'Las acacias del éxodo', de Conchi Moya un libro sobre la memoria y la esperanza de los saharauis
Conchi Moya escribe historias sobre
personajes reales, célebres y anónimos
“Quiero que se conozca a los saharauis y
denunciar la injusticia cometida con un pueblo digno y valiente”, asegura
*Fuente: RTVE. Por JESÚS JIMÉNEZ (@vinetabocadillo) 13.06.2019
El pueblo saharaui lleva casi medio siglo
pidiendo la autodeterminación, que se le deje vivir en paz en su tierra. Pero
sus esperanzas de conseguirla parecen cada vez más lejanas por la ocupación
marroquí y la indiferencia internacional. Ahora la escritora Conchi Moya
(Madrid, 1971) da voz a personajes famosos y anónimos en una serie de relatos
que ha escrito sobre el tema: Las acacias del éxodo (Sílex ediciones), y que
nos permiten conocer mejor los sueños y esperanzas de los saharauis.
“Todos los relatos tienen en común que
giran en torno a los saharauis –asegura Conchi-. He elegido el tiempo como
forma de estructurarlos. Así hay tres partes: el ayer, donde recojo historias
de la época en que España estaba todavía en el territorio y del momento del
abandono y posterior invasión marroquí; el hoy, con relatos inspirados en el
periodo actual de impasse, una situación de ni paz ni guerra muy peligrosa para
los saharauis, y una tercera parte situada en el mañana, donde reflejo el
anhelo de lo que espero que pronto suceda en el Sáhara a través de un relato
relacionado con los músicos saharauis de todos los tiempos”.
“Las acacias del éxodo –continúa la escritora-
es un libro de relatos sobre la memoria y la esperanza que ha sido definido
como “no neutral”, que “no deja indiferente” o como “un puñetazo en la
mandíbula de la política internacional española”. A nivel literario se ha
destacado la dulzura con la que Las acacias del éxodo describe situaciones muy
duras y la capacidad de extraer material literario y llegar al corazón del
lector a partir de historias cotidianas y detalles en apariencia
insignificantes".
“Con estos relatos –añade- pretendo que se
conozca a los saharauis, que se sepa quiénes son los causantes de la situación
tan terrible que están viviendo y denunciar la injusticia cometida con un
pueblo digno y valiente que está defendiendo su derecho a existir como lo que
son, saharauis”.
“Mi aspiración con el libro es en especial
llegar a lectores que no saben nada sobre el pueblo saharaui, que estas
historias les interesen y que, tras leerlos, se queden” –añade la autora-.
Un
libro inspirado por la represión de 2010
La escritora madrileña nos cuenta cómo
nació el libro: “Mi escritura de temática saharaui tiene mucho que ver con mi
día a día, con el seguimiento a la actualidad diaria de lo que sucede en el
Sahara Occidental, con lo que percibo en charlas con amigos saharauis, lo que
recojo del contacto con activistas de derechos humanos, con refugiados
saharauis en la diáspora, con mi familia. Las duras circunstancias que viven
los saharauis han hecho que sean protagonistas de experiencias vitales que
merecen ser contadas. De la intención de dar a conocer a través de la
literatura esas historias que atesoran los saharauis nace Las acacias del
éxodo.
“En 2010 –continúa- comencé a escribir
algunos relatos inspirados en lo sucedido en el campamento saharaui de Gdeim
Izik, un levantamiento pacífico de la población saharaui en territorio ocupado
que fue brutalmente desmantelado por el ocupante marroquí. Aquellos días
vertiginosos me impresionaron hondamente y necesitaba plasmar todo lo que se
vivió entonces”.
“Hace un par de años –añade Conchi- decidí
juntar varios de aquellos relatos y otros nuevos que habían ido surgiendo y a
partir de ese momento sí pensé que podía haber un libro. Tuve la suerte de que
le interesara a Ramiro Domínguez de Sílex Ediciones y gracias a ellos he podido
verlo publicado en una editorial de gran solvencia y larga trayectoria”.
Basados
en hechos y personajes reales
Aunque son relatos, todos están inspirados
en personas y acontecimientos reales, como nos comenta Conchi: “Todos los
relatos están basados de alguna forma en hechos y personajes reales. A partir
de una historia, de una anécdota, de una conversación, de una vivencia personal
o de un detalle que me conmueve, escribo el relato”.
