Estampitas playeras...
Vacaciones: cuando tienes serias dudas sobre en qué día de la semana te encuentras.
Madurar es bajar la sombrilla a la playa y
embadurnarse de protector 50.
Cuando la camisola de la playa se tiene
sola de pie: Sal, arena y bronceador.
Poner una lavadora que no es la tuya. Más
difícil que una ingeniería
1: Cómo mola bañarse mientras llueve 2: Salir
corriendo en bikini por el pueblo con esterilla como protección en la cabeza mientras
caen buenos granizos.
Decenas de nadadores practicando en la
playa. Emborracha tanta belleza...
Bajar a la playa con estilismos y labios
pintados, apestar a colonia, no nadar ni meter la cabeza. En definitiva odiar
la playa....
¿Ya no lee la gente en la playa? A nuestro
alrededor sólo nosotros dos con libro y un par de parejas leyendo el
periódico...
Nada de libros en la playa. Cigarro, móvil
y las putas palas. Odio malayo contra las palas...
Pasar con esfuerzo la ITV del bikini y
hacerse un moratón en todo el muslo más grande que la Estrella de la Muerte.
Hacerse por primera vez la pedicura. No poder
esperar a ir a la playa. Decorarse el dedo gordo con un montón de granitos de
arena “empegostrados”.
Con buenos camareros en magnos bares de
confianza, dejarse llevar, que elijan ellos la bebida. En el Pez Globo, siempre.
Superar con nota los quince días a solas a
todas horas con su pareja y tener ganas de más. ¡Enhorabuena, le ha tocado el
premio gordo!
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