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Este es nuestro disco. Mejorando a peor, Cierre x impago


Foto de Ena Doro
****Julio de 2013. Días de playa y sol en Calpe y en Altea. El horizonte, mar y cielo, es azul. Mis ojos están llenos de azul. Me encuentro inquieta. ‘Sin pedir permiso’, la novela en la que llevo enfrascada desde 2011, está en ese momento en que ya no se puede dar marcha atrás. Debo acabarla, pelearme con ella, darle más vueltas, enfangarme en correcciones y repasos, arrearle cacharrazos, insistir y resistir. No retuerzo la escritura hasta hacerla dolorosa, no es mi palo, pero en ocasiones escribir duele. Aún así no quiero regodearme. La escritura, aunque cuesta, debe ser productora de disfrute. Yo lo veo así. Una noche, sentada frente al mar, llega la claridad. Elimino párrafos y partes innecesarias y encuentro la estructura por fin. Sé que la voy a terminar. En esos días de playa estoy especialmente productiva. Me rondan letras para las canciones del grupo que aparece en la novela. Empiezo a bocetarlas.
****Diciembre 2015. Dos años y medio después ‘Sin pedir permiso’ está editado por fin gracias a Libros.com y una campaña de crowdfunding. A lo largo de muchos meses he ido puliendo el libro y al mismo tiempo he trabajado aquellos bocetos hasta conseguir cuatro canciones. Han pasado muchas cosas entre medias y una de mis ideas con respecto a mis letras es que algún músico las convierta en canciones, aunque no tengo muy claro si es algo factible. Tenemos la primera presentación en Madrid y me gustaría que al menos viniera un guitarrista a tocar en acústico alguna de las canciones que aparecen en el libro. Creo que las más adecuadas son la versión de La Fuga de Radio Kapital de The Clash y En la línea del frente de Kortatu.
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Mis plegarias con respecto a aquellas cuatro canciones embrionarias fueron atendidas y aumentadas. Marino, el ilustrador de Sin pedir permiso, me puso en contacto con Migüel Bastante, un intrépido músico de Ciudad Real. A partir de ese momento todo fue como un tiro. Migüel y yo establecimos un juego, al menos para mí, fascinante. A partir de las letras de las canciones y las indicaciones que se dan sobre ellas en la novela, Migüel compuso la música, adecuando melodía y letras de una manera sorprendente. Cuando contactamos le expresé mis dudas sobre la posibilidad de musicalizar mis letras, jamás había escrito una canción. Migüel disolvió mis dudas de un plumazo: “A todo o a casi todo se le puede poner música, otra cosa es que te guste”. Me dijo que no había tiempo para tenerlas listas en aquella primera presentación en la librería Muga de Vallekas. Quedamos en que al menos vendría para tocar en acústico alguno de los temas que aparecen en el libro, Kortatu y La Furia fueron finalmente los elegidos.
Sin embargo, Migüel, músico avezado y prolífico, me sorprendió un día antes de la presentación. ¡Habemus canciones! Lo había conseguido. “La carita que se te puso según las ibas escuchando en la presentación”, dice Migüel durante la entrevista que mantuvimos con Valeria Surcis en Radio Vallekas. Es cierto, me encantaron las tres: Hecatombe vacacional, Ira del dios menor y Con nuestro palique suburbial (que finalmente se ha acabado llamando Vallekas 83 por sugerencia suya), “y que es la que suena 100% a mí”, según Migüel.
Sobre la maqueta “Me podía imaginar un poco de lo que se hablaba”, afirma Migüel, “cuando Conchi me habló de ponerme en la piel de un grupo punk, poco comercial, hacia el año 2000, por entonces yo tenía un grupo y estábamos en lo mejorcito”.  Según Migüel la descripción del grupo y de las canciones está bastante clara en el libro. La primera canción con la que se puso fue con ‘Hecatombe vacacional’; en el libro está descrito cómo empieza la canción, melancólica y tranquila, “y de repente le entra toda la furia y la rabia y se pone a escupir palabras y a gritar, no tenía más que ponerle música”. Afirma que “tanto Juarma como yo nos hemos amoldado a algo que ya existía”. La experiencia le ha parecido curiosa, “Es la primera vez que veo esa relación inversa entre descripción y creación. Parece que Conchi ha descrito portada y canciones de manera genial, y lo que pasa es que está hecho al revés”.
