John, Paul, George, Ringo… and Bert. Un musical sobre los Beatles

9:13 p. m. Conx Moya 0 Comments


1974 fue el año en el que pareció que podría cumplirse el sueño más deseado por los fans de los Beatles, que volvieran a reunirse como grupo. Cuatro años después de la separación los cuatro sacaron disco y proseguían con sus carreras en solitario. 1974 fue el año en el que George salió de gira por Norteamérica y John y Paul iniciaron un acercamiento e incluso llegaron a tocar juntos, durante “el fin de semana perdido”, aquellos meses que John y Yoko pasaron separados. En 1974 también coincidieron dos musicales que tenían que ver con los Beatles. Uno se estrenó en el off Broadway de Nueva York, bajo el nombre Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band on the Road, inspirado libremente en algunas canciones de la banda. John Lennon asistió a un ensayo de la obra acompañado por May Pang y Peter Brown, el que fuera asistente de Brian Epstein y los Beatles hasta la disolución de la banda.

Sin embargo, quiero detenerme en el musical que se representó en Inglaterra. Titulado John, Paul, George, Ringo… and Bert, fue escrito por Willy Russell y se estrenó el 21 de mayo de 1974 en el Everyman Theatre de Liverpool. La obra contaba la historia de la banda desde sus inicios en The Cavern hasta su ruptura en 1970, a través de los ojos de un Beatle ficticio, Bert McGhee, expulsado por tocar el acorde equivocado, “confundió un acorde de A menor con un G de séptima”. Bert se convertía en fan del grupo y, desde la lejanía, seguía su imparable carrera. Una de las curiosidades de John, Paul, George, Ringo… and Bert residió en que las canciones de los Beatles eran interpretadas al piano por una mujer, la cantante y pianista Barbara Dickson. Nacida en Escocia en 1947, se convirtió en una figura conocida en el circuito folk británico de finales de la década de 1960, aunque su gran oportunidad llegó de la mano de Willy Russell, que entonces dirigía un club de folk en Liverpool. Russell mostró a Barbara Dickson un borrador de lo que se convertiría en el musical John, Paul, George, Ringo… and Bert y le propuso que interpretara la música. La cantante lo explicaba así en el diario Liverpool Echo: “Alan Dossor, el director artístico del Everyman Theatre, se mostró escéptico sobre que una cantante folk hiciera versiones de las canciones de los Beatles. Pero Willy [Russell] no quería cuatro tipos porque habría demasiadas comparaciones”. Los Beatles fueron interpretados por los actores Anthony Sher (Ringo Starr), Trevor Eve (Paul McCartney), Bernard Hill (John Lennon) y Philip Joseph (George Harrison), además de Robin Hooper (Brian Epstein) y George Costigan (Bert). Podemos hacernos una idea sobre cómo fueron las representaciones observando diferentes galerías de imágenes de la obra que aparecen en la red y en las que se ve a los actores vestidos con la icónica ropa de las diferentes etapas de su carrera, como las prendas de cuero que vestían en Hamburgo, los trajes de cuello redondo y los peinados moptop de sus primeros éxitos, los uniformes psicodélicos del Sgt. Pepper o la recordada ropa del concierto de la azotea. En las fotos se aprecia a los actores caracterizados para teatro con pelucas, narices y bigotes postizos y un maquillaje exagerado. Componen una imagen entre extraña y perturbadora, pero acorde a una representación teatral donde los personajes son vistos desde el patio de butacas.

