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Agujero. Con grabados de Alberto Pina y texto de Andrés Barba. Editorial El cañón de Garibaldi


“Cada vez que alguien descubre un agujero en un muro se abre la posibilidad de que al otro lado se produzca la revelación, el prodigio”. Ediciones Cañón de Garibaldi nos invitaba a descubrir el miércoles 8 de noviembre lo que ha aparecido al otro lado del suyo. Así no quisimos perdernos la presentación de la segunda carpeta de la editorial, de nuevo con grabados de Alberto Pina y texto de Andrés Barba. Con esta cuidada carpeta de grabados y texto, ambos ofrecen “una reformulación del mundo a través del agujero”.
El pintor Alberto Pina explicó que se trata “de una excusa para hacer cosas juntos, interrelacionando literatura y pintura”. La carpeta ha surgido a partir de un cuadro redondo pintado por Alberto, inspirado en un pintor holandés. Andrés lo vio en el estudio, le gustó y el pintor pensó en una serie de grabados con formato redondo, un formato particular. El escritor Andrés Barba preparó el escribió el texto, pero pidió al artista que no hiciera las ilustraciones inspirándose en su escrito.
La mirada desde el agujero puede surgir a través de una mirilla, un microscopio, un telescopio la mirada por el agujero. Según Alberto, de alguna manera es una mirada que protege, porque te muestra invisible a lo peligroso. Pero también puede causar miedo, como sucede para Alberto con perros, sitios industriales, los edificios administrativos, lo institucional, el bosque… Alberto destacó como algo positivo trabajar a partir de las ideas le propone Andrés. “En el mundo artístico es una pesadez tomar todas las decisiones uno solo, por lo que me gustan las propuestas que me hace Andrés”, aclaró.
Para el escritor Andrés Barba mirar por el agujero supone ver las cosas incompletas. También supone la fascinante posibilidad de ver sin ser visto. El escritor madrileño, reciente ganador del Premio Herralde de novela, citó varios ejemplos de la literatura universal relacionados con mirar a través del agujero. Es el caso de “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carrol, con la caída por la madriguera o la mirada por el ojo de la cerradura. Otra fuentes de inspiración es “En busca del tiempo perdido” de Proust, cuando ve a Albertine desde una ventana pasando por la calle; o en “El Último encuentro” de Sandor Marai, que refleja un triángulo amoroso entre dos amigos y una mujer compartida, cuando uno de ellos ve la imagen del amigo a través de la mirilla de la escopeta, con lo que se convierte en amigo/ enemigo, simultáneamente; o cuando Galileo enseña una cabeza de mosca vista desde el occhiolino (antecedente del microscopio) al rey de Polonia Segismundo III, causándole un susto de muerte.
“El agujero es también el lugar de la revelación”, finalizó Andrés Barba, “Ofrece una visión distinta sobre la realidad de siempre”. Se trata del segundo trabajo juntos, tras  su “Trío en Súper 8”, del pasado año. Está compuesto por 5 grabados originales en aguafuerte más texto, y esperan que sea una larga serie, que no quieren reducir a un único formato. 