Cuando tuvimos las canciones Migüel fue el que se decidió a dar un paso más, había que grabarlas. En unas jornadas maratonianas, y con la indispensable ayuda de Chilo a la batería y en la producción, tuvimos el máster terminado. Ya metidos hasta el cuello, no había más remedio que sacar el disco. Así, el viernes 8 de abril, mientras yo viajaba a Ciudad Real para presentar la novela, empezaban nuestros cuarenta días de crowdfunding para conseguir nuestro preciado CD. Cuarenta días con su agobio porque debo confesar que hubo momentos en que pensé que no íbamos a lograrlo. En cualquier caso queríamos sacar el disco y además era una buena forma de promocionarlo y asegurarnos algunas ventas. Aunque, qué narices, ya que estábamos, queríamos acabar el juntaperras con éxito. Fue un crowdfunding mucho más llevadero que el de la novela, tenía a Migüel para apoyarme, consultarle dudas y para seguir sus decisiones, que se demostraron siempre acertadas. La inversión era modesta pero dentro de lo modesto ha quedado un trabajo de calidad, el disco en sí y las recompensas creadas por los amigos granaínos de El Rapto, camisetas, chapas y láminas. Una preciosidad. “El resultado ha sido muy profesional”, valora Migüel, “y eso nos ha llevado a ofrecerlo con total tranquilidad”.
He tenido la suerte de sentir en varias ocasiones esa electricidad que se genera cuando un artista (en mi caso músico e ilustradores) entiende a la perfección todo lo que he querido reflejar con mi obra. Espero que ellos también hayan disfrutado de haberse implicado en esta obra común. Valoro mucho esta forma de trabajar por nuestra cuenta, de crear alianzas, de cumplir sueños aunque no se tenga dinero. Con la inestimable ayuda de las personas que han participado como mecenas.
Este es nuestro disco. Mejorando a peor, Cierre x impago
Hecatombe vacacional
La playa como fuente de conflicto y desilusión. Marina y Natalia, dos de las chicas de la radio, acuden a unos locales de ensayo donde se reúnen muchas tardes los chicos de Cierre por impago, la banda surgida de Radio Akra, emisora libre donde se juntan todos nuestros protagonistas. El grupo, que nació como una broma de Marcos, va tomando forma. Allí escuchan por primera vez ‘Hecatombe vacacional’, una canción que refleja las "bondades" de la playa, inspiradas en unas “putas vacaciones”, en las que Marcos lo pasó muy mal por una chica. Una canción llena de rabia, que comienza bonita y calmada y de inmediato se ensucia. En el libro se habla de una canción punk rock, y a Migúel le ha quedado muy potente, con la melódica coda de inicio y el trallazo posterior.
Empática y diplomática
Una canción que Marcos compone a Marina burlándose de su indecisión, de ponerse siempre en el lugar de todo el mundo, de querer quedar bien con todo el mundo. Imaginé la canción como una pieza beat, pero Migüel le dio la vuelta. Un viernes me envió por Whatsapp un boceto de la canción a ritmo de reggae con un final de ska. Una vez más, la había clavado. Hay una entrada en mi perfil de facebook de aquellos días de playa en 2013 donde afirmo que estoy enfrascada en sacar la letra de ‘Empática y diplomática’. Qué curioso resulta leerlo. Cómo iba a imaginar entonces hasta dónde iban a llegar mis letras.
Vallekas 83 (Con nuestro palique suburbial)
Un homenaje al Vallecas de mi infancia, el de principios de los años 80. En el libro se trata de una canción compuesta por Germán en la que comparte recuerdos de su primera adolescencia con Marcos, su amigo de infancia. Homenaje también a Topo, la chapa, los billares y las calles sin asfaltar. Y a mi abuela.
La ira del dios menor
Se me presenta claro el hilo en que los dos amigos de infancia, Marcos y Germán, se enfadan a  causa del grupo musical en el que ambos participan. La tormenta de la pelea, el resentimiento y el dolor da lugar a una canción compuesta por Germán, un lamento desgarrado y lleno de pena por la ruptura.
Cuatro canciones, dos de Marcos, las más gamberras y cañeras, y dos de Germán, mucho más elaboradas en cuanto a música y letra, sufridas y narrativas. Sin ñoñerías ni cursiladas, hemos culminado una historia que nos ha llevado a lograr un sueño. ¡Tenemos un disco!
Migüel Bastante en Radio Vallekas
En Radio Vallekas. Muchas gracias a Valeria Surcis
Parte del "artwork" del disco, a cargo de Juarma

