Rompepistas, de Kiko Amat

9:16 p. m. Conx Moya 6 Comments



Ojalá mis Marcos, Germán, Jota o Animal pudieran ser compinches de estos "chicos con botas, bolsillos vacíos y cojones llenos", los protagonistas de la magnífica novela "Rompepistas", de Kiko Amat (2009). Mi historia transcurre ocho años después de aquel verano de 1987; mis chicos son también chavales de barrio que hacen música, intentan escribir, se enrolan en una radio pirata, tratan de salir adelante en el Madrid de mediados de los 90, aquellos años que supusieron el inicio de la gran orgía inmobiliaria; en un Madrid lleno de desigualdades, sin apenas trabajo decente, con muy pocas oportunidades para la gente normal... Ellos habitan las páginas de mi Libro en construcción.
Leí Rompepistas hace ya unos años, y lo he releído este verano, volviendo a engancharme el estilo parco y directo de Amat, para nada impostado. Me creo sus personajes, que rebosan verdad y realismo, sus chavales que pasean confusos por el filo de la marginalidad. Tirando a desastres, asustados, desagradables, rebeldes, leales, amando y odiando el lugar en el que les ha tocado vivir. Tipos raros, inadaptados, fuera de cualquier moda, locos por la música, outsiders convencidos sin pizca de glamour.
Así son mis chicos, algo más mayores pero igual de desorientados. Serían colegas de Rompepistas, Clareana, Carnaval o Chopped. Odiarían seguro a aquellos otros que pueblan esas novelas llenas de jóvenes artistas sin problemas de dinero, nombres guays, belleza a raudales, aburrrrimiento (con muchas erres) existencial, que habitan lugares de esos donde “mola tanto vivir”; en definitiva esos escenarios, historias, actitudes y personajes re-falsos de tantas novelas de este país.
Mi admiración por Kiko Amat, a quien me encanta seguir la pista. A él y a su apabullante buen gusto musical.



*Videoilustración basada en la novela "Rompepistas" de Kiko Amat. Proyecto Mandarache 2010. Jóvenes Lectores de Cartagena.



Creo que todo lo que hacemos lo hacemos porque es lo más se acerca a continuar siendo niños. Porque ninguno de nosotros podía aceptar que lo de ser niños se había terminado, y queríamos seguir jugando. Queríamos disfraces y aventuras y fantasía y romance. Y esto era un sustitutivo decente: las chapas de hojalata, y el llavero dringui-li-drong, las canciones escandalosas, la ropa rasgada, los empujones por las esquinas, los cabellos de colores y el grupo. La panda. Los cuatro. Los Cuatro y el Misterio de las Duelistas. Tom Sawyer y Huckleberry Finn: Carnaval y yo, los dos allí, Dos Años de Vacaciones en nuestra propia miseria. (Rompepistas, Kiko Amat. Editorial Anagrama, 2009)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Buscando información sobre "Haz lo que debas" de Spike Lee, di por casualidad con tu blog. He leído cosas por encima y me parecen interesantes. Por lo que cuentas, estás intentando escribir un libro, yo también escribo y también tengo un proyecto a punto de terminar .Es por ello que (si lo aceptas) me gustaría darte un consejo. Yo de ti no tendría en mente otro libro cuando estás escribiendo, y bajo ningún concepto establecer paralelismos entre ambos; no ayuda en absoluto, te lo digo por experiencia. Cuando se está creando, uno debe liberarse de cualquier tipo referencia, porque si no se puede caer en el "quiero y no puedo", y eso, al final se nota. Tambien si me lo permites, decirte que lo que escribe Kiko Amat tampoco es algo del otro mundo, y mucho menos para idealizarlo y medir tu trabajo con el suyo. A fin de cuentas,"Rompepistas" no es más que una especie de "Al salir de clase", pero en la que se dicen tacos y se citan a cuatro grupos punkis de lo más obvio. Saludos.Pedro.

Conx Moya dijo...

