Novela. 'Memoria rota' de Antònia Pons. Profundo amor por los saharauis
Ciertamente la cuestión del Sahara
Occidental es uno de los asuntos que despiertan más solidaridad en la que fuera
la antigua metrópoli del llamado Sahara Español. Existen cientos de
asociaciones solidarias, comités, organizaciones, hay miles de familias
acogedoras en todas las comunidades autónomas y en los últimos años, a pesar
del bloqueo informativo que siempre ha sufrido la causa en España desde el
poder, la causa saharaui empieza por fin a ganar su sitio en universidades,
prensa y en el ámbito cultural y literario.
El tema del Sahara curiosamente tuvo poco
eco en la literatura española durante la época de la colonización. Sin embargo,
una vez que España abandona el territorio, comienzan a aparecer gran número de novelas
con este tema como fondo. El Sahara se ha tratado con desigual fortuna en la
literatura española, aunque se puede afirmar sin duda que hay un puñado de
novelas y obras de testimonio de gran calidad. El libro que ha alcanzado más
repercusión es ‘Mira si yo te querré’, de Luis Leante, premio Alfaguara 2007.
El asunto del Sahara es un tema pendiente de la Transición y hasta que España
no asuma sus responsabilidades, la democracia española no podrá estar
plenamente consolidada. De alguna manera todo el pueblo español es también
responsable, porque la política no es sólo un asunto de quienes gobiernan. De
ahí el gran interés que despierta este tema.
En este contexto aparece una nueva novela
con el tema del Sahara como fondo. Su autora es Antònia Pons, quien ha
publicado dos maravillosos libros de relatos sobre los saharauis ‘Exilios’ y
‘Si tú supieras’ y una divertida e irreverente novela escrita en su lengua
materna, el catalán, ‘La Funny i altres bèsties’. Antònia ha demostrado con sus
trabajos que es una excelente escritora y que existen verdaderos talentos entre
escritores desconocidos para el gran público. Narradora más que competente, observadora
finísima, la autora es capaz de dibujar unos personajes llenos de vida y
matices. En su aún incipiente carrera literaria Antònia se ha destacado por sus
obras relacionadas con el Sahara. A los libros ya mencionados, se une ‘Memoria
rota’, novela en busca de editorial, con la que Antònia se adentra con brillantez
en los caminos de la novela, en una historia que tiene como escenario los meses
previos a la apresurada salida de España del Sahara Español, en una apasionante
historia de amistad, amor, memoria y lealtad, que de verdad merece la pena
leer.
Creo que todos los que hemos escrito
ficción sobre el Sahara nos hemos preguntado en algún momento por qué hacerlo
sobre una cultura tan aparentemente alejada de la nuestra como es la saharaui.
Como Antònia, yo estoy de acuerdo en que quienes nos aventuramos a escribir
sobre ellos no tenemos en realidad un motivo claro. Cuando conocemos a los
saharauis se genera normalmente una corriente de simpatía y empatía, y también
de rabia e indignación por la injusticia que se ha cometido con un pueblo con
el que tenemos un pasado en común de un siglo, que fueron provincia española
hasta hace cuarenta años, y con quienes una parte de la población española
convivió estrechamente en su territorio. Antònia explica así su interés por el
Sahara como inspiración para varios de sus trabajos. “Quizás porque los saharauis me fascinaron desde el primer día que pisé
los campamentos. Tal vez porque hay muchas personas de mi generación que solo
saben lo que vimos en la tele el año 1975. Cuando el Sahara entró en nuestra
vida empecé a encontrarme con documentales, con libros, con noticias, con gente
que había vivido allí y excepto algunos pocos, todos hablaban de la injusticia
cometida con ellos, los saharauis. Un día te encuentras imaginando un personaje
en una situación determinada diciendo una frase y la imaginación o la necesidad
de sacar la historia a la luz, hace el resto”.
Debido a esa fascinación que generan los
saharauis a quienes se acerca a ellos, esta literatura tiene tan buena acogida
y tantos seguidores. El movimiento de solidaridad saharaui agrupa en España a
miles de familias y son muy amplias las redes que existen para difundir
noticias sobre el Sahara, incluidos temas literarios y culturales que cada día
atraen más atención.