Cierre x impago. Gracias mecenas


Nos van llegando fotos y comentarios de los mecenas del crowdfunding para la edición de la banda sonora de #SinPedirPermisoNovela Además del cd están llegando las chapas, camisetas y láminas realizadas por los granaínos de El Rapto Espacio-Taller, que han hecho un trabajo espléndido. Parece que Correos se está portando. Qué sigan fluyendo. Gracias mecenas, gracias amigos.
Nuestro compa, el radiofónico Elvis ha abandonado el edificio se refería así a nuestro trabajo:
Encantados de recibir la recompensa al crowdfunding que nuestra querida Conx Hazloquedebas organizó para editar la banda sonora de su imprescindible novela "Sin pedir permiso".
Como el cd se va a convertir en objeto de coleccionista, os vamos a poner los dientes largos contándoos que contiene cuatro pedazos de gusanos auditivos que no pueden dejar de sonar en tu cabeza. Las letras de Conx Moya y la música de Miguel Bastante, recorren, en poco más de 10 minutos, todo el catálogo de estilos que nos han hecho devotos de una forma de entender la música (rock, punk, reggae, ska, heavy). Y todo con mucho sabor de barrio, muy genuino, muy de aquí.
Felicidades a Conchi y a Migüel por sacar este proyecto adelante, tan bien producido (por Chilo) y tan bien diseñado (por Juarma).
El cd incluye los siguientes temas:
1-Hecatombe Vacacional
2-Empátika y Diplomática
3-Vallekas 83
4-Ira del Dios Menor
Como dice desde México nuestro compa Pedro Escobar, de Resonancia Magazine: ¡¡Larga vida al capital social!






Perdonen nuestra insistencia, estamos editando un disco. Campaña para editar la banda sonora de ‘Sin pedir permiso’


Narrativa rock. Literatura y música. Novelas con banda sonora. La banda imaginada de mi novela ‘Sin pedir permiso’, que transcurre en una radio libre en el Madrid de los 90, cobra vida de la mano del joven guitarrista Migüel Bastante.
En diciembre de 2015 la editorial Libros.com publicaba la novela y para su presentación de Madrid “yo tenía un sueño”: que alguien musicalizara las canciones cuyas letras había compuesto para la novela, canciones de Cierre x Impago, la banda de los protagonistas del libro. Marino Masazucra, ilustrador de la portada de ‘Sin pedir permiso’, me puso en contacto con Migüel y en tiempo récord lo conseguimos.
Ambos establecimos un juego fascinante. A partir de las letras de las canciones y las indicaciones que se dan sobre ellas en la novela, Migüel compuso la música, adaptando melodía y letras de una manera sorprendente y exacta. Cuando contactamos le expresé mis dudas sobre la posibilidad de musicalizar mis letras, jamás había escrito una canción. Migüel las disolvió de inmediato: “A todo o a casi todo se le puede poner música”. Y qué bien puesta ha estado en nuestro caso. Gracias a la batería de Cristian Chilo, que además hizo las mezclas en unas maratonianas jornadas de grabación, pronto tuvimos el disco terminado. Ni qué decir la emoción que sentí al escuchar los temas completos por primera vez. Migüel es un finísimo guitarra y gran compositor. También quiero destacar el estupendo trabajo de Chilo.
Sólo nos faltaba la parte gráfica. En el libro el encargado de hacer la portada es uno de los personajes, Animal, dibujante y miembro de la banda, adicto a las más locas perfomances. Así se describe en el libro la maqueta de Cierre x Impago: “En la portada aparecía el rostro de un ser desesperado, con la boca abierta y agarrándose la cabeza, sin duda inspirado en El grito de Munch. La mezcla de colores, los trazos rabiosos y el aire entre onírico y atormentado de la composición convertían la portada de aquella humilde maqueta en una pequeña obra de arte”. Yo quería un ilustrador potente que se involucrara con la propuesta. Encontré el mejor cómplice en el dibujante granadino Juarma, una figura del underground español que dio muestras de total generosidad y disposición, además de muchas ganas, puesto que nunca había participado en un disco. Su estilo, inconfundible, y un poderoso fondo amarillo son el magnífico colofón a una obra “hecha con muchísimo amor”, como dice Juarma en su web.
‘Hecatombe vacacional’ (furia punk sobre una ruptura amorosa en la playa), ‘Empática y diplomática’ (dedicada a la protagonista de la novela) ‘Vallecas 83’ / Con nuestro palique suburbial (rock urbano en homenaje al barrio madrileño de Vallecas de los primeros años 80) e ‘Ira del dios menor’ (sobre la pelea de dos amigos de infancia) son las canciones que conforman este trabajo.
Ahora estamos inmersos en una campaña para sacar nuestro disco a la luz. Necesitamos de la ayuda de mecenas a los que les guste el proyecto y hagan una pre-compra del disco para financiar su edición.  Os animamos a participar.