La poesía en imágenes de Roberto Maján


Una cosa lleva a otra. Un encuentro lleva a conocer a más personas. Y así vamos tejiendo la vida y las relaciones. Siempre con la predisposición de que serán para bien y casi siempre acertando.
Creo que los pintores ven el mundo de forma diferente al resto de los mortales. Resumen en una imagen conceptos complejos que costaría decenas de palabras explicar en un pálido reflejo lo que ellos consiguen. 
Mesa de trabajo de Roberto Maján, con ilustraciones de ¿Y dónde queda el Sahara?
Conocimos al ilustrador Roberto Maján, o más bien su trabajo, a partir de sus maravillosas ilustraciones para el blog de los escritores saharauis en El País que tiene el sugerente nombre de ¿Y dónde queda el Sahara? Todo empezaba un sábado de enero de 2013. Varios escritores saharauis de Generación de la Amistad se congregaban en la Plaza de España de Madrid con la periodista Lola Huete, de El País Semanal. Una llamada de este prestigioso dominical no es cualquier cosa, así que entre el grupo se generó un positivo revuelo. Finalmente Sukeina Aali Taleb, Zahra Hasnaui, Limam Boicha, Mohamed Ali Ali Salem, Ali Salem Iselmu y Bahia Mahmud Awah se reunían en nombre de todos sus compañeros para contarle al mundo sus experiencias como escritores saharauis que crean en español. La preciosa entrevista, con una maravillosa foto de los poetas en la librería de cine Ocho y Medio de Madrid, desembocaría poco después en el blog ¿Y dónde queda el Sahara?, que comenzó su andadura en septiembre de 2013. El blog se vio embellecido desde el inicio por las ilustraciones de Roberto Maján, de las que quiero destacar que están positivamente alejadas de todo lo que se ha hecho hasta ahora para ilustrar literatura saharaui.
Después de casi dos años de admirar sus dibujos en el blog de El País, su ilustración del ojo azul como el océano, fecundado por un delicado pez rojo (esos peces de Roberto) me impulsó a conocerle por fin, a lo que amablemente el artista accedió. Mantuvimos una charla de lo más agradable, con la suerte añadida de poder ver su lugar de trabajo. Hay algo tremendamente especial en los lugares donde se crea, ya sea música, donde se escribe o muy especialmente en el estudio de un pintor o un ilustrador. Tuvimos la suerte de palpar ese ambiente donde Roberto crea sus acuarelas llenas de animales, seres mitológicos, naturaleza, artefactos y todo lo que su imaginación le dicta. 
Los sellos del Sahara Español de la colección de Roberto
Hablamos con Roberto Maján de su juventud en Soria, de cuando participó durante varios meses en un programa musical en la programación local de Radio Nacional. De formación autodidacta, se trasladó a Madrid donde empezó a trabajar para distintas editoriales y medios de comunicación. En 2006 fundó la editorial Artichoque donde publicó varios libros ilustrados por él como “Kamasutra” o “Petronia y la reina Bigotuda”, que lograron varios premios y menciones. Con el tiempo evolucionó hacia la acuarela y trabajos más personales, entre otros, la colaboración con ¿Y dónde queda el Sahara? El Sahara copó, como no podía ser menos, nuestra conversación.
- ¿Cómo surgió la colaboración con el blog de los escritores saharauis en El Pais?
La idea de colaborar surgió a propuesta de Sukina, ella me comentó que iba a coordinar un espacio de visibilidad para el Sáhara Occidental dentro de EL PAIS que hablara de su cultura y mantuviera viva la esperanza de una solución justa. Con todo me advirtió de que no era un espacio político. La idea me gustó, por mi simpatía con la causa saharaui y por enfrentarme al reto de hacer ilustraciones que hablaran desde lo emocional, a lo que no estaba acostumbrado. También le dije que muchas de mis ilustraciones sí serían políticas. Y hasta ahora.....
- ¿Qué conocías sobre el Sahara con anterioridad a esta colaboración?
Las primeras imágenes que me introdujeron a la realidad del Sahara, eran unos sellos que coleccionaba, enviados por mi tío Ramón desde allí en su servicio militar, cuando aquello aún era colonia española. Así que mi Sahara era un espacio mental que se sostenía en esas pequeñas imágenes, fragmentos, que yo magnificaba en mi cabeza. Por cierto que esos sellos me traían de cabeza porque yo en aquella época era un niño muy ordenado y no sabía si tenían que ir en el álbum de nacionales o extranjeros. Pues aunque allí venía escrito bien claramente, España, la realidad ya era otra. Ahora mi idea del Sahara es mucho menos gaseosa y mítica, más cercana. Aún sin haber viajado todavía allí ya conozco sus paisajes y tengo mucha más información, conozco a sus poetas y detalles de sus costumbres. Así que ha pasado de ser enamoramiento a amor verdadero.
- ¿Cómo construyes las ilustraciones para cada texto?
El texto a la hora de abordar el trabajo de ilustración, es un pretexto para construir un correlato con el que discurrir en paralelo. Las imágenes que evoca un texto literario ya son ricas además de personales e intransferibles para cada lector, como para tener que encerrarlo en una interpretación demasiado literal que el ilustrador haga de él. Ambos se han de complementar en una relación de simbiosis enriquecedora, sin jerarquías. Busco en el texto algo que me trasporte a otro lugar y de allí vuelvo con algunas cosas. Juego con ellas, las observo por arriba y por abajo, las cambio de lugar las sumerjo, las quemo… hasta que la idea aparece como una revelación. Luego ya puedo poner la música y dibujar.
Las ilustraciones de Roberto Maján van de la mano de los textos de los escritores saharauis con absoluta armonía y naturalidad. Textos y  acuarelas recorren el desierto, se sumergen en el océano usurpado del Sahara, se suben al lomo de una duna, se protegen con el benéfico turbante, sobrevuelan el desierto buscando esas nubes con ojos cargadas de lluvia. Un camello pierde la arena de su interior por los agujeros que ha sufrido en su cuerpo. Un centauro del desierto, dromedario con cabeza de beduino, se pone en marcha. Un hombre golondrina sobrevuela mostrando a su hijo el océano al que retornarán los saharauis más pronto que tarde. Una caravana de dromedarios marcha sobre unas dunas de nieve. Un torero entra a matar a una pacífica gacela…
Hay imágenes que son poemas en sí mismas.