Aunque la saharaui no deja de ser una
cultura fascinante y exótica, Antònia sabe acercarse, como una incipiente y
observadora antropóloga, que huye de “orientalismos”, que rechaza el
etnocentrismo y el neocolonialismo del que pecan muchos, a veces con buenas
intenciones, otras no tanto. Comprender, intentar entender, acompañar, empatizar
y por encima de todo respetar, incluso aquello que no entendemos o que no nos
acaba de gustar. Porque sin duda lo que une al pueblo saharaui con nosotros es
mucho más que lo que nos diferencia.
Probablemente uno de los problemas con el que
nos encontramos quienes escribimos es ponernos en la piel de los diferentes
personajes, y más si se trata de personajes de otra cultura y otro país como es
el caso de los saharauis. Siempre he pensado que Antònia es una escritora que
plasma con enorme competencia los sentimientos, anhelos e inquietudes de este
pueblo, y en especial me conmueven sus retratos, tan certeros, de mujeres y
ancianos saharauis. Así lo he sentido en sus libros de relatos ‘Si tú supieras’
y ‘Exilios’ y en esta ‘Memoria rota’. En ocasiones le he dicho que actúa como
una especie de intermediaria que nos transmite de manera acertada y con gran
hondura mucho de la idiosincrasia saharaui. “Con
ellos me sucede que, aunque no entiendo el hasania, en muchas ocasiones puedo
saber de qué están hablando o sentir sus emociones como si las verbalizaran. O
esa impresión tengo. Puede que sea pura subjetividad pero así lo siento”.
Documentarse correctamente es fundamental
para recrear ambientes y épocas. Parece que recordarlo a estas alturas es una
obviedad, aunque quizá no lo sea tanto, vistos ejemplos como la infumable
novela ‘Besos de arena’ de Reyes Monforte, uno de los más desafortunados
acercamientos literarios a la temática saharaui lleno de errores geográficos,
temporales y culturales. Antònia, aparte del extenso y paciente trabajo que
realiza para documentar sus escritos, tiene varios puntos de ventaja, como son
haber visitado los campamentos en diferentes ocasiones y ser tremendamente
observadora. Todo ese bagaje tiene gran peso en lo que escribe. “Pasé unos meses sumergida en las
hemerotecas. Tomé cientos de notas, no solo de los acontecimientos históricos
sino del tiempo, de la anécdota, de la moda de la época, de los anuncios, de
los programas de la tele. Todo lo que encontraba. Hablé también con antiguos
soldados que cumplieron el Servicio militar allí y que me explicaron el trato
que tenían con las familias saharauis”. Pero no hablamos de una sucesión de
pedantes datos y farragosas explicaciones, la prosa de Antònia está llena de
lirismo, de sentimientos, siempre en su justa medida, de detalles y de amor por
un pueblo que tantos hemos adoptado como nuestro.
Así el mensaje que traslada Antònia es
sobre todo de tolerancia hacia los que no dejan de ser iguales que nosotros,
por mucho que se encuentren “en la espalda del mundo”. La autora ofrece una
mirada llena de profunda empatía, cariño y apoyo por la situación en la que se
encuentra sumido un pueblo como el saharaui, situación en la que tiene gran
responsabilidad el estado español. Una postura la de la autora extrapolable a
cualquier persona que sufra, independientemente de su lugar de procedencia. “Me gustaría transmitir el mensaje de que
las personas se pueden comprender y amar por encima de las culturas, las
religiones, el medio, el color de la piel y las convenciones sociales. Que cara
a cara, los prejuicios, tópicos y xenofobias no tienen razón de ser. Que da
igual de dónde procedas, esto nunca es un obstáculo cuando hay aprecio y
sinceridad de sentimientos.
En definitiva ‘Memoria rota’ gustará no
sólo a los amantes de la buena narrativa sino también a los interesados en lo
que no se nos contó sobre la Transición. La novela deja varios rotundos
mensajes: la importancia de la amistad más allá de las diferencias, la memoria
como algo que nos persigue o que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida, la
importancia de luchar por las causas justas, aunque se consideren perdidas o
imposibles. Por eso esta historia tiene gran interés, no sólo por su
acercamiento a los saharauis, sino como un retrato de una época cercana y
trepidante, la del fin de la dictadura y el paso a una democracia, considerada
ejemplar durante tantos años y cuya buena imagen hace tiempo que empezó a
resquebrajarse.
En definitiva, ‘Memoria rota’ es una novela
que me habría encantado escribir. Lo digo sin ninguna envidia pero con toda la
admiración por el magnífico trabajo que ha hecho Antònia.
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