Cabezafuego, Pablo Und Destruktion y Crudo Pimento: de expectación, ignorancia y admiración
Cabezafuego |
No hay nada como la música en directo para
combatir el bajón del final del verano y la vuelta a todas las tareas, rutinas
y esclavitudes diarias. Para este mes de septiembre la Fundación SGAE se
desmarcaba con un más que apetecible remedio: el Ciclo De Par en Par ofrecía una
serie de conciertos con algunos de los grupos revelación de la escena española
independiente, en formato de cuatro programas dobles para disfrutar de música española
“actual y original”.
De los cuatro días de conciertos que
ofrecía el ciclo nosotros elegimos viernes y sábado, para ver las actuaciones de un dúo al que seguimos
de cerca: Crudo Pimento; de un artista que nos apetecía ver en directo: Cabezafuego
y de alguien que nos era absolutamente desconocido: Pablo Und Destruktion. El
resultado fue de lo más satisfactorio. Nos enfrentamos a las tres propuestas
con ganas y sin prejuicios, como yo creo que hay que paladear la música.
A Cabezafuego, artista de amplia carrera
musical en grupos como Mermaid, Atom Rhumba, The Basque Country Pharaons y
algunos más, le tenía yo muchas ganas. Le conocí a través de ‘El traje del
emperador’, una canción con una letra llena de miga sobre las desventuras y
vaivenes de un tipo cualquiera de mediana edad, más que perdido en un proceloso
mar de músicas, estilos, modas y tontería. Una canción que con el tiempo ha
generado alguna que otra polémica, como cuenta con picardía, y creo que
encantado, Cabezafuego. “¿Dónde vas ya con cuarentaytantos / y en primera fila
de un concierto de Chinarro, / llorando y suspirando?/ Y esto no es ficción
/que yo lo he visto y he flipado”, cuenta en ‘El traje del emperador’. A esto
se unía la épica sesión vermú que se marcó en nuestro programa radiofónico de
referencia “Tímpanos y Luciérnagas” (Programa 74, marzo de 2015, Murcia), que disfruté
muchísimo.
Sus canciones son muy narrativas, llenas de
imágenes e ideas y me imagino que Iñigo, a no ser que tenga memoria de elefante,
las debe pasar canutas para cantarlas sin equivocarse. Se lo comenté un día en
Twitter, sus canciones parecen novelas por todo lo que cuentan. “Hoy es el día,
he cumplido 40/ Y ayer salí a celebrarlo/ Con mis amigos/ Todos con hijos menos
yo/ Como si no hubiera un mañana/ Se sacaban las rondas de cubatas/ Aceleradas/
Con droga cara/ De gente mayor”, canta en Resaca de un bohemio. Romu López de
T&L define las letras de Cabezafuego como “certeras, deslenguadas y con
gracia. Más de uno se puede ver retratado en sus canciones, puede picar un poco
pero al final esbozas una sonrisa y acabas encantado”. El mismo Cabezafuego lo
explica, los protagonistas de sus canciones “no son nadie en concreto y somos
todos, como Hacienda”. Incorrecto, divertido, bailón, Cabezafuego hace “pop de
guitarras hijoputa”, como se le definía en el magnífico programa El Sótano de
Radio 3. Eso es lo que vimos en su concierto, un Cabezafuego retozón y
pinchaúvas, que provoca e implica al público y a sus músicos, Los Brutales.
Pablo Und Destruktion |
Al navarro y su banda les seguía Pablo Und
Destruktion, totalmente desconocido para mí. Tras la juerga de Cabezafuego nos
encontramos con un cantante armado de una guitarra, sin más, en un escenario vacío
y con él solo ante el peligro. El asturiano, que se presentó sin la banda que
acostumbra a acompañarle, empezó muy suave, y por un momento me pasó por la
cabeza el pánico de tragarnos una hora de cantautor lento y tal vez plomizo.
Nada más lejos de la realidad. Pablo interpreta con fuerza, desgarro y
sentimiento del de verdad unas canciones llenas de historias, sensaciones y
poderosas imágenes. Si las canciones de Cabezafuego son muy narrativas, las de
Pablo Und Destruktion resultan tremendamente poéticas.
‘Vigorexia emocional’ es el tercer disco
del asturiano, que bromeaba diciendo que el día anterior había tocado para la
Feria del Libro Anarquista de Oviedo, y el sábado se encontraba tocando en la
SGAE. Lo hizo ante un público entregado, que le escuchaba casi sin respirar y
aplaudía con calor la propuesta desnuda y emocional del cantautor. “Yo no
decido cuando muero/ Yo no decido cuánto te quiero yo solamente grito/ yo
solamente muerdo tu piel/ Riego tu boca sedienta/ con sudor y con ganas de
arder/ miras como una pantera/ y yo meto mis dedos en tu boca afilada/ en tu
boca afilada/ Afilada”, canta en ‘Ganas de arder’.
Crudo Pimento |
Con el señor Paco Frutos |
Y de dos propuestas musicales que dan tanta
importancia a las letras, a otra en la que predomina el sonido, el ruidismo y
la experimentación. El sábado acudimos a ver una vez más a Crudo Pimento, de
quienes hemos hablado tanto en este blog que casi vamos a hacer una etiqueta
para ellos solos. Hemos contado largo y tendido sobre sus discos y conciertos, sobre
la alucinante apuesta de unos músicos que no son hipsters ni modernos sino
murcianos, una asombrosa apisonadora metalera que mezcla sin prejuicios todo lo
que se le ocurre a la traviesa e imaginativa mente musical de Raúl Frutos, un
personaje que no puede dejar indiferente a nadie que adore la música. Una vez
más la actuación del dúo murciano nos ofreció ruido, furia y mucha chicha. Se
agradece su entrega e innovación, nunca ofrecen un concierto igual. Raúl e Inma
nos volvieron a presentar sus canciones cambiadas, retorcidas, mezcladas, dadas
la vuelta y vuelta a poner del derecho. Del nuevo disco, ‘Fania Helvete’, ofrecieron
'Aquí, allí, gato', 'Enoquia dadá', 'Me voy con ellos' y 'La hija de Juan
Simón', canción con la que están abriendo la gira, con Raúl a la guitarra
española e Inma al palo. El concierto contó además con la presencia de Paco
Frutos en el escenario echándose un cante y con una nutrida representación
murciana en la sala.
*Fotos: tenemos la cámara “mediodecente”
rota, así que las fotos están tomadas con nuestros móviles. El zoom deja mucho
que desear y, aunque no estábamos lejos, esto es lo más que pudimos hacer. Una
pena.
Ciclo De Par en Par en Madrid De Par en
Par. Fundación SGAE. Sala Berlanga. Del 10 al 13 de septiembre de 2015.
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