Volvemos en septiembre tras un año lleno de inspiración

5:52 p. m. Conx Moya 0 Comments



Para #Hzlqdbs el curso 2017-18 ha estado lleno de música y creación. Muchas ganas de escribir, lecturas interesantes, presentaciones y magníficos conciertos han completado la ecuación de un año muy movido.
Los relatos han ocupado un importante espacio en el blog. Comenzábamos con “Eres vieja”, una historia de mujeres y rock, dos temas que han estado muy presentes en los relatos que he escrito este año. Es el caso de “Atrapada”, un microrrelato musical que presenté a un concurso, que ha sido ilustrado con una ilustración de Ana Müshell, un auténtico lujo. La vida tiene momentos delirantes, como que un tipo arrojara un pato de plástico al escenario de un concierto, acción que desencadenó uno de los relatos que más he disfrutado escribiendo “Un pato de plástico”, la historia de Coco y Roque. Del pato nacieron además un collage y una lámina de Marino Masazucra, premios para un par de sorteos en redes sociales. Puro disfrute.
Esta ha sido una temporada repleta de maravillosa música. En septiembre llegaba la reseña de la exposición “DAVID BOWIE is”, que vimos en junio de 2017 en Barcelona, para quedarse a vivir en ella. Los fans de Matt Johnson y The The estamos de enhorabuena con su regreso a sus escenarios, no en vano nos contemplan treinta años de enamoramiento musical. En octubre participamos en un experimento refrescante de “Madridaje” caribeño en la caseta 1 de la Cuesta de Moyano con Hostia un Libro, la música y enseñanzas de nuestro admirado Raúl Frutos (Crudo Pimento) y las delicias del restaurante cubano Havana Blues. Otro estupendo experimento con música y radio nos lo ofreció Carne Cruda en el concierto y entrevista con Josele Santiago, una gran noche. Amplío las entradas sobre canciones de George Harrison con “Apple Scruffs”, dedicada a “las andrajosas de Apple”, una delicia de la que llevaba tiempo deseando escribir.
Y si de algo he disfrutado, y mucho, este curso ha sido de la música en directo. Así pude ver a de nuevo a mi admirado en un concierto de Chris Robinson lleno de lucidez y estilo. Y ya que este ha sido el año de descubrir a Pink Floyd (sí, ya me vale) no podíamos faltar al concierto de Roger Waters en Madrid, que regaló una inolvidable y muy combativa noche. El proyecto de Kerman de homenajear a los Ramones con un disco de sus éxitos en clave ska nos llevó hasta una sesión mañanera en el Gruta77 para disfrutar en directo de su disco Gabba Gabba Ska!, acompañados por un lujoso plantel de músicos. En un año lleno de Steve Winwood acudimos a Bilbao al BBK Music Legends Festival 2018, para ver a Winwood y a otros mitos musicales como Jeff Beck, John Cale, Glenn Hughes o Wilko Johnson, espectacular. A pesar de diferentes inconvenientes que se me presentaron antes del concierto, pude finalmente disfrutar con el brutal directo del tremendo Jello Biafra and the Guantanamo School of Medicine, teloneados por los no menos míticos MadPunk (Larsen, Espasmódicos y TDK). He iniciado este año una serie de colaboraciones con la revista Maskao. En la primera, hago una revisitación de las famosas máquinas del millón a través de mis recuerdos y los de varios amigos, “De pinballs, flippers o petacos. Un viaje a la memoria infantil”. Gracias a Juan Ramón Puyol por proponerme la colaboración. Iré subiendo el resto al blog.
2017 fue el año de presentación de Encore Trasatlántico, o lo que es lo mismo, la antología de relatos rock con autores mexicanos y españoles editada por Pedro Escobar en la que participo con un cuento “Gozando de los sones rebeldes”. Tuve la suerte de encontrarme a finales de septiembre con Pedro en Madrid, gracias a un providencial viaje. Conseguimos llevar el libro hasta Radio Nacional, al programa “Viaje al Centro de la Noche”, y presentarlo en la librería Molar, en pleno barrio de La Latina, acompañados por Pepo Márquez, autor de uno de los relatos y por Marino Masazucra, autor de la ilustración de mi cuento. Una noche inolvidable. Todavía Encore nos sigue danto alegrías, como los artículos del incansable Tomás González Lezana para La Fonoteca y el Ruta66.
En el blog vuelve a tener un lugar destacado el Gabinete de Lectura de La Central de Callao, donde un año vez más hemos disfrutado de libros de enorme calidad. Este año hemos perdido a nuestro querido Jesús Casals, inmerso ahora en labores editoriales. Todavía con él al frente leímos “Botchan”, de Natsume Sōseki, editado por Impedimenta. Para nuestro primer Gabinete ya sin Jesús leímos “Americanah” de Chimamanda Ngozi Adichie, que nos presentó Elvira Lindo. Nos estremecimos con la terrorífica canción de cuna de Leïla Slimani  en su aclamada “Canción dulce” o una de las sensaciones de esta temporada lectora, “Apegos feroces” de Vivian Gornick. En el mes de febrero tuve la ocasión de conocer a uno de mis mitos de juventud, Ray Loriga, que nos vino a presentar su “Rendición”, un magnífico libro que demuestra su madurez literaria; una maravillosa novela de la gran Carson McCullers, “El corazón es un cazador solitario”, un auténtico lujo, o “Duelo” del escritor guatemalteco Eduardo Halfon, cuya visita en el Gabinete fue un placer.
