The Brian Jonestown Massacre, un torrente de música hipnótica
Mi
participación en el DISCOS Y OTRAS PASTAS nº 77 Fotos: EmeMarkt
“Para
mí la música de BJM es un magma casi inabarcable de la que extraigo mis piedras
preciosas” @ilgatopando
Comienzo esta rápida crónica de un
concierto en el que tenía muchas ganas de estar, con esta frase que me escribía
en Twitter un compañero de red social, referida al grupo de nombre casi
impronunciable, The Brian Jonestown Massacre.
La banda del californiano, aunque afincado
en Berlín, Anton Newcombe tocó en Madrid el pasado 8 de septiembre. Había mucha
expectación por verles en directo, como demuestra el lleno que registró el
madrileño Teatro Barceló, lugar que acogió el evento. El rock psicodélico al estilo
de los 60 es marca de las composiciones de Newcombe, un músico prolífico, lleno
de personalidad y estilo, que va completamente a su aire, algo que sin duda se
agradece en el esclerótico panorama discográfico.
El grupo ofreció un concierto extenso, dos horas
sin bises, en el que se no se alargaron los temas más de la cuenta y en el que
no sonó mi canción preferida de la banda ‘If love is the drug’. No he
encontrado el setlist de Madrid pero en el de Barcelona se registran treinta y
cuatro canciones. Su último EP es “Thingy Wingy” (noviembre de 2015), aunque Newcombe,
compositor y productor de sus propios discos, explica en varias entrevistas que
ahora está enfrascado en la grabación simultánea de dos álbumes.
Si no me equivoco, de la formación original
de principios de los 90 sólo permanecen Newcombe y Matt Hollywood. Actualmente
la banda está compuesta por ocho músicos: batería, bajo, teclista, guitarras y
su conocido “Mr. Tambourine Man”, el percusionista Joel Gion, que ocupaba el
centro del escenario con su pandereta y una envidiable actitud, todo un ejemplo
de cómo subirse a un escenario. Dentro de la extraña disposición en escena que
suelen utilizar, Anton Newcombe, líder indiscutible de la banda, se situaba en
un extremo del escenario. Actitud underground (del de verdad) hasta en la
colocación. La banda de Newcombe, vestido con casaca blanca y adornado con
múltiples collares, forma un conjunto sólido y en perfecto engranaje. Durante
varios momentos se reunieron a departir en torno al batería para decidir el
siguiente tema a tocar, culminando con un final poderoso, bastante más
eléctrico y potente de lo había sido el resto del concierto.
El imposible nombre de BJM es un juego de
palabras con el mítico guitarra de The Rolling Stones, Brian Jones, cuya imagen
aparece de manera recurrente en el artwork de la banda, y el suicidio colectivo
de casi mil personas en 1978 en Jonestown (Guyana), recuerdo haber visto
sobrecogida de pequeña la noticia. BJM son protagonistas junto a otra magnífica
banda, The Dandy Warhols, del documental DiG! (2004), de Ondi Timoner.
Como mencionaba el amigo il gatopando al
inicio de esta crónica, la producción de BJM es una amalgama de LPs, singles,
EPs, ya que Newcombe es un artista realmente prolífico. Me siento incapaz de
abarcar su extensa y desperdigada discografía, mejor disfrutar del torrente
incontenible de su música hipnótica. Y ya que estamos, recomiendo la escucha
del disco de Tess Parks, “Blood Hot”, una artista con la que Newcombe colabora
estrechamente y que bebe de muchas de las fuentes de The Brian Jonestown
Massacre.
El setlist gracias a EmeMarkt |
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