi año beat. Descubrí a las mujeres beat (Elise Cowen, Joanne Kyger, Lenore Kandel, Diane di Prima, ruth weiss…) gracias a Annalisa Marín y su recopilación ‘‘Beat Attitude’; el libro ‘Personajes secundarios’ de Joyce Johnson, quien fuera novia de Jack Kerouac y he leído con inmenso placer ‘Los vagabundos del Dharma’, del mencionado autor de ‘On the road’.
Conocemos a los grandes nombres de la “Beat Generation”: Kerouac, Ginsberg, Corso, Cassady, Burroughs… pero gracias a Varasek Editorial hemos tenido acceso a otros poetas que hasta ahora no habían sido traducidos al español. Siguiendo esta senda, el pasado jueves 10 diciembre tuve la suerte de disfrutar de una magnífica velada beat. Naturaleza, budismo, creación, poesía, alcohol, viajes, carretera, espiritualidad, drogas, el universo de la Generación Beat desde la “cueva” de La Central de Callao, un perfecto escenario. Nos trasladaron a una de aquellas veladas nocturnas de poemas, jazz y cerveza. Faltaba, eso sí, el imprescindible humo, cosas de la vida moderna…
Los poetas Andrés Fisher, Benito del Pliego, Marcos Canteli, Antonio Cordero y Enrique Mercado leyeron textos de los autores beat publicados por Varasek. Ellos son los responsables de la colección Buccaneers, que recoge poemarios, tanto de autores underground como de poetas más conocidos, pero siempre desde las premisas de la calidad, el riesgo, la autenticidad y la originalidad. “Publicar es de alguna manera seguir escribiendo a través de estos autores, más que una búsqueda de beneficio material”, afirman. Su pretensión es sacar a luz estos poemas, un tanto escondidos. Como explicaron, “hay mucha vida detrás de estos libros”, que son además un puente con otras culturas, el budismo, la India, China, etc. “El camino es largo pero está sembrado de hermanos en la distancia”, no podemos estar más de acuerdo.
Para la velada se eligieron poemas presentes en los libros editados por Varasek ‘Círculo de hueso’, de Lew Welch y ‘Cualquier día’, de Philip Whalen. Se leyeron algunos haikus de Jack Kerouac, y se nombró ‘Viaje por la india’, de Gary Snyder. Junto con la lectura disfrutamos de una improvisación de jazz con saxo (Javier Escaned) y contrabajo, al estilo de lo que se hacía en la época.
Benito del Pliego leyó textos de Lew Welch, que según él se “adaptan al sonido de los metales, a la fragmentación y al swing, al ir y venir, a estar entre amigos y hacer proyectos con ellos”. Como explican en la web de la editorial, Welch “es el que partió. Gary Snyder le llamó el más dotado, el chico de oro, el poeta que escribía constantemente pero publicó sólo un gran libro, el explorador que perdió el camino, el bebedor y depresivo que intentó aguantarlo todo y no lo consiguió, el hombre que se adentró en los bosques y jamás regresó”. Meticuloso, depresivo, perfeccionista en extremo, Welch nunca alcanzó la notoriedad de sus amigos Snyder y Whale. Su muerte en 1971, con cuarenta y cinco años de edad, estuvo rodeada por el misterio; se adentró en el bosque con un arma y su cuerpo nunca fue encontrado. Kerouac se basó en él para uno de los personajes de ‘Big Sur’.
Philip Whalen fue otro de los protagonistas de la velada. También poeta, budista zen, amigo de Welch y Snyder, los tres formaron una “trinidad” en la que “compartieron vida y poesía” en los años 50. Whalen, al igual que Welch, era uno de esos poetas beat que aún no estaban traducidos al español. Figura clave en la escena literaria de San Francisco, participó en la lectura fundacional de la Six Gallery en octubre de 1955; fue “Warren Coughlin” en ‘Los vagabundos del Dharma’.
Varasek ha publicado una preciosa edición del ‘Viaje a la India’, de Gary Snyder, con muchas fotos de las andanzas del autor y su pareja Joanne Kyrge en el país. Reconozco mi predilección por este hombre, para mí esencialmente bello y mítico, inmortalizado como Japhy Ryder por su amigo Kerouac en la citada ‘Los vagabundos del Dharma’. Adivino que disfrutaré intensamente la lectura de ‘Viaje a la India’.
Finalizo este recorrido con unos haikus de Kerouac, que me encantaron y pude apuntar a toda prisa:
¿Sabes por qué me llaman Jack?... Por eso
Gary Snyder es un haiku lejano.
Muy lejos, la generación beat en medio de un bosque.