El Sahara sigue ocupando un lugar destacado en el blog. En octubre estuvimos en el Aleatorio de Malasaña disfrutando de un festival de poesía por el Sahara, en apoyo a la asociación APS Madraza de Ciudad Real. También nos acercamos a la Universidad Complutense para la charla ofrecida por la fotógrafa  Ana Valiño, que presentó su proyecto “El rostro de las mujeres saharauis”, acompañada de la poeta Zahra Hasnaui y Nueina Djil, una histórica activista saharaui. Enero nos traía el adiós del anciano Deida Uld Yazid,  abuelo de la Intifada saharaui; quise recordarle uniendo su memoria a la del niño Nayem Elgarhi, asesinado por tropas marroquíes en los alrededores del campamento de Gdeim Izik en octubre de 2010. Disfrutamos además de la presentación en Madrid de “Toda la muerte para dormir” de Jorge Molinero, una espléndida novela sobre la breve e intensa vida de Luali Mustafa Sayed, el líder de la revolución saharaui. El mes de abril nos traía la participación en el “Ciclo sobre literatura saharaui y mujer” en la Facultad de Filología en la Universidad de Sevilla, un encuentro largamente esperado, en el que participé con una charla sobre “La cuestión saharaui y su recepción en las autoras españolas” en lo que fue una jornada inolvidable.
En #Hzlqdbs he intentado seguir ofreciendo reseñas de algunos de los libros que más he disfrutado este curso. Algunas han sido primeras novelas, estupendas, como “Una habitación en Lavapiés” de Maya Vinuesa, “El día que aprendí a volar”; la novela de la “eterna migrante” Stefanie Kremser; “Los motivos del fuego” de Juan Carlos Muñoz, de la editorial RELEE. O la sorpresa del espléndido debut narrativo de uno de mis ilustradores de cabecera, el granadino Juarma que se ha estrenado con la enorme “Al final siempre ganan los monstruos”, que además vino a presentar en Madrid. 26/10/2017. Mi admirada Pilar Adón ha publicado dos librazos este año, y estuvimos en las presentaciones de Madrid, con “La vida sumergida” se ha confirmado como una maestra en el relato; Pilar ha recibido también muy buenas críticas por su poemario “Las órdenes” sobre el deseo de escapar del refugio. En esta temporada conocí la obra del autor argentino Raúl Argemí, un destacado autor de novela negra, su libro “A tumba abierta” es potente, crudo y lleno de desesperanza, muy bueno. Otro de los libros reseñados esta temporada es “La movida que te salvó” de Mariano Pinós, un canto a la contracultura de los 90 que me gustó especialmente.
Muy disfrutados y comentados son algunos libros con música que he leído esta temporada. Es el caso de “Éramos unos niños”, la historia de Patti Smith y Robert Mappelthorpe narrada en primera persona por la cantante y poeta; “Cuatro millones de golpes” de Eric Jiménez, batería de Los Planetas entre otros grupos, estuvimos en la presentación de Madrid; o un libro en el que he colaborado como mecenas en la edición, “Londres, ciudad okupada” de Richard Dudanski, quien fuera amigo y compañero del mítico Joe Strummer,  
He de reconocer que poco cine he visto este año y menos todavía he reseñado. El cine de verano de Cibeles me permitió descubrir el pasado septiembre “Sing Street” de John Carney, una película que me pasó desapercibida en su estreno. En noviembre vi “El autor”, una película sobre creación donde Javier Gutiérrez hace un gran trabajo. También vi en cine “Blade Runner 2049”, la secuela de la mítica película de Ridley Scott, debo decir que me gustó pese a la tremenda melancolía que me inyectó la aparición de un aún magnético Harrison Ford. De vuelta de las vacaciones de Navidad vi en el tren una delicia ligera “París puede esperar”, dirigida por Eleanor Coppola. Y pude revisitar una película ochentera de vampiros y con su punto de mitología musical por la aparición de Bauhaus; efectivamente se trata de “El ansia”, protagonizada por mi adorado David Bowie, Catherine Deneuve y Susan Sarandon. Siguiendo con el audiovisual, el Ciclo Mujeres Hechas de Punk en la Cineteca del Matadero de Madrid me ha permitido ver este verano dos documentales magníficos, “De un tiempo libre a esta parte” de Beatriz Alonso Aranzábal, una mirada sin nostalgia a un Madrid adolescente y musical y “El peor dios”, un documental sobre las luces y sombras de la banda barcelonesa Desechables, realizado por Alejandro Montes, Daniel Arasanz y Nico Tarela.
Terminamos con Arte. Hemos realizado varios safaris de arte urbano durante este curso en Malasaña y Lavapiés, para el blog cuento un recorrido por la historia del arte urbano en Lavapiés ofrecido por Madrid Street Art Project. Además estuvimos en la presentación de “Agujero”, un nuevo trabajo de la Editorial El cañón de Garibaldi, con grabados de Alberto Pina y texto de Andrés Barba.

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