“En otros casos –añade-, he buscado
escribir sobre un hecho en el que yo personalmente estaba interesada. Es el
caso de la mítica foto de la combatiente saharaui con un bebé en brazos
realizada por la foto reportera Christine Spengler o la visita de Felipe
González a los campamentos de refugiados saharauis en noviembre de 1976. En
ambos casos he entrevistado a algunos de sus protagonistas y he ficcionado los
hechos para convertirlos en literatura”.
“El lector debe tener en cuenta que no es
un libro de historia, mi aproximación a los hechos reales que narro es
literaria” -asegura Conchi-.
“La
mujer sigue en la vanguardia de la lucha saharaui”
Las mujeres saharauis tienen gran
protagonismo en estas historias y también en el pueblo saharaui. ”La mujer
saharaui ha sido un pilar en su sociedad desde tiempos inmemoriales –asegura
Conchi Moya-. Durante los años del éxodo y la guerra su papel fue fundamental.
Ellas pusieron en pie los campamentos mientras los hombres estaban en la
guerra, fueron albañiles, sanitarias, educadoras, organizaron el estado
saharaui en el exilio”.
“Hoy en día siguen en vanguardia de la
lucha saharaui –continúa-, como se puede ver en los territorios ocupados donde
las mujeres encabezan las manifestaciones y donde hay reputadas activistas de
derechos humanos que sufren persecución, torturas y cárcel. Todo ello se
refleja en mis relatos, muchos de ellos protagonizados por mujeres. Lo que no
quita que las mujeres saharauis continúen luchando hoy en día por tener un
papel más decisivo e igualitario en su sociedad”.
El
paisaje humano y natural
El paisaje humano tiende a confundirse con
el natural la sociedad saharaui. “La naturaleza del desierto, inclemente y
extrema, moldea e interviene en el carácter de sus habitantes –nos cuenta
Conchi-. Los saharauis son un pueblo curtido, digno y paciente. Dice un
proverbio saharaui que “a quien aguanta le llega la sombra”. Desde la causa nos
animamos unos a otros para continuar el camino con una palabra “seguimos”, hay
que endurecerse para que la situación desfavorable no pueda contigo. En esa
forma de ser tiene mucho que ver la dureza del paisaje que rodea a los
saharauis”.
“Ese paisaje del que les han desposeído injustamente,
esa tierra añorada, ha sido cantada desde siempre por los poetas saharauis
–añade-. Es cierto que en cada saharaui habita un poeta, bien por componer
versos o bien por memorizarlos y saber reproducirlos en la ocasión más
adecuada. La tierra es la principal inspiradora de la poesía saharaui; como
dice Ebnu, uno de los poetas saharauis en español, la poesía saharaui es un
atlas geográfico que evoca montes, ríos, colinas, dunas o valles. La poesía es
sin duda uno de los grandes patrimonios que tienen los saharauis”.
La
cultura y la música saharauis
Y es que una de las cosas que Conchi ha
querido destacar en el libro es la cultura saharaui, destacando la música. “La
cultura –nos comenta- es uno de los frentes que han elegido los saharauis para
denunciar ante el mundo su situación. Cine, literatura, arte y por supuesto
música. Desde el inicio de la revolución saharaui, cuando luchaban para
conseguir su independencia de España, el Frente Polisario se sirvió de la música
para agitar la conciencia del pueblo y difundir eslóganes. Los poetas componían
letras revolucionarias que luego eran cantadas por las primeras voces que surgieron
en la música saharaui”.
“Con la invasión mauritano marroquí se
crearon grupos musicales como Mártir Luali, que llevaron la causa a muchos
países a través de la música –continúa-. Eso es lo que he querido recordar y
homenajear en el relato que cierra el libro “Canciones para una revolución”, en
el que además hago un juego con el tiempo para invocar ese “anhelo que ya no
espera más”, como dice el poema de Chejdan Mahmud”.
“La música saharaui –concluye- ha vivido
momentos de enorme esplendor con Mariem Hassan, la gran voz saharaui que
lamentablemente nos dejó demasiado pronto. Como ella decía, los simpatizantes
de las causas vienen y van pero la cultura, la música, la literatura, la poesía
generan “fans” para siempre porque un fan no te va a abandonar nunca. Esas
palabras las recordaba el sobrino de Mariem en la presentación de Las acacias del
éxodo en Madrid”.
