Chapamos por vacaciones. Hasta septiembre

10:33 a. m. Conx Moya 0 Comments


Cerramos la que ha sido tercera temporada de Haz lo que debas desde que decidí reabrirlo en octubre de 2013. Esta que se cierra me ha dejado especialmente satisfecha, ya que sigo publicando de manera fluida, se ha aumentado considerablemente el número de visitas, me lo he pasado bomba y puedo presumir de haber hecho lo que me ha dado la gana. No se puede pedir más.
Este año ha estado marcado por la publicación de mi novela ‘Sin pedir permiso’ y el blog me ha servido de soporte para reflejar la cantidad de cosas chulas que nos han pasado junto a toda la gente que se ha unido a esta “obra comuna”: mecenas, lectores, dibujantes, diseñadores gráficos, músicos, compañeros de Radio Resistencia y Onda Imefe, locutores, periodistas, amigos de hace muchos años y amigos recientes. He dado cumplida cuenta de las presentaciones en Madrid, Murcia, Toledo, Sarria (Lugo) y Ciudad Real, de nuestra presencia en prensa y sobre todo en radio, todas las entrevistas muy disfrutadas pero en especial la que nos ha llevado a los estudios de Onda Madrid, Radio Vallekas y Radio 3.
La temporada 2015-16 ha sido la de los crowdfundings. Por si era poco el del libro, el músico Migüel Bastante y yo nos metimos en la aventura de sacar un CD con las canciones compuestas para Cierre x impago, la banda imaginada de ‘Sin pedir permiso’. 40 días de juntaperras nos llevaron a tener una maqueta con portada del gran Juarma, según la descripción que se ofrece en la novela. Sin duda, una de las aventuras más divertidas y fructíferas en las que me he enrolado.
Ha habido mucho más. He empezado una serie de narrativa rock con reseñas de libros en los que la música tiene una parte importante en la narración: personajes músicos, bandas imaginadas, profusión de citas de canciones, referencia a bandas… ‘Sin pedir permiso’ y mi participación en el III Congreso MUCA (Congreso Internacional Música y Cultura Audiovisual) con un trabajo sobre Narrativa rock me ha llevado a seguir explorando.
Prosigo con reseñas de libros, cines y conciertos. Ha sido un año lleno de libros y música, con menos películas eso sí. Continúo descubriendo a autores de Murcia, así ‘Entre los vivos’ de Ginés Sánchez, ‘Recetas para astronautas’ de Basilio Pujante y ‘El instante de peligro’ de Miguel Ángel Hernández han sido algunas de las lecturas de este año reseñadas en el blog.
Gracias al Gabinete de Lectura de Jesús Casals en La Central he descubierto magníficos títulos como 'Las señoritas de escasos medios', de Muriel Spark, los relatos de Samanta Schweblin en ‘Siete casas vacías’, ‘Las efímeras’, de Pilar Adón o ‘El cielo de Lima’, de Juan Gómez Bárcena, entre otros; literatura y autores para aprender.
Y más libros que he leído porque me apetecía, como el divertidísimo ‘Cómo ser mujer’ de Caitlin Moran, ‘Cosas que hacen BUM’ y ‘Chap Chap’, de Kiko Amat (nuestro gran recomendador), ‘Nunca quise ser como tú’ de César Strawberry, ‘Principiantes’ (Absolute Begginers) de Colin MacInnes, ‘Far Leys’ la novela que protagoniza el mítico músico  Nick Drake escrita por Miguel Angel Oeste, ‘London NW’, de Zadie Smith o ‘La canción donde ella vive’, de Daniel Ruiz García; algunos espero que formen parte de un trabajo más extenso sobre narrativa rock que tengo muchas ganas de hacer.
Los libros me han llevado este año a reencontrarme con la mítica Vía Láctea. Allí estuvimos para la presentación del inicio del crowdfunding de ‘Sold Out’, libro de música en directo e ilustraciones de la editorial Libros.com y ‘Arde Madrid’ una novela de Kiko Herrero escrita en francés y finalista del prestigioso premio Goncourt. Dos presentaciones muy disfrutadas.
Ha sido también una temporada llena de música en directo. Comenzamos después del verano gozando tres conciertos magníficos gracias al Ciclo De par en par de la SGAE; Cabezafuego, Pablo Und Destruktion y Crudo Pimento. A Crudo Pimento le hemos visto dos veces más en Madrid, destacando un potentísimo concierto de junio en la castiza Contraclub, acompañados además de Paco Frutos. También disfrutamos al tremendo Pokey LaFarge en primera fila en el Teatro Barceló en un concierto que fue puro espectáculo.
Pero sin duda este ha sido el año en que he podido ver en concierto a dos de mis bandas favoritas. La resurrección de 091 tras veinte años esperando a que se volvieran a unir los trajo en marzo a la Joy Eslava de Madrid; fueron tres noches, yo pude verlos el 11 de marzo, con toda la emoción del mundo y acompañada por un público que cantó, cantamos, el concierto entero, costaba escuchar la voz de Pitos. Y en junio The Who en el Festival Mad Cool, aún no me puedo creer que Daltrey, Townshend y yo hayamos estado en el mismo recinto, aunque sea en tan mastodóntico festival.
No todo han sido alegrías. 2016 se iniciaba con el adiós del gigante David Bowie. Le despedimos con una crónica personal acompañada de dibujos de varios ilustradores.
Y hemos seguido en afortunada colaboración con nuestros amigos peruanos de la revista Discos y otras pastas. Este año hemos recordado a Muelle, el mítico flechero de Madrid, hemos hablado de una fantástica exposición sobre el punk en el arte contemporáneo, mi amigo Henry Flores ha reseñado la novela ‘Sin pedir permiso’ y he escrito sobre películas que recogen las desdichadas vidas de dos grandes figuras de la música ‘Control’ de Anton Corbijn, sobre Ian Curtis y ‘Amy’, documental sobre la gran Amy Winehouse.
El Sahara también ha estado presente en Haz lo que debas, en este caso, su literatura. Estuvimos con Helio Ayala en la presentación en Madrid de su novela de ‘Arena entre los pies’ y reseñamos 'Memoria rota' de Antònia Pons, que esperamos ver pronto editada. Hablamos sobre literatura saharaui en español en la Universidad de Cádiz en el ‘I Seminario. Exilio e identidad: Reflexiones políticas desde las escrituras hispanoafricanas’ y en el Salón del Libro Africano de Tenerife. Sahara y radio se unen en el programa ‘Hablemos del Sahra’, con la juventud y la sabiduría de Kamal Salek y de Bachir Lehdad. Y la reseña que nunca habría querido escribir, el adiós a nuestra adorada Mariem Hassan en agosto de 2015.
Esto, y todo lo que lleva detrás de trabajo, diversión, preparación y en definitiva, vida, ha dado de sí esta trepidante temporada. Feliz descanso. Hasta septiembre. Inchalá.

