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Vinos y aniversarios



As long as we're together
The rest can go to hell
I absolutely love you
But we're absolute beginners
With eyes completely open
But nervous all the same
Nuestros dulces 27 de marzo. 17 años de continua celebración.

27 de marzo. Vinos y aniversarios



16 años de pan y celebración.
Todos los días son 27 de marzo.

27 de marzo. Vinos y aniversarios



15 años de continua celebración... Vamos a por más.

Enamorado e invencible



Última y ansiosa calada al cigarro. Besazo a la churri mientras retiene el humo dentro de la boca.
- Te amo, guapa - se despide el chuletilla de barrio mientras sube al autobús.
Guapo, joven y enamorado. Invencible al menos por hoy. LOVE.

♡ Amor empaquetado


Foto: Twitter

Acabaremos comprando amor empaquetado. Con la fecha de caducidad bien especificada para que no haya sorpresas.
Un golpecico de calor en el microondas y listo para consumir...

#CosasDelMetro Miradas


Foto de la red
cuando vea los ojos
que tengo en los míos tatuados (Alejandra Pizarnik)
Metro de Madrid, línea 1 atestada de gente. Me fijo en un chico, cazadora de cuero, excesiva para el calor que todavía hace en este inicio de septiembre. Pelo recio, oscuro, mojado por fijador o alguna clase de gomina. Ojos muy azules, expresión tranquila. No es guapo pero ni mucho menos feo. En Atocha sube una chica. Coleta alta, mechas californianas, camiseta blanca sin mangas, llena de dibujos coloridos.
Llegando a Tirso de Molina el muchacho se acerca a la puerta. “¿Vas a salir?”, pregunta a la chica, que se ha quedado allí recostada. “No”, responde ella, mirándole. Los ojos de ambos quedan prendidos, esas cosas se notan. A continuación ella se enreda en una innecesaria explicación y una enorme sonrisa. Él sonríe también
El metro para en la estación. Vuelven a mirarse. “Adiós”, se despide él. “Adiós”, sonríe ella…

‘Mientras seamos jóvenes’ o la “edad del pavazo”

