Perdida, mainstream refinadamente perverso
“Una mujer desaparece el día de su quinto
aniversario, ¿es su marido un asesino?”. Así arranca la información promocional
del libro “Gone girl”, de Gillian Flyn, en el que está basado la película
‘Perdida’, un thriller psicológico dirigido por David Fincher y protagonizado
por Ben Affleck y Rosamund Pike. La maquinaria publicitaria se ha encargado de
informar que el libro ha sido un best seller en EEUU, ya se sabe “fenómeno
editorial en EE UU, donde ha vendido ya más de dos millones de ejemplares”. Nada
que objetar, el funcionamiento del mercado.
Llevamos un tiempo yendo al cine varios
fines de semana al mes, eso sí, intentando ver películas de calidad, poco o
nada comerciales, en versión original y alejándonos de los grandes estrenos. La
mayoría de ellas nos han proporcionado enorme placer. Sin embargo el bombardeo
promocional que generan los grandes estudios sobre filmes como éste nos animó a
ver la película el mismo fin de semana de su estreno. Hay que decir que la sala
(esta vez Multicines Acteón, en la calle Montera, en versión doblada por si la
peli era muy liosa y nos perdíamos) estaba a repleta de espectadores en
diferentes pases.
Partiendo de la premisa de mujer
desaparecida, cuyo marido pasa de ser compadecido a ser posible causante de la
desaparición, la película sirve para plantearnos toda una serie de reflexiones:
las miserias de la vida en pareja; la conocida y cierta frase “cuando en dinero
sale por la puerta el amor salta por la ventana”; los efectos de la crisis y la
pérdida del empleo; la obsesión amorosa y el despecho; las relaciones humanas
en una comunidad pequeña, frente a las que se desarrollan en una gran
metrópoli; y un aspecto que me parece muy importante, la manipulación de los
medios de comunicación de masas, en especial ese monstruo llamado televisión,
con un despiadado retrato de esas estrellas mediáticas capaces de manejar a su
antojo la opinión de los espectadores, la opinión pública, e incluso si me
apuran, a la propia policía.
Los actores están muy bien, en mi opinión,
en la línea que se requiere para una película como es ‘Perdida’. Reconozco que
no había visto nunca a Rosamund Pike, la actriz protagonista, llevo muchos años
desconectada de los grandes estrenos: Está espléndida, desplegando todo un
repertorio de emociones e incluso de cambios en su apariencia física, de manera
bastante convincente, conteniendo todo el tiempo el histrionismo al que podría
conducirla el personaje extremo que interpreta. Bastante bien Ben Affleck en el
papel de marido, en primera instancia sacudido por la desaparición de su
esposa, más tarde posible sospechoso de la misma; le veremos pasar durante la
trama también por varios estados, de marido perfecto a hombre lleno de miserias
e imperfecciones, en definitiva un hombre normal, que le harán mucho más real y
humano. No me apetece entrar en lo de si es mucho mejor director y guionista
que actor ni a reírme de su participación en Batman, que está muy visto.
La película está dominada por mujeres
fuertes. La desaparecida (perdida) protagonista, la policía, las periodistas… Por
momentos la película puede parecer misógina, con algunos personajes femeninos
francamente desagradables, sin embargo esta impresión se redime en cierta forma
con dos mujeres que juegan un papel muy importante para mí en la película, la
policía que dirige la investigación y la hermana melliza del protagonista.
Llega un momento en que la historia deja de
ser una trama algo plana, más típica de un telefilme y se convierte, tras un
giro muy interesante, en otra cosa, en una historia negrísima y si cabe aún más
inquietante de lo que ya prometía desde un inicio. Se agradece la complejidad
narrativa del filme, donde asistimos a dos tramas que discurren en ocasiones
paralelas y se nos ofrece el punto de vista de cada una de las partes de la no
tan perfecta pareja. También se juega con los tiempos, aunque en ningún momento
estos juegos narrativos llevan a la película a ser confusa.
El final, que por supuesto no vamos a desvelar,
resulta refinadamente perverso. Genera una inquietud que se nota en la sala de
cine, el público se revuelve e incluso se escucha alguna risa nerviosa. Menuda
papeleta, pensamos todos.
El director, David Fincher, es un profesional
mundialmente aclamado, con películas taquilleras y premiadas, pero siempre ofreciendo
un punto de vista personal e interesante. Ha dirigido también publicidad y
videos musicales (por ejemplo algunos de Aerosmith), pero sobre todo es
conocido por películas como Se7en, The Game, El club de la lucha, Zodiac, El
curioso caso de Benjamin Button, La red social y la versión estadounidense de ‘Millennium:
los hombres que no amaban a las mujeres’.
Siendo este blog tan musical, no puedo
dejar de mencionar la banda sonora de Trent Reznor, quien fuera líder de Nine Inch
Nails, junto con Atticus Ross, un tándem que ya trabajó con David Fincher en
‘La red social’, la película sobre la fundación de Facebook, con la que ganaron
el Globo de Oro y el Oscar en 2011.
Ahora me queda leer el libro. No me importa
conocer el final. Por lo que dicen diferentes blogs literarios que he
consultado, la descripción psicológica de los personajes merece la pena y
Gillian Flyn escribe muy bien. Pero esa ya será otra historia.
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