0 comentarios:

Sin Pedir Permiso en Lugo. El frío de Galicia y el calor de Uxía Castro

11:20 p. m. Conx Moya 0 Comments



El Progreso, sábado 5 de marzo de 2016
Galicia es frío y lluvia y a la vez el calor que desprende Uxía Castro; mi amiga y compañera estaba a mi lado el viernes 4 de marzo en la presentación en Sarria (Lugo) de ‘Sin pedir permiso’. Ella vio nacer la novela cuando aún no se llamaba así, y supo de mis sustos, dudas y agobios en determinados momentos de su gestación. Si vio finalmente la luz ella tuvo parte de culpa, porque siempre me animó a continuar.
A Uxía, inimitable, auténtica a rabiar y peculiar como ella sola, la conocí por culpa del campamento saharaui de la dignidad, Gdeim Izik, el activismo por el Sahara nos unió irremediablemente. Involucrada por segundo año consecutivo en la organización del Esmorga Fest en Sarria, me propuso la idea de celebrar una presentación del libro con motivo del festival. No podía ofrecerme mejor plan, verla, presentar 'Sin pedir permiso' y estar en un festival, que con sólo dos ediciones se va haciendo un nombre en la escena indie gracias al nivel de las bandas que congrega.
El lugar elegido para la presentación fue el Taller de López, una galería fotográfica regentada por el inquieto Toño López, un hombre de mi edad, amante de la cultura, creyente en la juventud y loco por la música, en quien vi un alter ego y que me acogió con enorme amabilidad. El Taller de López es un bonito espacio donde predomina el blanco y cuyas paredes están decoradas por las fotos llenas de alma de Toño. Esculturas oxidadas y sillones estilosos, como el setentero sillón naranja en el que me senté yo, completaban la decoración del local.
De música, cultura y activismo fue la tarde. Sarria me reservaba una sorpresa, la presencia del periodista sevillano Pepe Oropesa, un activista de la causa saharaui también en mayúsculas. Tras el secuestro de los cooperantes españoles en los campamentos en octubre de 2011, el gobierno español ordenó meses después evacuar a todos los españoles que se encontraran en los campamentos, a pesar de las graves consecuencias para los refugiados que esta orden conllevaba. Pepe decidió quedarse y el ministro Margallo dijo que lo hacía “bajo su responsabilidad”. Tenerle también en la presentación significó mucho para mí.
Uxía destacó en la presentación mi interés por estar siempre buscando, inquieta, sobre música, libros, arte o películas; me identifico plenamente con sus palabras sobre mí. Y así continuamos el evento, hablando de música, literatura y radio. Me referí a cómo se refleja en la novela ese ansia juvenil por buscar y crear, por tener ideas y llevarlas a cabo, formando grupos de amigos y llevando a cabo sueños, un reflejo de lo que iba a suceder al día siguiente en el Esmorga Fest, algunos de cuyos organizadores (Eva, Josito y Pablo) vinieron a la presentación. Hablamos de irreverencia juvenil; de hacer sin pedir permiso aquello que se desea o que se considera justo; de los barrios de Madrid; de los años noventa; de la movida y la postmovida; de las bandas de rock que vuelven a la carretera con setenta años; de los Sex Pistols y de si veríamos hoy en día un concierto de Joe Strummer si todavía viviera (yo sí); de La Vía Láctea o el Penta, bares a los que fueron asiduos a finales de los setenta alguno de los asistentes...
‘Sin pedir permiso’ me ha llevado hasta Lugo. Parece que tenía que escribir este libro para visitar al fin Galicia. He contemplado estos días el malecón donde hace dos años activistas de Sarria lucharon por el río y el puente viejo, donde se encadenaron a los árboles pintados con corazones, hemos recordado la Illa y a Lola, la oca que la habitaba; he visitado el Xarope (Jarabe), algo así como La Vía Láctea de Sarria, cuyas paredes, llenas de posters y fotos, guardan centenares de recuerdos de los jóvenes que han pasado por el local, y donde suenan Johnny Thunders y Django Reinhardt, entre otros inmortales; recibí los expertos consejos de Fuzz, un músico de Sarria, para editar la futura maqueta de Cierre por impago y conocí al percusionista Django, camarero del Adarve.
Y como postre, asistir al Esmorga Fest, con Juventud Juché, Disco Las Palmeras, Belako, el tremendo dúo Bala, dos chicas que tocan la guitarra y la batería, se bastan y se sobran para hacer un hipnótico ruido de mil demonios, y los murcianicos preferidos, Perro. Música, ruido y furia, escalofrío y ansia. Lo que viene a ser juntarse para vivir esa celebración del follón que es un festival de rock.
Juventud infinita.

