La Ñ se viste de África en el SILA
De izda. a dcha. los escritores guineoecuatorianos Donato Ndongo y Remei Sipi, la escritora canaria Mª Jesús Alvarado, Conchi Moya y el escritor saharaui Bahia Mahmud Awah. |
Esta entrada ha sido escrita por la
periodista y escritora Conchi Moya.
Tengo que reconocer que en lo referido a la
literatura saharaui en español siento una especie de esquizofrenia. Por un
lado, animo encarecidamente a los escritores saharauis a que sean ellos mismos
los que escriban sus historias. Al fin y al cabo, quién mejor que ellos van a
transmitir su lucha, deseos, anhelos, su cultura, el sufrimiento y también las
alegrías que han vivido en estos cuarenta años de ocupación; quién va a conocer
la Historia saharaui como sus propios intelectuales. Pero por otro lado, tras publicar
varios libros y decenas de artículos relacionados con el Sahara Occidental, no
puedo dejar de escribir sobre ellos y de acompañarles en este ya largo camino
desde que hace diez años se fundara la Generación de la Amistad y comenzara la
andadura de la tercera generación de escritores saharauis en español. Mis
escritores amigos se comprometieron también de manera literaria con su causa y
con el español, siguiendo los pasos de la Generación del 73 saharaui y la
Generación de la Guerra. Las difíciles condiciones que les tocó vivir a ambas generaciones (la invasión marroquí y
la guerra de liberación) no les permitieron desarrollar más su producción.
Una muestra más de esta esquizofrenia es mi
participación en el libro 'Literaturas hispano africanas: realidades y
contextos', editado por Verbum y coordinado por Inmaculada Díaz Narbona, con un
artículo sobre la Literatura Saharaui en Español. Porque en un libro sobre el
español y África no podían faltar los escritores saharauis. Por suerte ya
estamos lejos de aquellos días en que algunos autores y editores ponían pegas a
la hora de hablar de República Saharaui o de considerar al Sahara Occidental
como un país. Quien tenga dudas puede preguntar a la organización continental,
la Unidad Africana. Con mucho esfuerzo esas mentalidades neocoloniales van
siendo superadas.
Y para hablar del español en África nos
reunimos en Tenerife en la V edición del SILA (Salón Internacional del Libro
Africano) que tuvo lugar entre el 24 y el 27 de septiembre. Allí tuve el honor
de participar como ponente en la mesa “África en español”, moderada por la
escritora canaria Mª Jesús Alvarado y que contó además con las intervenciones
de los escritores guineoecuatorianos Remei Sipi y Donato Ndongo y el saharaui
Bahia Mahmud Awah.
Como reflexionó Mª Jesús Alvarado, cuando
se habla de idioma español se piensa en España, Latinoamérica, EEUU, pero
curiosamente no se piensa en África, a pesar de que hay dos países, Guinea
Ecuatorial y el Sahara Occidental, que fueron provincias españolas y donde aún
se mantiene, con esfuerzo, el español. “Es una paradoja que la lengua colonial
se haya convertido en una lengua reivindicativa e identificativa de la
independencia de ambos países y de su lugar en el mundo, frente a su propia
condición y frente al mundo”, afirmó la escritora canaria.
Especialmente grato es que los escritores
de Guinea Ecuatorial hayan estado en una misma mesa con escritores del Sahara
Occidental. “Somos dos países hermanísimos”, afirmó Donato Ndongo. El español
se mantiene vivo en ambos países africanos a pesar de los políticos españoles y
guineanos. Ndongo explicó que el presidente Obiang ha impuesto otras lenguas
como la francesa y más actualmente la portuguesa, que ahora son lenguas
cooficiales, “sin razones históricas o culturales que lo avalen”. Al mismo
tiempo Guinea Ecuatorial no reconoce a la República Saharaui, “una estupidez
más de nuestro presidente”, añadió Ndongo.