- Trabajo de Roberto Maján sobre el Sahara
 - Página web de Roberto Maján
Blog ¿Y dónde queda el Sahara?

"Regreso a casa". Madi Ahmed



Madi Ahmed nació en el exilio de los campamentos de refugiados saharauis. Comenzó desde muy joven a interesarse por la pintura y el arte, y a pesar de la dureza del desierto supo encontrar el colorido y la alegría que siempre ha rodeado a los saharauis a través de sus creaciones.
Midi pinta jaimas, paisajes de la hamada, dromedarios, sus recurrentes palomas de la paz y objetos de la vida cotidiana saharaui (teteras, incensarios, cuencos, joyas o morteros) dentro de un estilo ingenuo y amable, influido por la pintuar naïf.
Actualmente es profesor de pintura en la escuela de Artes Plásticas de El Aaiun en los campamentos de refugiados, una de las labores de las que se siente mas orgulloso.
En la primera edición de ARTifariti creó "La puerta de la esperanza". Hoy elige otros caminos para expresar el mismo sueño, el que comparten todos los saharauis: el regreso a casa.
*Del catálogo de ARTifariti 2009

El pintor Genaro Lahuerta y el Sahara





Nació en Valencia el 8 de febrero de 1905.

Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Valencia y en 1919 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos.

Después empezó a trabajar como ilustrador para algunas revistas de la época, como "Blanco y Negro" y a impartir clases de pintura.



En 1928 realizó su primera exposición individual en la sala Blava de Valencia y al año siguiente en la Sala Parés de Barcelona.



En 1932 le concedieron la Tercera Medalla por un retrato del escritor Max Aub, en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid.

En 1935, obtuvo una beca que le permitió viajar por diversos países europeos buscando temas para sus cuadros.




En 1943 obtuvo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid.

En 1948 Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid.

En 1953 se le concedió una beca de la Dirección General de Plazas Africanas para pintar el Sahara español, cuyos paisajes motivan cambios en lo que a su uso del color se refiere.




Además de numerosas distinciones, fue académico de la Real Academia de San Carlos de Valencia, San Jorge de Barcelona, Santa Isabel de Hungría de Sevilla y de San Fernando de Madrid.

La Academia de las Artes, Ciencias y Letras de París le otorgó su Medalla de Oro y el Ministerio de Educación y Ciencia le concedió la Medalla al Mérito de las Bellas Artes.

En 1987 la Diputación Provincial de Valencia le dedicó una gran exposición retrospectiva.

Falleció en Valencia en 1985. Su obra se halla representada en numerosos museos.


Una selección de sus cuadros y dibujos dedicados al Sahara aparecen recogidos en el libro de Ramón Mayrata “Relatos del Sahara Español”. Varios de ellos acompañan esta entrada.



Carlos Tauler, pintor africanista




Quien tenga la posibilidad de leer libros sobre el Sahara de las décadas de los 50, 60 y 70, o de echar un vistazo a las revistas o periódicos que se editaban en la ex colonia en aquellos años, encontrará bellas ilustraciones firmadas por Tauler. Carlos Tauler (Madrid, 1911-1988), pintor autodidacta, publicó sus dibujos en los medios más destacados de su época. Sus ilustraciones para cuentos y poemas le granjearon una reconocida fama internacional.

Tauler, comisionado por la Dirección General de Marruecos y Colonias, viajó a Africa para plasmar aspectos de las colonias. En 1947 viajó a Guinea donde estuvo un año. Después, en 1949, permaneció tres meses en Sidi Ifni, Cabo Juby y Villa Cisneros.



Durante sus tres meses de estancia en el Sahara Tauler pintó más de treinta cuadros al oleo y numerosos estudios y dibujos. Según el pintor los saharauis eran muy supersticiosos y no les gustaba entonces verse retratados, y mucho menos en blanco y negro. Aquella era la primera vez que un artista profesional retrataba a los habitantes del Sahara. Sus dibujos en la revista Africa le dieron gran reconocimiento en su época.


En 1971 Tauler ilustró el poemario “La arena y los sueños” de Luis López Anglada, editado por el Instituto de Estudios Africanos, e inspirados en un viaje del autor por el Sahara. Los dibujos que acompañan esta entrada pertenecen a aquel libro.