Una viñeta de Juarma ♡
Esta entrada la entenderéis, y tal vez estaréis de acuerdo con lo que digo, los que habéis cumplido cuarenta no hace mucho o lleváis unos años instalados en la cuarta década. En muchos aspectos es, como dice el dibujante Juarma, “La edad del pavazo”, unos años en los que según él “nos comportamos como idiotas a tiempo completo”. Él lo define de manera demoledora y certera: “Lo abandonas todo creyendo que tienes veinte años. Pero ya eres viejo”. Como mujer que anda desconcertada por esa década vital, me pasé en un continuo asentimiento toda la proyección de la película ‘Mientras seamos jóvenes’. Su director es el neoyorkino Noah Baumbach, una aclamada luminaria del cine underground, más o menos de nuestra edad, que da el salto a un cine más comercial al trabajar con actores tan populares como Naomi Watts o Ben Stiller.
La película refleja con gracia y de manera muy acertada esa difícil etapa de “viejoven”, esa encrucijada al llegar a la mitad del camino vital, ese querer apurar los últimos momentos de gracia, esa lucha contra la inevitable cuesta abajo. En definitiva ese lío padre de encontrarnos en una sociedad donde cada vez vivimos más años, la tercera edad se hace tatuajes y lleva gafas polarizadas y cumplir los cuarenta te hace sentirte un cascarrias, mientras el mercado vende la “juventud infinita”.
Los cuarenta, esa década de “peterpanismo” desbocado. Los cuarenta, no ya como los nuevos treinta, sino como los nuevos veinte. ¡JA! (amargo). Los cuarenta como momento de atrapar los últimos instantes de juventud. Ese deseo lleva a muchos a replicar el comportamiento veinteañero, a vestir su ropa, a escuchar su música. ¡Un momento!, esa música que ellos escuchan con devoción de antigualla es NUESTRA música. Aquellos discos, que salieron cuando ellos eran bebés o niños aprendiendo a usar el orinal, nosotros los compramos en las tiendas de discos de nuestro barrio cuando aún había tiendas de discos en los barrios… Ese salto, más bien ese abismo, generacional.
Los veinteañeros ven lo que estaba de moda en nuestra juventud como algo retro y vintage. Lo que era hortera en nuestra época ahora es guay (¿cool?). Sentimos que se apropian de lo que era nuestro. Pero nosotros no lo recreamos, ¡lo vivimos! ¿Nos estaremos convirtiendo en abuelos cebolleta? ¿Abuelos?, ¡si todavía somos jóvenes! Me sorprendo twitteando ante gente diez o quince años más joven que yo sobre eventos donde estuve hace ya un montón de años: “disfruté en el concierto de Transvision Vamp en el 89” o “cubrí la presentación del Windows 95 por Bill Gates en Madrid en el verano de aquel año”. Ahora va a resultar que soy tan retro como un teléfono de góndola. Así, los de cuarenta adoptamos cualquier icono moderno, calaveras y piñas para todos, y readoptamos los de nuestra infancia: Mazinguer Z y Naranjito. Nosotros los veíamos en la tele, cuando sólo había dos cadenas y la segunda era el “uachefe”; ahora son lo más en las camisetas y bolsas “tote bag”.
Y comienza nuestra carrera contra el tiempo. Nos lanzamos a hacernos el primer tatuaje de nuestra vida, a agujerearnos las orejas o lo que proceda cometiendo auténticas carnicerías, volvemos a fumar, probamos bebidas extrañísimas (¿qué diablos es el Jägermeister?, ese enjuague bucal con alcohol). Nos empezamos a interesar por llevar ropa chula (y moderna), el peinado (a ser posible moderno), los zapatos, zapatillas, tenis o bambos (por favor, que sean modernos). No nos perdemos un concierto. Acortamos las faldas y reducimos los biquinis. Nos empieza a gustar el hip hop y la música electrónica y nos fijamos en bicis, patines y skate (el monopatín de toda la vida). Desempolvamos los vinilos (ejem, discos) de nuestros años de acné e instituto. Las parejas se rompen y se cambian por partenaires bastante más jóvenes. Disimulamos los primeros bajones físicos: “ya no aguanto la bebida como antes, mi estómago no es el que era, las resacas son explosiones nucleares”; empiezan a fallar consecutivamente rodillas, articulaciones, columna, vista…. Calvicie, kilos de más, no vemos ni torta, nos licenciamos con matrícula de honor en el arte del disimulo y la negación de todos los achaques.
Nos queda el tema más peliagudo de todos: los hijos. Los de nuestra generación alargamos la paternidad hasta edades anti natura. Convertidos en padres-abuelos, los niños nos pillan con menos fuerza, en medio de una crisis existencial de aúpa y con mucha menos paciencia y aguante. Por no decir que somos una generación con el ego subido, lo que casa regular con la renuncia a tantas cosas que supone la paternidad. No estoy autorizada a quejarme de lo fatal que nuestra generación está educando a sus hijos porque pertenezco al clan de los no padres, lo que tampoco es un chollo. Las circunstancias de la ausencia de hijos son muy diversas y si un hombre que opta por no ser padre es tachado de egoísta, una mujer que toma esa decisión es vista no mucho mejor que un asesino en serie. Un tema que parece dar derecho a juzgar a cualquiera es precisamente el hecho de haber llegado a los cuarenta sin churumbeles, “sin familia” dicen algunos. ¿¿Cómo que yo no tengo familia?? Por no hablar de cómo se quedan descolgadas las parejas sin hijos de las parejas amigas que sí los tienen. Los que han sido amigos del alma durante décadas pasan a habitar diferentes planetas. Las amigas madres se infantilizan, las amigas sin hijos parecen unas rancias… Con hijos pequeños se apaga el deseo, el sexo se da a la fuga y los gustos y aficiones propios ya no tienen sitio. Aún así muchos cuarentones se lanzan con ilusión por el vertiginoso tobogán de la paternidad, que un niño siempre es una bendición y tal y tal...
Menudo panorama. Pues todo esto y mucho más es lo que refleja con buen humor y buena mano Baumbach, director de la deliciosa ‘Frances Ha’, que reseñamos el año pasado en este blog. Y ustedes, amigos, disfruten de su “edad del pavazo”.
Vinilos, bebés, hip hop, bici y cintas de video

Volver

La vuelta no puede ser un viaje eterno en autobús, llena de melancolía, atrapada en un atasco interminable, rodeada de viajeros ruidosos y sin educación, mientras llueve con ferocidad sobre tierra seca y abrasada.
La vuelta no puede ser repetir errores, ni insistir de manera suicida en hacer las cosas mal.
La vuelta debe ser alegría, ganas renovadas, celebración, abrazos y risas por volvernos a encontrar. Siempre estamos deseando volver a donde somos felices.
Abrimos temporada con ilusión y teniendo un poco más claro hacia donde nos dirigimos. Apostando por el blog, la reflexión, la curiosidad y las experiencias. Con muchas ganas de escribir, de llenar de historias que ojalá os interesen este cuarto de juegos. Huyendo en lo posible de la exhibición de sentimientos y emociones, de los contactos vacíos e interacciones estériles que promueven las redes sociales. Abandonando cursiladas, negándonos a tomarnos en serio, peleando por llegar a escribir bien. Pensando cambios y mejoras.
En solitario, nunca en soledad.