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Cierre x impago. Gracias mecenas

11:17 p. m. Conx Moya 0 Comments


Nos van llegando fotos y comentarios de los mecenas del crowdfunding para la edición de la banda sonora de #SinPedirPermisoNovela Además del cd están llegando las chapas, camisetas y láminas realizadas por los granaínos de El Rapto Espacio-Taller, que han hecho un trabajo espléndido. Parece que Correos se está portando. Qué sigan fluyendo. Gracias mecenas, gracias amigos.
Nuestro compa, el radiofónico Elvis ha abandonado el edificio se refería así a nuestro trabajo:
Encantados de recibir la recompensa al crowdfunding que nuestra querida Conx Hazloquedebas organizó para editar la banda sonora de su imprescindible novela "Sin pedir permiso".
Como el cd se va a convertir en objeto de coleccionista, os vamos a poner los dientes largos contándoos que contiene cuatro pedazos de gusanos auditivos que no pueden dejar de sonar en tu cabeza. Las letras de Conx Moya y la música de Miguel Bastante, recorren, en poco más de 10 minutos, todo el catálogo de estilos que nos han hecho devotos de una forma de entender la música (rock, punk, reggae, ska, heavy). Y todo con mucho sabor de barrio, muy genuino, muy de aquí.
Felicidades a Conchi y a Migüel por sacar este proyecto adelante, tan bien producido (por Chilo) y tan bien diseñado (por Juarma).
El cd incluye los siguientes temas:
1-Hecatombe Vacacional
2-Empátika y Diplomática
3-Vallekas 83
4-Ira del Dios Menor
Como dice desde México nuestro compa Pedro Escobar, de Resonancia Magazine: ¡¡Larga vida al capital social!