La polémica del uso de la lengua colonial
está ya bastante superada. “Para nosotros, aunque hayamos combatido el
colonialismo, es fundamental utilizar una lengua que nos ayuda a comunicarnos
con millones de personas. No la consideramos una lengua extranjera. La
enseñanza del español en Guinea se hizo de una manera brutal pero, quitando las formas, es una
herramienta para una mayor integración”, explicó Ndongo. Ante aquellos que les
interpelan por escribir en la lengua del colonizador, el escritor
guineoecuatoriano reafirma su derecho a usar la lengua que le venga en gana.
“En el caso del uso de la lengua española exijo que no me digan lo que tengo
que pensar y que no me trasladen a mí sus propios complejos. Soy mayorcito para
saber lo que quiero, lo que es lo mejor para mí y lo mejor para mi pueblo”. Por
su parte Bahia Mahmud Awah recordó las palabras del escritor argelino Kateb
Yacine: “Escribo en francés para decirle a los franceses que no soy francés”.
El escritor e investigador Bahia Mahmud
Awah destacó el carácter integrador y de unión que tiene el idioma de la
metrópoli: “La lengua española es un denominador común entre saharauis,
guineanos y latinoamericanos y el mundo hispano en general. España estuvo en el
Sahara más de cien años. Salió de mala manera de sus colonias africanas y el
Sahara sigue inmerso en un proceso de descolonización inconcluso”. El escritor
saharaui destacó que el único legado que dejó España fue el patrimonio cultural
y lingüístico, que los saharauis han incorporado a su identidad. “A saharauis y
guineanos nos une vivir en el exilio y la diáspora. Ambos pueblos hemos vivido
un exilio cultural”, resaltó.
A diferencia de otras potencias que han
cuidado el idioma en las que fueran sus colonias, España no ha sido en absoluto
inteligente en ese aspecto y no ha cuidado ni promovido el español en estos
países. Es el caso del abandono a este español africano por parte del Instituto Cervantes, creado por
España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española. Otro
problema es el de la publicación de las obras de los escritores africanos. Mª Jesús
Alvarado destacó que hay una falta total de apoyo institucional para la
edición. Los autores optan por remediar esta problemática de diferentes
maneras. En el caso de la literatura saharaui se ha apostado en algunos casos
por la autopublicación y la ayuda de universidades, organizaciones y
asociaciones solidarias. En Guinea destaca la labor de la escritora Remei Sipi,
que incluso ha montado la Editorial Mey para la publicación de autores
guineanos. La escritora ecuatoguineana se mostró pesimista, “en Guinea la
cultura no interesa para nada”, se lamentó. “Al poder le interesa mantener al
pueblo en la ignorancia, así se le tiene oprimido”.
La obra de todos estos autores se ha
escrito casi en su totalidad en el exilio, como señaló Mª Jesús Alvarado. Esto
hace que los temas escogidos sean muy característicos y vayan más allá de las
preocupaciones e intereses personales. En Guinea la literatura arrancó con más
fuerza en la poesía pero ahora está destacando más la narrativa. Los saharauis
se han centrado sobre todo en la poesía, aunque esto también está cambiando.
Bahia Awah destacó que durante la presencia
del colonizador se omitió la cultura saharaui y sus referentes. En los
programas de enseñanza de aquellos años nunca se incluyeron a los sabios y
eruditos saharauis. Era una enseñanza completamente española. “Esto nos ha
llevado a los escritores a hacer una obra comprometida con nuestra gente y con
nuestra causa. Compartimos con Guinea Ecuatorial una literatura de dolor, de
lucha y de principios”, concluyó.
“Escritores nunca van a faltar, lo que
faltan son oportunidades”, afirmó el escritor uruguayo de origen libanés Jorge
Majfud durante estas jornadas. Ojalá esto cambie y los escritores africanos en
español logren ocupar el verdadero espacio que les corresponde por derecho
propio.
*La Ñ
se viste de África: parafraseando el título del documental de Mª Jesús Alvarado
‘La Ñ viste de negro’, sobre el uso del español en Guinea Ecuatorial.
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