El Everyman Theatre estaba considerado una institución teatral en Liverpool, aún tiene su sede en Hope Street, una zona del centro de la ciudad conocida por su ambiente bohemio. El edificio fue construido en 1837 como capilla y en 1912 pasó a ser un cine. Transformado en teatro en 1964, aquel espacio comunitario pronto fue reconocido por su talante innovador. El Everyman Theatre fue demolido en 2011 debido al mal estado en que se encontraba, y reabrió en 2014 tras ser completamente reconstruido. En 1970 Alan Dossor se había convertido en director artístico del teatro y apostó por una programación comprometida, buscando acercarse a “una audiencia joven, articulada y de clase trabajadora”. En el Edinburgh Fringe, un reconocido festival alternativo de artes escénicas, Dossor conoció al joven dramaturgo Willy Russel, un ex peluquero de señoras que se preparaba para convertirse en maestro. En enero de 1974 Dossor encargó a Russell, que siendo adolescente había visto actuar a los Beatles en The Cavern, una obra sobre ellos. Finalmente escribió y montó la obra en tan solo cuatro meses. Rusell reconocía que en aquella época la relación de los Beatles con Liverpool era muy diferente a la de ahora, cuando son uno de los principales activos de su ciudad natal. “Liverpool le había dado la espalda completamente a los Beatles, eran un grupo que se había separado, fin de la historia. En ese momento, no había idea de que alguna vez se convertirían en esta característica cultural masiva de la vida de Liverpool”, explicaba en 2006 en el libro Writing Liverpool: Essays and Interviews. No hay duda de que, en ese aspecto, Dossor fue un visionario y además eligió a un prometedor autor, que con los años escribió obras tan exitosas y recordadas como Educando a Rita, obra de teatro estrenada en 1980, adaptada al cine en 1983 y protagonizada por Michael Caine y Julie Walters, o Shirley Valentine, obra de teatro de 1986, estrenada en cine en 1989, donde fue protagonizada por Pauline Collins. John, Paul, George, Ringo… and Bert se representó en Liverpool durante ocho semanas con gran éxito de taquilla y reseñas positivas de la crítica. La gran acogida animó al productor teatral Michael Codron y a Robert Stigwood, empresario, productor y manager de los Bee Gees, a llevar el espectáculo a Londres. Se estrenó en el Lyric Theatre del West End el 15 de agosto de 1974, y estuvo en cartel durante un año. Tuvo además una buena acogida de la crítica y consiguió varios premios. En diciembre de 1974, obtuvo el premio al Mejor Musical de estreno en una encuesta entre varios críticos de teatro de Londres, realizada por la revista Plays and Players. En enero de 1975 ganó el premio Evening Standard al mejor musical de 1974.

Una obra de estas características tenía que crear, irremediablemente, polémica. Y llegó de la mano de George Harrison, el único Beatle que fue al teatro a verla. Hay informaciones contradictorias sobre cuándo vio George el musical, aunque hay quien lo fecha en octubre de 1974 en Londres. En una entrevista en el número de septiembre de 1975 de la revista Melody Maker se contaba que George había abandonado el teatro durante el intermedio de la obra. “No pudo soportar el dolor de verse a sí mismo durante los años de los Beatles, recreados de nuevo tan asombrosamente, preguntándose si el espectáculo era necesario. El primer Beatle en ver la obra había acudido persuadido por su íntimo amigo Derek Taylor”. El ex jefe de prensa de los Beatles, comentaba así el comportamiento de George: “Se le hizo muy duro verla y a mí se me hizo duro estar sentado a su lado. Fue un auténtico sufrimiento para él. No era de extrañar que no la disfrutara, después de todo, no se mostró muy entusiasmado con la historia de los Beatles mientras sucedía”. Según se cuenta, George pidió que retiraran del musical su canción “Here Comes The Sun”, que fue reemplazada por el tema de Lennon-McCartney “Good Day Sunshine”. Poniendo en contexto en qué momento se encontraba George, hay que recordar que Pattie Boyd acababa de abandonarle, se había marchado con Eric Clapton en julio de ese mismo año. La pérdida de su compañera se producía en uno de los momentos más desequilibrados de la vida de George, en medio de una profunda crisis espiritual, abusando de las drogas y el alcohol y con más trabajo del que podía acometer. George todavía recordaba con horror la obra cuando le preguntaron por ella en una extensa entrevista en la revista CREEM, publicada entre diciembre de 1987 y enero de 1988. En ella dedicó palabras muy duras a John, Paul, George, Ringo… and Bert: “(…) le dije [a Derek Taylor] que o nos marchábamos o saltaría hacia el escenario y estrangularía a esos tipos. Fue algo horrible. Todos esos idiotas actuando, como digo en “Devil’s Radio”, hablando de lo que no saben. Eran cotilleos, como una caricatura de los Beatles, tan inexacto que resultaba nauseabundo haber sido uno”, lamentaba.