Resonancia Magazine, México, se hace eco de nuestro crowdfunding para editar el CD de Cierre x Impago

Anuncian crowdfunding para musicalizar la novela Sin pedir Permiso de Conchi Moya
Para quienes aman la música, no hay nada mejor que leer una historia en la que ésta es un protagonista importante. Y es que la literatura es un ejercicio de imaginación, pero cuando la narrativa de la historia deja rastros sonoros en su trama, la experiencia se vuelve sensorial y exquisita.
En “Sin pedir permiso”(2015), novela editada por Libros.com, la escritora madrileña Conchi Moya plantea una línea argumental enfocada al tema de las radios libres y los grupos musicales independientes en España. La novela, llena de referencias musicales, radiofónicas y de cultura juvenil, también narra una historia de amor y amistad. Se trata de una novela inscrita en el fenómeno de la narrativa rock, que trata el tema de la radio, poco frecuente en la literatura española.
Aunque en los últimos años, han aparecido muchos trabajos alrededor de la música, tomando a las canciones y los artistas como personajes, la novela “Sin pedir permiso” ha despertado un interés a la inversa, ya que en esta ocasión la historia de Conchi Moya inspiró a el guitarrista ciudarrealeño Miguel Bastante a escribir la banda sonora de “Sin pedir permiso” y a darle un sonido real a Cierre x Impago, la banda imaginaria que aparece en un libro lleno de música y la emoción de la juventud.

La maqueta fue grabada en tiempo récord, en ella Miguel ejecutó todos los instrumentos excepto la batería, que fue una colaboración de Cristian Chilo. ‘Hecatombe vacacional’ (furia punk sobre una ruptura amorosa en la playa), ‘Empática y diplomática’ (dedicada a la protagonista de la novela) ‘Vallecas 83’ (rock urbano en homenaje a aquel Vallecas de los primeros años 80) e ‘Ira del dios menor’ (sobre la pelea de dos amigos de infancia) son las canciones que conforman un proyecto.


Con el propósito de editar en formato físico las canciones que forman parte de la banda sonora de la novela, la escritora madrileña y el músico Miguel Bastante han iniciado una campaña de crowdfunding para la edición de un cd con cuatro canciones escritas para la novela ‘Sin pedir permiso’.

Las aportaciones se pueden hacer desde 5 € vía crowdfunding y otorgan diversos beneficios según la aportación. El fondeo puede llevarse a cabo en el siguiente link:

Juarma, un ilustrador muy conocido en el underground español también se ha sumado a esta iniciativa creando un sensacional arte de portada siguiendo las pautas de la maqueta que aparecen en el libro.