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‘El instante de peligro’, de Miguel Ángel Hernández: arte y escritura como única salida

3:11 p. m. Conx Moya 0 Comments



Tras el buen sabor de boca que me dejó ‘Intento de escapada’, la anterior novela del escritor Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977), era obligado leer lo que fuera sacando este profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia. 2015 se despedía con una gran noticia para él, su novela ‘El instante de peligro’ quedaba como finalista del Premio Herralde de la Editorial Anagrama. Tenía muchas ganas de escuchar a Miguel Ángel hablar sobre su literatura pero la casualidad hizo que presentara el libro en Madrid, en medio de un paréntesis en su hasta ahora última aventura americana, el mismo día que yo presentaba mi ‘Sin pedir permiso’. Un mes más tarde, en la presentación de mi libro en la librería Educania de Murcia, adquirí allí ‘Presente continuo’ de la editorial Balduque, un diario en segunda persona que escribió durante el durante el proceso de creación de ‘El instante de peligro’.
“A veces un instante lo pone todo patas arriba”, escribe Miguel Ángel en una novela contada en forma de larga carta, en un “presente continuo atravesado por el pasado”. En ella repite temas de su anterior libro, ‘Intento de escapada’, como la universidad, el arte, la literatura, el amor o la desilusión. En este caso no es una desilusión causada por una persona sino por la investigación y la universidad, que “había dejado de ser el lugar del conocimiento para convertirse en espejo de la burocracia”. El protagonista, desencantado, muestra su escepticismo hacia a lo intelectual y los intelectuales, “En un momento del camino dejé de creer” y llega a preguntarse para qué sirve lo que hacen: “(...) llegas a la conclusión de que nada de lo que haces ha servido para cambiar las cosas. Escribir, hablar... nada rescata nada. Todo gira sobre sí mismo. Textos, ideas, charlas que se retroalimentan y se quedan en el mismo lugar. Nada cambia nada”. Se plantea constantes dudas. El protagonista no cree en lo que está haciendo, ha perdido el interés y la emoción. Deja la vida universitaria por la escritura: “me había aburrido de la Historia del Arte, consideraba que la narrativa llegaba a lugares a los que el ensayo no podía, estaba cansado del conocimiento académico”. Sin embargo, tampoco cree plenamente en este discurso, que llegar a considerar vacío.
Pero si hay dudas con respecto a la universidad y al mundo intelectual, no las hay sobre el arte. En la novela se habla de “el arte como necesidad; el arte como forma de vida; el arte como garantía de salud; el arte como vida o muerte”. El arte es infalible, la única verdad: “El arte verdadero sólo existe cuando no puede ser de otra manera de la que es”; “El arte surge cuando de entre todas las posibilidades se elige no la más correcta o la más lógica sino la única posible”.
Definido por Miguel Ángel como un “viaje entre sombras” en ‘El instante de peligro’ de nuevo toma protagonismo una instalación artística, como ya sucedía en ‘Intento de escapada’. En esta ocasión tiene que ver con las imágenes y la mirada, dos constantes del libro. La mirada presente en el trabajo y en la vida: “Hemos visto la mirada”; “Hemos puesto nuestros ojos en el lugar de la imagen”; “Al retomar el tiempo retomé también la mirada”; “Era cuestión de tiempo y de mirada”; “Hoy necesito que me veas”. “Nunca me miras desde donde yo te veo” (Jacques Lacan). La mirada también presente en el amor y en el sexo.
