Por si acaso un día los poetas la encontraran y volvieran a sembrarla en la noche enamorada de la libertad del sur
Esta entrada es de Angel Petisme y Bahia, los poetas que recordaron y encontraron esta canción y volverán a sembrarla por la libertad del Sahara. Un recuerdo para el gran Carlos Cano, que también cantó al pueblo saharaui.
Un vaso de té verde
Estaban mis ojos por la arena mirando la luz violeta
y pensando quién pudiera esconderla en otro tiempo
por si acaso un día los poetas la encontraran
y volvieran a sembrarla en la noche enamorada de la libertad de[ sur.
Paloma blanca que vuelas por Tinduf con una rama de olivo
búscame el alma en Smara a la puerta del olvido.
Paloma blanca, paloma blanca.
Paloma negra negra como la noche en el desierto
en una estrella dejé mi corazón lleno de fuego.
Paloma negra, paloma negra.
Un vaso de té verde me dio para beber un día la muerte
en mi boca era dulce y sin embargo amarga era mi suerte.
Un vaso de té verde, un vaso de té verde amargo, amargo amargo y verde.
Vuelan las nubes que me traen del Sáhara el desierto
vuelan las nubes como vuela el deseo de mi cuerpo.
Habibi, habibi, habibi, habibi.
Tus ojos negros como posos de agua me miraban,
tus ojos tus ojos negros el corazón de arena me llenaban
tus ojos habibi habibi tu ojos.
Dos cercos tiene la luna mi amor ha muerto en una noche oscura
luchando entre los muros del desierto.
Chahada, chahada, chahada, chahada.
Estaban mis ojos por la arena mirando la luz violeta
y pensando quién pudiera esconderla en otro tiempo
por si acaso un día los poetas la encontraran
y volvieran a sembrarla en la noche enamorada de la libertad del sur.
Del disco "Forma de ser" de Carlos Cano (1994)
0 comentarios:
Publicar un comentario