#SinPedirPermisoNovela Con nuestro palique suburbial. Vallekas 83


En diciembre de 1983, hace ahora “nada más” que treinta y dos años, mi abuela abandonaba su casa baja de Palomeras, que había levantado en los años 50 junto a sus hijos, para habitar sus pisos de nueva construcción en otra zona de Vallecas. Tengo grabado a fuego en mi memoria infantil el tiempo transcurrido desde que los vecinos supieron que les expropiaban sus terrenos y les mandaban a un barrio nuevo; el dolor por tener que abandonar de esa manera  aquellas casas levantadas con tantísimo esfuerzo; la negativa a irse de algunos resistentes numantinos; la pena por dejar la cantidad de vivencias, dolorosas, alegres, fatigosas y vecinales que habían transcurrido en aquel barrio de Palomeras, de casas bajas y encaladas, calles de adoquines y con minúsculas aceras, descampados y barro.
En aquella casa baja de aquel barrio había vivido yo hasta los tres años, y nunca me desligué de ella. Los niños pasábamos muchos fines de semana con mi abuela. Allí estaban las vecinas, que ejercían también de tías y abuelas conmigo. Conocía a sus nietos, a sus hijos, a sus perros, gatos, canarios, periquitos y tortugas. Jugaba en sus patios. Algunos días me invitaban a comer. Me iba con ellas a comprar el pan, a comprar sifón a la bodega o a por pipas en la tienda de la Reme (una habitación de su casa). Era el barrio de los Salazar (los hermanos fundadores de los Chunguitos) y el barrio de tantos jóvenes que cayeron en adicciones varias, lleno de paro, precariedad, y problemas. Recuerdo a los Julis y a los Tomys, aquellos chicos mayores que yo, los adorables macarras y quinquis de barrio a los que mirábamos con admiración y un puntito de miedo.
Todas aquellas vivencias, grabadas a fuego en mi mente infantil, inolvidables pese a las décadas pasadas, están reflejadas en mi novela ‘Sin pedir permiso’, a través de los amigos de infancia, Marcos y Germán, vecinos de Vallecas, integrantes de Cierre por impago, y autores de ‘Con nuestro palique suburbial’, una de las letras que me he atrevido a componer para el libro.
El destino (en forma del ilustrador Marino Masazucra) me ha puesto en contacto con un músico joven, estiloso, encantador y en mi onda. Migüel me ha entendido perfectamente, a pesar de no conocernos en persona, y ha sacado una poderosa canción a partir de mi letra. Si me conociera más y supiera lo que es la música para mí (yo se lo estoy contando) sabría el impagable regalo que me ha hecho. A ver hasta dónde somos capaces de llegar. Así ha quedado la maqueta de nuestra canción adolescente y vallecana.

Y así aparece esta locura recogida en el libro…
‘Con nuestro palique suburbial’ está compuesta en el libro por Germán, guitarrista y segundo cantante de la Cierre por impago. Se refiere al barrio de los dos amigos, Vallecas.
Con nuestro palique suburbial nos protegíamos del mal / Las vías del tren eran nuestra muralla / El metro nuestra nave espacial / Los billares la tierra prometida / Las pijas territorio a conquistar / Con nuestro palique suburbial / Las primeras birras y cigarros / Las calles sin asfaltar / Nuestras nenas nunca eran princesas / Las camelamos con nuestro palique suburbial / Macarras, quinquis de barrio, la chapa y el rock and roll / El rollo, chupas, vaqueros, nuestro primer colocón / Nunca seremos héroes / Ya lo deberíais saber / Barrio, humo, rabia y prisa. Vallekas, 83.
Marina reconocía todo aquello porque Marcos le había contado al detalle muchas de sus historias.
– La canción se refiere a nuestra adolescencia. En realidad en el 83 éramos unos enanos, pero poco después llegó el momento en que empezamos a dejar de ser niños – le había explicado el chico –. Cuando dejamos de pensar solo en jugar y descubrimos que existía otro mundo. Apareció la música como algo muy grande. Nos hicimos más serios. Bueno, Germán, yo no. Yo soy de otro carácter. Las niñas dejaron de ser un asco. Ya no las empujábamos por ser unas pelmazas, sino porque un extraño fuego, que no entendíamos aún, nos conducía a ello. Dejamos de ver el tabaco y la bebida como algo exclusivo de los mayores. Yo qué sé, nos entró la curiosidad por un montón de cosas...
*Fotos de Vallecas en los años 80 cogidas de la red

Migüel

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