"No
dejes que ensille tu rahla (montura) quién no viaje contigo"
En la portada del libro puede leerse una
frase que ha inspirado a la autora en este viaje literario: ‘No dejes que
ensille tu rahla (montura) quién no viaje contigo’. “La frase es un proverbio
saharaui y la ha recordado el escritor e investigador Bahia Awah en la
contraportada del libro –asegura Conchi-. Es una frase muy poderosa como todo
lo que viene del saber popular. El significado está claro, sólo entiendo el
acompañamiento a una causa, en este caso la saharaui, como un viaje diario, un
esfuerzo diario al que debemos comprometernos de manera directa”.
“Este libro es una forma más de acompañar a
los saharauis en este largo viaje hacia la libertad, que para ellos dura ya más
de cuarenta años. Yo llevo diecinueve acompañándoles y espero que llegue a su
buen fin lo más pronto posible” –concluye-.
“La
esperanza se mantiene intacta”
Como comentábamos, el libro también se
preocupa por el futuro de los saharauis, tras un conflicto tan largo y que no
parece tener una solución a corto plazo. “El problema saharaui es político pero
se ha dejado en manos de la ONU, una organización que se ha mostrado incapaz
para resolverlo –asegura Conchi-, empezando porque Francia, principal valedor
del ocupante marroquí, ejerce toda su influencia para que las cosas no se
resuelvan”.
“España, que aún es potencia administradora
del territorio, se ha desentendido de sus obligaciones con los saharauis y se
ha entregado a Marruecos por intereses personales, los atávicos miedos al
incómodo vecino del Sur y por la falta de visión de los dirigentes españoles”.
“Sin embargo, hay vida más allá de los
mediocres políticos de la vieja Europa –asegura Conchi-. La causa sigue viva,
continúa ganando adeptos, la República Saharaui avanza con fuerza en el
continente africano donde es activo miembro fundador de la Unidad Africana y
las relaciones con los gobiernos latinoamericanos son fluidas gracias entre
otras cosas al idioma español que tienen en común”.
“La situación actual es de impasse, desde
el alto al fuego de 1991 se vive una situación de “no paz, no guerra”, que sólo
beneficia al ocupante -añade la escritora-. Marruecos deja pasar el tiempo,
mientras continúa esquilmando los recursos naturales saharauis y el Sahara
ocupado se llena de colonos marroquíes. Por eso digo en el libro que “nada es tan
violento como esta paz de hoy”. El pueblo saharaui sigue dividido y disperso,
pasando por muchas penalidades en los campamentos de refugiados y sufriendo una
terrible represión en los territorios ocupados”.
“Sin embargo, la esperanza se mantiene
intacta, los saharauis luchan por lo que es suyo, su causa es completamente
legal y justa y se acabará imponiendo” –concluye Conchi-.
“Varias
generaciones de saharauis no conocen su tierra”
Uno de los problemas a los que se enfrentan
los saharauis es que muchos jóvenes ni siquiera conocen su tierra natal. “A
causa de estos más de cuarenta años de ocupación ya han nacido varias
generaciones fuera del territorio que no conocen su tierra –asegura Conchi-.
Unos viven bajo una durísima ocupación, otros como refugiados en los
campamentos y otros en la diáspora, a veces con sus familias y otras con
familias de acogida. Hay un gran problema no sólo de olvidarse de la causa sino
directamente de olvidarse de su cultura, de desarraigarse”.
“Es un tema realmente preocupante –continúa-.
Pero lo cierto es que tarde o temprano los jóvenes que están fuera de la causa
la acaban asumiendo como suya. Poco a poco las nuevas generaciones van ocupando
puestos de responsabilidad en las instituciones saharauis, toman posiciones en
el activismo saharaui en territorios ocupados o trabajan por su causa desde el
activismo cultural, informativo o solidario”.
En cuanto a sus proyectos, Conchi Moya
asegura que: “De momento mi idea es seguir escribiendo a mi ritmo, sobre los
temas que me interesan, principalmente el Sahara y la música. En la actualidad
estoy centrada en la escritura de relatos cortos de narrativa rock, tengo una
novela acabada y estoy empezando otra. La radio, que es otra de mis pasiones,
la tengo aparcada, aunque ahora estoy muy contenta por una colaboración con el
podcast literario A qué huelen los libros de Valeria Surcis, donde puedo
combinar esas dos pasiones”.
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