Se cuenta que para el estreno John Lennon había enviado un mensaje grabado de buenos deseos dirigido “a Bert”, pero no volvió a mencionar la obra. Igual sucedió con Ringo Starr. A pesar de que la prensa de Liverpool afirmaba en agosto de 1974 que Paul McCartney había leído el guion de John, Paul, George, Ringo… and Bert y lo había aprobado, unos fragmentos de la obra que aparecieron posteriormente en la BBC le enfurecieron. Al parecer, la forma en que habían sido montados daba a entender que él era el causante de la ruptura de los Beatles. Parece que se la guardó y, cuando en abril de 1975 se anunció que Robert Stigwood produciría la adaptación cinematográfica de la obra, Paul lo bloqueó. Philip Norman afirma en su biografía de McCartney que Paul usó su influencia con Associated Television para impedir que el proyecto siguiera adelante. Stigwood perpetraría en 1978 aquel desatino protagonizado por los Bee Gees en la película Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, quien sabe si como venganza. Al menos hubo alguien cercano a la galaxia Beatle que no tuvo problemas con John, Paul, George, Ringo… and Bert. El hermano de Paul, Mike McCartney, afirmó que la obra valía la pena.

Cuando en 1975 la obra salió de gira por el país, el elenco cambió. La interpretación corrió entonces a cargo de Stephen Mackenna (John), George Panther (Ringo), Nigel Hughes (Paul) y Lloyd Johnston (George). Las canciones fueron interpretadas en aquella gira por Eileen Woodman, que había sido integrante de The She Trinity, un grupo pop de chicas activo durante la década de 1960. El papel de Bert recayó en alguien muy cercano a uno de los Beatles. Se trataba de Arthur Kelly, un amigo de infancia de George Harrison, con quien montó su primer grupo, The Rebels, y al que dedicó un homenaje en A Hard Day’s Night, en la escena en la que, tras ser preguntado por el nombre de su peinado, George respondía con un lacónico “Arthur”. Esa era la clase de bromas gamberras con las que tanto disfrutaba George y que incluso llegó más lejos. En diciembre de 1965 los cuatro Beatles hablaron para el Sunday Mirror con una entonces debutante Annie Nightingale sobre sus mejores amigos. George mencionó a Arthur Kelly, a quien conocía desde los doce años: “El resultado más divertido de mi amistad con Arthur es que la discoteca de Sybil Burton (primera esposa de Richard Burton) en Nueva York lleva su nombre, aunque ella no sabía el verdadero motivo en aquel momento”. George reconocía en la entrevista que los dos seguían siendo amigos. El propio Arthur contaría años más tarde que George le ayudó a encontrar trabajo como actor, pero el tiempo llevó a Arthur a distanciarse, finalmente incomodado por la enorme fama que había alcanzado su amigo. En una divertida pirueta del destino, el intérprete de Bert, aquel supuesto Beatle al expulsaban de la banda, pudo haber sido un Beatle en la vida real. Arthur contaba que conoció a Paul y John a través de George y salía con ellos en ocasiones. Según recordaba, George le ofreció que les acompañara a Hamburgo como bajista. Pero a los padres de Arthur no les pareció una buena idea y John Lennon animó a su amigo Stuart Sutcliffe a comprar un bajo con el dinero que había ganado tras vender uno de sus cuadros. El resto ya es historia de la música. Además de su interpretación de aquella especie de alter ego en John, Paul, George, Ringo… and Bert, Arthur Kelly ha tenido una larga, aunque discreta, carrera como actor.

Por si esto no fuera suficiente, también se editó un álbum con las canciones del musical, lanzado en 1974 por RSO Records, un sello discográfico fundado por el empresario del rock y de los musicales Robert Stigwood en 1973. La portada del disco fue diseñada por Antony Sher, un actor, escritor, pintor y director de teatro británico de origen sudafricano que tuvo relación en aquella época con el Everyman Theatre de Liverpool. Entre las canciones de los Beatles que aparecían en el disco, también interpretadas por Barbara Dickson, se encontraban “I Should Have Known Better”, “Your Mother Should Know”, “Penny Lane”, “The Long And Winding Road”, “Lucy In The Sky With Diamonds” o “Here Comes The Sun”, que sí salió en el disco aunque George Harrison la hubiera vetado en la obra de teatro.



*Fotos: Meet The Beatles For Real y Rubber Souls.

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