“Los motivos del fuego” de Juan Carlos Muñoz. “Es sólo literatura pero nos gusta”
Los difíciles momentos económicos y
sociales que estamos viviendo en esta última década no podían dejar de
reflejarse en literatura. A pesar de no ser la literatura española
contemporánea muy proclive a una escritura de tono social, tenemos algunos
interesantes ejemplos como las obras de Isaac Rosa o Marta Sanz y libros como
“La gran ola” de Daniel Ruiz García o “La trabajadora” de Elvira Navarro. En
estos días la editorial RELEE publica la magnífica novela “Los motivos del
fuego” de Juan Carlos Muñoz, una novela sobre la burbuja económica y la
posterior crisis. Sin sermonear ni ofrecer sesudos análisis macroeconómicos, Juan
Carlos ha creado una historia divertida e irónica, con la que cualquiera de
nosotros podemos sentirnos identificados. El viernes 20 de octubre se
presentaba “Los motivos del fuego” en la librería Cervantes y Cia. Y allí nos
fuimos desde Haz lo que debas para escuchar sobre una novela cuya lectura me ha
sido especialmente grata.
La novela, calificada de historia
divertida, ágil y dinámica por el escritor Eloy Tizón, fundador y director del
consejo asesor de RELEE, editorial colaborativa que ha publicado la novela,
llega en un momento oportuno, a los diez años del inicio de una crisis que nos
ha llevado a un complicado momento político y social. Juan Carlos ha construido
una sólida novela sobre la crisis, sin caer en el sermón. “La narrativa ofrece
por encima de cualquier otro género la capacidad de empatizar”, la historia se
encarna a través de unos personajes y eso despierta cercanía. La agilidad
estilística del autor “genera una lectura fluida”, en palabras de Tizón. El
autor ha encontrado una “interesante voz en tercera persona para el narrador” y
a la vez “muchas voces que se van inmiscuyendo en forma de monólogos”. Ha utilizado
además “una segunda voz que hace de contrapunto, ejerciendo de voz de la
conciencia o Pepito Grillo”, con la que rebate o anula lo que cuenta el
narrador.
Tanto Eloy Tizón como el periodista
económico Miguel Ángel Mondelo, el otro presentador de la novela, destacaron la
importancia de los personajes. El autor es de la opinión de que “en la
literatura actual los personajes son pigmeos, no hay grandes personajes que
puedan sustentar grandes historias”. La pareja protagonista supone dos de los
comportamientos más usuales frente al derroche de dinero y ese “atar los perros
con longaniza” que vivió España durante los años de la burbuja inmobiliaria.
Arturo se deja llevar por la presunta prosperidad, se comporta como un ingenuo
y acaba “vendiendo su alma al diablo”, a pesar de los remordimientos que le asaltan durante toda la novela, Aún quedaban residuos de moralidad que no había disuelto el lexatin. Se trata un tipo de personaje que atrae
el autor. Arturo tiene unos valores y por eso le cuesta venderse, “en la
narración intenté prolongar en el tiempo su sufrimiento”, explicó Juan Carlos.
El contrapunto lo pone su esposa, Victoria, un personaje antipático, la “aguafiestas”,
la que ve la que se va a avecinar, a la que nadie quiere escuchar cuando las
cosas van bien. Elena, la broker, es un personaje “muy atractivo”, para
Mondelo, en la que vemos reflejados a aquellos que apoyan todas las “innovaciones
financieras” y a quienes sólo les parece bien lo que venga de fuera.
Juan Carlos Muñoz explicó que la idea de
“Los motivos del fuego” comenzó a gestarse hacia 2011, y surgió a partir de una
imagen, la de las urbanizaciones diseñadas en la época de opulencia que se
dejaron abandonadas, esa “España fantasma”, término acuñado a partir del de
“España vacía” de Sergio del Molino. El autor confesó estar influido en su
literatura por la picaresca, cuya forma de contar “es un poco tosca”. Por eso,
para vestir su historia confesó haberse inspirado en los grandes escritores del
boom latinoamericano como Vargas Llosa, García Márquez, Cortázar o Alejo
Carpentier. En opinión del autor, la literatura de carácter social, que es
comprometida y militante, corre el peligro “de resultar coñazo y de caer en el
sermón”. Para desmarcarse de esa etiqueta Muñoz ha introducido elementos
fantásticos “que aportan un cierto distanciamiento a la obra”, según sus
palabras.
En opinión de Miguel Ángel Mondelo “Los
motivos del fuego” huye de la complacencia, de cierta corriente de opinión qué
echó la culpa de la crisis a causas ajenas a nosotros. Sin embargo, según el
periodista, “hubo comportamientos que abonaron el terreno para lo que sucedió
después”, y la avaricia también jugó un papel importante en la gestación de la
crisis. En la novela también aparece la corrupción política, que ya se veía en
la época de bonanza pero que sólo nos importó “cuando ya era demasiado tarde”.
“Este libro debe servir para que actuemos de otra manera”, concluyó Mondelo.
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