Jukebox. The Sonics
Recordando a The Sonics, “la banda seminal
del garaje-punk de los sesenta”.
The Sonics es un grupo de garage rock que
surgió durante la ola de grupos de rock en la costa del Pacífico estadounidense
a principios y mediados de los años sesenta. El grupo en concreto salió de
Tacoma, a cincuenta kilómetros de Seatlle, "Un agujero helado, duro de
pelar, donde el ruido y la furia —literal y metafóricamente hablando— tiene un
peso no menor", dice Mar Padilla en Jotdown. Fueron pioneros del garage rock junto con otras
bandas como The Kingsmen, The Wailers, The Drastics o The Dynamics. Este
movimiento sirvió como base de la reconocida escena musical del área de Seattle,
que perdura hasta nuestros días.
Los cimientos del grupo los pusieron los
hermanos Parypa: Larry a la guitarra y Andy al bajo. Comenzaron a finales de
los cincuenta con una banda instrumental. Con el tiempo se unieron el cantante
y teclista Gerry Roslie, el batería Bob Bennet y Rob Lind, al saxo. Su sonido
se volvió así mucho más enérgico, más duro y sucio. "Y Roslie, inspirado
por Little Richard, era un tímido enfermizo que gritaba como un poseso y
escribía canciones que jamás hablaban de amor: sus letras prometían venganza y
disertaban sobre trastornos mentales. Algo demasiado adelantado a su tiempo",
dice Mar Padilla, que destaca como The Sonics "crudos, ofuscados y
cabreados", perturbadores a más no poder, apenas salieron en la tele en
aquella década de los sesenta. Desde el principio lo tuvieron difícil en los
medios. Sus canciones, llenas de energía y gritos, no eran ni siquiera
programadas en la radio. Y cuentan las crónicas que los oyentes más jóvenes
fueron quienes presionaron para que su música fuera pinchada por los disc
jockeys de época. El cantante, Gerry Roslie, recuerda cómo empezó a componer: «Me
gustaba la energía de Little Richard, Jerry Lee y también Elvis Presley. Pero
no entendía que muchas de las canciones populares fueran laaalaaalaaa amor, y
matrimonio lalalalaaa. Yo pensaba: “esto no es lo suficientemente sucio, no es
como yo me siento”».
El sonido de The Sonics es bastante más
ruidoso, crudo y brutal que el de cualquier otro grupo contemporáneo suyo. Pese
a que tenían una formación bastante clásica en cuanto a los instrumentos, consiguieron
su sonido identificativo mediante arreglos salvajes de temas conocidos, letras
provocativas, el uso habitual de gritos y guitarras eléctricas distorsionadas
hasta el máximo posible. Se separaron hacia 1967, hartos de ser incomprendidos.
Aquella música salvaje (protopunk) no tenía sitio en el momento en que
comenzaba el "jipismo" y el verano del amor. The Sonics conocería un
revival años después, fueron uno de los iconos de las bandas garage-punk
de los 80, y también tuvieron mucha influencia entre los grupos que surgieron
en Seatlle en la década de los 90, la década del grunge.
Tal fue aquel tardío éxito, que se reunieron en
2008, y han estado girando por el mundo; en noviembre de 2012 recalaron incluso
en España, tocando en Valladolid, Granada, Madrid y Lleida. Leo en
informaciones de aquellos días que en la gira europea “la banda se presenta con
una alienación en la que hay dos de sus miembros originales: Jerry Roslie (piano
y voz principal), Rob Lind (saxo). El bajista Andy Parypa y el batería Bob
Benett, no pueden viajar por motivos de salud”.
No somos nadie… Destaco sus canciones más clásicas, The Witch, Strychnine,
o esta, Cinderella.
Y aquí el mencionado especial de The Sonics en Jot Down de Mar Padilla, para leer enteritico.
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