Con Uxía Castro, Pepe Oropesa y el cartelico de Marino en el Xarope

0 comentarios:

Presentación de la novela Sin Pedir Permiso de Conchi Moya. Viernes 4 de marzo 20.30 Sarria, Lugo. Esmorga Fest

12:15 p. m. Conx Moya 0 Comments


"O Taller de López" Rúa Matías López 7, bajo. Sarria, Lugo. Dentro de la programación de Esmorga Fest
‘Sin pedir permiso’ es un homenaje a la radio libre y la música. La novela, llena de referencias musicales, radiofónicas y de cultura juvenil, también narra una historia de amor y amistad.
‘Sin pedir permiso’ habla de aquellos que tuvieron veinte años en los noventa, durante aquel tiempo de crisis política y social, en medio de un cambio de siglas en el poder que llegó para que todo siguiera igual. Miembros de una generación echada a perder, confusos y desorientados, con talentos que a nadie parecía interesar, la endémica falta de oportunidades, el trabajo precario de las ETT's y la complejidad de la lucha social pintaban un futuro bastante negro para sus protagonistas.
“El resultado es un libro cautivador, que se deja leer y querer con facilidad, mediante sus divertidas anécdotas, con sus tensiones emocionales, y esos recuerdos de un pasado que para el lector actual, si no tuvo la suerte de haber sido vivido esos años, puede que le resulte ciertamente increíble por la capacidad de reclamo que tenían entre una juventud inquieta que aún se relacionaba, sin necesidad alguna, de las actuales redes sociales”. Alex Magic Pop, periodista.
En ‘Sin pedir permiso’ se cree en “la música y el arte como refugio de un mundo gris y desolado, con la esperanza de encontrar siempre a gente colorida capaz de ver la parte más emocionante. La magia de la radio queda fielmente reflejada, el hecho de crear, comunicar y compartir lo que amas a través de los micrófonos. Algo que en los 90 se hacía sin internet, sin tecnologías digitales, de una forma artesanal y única”. Ruth Soria, Rutilare Creatividad.
“Una novela ágil, fresca, novedosa en su estructura de flashes, tierna y canalla como la época que describe, evocadora, divertida y sobre todo musical. Un grito necesario para no dejar morir una época, unas ilusiones, y un impulso de libertad, que seguimos sintiendo tan necesarios”. Helio Ayala, escritor.
****
A segunda edición do Esmorga Fest abrirase coa presentación da novela Sin pedir permiso de Conchi Moya (Libros.com) o venres 4 de marzo ás 20.30 en O Taller de López.
'Sin pedir permiso' é unha homenaxe á radio libre e a música. A novela, chea de referencias musicais, radiofónicas e de cultura xuvenil, tamén narra unha historia de amor e amizade.
'Sin pedir permiso' fala daqueles que tiveron vinte anos nos noventa, durante aquel tempo de crise política e social, no medio dun cambio de siglas no poder que chegou para que todo seguise igual. Membros dunha xeración botada a perder, confusos e desorientados, con talentos que a ninguén semellaban interesar, a endémica falta de oportunidades, o traballo precario das ETT's e a complexidade da loita social pintaban un futuro bastante negro para os seus protagonistas.
"O resultado é un libro cautivador, que se deixa ler e querer con facilidade, mediante as súas divertidas anécdotas, coas súas tensións emocionais, e eses recordos dun pasado que para o lector actual, se non tivo a sorte de vivir neses anos, poida que resulte certamente incrible pola capacidade de reclamo que tiñan entre unha mocidade inquieta que aínda se relacionaba, sen necesidade algunha, das actuais redes sociais". Alex Magic Pop, xornalista.
En 'Sin pedir permiso' crese "na música e a arte como refuxio dun mundo gris e abatido, coa esperanza de atopar sempre a xente colorida capaz de ver a parte máis emocionante. A maxia da radio queda fielmente reflectida, o feito de crear, comunicar e compartir o que amas a través dos micrófonos. Algo que nos 90 facíase sen internet, sen tecnoloxías dixitais, dunha forma artesanal e única". Ruth Soria, Rutilare Creatividade.
"Unha novela áxil, fresca, nova na súa estrutura de flashes, tenra e canalla como a época que describe, evocadora, divertida e sobre todo musical. Un berro necesario para non deixar morrer unha época, unhas ilusións, e un impulso de liberdade, que seguimos sentindo tan necesarios". Helio Ayala, escritor.

*****
Esta mañana nos ha entrevistado Lourdes Abuide en el programa Lugo en la Onda, de Onda Cero. El podcast del programa de hoy; estamos hacia el minuto 27.

0 comentarios: