Madridaje caribeño en la 1 de la Cuesta de Moyano. Hostia un Libro, Raúl Frutos y las delicias de Havana Blues
Cuando Jesús Herrera desde Twitter me ha
avisado de que venían Crudo Pimento para participar en los Madridajes de Hostia
un Libro en la Cuesta de Moyano, no lo hemos dudado. Cualquiera decía no a un
plan que incluía comida cubana y una charla musical sobre mento y sones
caribeños a cargo de Raúl Frutos.
Los amigos de Hostia un Libro han preparado
un mes de octubre lleno de literatura, gastronomía y música en sus Madridajes
en la Caseta 1 de la Cuesta de Moyano. El primer round nos ha trasladado al
Caribe, con una propuesta, la de hoy, que incluía un banquete con delicias de
la gastronomía cubana a cargo del Restaurante Havana Blues (Paseo de Santa
María de la Cabeza, 56, Embajadores). Hemos disfrutado de bombas de patata con
picada y croquetas de chicharro, ensalada fría de piña, pasta y pollo, tostones
con ropa vieja, lechón con aguacate y galletas de yuca, picantonas y crujientes.
De postre, tarta de queso con maracuyá y pasteles de guayaba. Si suena
delicioso, os aseguro que sabe mucho mejor.
A continuación Raúl Frutos de Crudo Pimento
nos ha ofrecido una charla musical, didáctica y muy entretenida, “Del mento al
dub por la rhumba box”. Desplegando su arsenal de instrumentos “primitivos”
fabricados por él con latas de pimentón y membrillo, palos de rastrillo y hojas
de sierra limadas, Raúl nos ha ofrecido una charla participativa. El público ha
salido a acompañar al músico murciano; así una chica estadounidense ha tocado
el contrabalde o bajo de balde; a la marímbula, la dibujante Julia Happymiaow y el sueco Leo, mientras que Bahia se ha animado con las maracas. El resto del numeroso
público que se ha ido uniendo a la convocatoria musical, hemos acompañado a las
palmas.
Raúl nos ha hablado de reggae, mento y ska;
de instrumentos primitivos fabricados por músicos que no disponían de dinero
para comprar instrumentos; de la importancia de los graves en la música
jamaicana; de cómo los diferentes ritmos se dan la mano y convergen, como el
mento y la rumba, con ese movimiento de la mano, “ventilador”, para tocar las
cuerdas. “La música caribeña es un camino de ida y vuelta, unos ritmos beben de
otros y se complican y enriquecen”, reflexiona Raúl, reconociendo que “la
complejidad rítmica de los instrumentos primitivos puede alcanzar tintes
endiablados”.
Y al son de los Platters, entre aplausos y
vivas, hemos terminado el Madridaje caribeño, a falta de la charla sobre
literaturas antillanas de Alejandro Morellón y Alberto Haj-Saleh el próximo
viernes 13 de octubre.
Los siguientes Madridajes recorrerán EEUU
con Dirty Works Ediciones, Merendola Hillbily y Marciano Pizarro y ÁFRICA con
Chema Caballero, Wiriko Sounds y El Mandela. Literatura acompañada de degustación
gastronómica y exploración musical.
Os animamos a que participéis en estos
Madridajes. Tan sólo hay que inscribirse en cuestamoyano @ madrid.es
Gracias a la increíble gente de la 1 de
Moyano. Un placer.
Fotos: Haz lo que debas y Hostia un libro
Pues ya tenemos la fiesta liada :D#Madridajes #CARIBE pic.twitter.com/f0LPXcudWt— hostiaunlibro (@hostiaunlibro) 7 de octubre de 2017
— hostiaunlibro (@hostiaunlibro) 7 de octubre de 2017
0 comentarios:
Publicar un comentario