‘Pride’, el orgullo de los oprimidos

3:31 p. m. Conx Moya 0 Comments

Las malvadas políticas de la Dama de Hierro, la tremenda Margaret Thatcher, son una inagotable inspiración para multitud de músicos, escritores o cineastas. A la para mí indiscutible “musa del punk” le han compuesto infinidad de canciones en las que se le deseaban todo tipo de males y se le dedicaban los peores epítetos, en consonancia con lo poco que se cortan los británicos para la crítica. Una muestra muy reciente del fantástico cine social británico basado en aquella dura época es la película ‘Pride’, del director Matthew Warchus, que cuenta con vibrantes interpretaciones de veteranos y solventes actores británicos como Bill Nighy o Imelda Staunton, junto a prometedores actores jóvenes.
La historia, de contenido social y político con un toque de comedia, se desarrolla en los días de la conocida huelga de mineros que puso en jaque al gobierno de Thatcher entre noviembre de 1984 y marzo de 1985, aunque finalmente los mineros acabarían derrotados. Sin embargo, lo hace desde un punto de partida novedoso. Se centra en la historia verídica del grupo LGSM, Lesbians and Gays Support the Miners (grito de guerra que se escucha a lo largo de la película), que desarrollaron una potente campaña a favor de los mineros. A partir de la búsqueda aleatoria de un pueblo en Gales, la Liga decide dirigir a ellos todo el dinero que consiguen recaudar, como caja de resistencia para las familias de los mineros en huelga.
Pero enseguida surgirá la confrontación. Mientras la Liga se limita a enviar dinero, son muy buenos recaudando, no surgirán problemas. Pero cuando los muchachos, por completo comprometidos, deciden ir al pueblo para conocer a los mineros los prejuicios saldrán a flote. Surgirá el entendimiento pero también las diferencias en las relaciones entre ambas comunidades, lesbianas y gays modernos y cosmopolitas que viven en Londres, frente a bregados mineros de un pueblo de Gales y sus familias.
La película muestra, por suerte sin caer en el pastiche, los sentimientos encontrados y a flor de piel que esta decisión produce. Muchos miembros de la comunidad minera se sienten incómodos y rechazan a los gays; la homofobia también está presente en aquellos hombres que luchan por la igualdad y la justicia social. Al mismo tiempo muchos miembros de la comunidad gay mostrarán su incomprensión y desacuerdo con los mineros, teniendo en cuenta sus propios problemas de exclusión y la terrorífica enfermedad, el SIDA, que empieza a aparecer causando los primeros muertos, además de las dificultades para salir del armario, en especial en el ámbito familiar.
Finalmente con el encuentro ambas comunidades saldrán reforzadas, aprendiendo unos de otros y comprendiendo que los perjudicados por las decisiones arbitrarias, las políticas ultracapitalistas y los prejuicios están en un mismo bando, sea cual sea su causa; que aquello tan viejo de que la unión hace la fuerza es cierto... y que nada anima tanto como una buena noche de juerga y baile con buenos amigos.
En cuanto a la banda sonora, no olvidemos que corre el año 1984, buena música discotequera de la época, junto con canciones tradicionales como ‘Bread and Roses’, o la “sindical” ‘There is Power in a Union’ del combativo Billy Bragg.
VICTORY FOR THE MINERS. Y victoria para todas las causas justas de la Tierra que luchan por los oprimidos que, no lo olvidemos, en un momento dado podemos ser cualquiera de nosotros.


* ACTUALIZACION. Gracias a los amigos de Nodo50 por destacar nuestra reseña de Pride para Discos y otras pastas el 2 de mayo de 2015

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