Estampitas playeras...


Vacaciones: cuando tienes serias dudas sobre en qué día de la semana te encuentras.
Madurar es bajar la sombrilla a la playa y embadurnarse de protector 50.
Cuando la camisola de la playa se tiene sola de pie: Sal, arena y bronceador.
Poner una lavadora que no es la tuya. Más difícil que una ingeniería
1: Cómo mola bañarse mientras llueve 2: Salir corriendo en bikini por el pueblo con esterilla como protección en la cabeza mientras caen buenos granizos.
Decenas de nadadores practicando en la playa. Emborracha tanta belleza...
Bajar a la playa con estilismos y labios pintados, apestar a colonia, no nadar ni meter la cabeza. En definitiva odiar la playa....
¿Ya no lee la gente en la playa? A nuestro alrededor sólo nosotros dos con libro y un par de parejas leyendo el periódico...
Nada de libros en la playa. Cigarro, móvil y las putas palas. Odio malayo contra las palas...
Pasar con esfuerzo la ITV del bikini y hacerse un moratón en todo el muslo más grande que la Estrella de la Muerte.
Hacerse por primera vez la pedicura. No poder esperar a ir a la playa. Decorarse el dedo gordo con un montón de granitos de arena “empegostrados”.
Con buenos camareros en magnos bares de confianza, dejarse llevar, que elijan ellos la bebida. En el Pez Globo, siempre.
Superar con nota los quince días a solas a todas horas con su pareja y tener ganas de más. ¡Enhorabuena, le ha tocado el premio gordo!

Esclavos y dueños




Ya no eres esclavo de tus palabras si no de tus publicaciones en las redes sociales y no eres dueño de tus silencios si no de cerrar tus cuentas...

Vinos y aniversarios




Calma para todas mis tormentas,
refugio de mis tempestades.
Cómo agradecerte tanto
Todos los días son 27 de marzo

El amor



El amor hay que ejercerlo todos los días, sin necesidad de pareja establecida, contrato firmado o regalo obligatorio.

The Seeker


Me encanta buscar y la gente que busca…
Como dice el Marcos de mi libro en construcción ‘Sin pedir permiso’: “A mi ignorancia sólo le supera mi curiosidad”

La desilusión


La desilusión se lo lleva todo por el desagüe. Los afectos, las risas, los buenos ratos, la confianza, lo compartido... todo irrecuperable.

27 de marzo. Vinos y aniversarios



Lo más maravilloso de nuestro amor
es que no tiene razón ni lógica.
Lo más bello de nuestro amor
es que camina sobre las aguas sin hundirse.
                                    Nizar Kabbani

“Me siento tan viva hoy”


Dedicado a una niña:
Escucha, niña
cuando de alaben llamándote bella
o te humillen llamándote fea
no escuches a nadie.
Sólo quieren encerrarte en el espejo
de una soledad diferente.
Tú debes vivir
no debes agradar
la belleza está dentro de la vida.
Cuando te leen Caperucita Roja
te quieren mostrar el miedo
de escoger por ti misma tu camino.
Estate atenta, niña
los verdaderos lobos son aquellos
que matarán tu libertad.
Cuando te leen Blancanieves
es para convertirte en sirvienta
aunque sea de un hombre tonto y enano.
Rebélate niña
es humillante servir
si no es un gesto recíproco.
Cuando te leen la Bella Durmiente
te están inyectando un potente veneno
para frenar tus ideas
así, cuando seas mayor
un hombre sin muchos problemas
será el dueño de tu cerebro.
No te duermas, niña
tu inteligencia les da miedo
por eso te llaman tonta.
Pero cuando te dicen que eres inteligente
no te fíes demasiado niña
Quieren quizá que aceptes sus posturas interesadas.
Cuando te dicen que eres pulcra y ordenada
pobre niña, estás ya enmohecida
han hecho de ti una estatuilla
que no se ensucia porque no se mueve.
Cuando te enseñan a vivir triste
prueba la locura, niña.
El dolor es una realidad que se debe afrontar
cuando se presenta
no un valor sobre el cual edificar la vida.
Sobre nuestras vidas infelices
demasiados hombres han vivido de renta.
La felicidad es el mayor desafío
¿quién cree que sea una utopía?
Mucha suerte, niña.