Las diferentes partes del libro vienen precedidas por frases de Walter Benjamin, pensador de referencia para el autor y teórico de la imagen, una constante en esta novela, a pesar de no ser la escritura el soporte adecuado para la imagen: “Las imágenes huelen, se tocan, tienen sabor, consistencia, materia. Las imágenes son cuerpo. Cuerpo evanescente pero cuerpo al fin y al cabo”. El libro habla sobre “apoderarse del pasado”, las imágenes, en ocasiones meras siluetas o sombras, están asociadas a los recuerdos: “Las imágenes sirven para recordar, en ocasiones hay imágenes que ya no recuerda nadie, y otras veces, en cambio, no quedan imágenes para dar cuerpo a los recuerdos”; “Las imágenes siguen reverberando como un eco, siempre, incluso cuando ya no queda nadie para recordarlas”.
La memoria, el recuerdo, la pérdida, son otros temas recurrentes en esta historia de búsqueda a través de las imágenes. Miguel Ángel destaca el poder de algunos lugares para “recordar, evocar ausencias, para refugiarse del presente”. La memoria es salvación pero también veneno. Con todo, hay que seguir adelante, asimilar los errores y asimilar la pérdida: “Porque hay un momento en que las cosas se rompen y ya no se pueden arreglar. (...) Hay que intuir ese punto de no retorno, ese instante de peligro en el que todo se puede perder para siempre”. Porque no podemos luchar contra lo que tenga que suceder: “Hay cosas que es necesario hacer por mucho dolor que puedan causar, cosas que no se pueden dejar pasar, que están incluso más allá de nuestra capacidad de decisión, que son inevitables”.
El amor ocupa un espacio muy importante en la novela, que es en realidad una extensa carta de amor a alguien ausente. Los personajes no pierden las ganas de amar, aparecen en la narración varias historias de amor en diferentes planos temporales, dos en el pasado que por diferentes motivos no terminan bien, y otra en el presente (continuo) de la narración, que viene a rescatarle en un momento de su vida especialmente confuso y complicado. Además se hace en el libro toda una reflexión sobre el amor libre y sobre lo que ahora se llama “poliamor”, amar a varias personas a la vez: “Sentí que podía amaros a las dos”, entendida como una forma de amar que busca acabar con la posesión del otro: “Nadie pertenece a nadie. Amar es sumar, no restar. Somos seres plenos que decidimos compartir nuestro amor con los otros. El vacío, la búsqueda en el otro de aquello que supuestamente no poseemos, es el cáncer de Occidente. Hay otras maneras de entender el amor”.  Sin embargo, no es sencillo, el amor libre duele. “Nunca es fácil para el otro”. En todo caso en el amor las ganas no se pueden disimular: “Se nos notaba. Las miradas, la cercanía, la preocupación de uno por el otro, el deseo postergado, los pequeños roces de nuestros cuerpos al pasar”.
Las novelas de Miguel Ángel rebosan de ideas, pero él tiene el acierto de que la teoría no sea un lastre para que la narración avance y atrape al lector. Además de las mencionadas sobre el arte, el autor introduce un sinfín de ideas sobre la escritura, sobre esa dualidad entre la Academia y la Literatura, que viven tanto el protagonista como el autor: “Hay un instante en el que uno sabe que ya no va a poder parar. A partir de ese momento no hay bloqueos. La historia llega, habla, se deja escribir, cuando uno está preparado para ello”; “No sentí que debía elegir entre la escritura o la vida. Porque la escritura era la vida”. La escritura es una manera “de tocar la historia, de apresarla, de hacerla cuerpo". Arte y escritura al límite: “Ya sabía dónde ardía la historia y estaba dispuesto a abrasarme para contarla”, lo que le lleva a estar en continua duda y debate consigo mismo: “Llegar a una solución no es solucionar un problema, es abrir una pregunta”.
En resumen una nueva y magnífica novela de un autor con un estilo completamente personal y llamado a darnos muchas alegrías lectoras.
Saludando por fin a Miguel Ángel Hernández en la Feria del Libro de Madrid

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