Gracias por el comentario, Pedro. Tuve el blog parado mucho tiempo, por culpa de las redes sociales, que de momento he abandonado en busca de tranquilidad y hacer cosas algo más productivas (no sé si lo lograré pero en ello estoy), así que encanta que vuelva a haber cierta interacción con la gente que pase por aquí. No estoy de acuerdo con lo que dices sobre Kiko Amat; me gusta mucho su trabajo y su enciclopédico saber musical, disfruto mucho con sus cosas.
Mi libro lo empecé realmente en 1995 (aunque ha estado parado varios años y entonces era algo muy diferente a lo que ha terminado siendo), mucho antes de que Kiko publicara su libro, y la verdad es que no lo he tenido en cuenta para escribir el mío. Este verano, cuando hice la segunda lectura tenía ya la primera versión de mi libro prácticamente terminada. Sí reconozco que es un libro que me gusta mucho y lo he leído dos veces. Me gusta ese tipo de personajes, esos ambientes, y me vuelve loca la música. Ya contaré cómo vamos, de una forma o de otra espero publicarlo, ya veremos… Suerte con tu libro (si te apetece nos cuentas cuando acabes) y gracias de nuevo.

Anónimo dijo...

Legs McNeil, Gillian McCain, Jon Savage, Diego Manrique, Javier Abad, Ignacio Juliá, Jaime Gonzalo, Daniel Grau, incluso Sabino méndez de Los Trogloditas, tienen un enciclopédico saber mucho mayor del que nunca tendrá Kiko Amat, en lo concerniente a esto de escribir sobre rock & roll. No te dejes embaucar, “Rompepistas” es pretencioso y sensiblero (por mucho que en su narrativa recurra en exceso a los tacos y expresiones malsonantes), además de no situarte en la época que pretende retratar,no sé si por algunos anacronismos o bien porque directamente no tiene esa capacidad. En lo musical, tampoco hace un alarde de gusto exquisito, ya que los grupos que cita los conocen hasta los niños de 10 años. Para resumir este libro, bien podríamos acuñar el término “ñoña crudeza prefabricada”. No se me ocurre otra cosa, a sus personajes no hay por donde cogerlos, cargados de arquetipos y (por contra) de pueriles recursos fantasiosos. No sé si habrás conocido a algún punki o algún skin de verdad, si así fuera, ten por seguro que no te gustaría en absoluto esta historia. Una amiga mía definió a Kiko Amat como "la Hannah Montana de la literatura rock", y estoy totalmente de acuerdo con ella. Prueba a leer algo de lo escrito por esos que te mencionaba al principio, notarás la diferencia. Saludos.

Conx Moya dijo...

Gracias por las recomendaciones, curioso que me guste Hanah Montana a mi edad; a algunos de los que mencionas los he leído, buscaré sobre el resto.

Anónimo dijo...

No me malinterpretes, no quería molestarte con mi comentario. Quizá me tomo la literatura musical demasiado en serio, aparte de escribir mi otra gran pasión es el rock & roll, ya que también compongo e interpreto canciones. No te ofendas por lo que te he dicho, tristemente, en la literatura hay muchas "Hannah Montana". Y en el rock, ni te cuento! Hace unos meses leí "La noche sucks" de Blanca Riestra, un libro que bien podría tener ciertos rasgos en común con "Rompepistas"; en él también se cuentan las historias cruzadas de personajes sin futuro, que huyen hacia no se sabe donde. Lo triste es que en ambas novelas, todo se va diluyendo poco a poco según vas leyendo. Es algo que suele pasar cuando no se trata con rigor los "ambientes marginales", cuando se recurre a los manidos tópicos de siempre, cuando lo que prima son los estereotipos que resultan cómodos para el escritor y asequibles para cierto tipo de lectores, y sobre todo cuando se echa mano de cierta épica pretenciosa. Si sólo con el nombre que el autor da a sus personajes, ya te puedes hacer una idea de por dónde van los tiros, no falla. ¿Qué apodo para un punki es "Rompepistas"? No cuela. Así lo veo yo. Saludos.

Conx Moya dijo...

Tus aportaciones son bien recibidas, aquí estamos para aprender. "A mi ignorancia sólo le supera mi curiosidad".