Este texto decoraba una de las paredes del CSO El Barrio, allá por mediados de los 90. Foto: Librería La Vorágine, Santander

Hombres

Ellos, varios ellos, han formado parte de nuestra vida... algunos ¿malditos sean?, tal vez mejor ignorados sean. Nos han hecho felices, desgraciadas, nos han roto el corazón, nos han apoyado, nos han hundido, nos han amado, nos han rechazado, han estado dentro de nosotras, nos han olvidado, nos tienen presentes, nunca nos han conocido realmente, nos han engañado, nos han respetado, han sido valientes, no nos han respondido, se han escondido, nos han transformado, nos han puteado...

La tristeza es un desierto inútil



Lo dice AnaP. Pensamientos positivos, los mejores deseos, fuerza, perdón, redención, reconocer los errores, calma, palosanto, vela que ilumina, el buen olor que alarga la vida, no hacer suposiciones, no buscar donde nada se va a encontrar, no dar consejos a quien no los pide, no creerse alguien que puede salvar, encontrar la calma dentro de uno mismo, buenas vibraciones, agradecimiento por lo recibido, agradecimiento por lo enseñado, agradecimiento por lo pasado, despojarse del ego, practicar la humildad, no creerse infalible, no creerse indispensable, no creerse nada, no creerse nadie, proteger la mente, templar las emociones, no a la agresividad, no a la violencia, no a hacer daño, no a dejar que nos hagan daño. Cordura en las relaciones, coherencia en las relaciones, prudencia en las emociones. Saber lo que en realidad encierra la vida... y a pesar de todo sonreír.
Tuve el alma sofocada por la pena. La tristeza es un desierto inútil... (Isabel Allende)

Blow Away y el amor universal


Ya estaba tardando en aparecer mi querido George Harrison en esta nueva etapa del blog. Se dice que el viejo George escribió esta preciosa canción en un día lluvioso.
En su autobiografía “I, me, mine”, Harrison explicó que la canción surgió en un momento en que dominaban en él sentimientos de melancolía y de insuficiencia, y le sirvió como un recordatorio de que él, de hecho, "amaba a todo el mundo", y debía intentar ser más optimista.
A esto es a lo que llamo yo “amor universal”, no patrocinado por alcohol o sustancias, si no de ese que sale de dentro, porque sí. Esa es una de las cosas por las que George Harrison es tan especial para mí. “My love belongs to who can see it”. Contaba Tom Petty que "George era de esas personas que no te dejaba ir sin antes abrazarte por cinco minutos y haberte dicho cuánto te quería".
Soy asquerosa e irremediablemente de esa cuerda; una tendencia irremediable y peligrosa, que se presta a ser malinterpretada, atrae las hostias, produce las más negras desilusiones. No es cosa de tontos del culo, ni de hippies chiflados. No es cosa de almas cándidas ni de estrellas de mar.
Harrison fue una persona que no sólo sobrevivió a que el amor de su vida se fuera con su mejor amigo (al que consideraba un hermano); además les perdonó, les siguió queriendo y siguió siendo querido por ambos. Por eso, entre otras muchas cosas, yo le tendré siempre en la más alta estima.
Recuperé la canción hace unos años, cuando la fiebre de la película de Scorsese sobre Harrison me hizo devorar todo lo que caía en mis manos sobre el “Beatle tranquilo”. Cuando la escuché supe que la había oído muchos años atrás, mi imaginación me llevo a decidir que la había escuchado en Aplauso, aquel programa mítico que plantó la semilla de la música en mi tierno corazoncico infantil. En fin, adorable,  una de las delicadas preciosidades que dio al mundo el talento y el amor de George Harrison.

Amigas...

Dibujo: Natalia

Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un "te quiero", siempre habrá un amigo. Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta. Ralph Waldo Emerson.

Nada sustituye el afecto de la pandilla de amigos. Nada, ni el trabajo, ni el dinero, ni la vida en familia. ¡Nada sustituye esos momentos en que los amigos se reúnen y comparten ideas, sueños y comidas! "Los desorientados", Amin Maalouf.


(Amistad a la manera de Mario Conde, el detective de Leonardo Padura, en "Herejes") En noviembre de 1994 empezamos a recorrer un camino imprevisible, lleno de baches y hasta de precipicios, el más hermoso que puedan atravesar los seres humanos: el camino de la amistad y del amor. Cada vez que nos reunimos lo hacemos para celebrar la perseverancia del amor y la amistad. Hemos pasado por muchas cosas en estos años. Y no dudamos que no nos equivocamos cuando nos escogimos, decidimos querernos y someternos a las pruebas de la amistad.

Gracias por estar ahí siempre...