Gracias, David Bowie. Bello y ya inmortal
“Dadme la
libertad del espíritu y los placeres de la carne”. (David Bowie)
Viernes, 8 de enero. Las redes sociales (cómo
no) nos recuerdan que es el cumpleaños de un mito, David Bowie. 69 años cumple
el enorme artista. Ponemos los correspondientes comentarios de cariño, y
pinchamos algunas de sus canciones para homenajearle, como nos gusta hacer con
nuestros adorados. Como detallazo, Bowie estrena un nuevo disco, Blackstar. En la
red vemos las primeras críticas y comentarios. Parece que gusta.
Lunes 11 de enero. Me estoy preparando para la
vuelta al trabajo después de unos días de vacaciones, llueve y mientras me
acabo de arreglar, una noticia escuchada en la radio da un vuelco a mi
corazón: el músico británico David Bowie ha fallecido, tal y como confirma su
hijo Duncan en las redes sociales. Perplejidad. Pero si acaba de cumplir años. Pero
si acaba de sacar nuevo disco tres días atrás.
David Bowie se ha marchado al pie del cañón
musical, con disco nuevo, con muy buenas críticas y con el estilazo que se ha
gastado siempre. Una despedida musical, con el absoluto secretismo de quien
sólo había contado a su círculo más íntimo que le acechaba una grave
enfermedad. Ahora, en su Blackstar se encuentran claves por todas partes, muchas
de las cuales con probabilidad dejó el gran músico deliberadamente: “El nuevo
disco de Bowie, «Blackstar», plagado de pistas sobre su muerte”, decía un
titular (ABC, 11/01/2016). Un nuevo disco, ahora sabemos que es el último,
calificado como “el mejor de su carrera desde principios de los 80”, “salvaje”,
con guitarras “tremendas”. Su “claustrofobia, su oscuridad y sus ocasionales
miradas al abismo” (Caninomag, 09/01/2016), tenían un poderoso motivo, Bowie
sabía que se iba, pero no quiso avisar, porque entre “sus eternas habilidades
siempre ha sido la de ocultar sus intenciones. O, mejor dicho, la de
desvelarlas sólo hasta el punto que él estima oportuno” (Caninomag, 09/01/2016).
“Probablemente hay un Bowie para cada amante
del rock and roll y el pop”, afirma mi admirado Alex MagicPop. Totalmente de
acuerdo. Atravesó todos los estilos, aspectos, personalidades, atuendos y
maquillajes. Ziggy Stardust, Major Tom,
el Duque Blanco, Mr. Lawrence, rey de los goblins... Glam, pop,
dance, rock, electrónica, jazz, melódica, funk, R&B y beat en sus inicios...
La imagen fue primordial en su carrera pero nunca fue un envoltorio vacío, si
no que sirvió para vestir majestuosamente una música espléndida. Multifacético,
interesado en el teatro, el arte, el circo y el music hall, Bowie era una
esponja que absorbía todo lo que le llamaba la atención y lo transformaba
haciéndolo suyo, con un gusto absolutamente personal e inimitable. Los jóvenes
de cuatro décadas han deseado ser “Rebel Rebel” y “Heroes” a ritmo de Bowie.
De marciano, de pierrot, con parche pirata, con
maquillaje psicodélico, pelo de punta color zanahoria, cejas afeitadas, o de elegancia
trajeada y dandy. Camaleónico y ambiguo, pero siempre Bowie. Seductor, bello a
morir, o más bien a matar. Original hasta en sus ojos, no uno de cada color
como siempre creímos, si no que uno de ellos tenía la pupila exageradamente
dilatada tras un puñetazo de su amigo, George Underwood, cuenta la leyenda que
debido a una pelea por una chica. No hubo mal rollo, incluso Underwood,
artista, le diseñó varias portadas de discos.
Mis recuerdos personales de Bowie, los que se
pueden contar, incluyen uno muy reciente y poderoso. En casa, por la noche,
tumbados en el suelo viendo “Radio Encubierta”, después del gran sabor de boca
dejado por la irregular y deliciosa película, nos ponemos como una moto cuando
los títulos de crédito aparecen a ritmo de ‘Let´s dance‘ a todo meter. Escalofríos.
Con 14 años no cumplidos me tragué el Live Aid, con múltiples problemas porque
entonces sólo había una tele en casa y la oposición paterna a tanta música era
férrea, aunque al final logré ver bastante; confieso que sobre todo esperaba
la actuación de Spandau Ballet, pero flipé con este señor tan elegante y
guapetón que cantaba 'Heroes'. Entonces yo no entendía de nada pero sabía que algo muy grande se cocía
en esa canción... Como adolescente que se crió viendo los grandes espectáculos
de Wembley en la tele, le recuerdo también en el homenaje a Freddie Mercury,
haciendo un majestuoso ‘Under pressure’ con la leona Annie Lennox. O más Bowie
y cine. La maravillosa Frances Ha, con Greta Gerwig corriendo por las
calles de Nueva York a ritmo de ‘Modern Love’. Una imagen llena de alegría de
vivir.
No nos queda más que expresar todo nuestro amor
a esos músicos que nos hacen sobrellevar la negra realidad, que componen la
banda sonora de nuestra vida. Gracias Mr. Bowie por dar el callo musical hasta
el final. Y es que los nuestros no morirán, aunque lo diga la Wikipedia…
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