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Encore Trasatlántico en La Fonoteca y Ruta66


Desde que Pedro Escobar me propuso desde México hace ya dos años participar en una antología de relatos rock protagonizada por músicos de ambos continentes, no me lo pensé. Aunque el encargo me hizo gran ilusión, no podía imaginar la de alegrías que nos iba a dar el libro. Una de las mayores, conocer a Pedro el pasado mes de septiembre y disfrutar juntos de la presentación en Madrid y de una visita al programa de RNE “Viaje al centro de la noche”.
Las alegrías siguen. Nuestro libro ha salido reseñado en la revista Ruta 66 por Tomás González Lezana. Sin duda un honor para todos los que hemos participado. Y así lo refleja nuestro editor, Pedro Escobar: “Nunca imaginé que el Encore Trasatlántico: Cuentos Inspirados en el Rock figurara entre las páginas de papel de Ruta 66 - Tiempos de Rock & Roll (Página Oficial). Es una alegría y una gran emoción ver hasta donde ha llegado un proyecto independiente, maquilado con recursos propios, y construido con la suma de esfuerzos y horas frente a la máquina o el lápiz de más de una veintena de personas en México y España. Un libro de estas características es un recipiente de tiempo, una inversión de minutos de vida de las personas que lo hicieron, con la ilusión de conseguir la atención y la compañía de los lectores. Mil gracias a Tomas GL por sus palabras, pero sobre todo a Conx Moya que ha hecho suyo este libro, empujando y promoviendo su lectura del otro lado del charco con entusiasmo y mucho cariño”. De la mano de Pedro no tenemos miedo de embarcarnos en cualquier aventura relacionada con el libro.
Tomás también nos ha sacado una reseña en La Fonoteca, una de las páginas musicales más destacas en la actualidad. Una enorme base de datos que yo consulto para buscar grupos de mis estilos preferidos, pero tiene una enorme variedad de registros, contiene más de mil biografías de grupos y solistas españoles, increíblemente exhaustivas, con entrevistas, fotos, discografías y referencias. Otro honor compartir página con artistas tan destacados.
Y qué decir de Tomás, un tipo talentoso y fantástico, autor de un trabajo imprescindible “Punk, Pero ¿Qué Punk? Guía incompleta del punk Nacional”. Muy agradecidos.
Fuente: La Fonoteca. Escrito por: TGL. 29 de abril de 2018
Orquestada desde México por la revista Resonancia Magazine, nos llega esta recopilación de cuentos e historias cortas en castellano que giran en torno al rock escritas por diversos autores de ambos lados del océano. Aunque la lista está compuesta principalmente por escritores mexicanos, Conchi Moya, Eduardo Guillot, Pepo Márquez y Juan Pablo Rovira constituyen la representación española.
Está lleno de momentos intensos este pequeño volumen (no llegan a 120 páginas que se leen con facilidad), con ficciones y recreaciones que giran directa o indirectamente alrededor de grupos como Radio Futura, Maldita Vecindad, Rico, Hombres G, El Columpio Asesino, Alaska, Botellita de Jerez, Las Odio, El Luto del Rey Cuervo…
¿Es posible concebir arte haciendo estrellar aviones cargados de toreros que vuelven de México después de una corrida contra una plaza de toros en la que está tocando Vetusta Morla? ¿Qué tienen que ver Mónica Naranjo y Tino Casal? ¿Existe alguna relación oculta que no conoce nadie? ¿Y si la carrera de Camarón de La Isla siguió el curso que tuvo por un encuentro con Jaime López en el Atlántico dentro de un carguero resistiendo tormentas marinas? Interrogantes que vertebran algunas de las historias de Édgar Omar Avilés, Pedro Escobar y Juan Pablo Rovira, respectivamente.
Por su parte, Conchi Moya elabora su cuento desde el periplo vital de Jota, su protagonista, al volver de México, incorporando descripciones y recuerdos de la propia autora de su barrio a la narración; Luis Membrillo se centra en descargas electrocutantes sobre los escenarios o Eduardo Guillot nos hace disfrutar siendo testigo de un, no tan increíble por cierto, encuentro de Fermín Muguruza en una tasca de Tijuana a altas horas de la noche de la que surgirán nuevas colaboraciones en su ya dilatada carrera.
Música para leer, efectivamente, o lo que es lo mismo en esta caso, música en el centro de la composición de la ficción escrita. Terminado el libro dan ganas de escuchar a muchas de las bandas, tanto a las ya conocidas como a las que el libro nos hace ver que hay por descubrir. Todo un acierto.

“Encore Trasatlántico” viaja con música y libros en Viaje al centro de la noche, RNE


En el programa Viaje al centro de la noche de RNE, Pedro Escobar, editor de “Encore Trasatlántico” y yo “Viajamos con poco”, con Amaya Prieto y Javier Hernández. Huyendo de ese demasiado de todo. “Música y palabra. Mucho que se hace con muy poco”. Escritores inspirados por músicos y música. Llegamos cargados de música y literatura a la Casa de la Radio en Prado del Rey y de ilusión y de emoción y de ganas de contar sobre este proyecto en el que he tenido la enorme fortuna de embarcarme gracias a la gentileza de Pedro Escobar. “Gestor”, dice él, pero sin duda alma mater de una antología de relatos sobre rock mexicano y español en el que hemos participado diferentes ilustradores y veintiún escritores, que venimos del periodismo, la literatura e incluso la música. El eje del libro es un tema que nos apasiona, la música, que ha inspirado ficción e ilustraciones. Un libro que existe en papel gracias al esfuerzo de Pedro. “Somos humanos, nos encanta tocar los libros, leerlos, tocarlos, prestarlos a alguien, subrayarlos incluso”, dice. A mí me gustan los dos formatos,  libro electrónico y en papel, pero no hay duda de que es un gusto tener el “Encore Trasatlántico” en formato físico.
“Me encanta leer, me encanta escribir y me encanta la música, así que pensé que esta era una manera interesante de conectar todo”, explico. Mi participación en el libro va de la mano de la canción “El gran circo”, del grupo mexicano Maldita Vecindad, banda que conocí gracias a un CD de apoyo a nuestra radio libre Radio Resistencia, allá por los años 90. En el disco se recogía música latinoamericana rebelde y de combate, de donde parte la historia que incluyo en el libro. En la historia también se realiza una reflexión sobre el rock urbano de los ochenta y los noventa, y sobre la fusión del rock con otros estilos. Una llamada a abrir la mente y descubrir nuevos estilos, más allá del omnipresente rock anglosajón.
Reflexionamos también sobre la abrumadora presencia de la música en inglés en la radio española. Pedro recuerda la importancia del rock hecho en español en Latinoamérica y la mirada hacia la música española que se hace desde allí. Muchas bandas han hecho escuela, como Radio Futura o Fermín Muguruza, presentes en el “Encore Trasatlántico”, una antología que conecta México y España a través de una “lengua que nos une”. 
Nuestro editor reivindica el poder de la música para despertar nuestra imaginación, “porque una canción no se acaba cuando termina el track, genera otro tipo de historias”. Canciones que “hablan de ti, aunque hayan surgido a miles de kilómetros de distancia, en un país que no conoces”. Esas canciones que hablan de nosotros. “Tenemos derecho a imaginar, cuando la realidad nos lastima, cuando nos parece más asfixiante siempre existe la posibilidad de imaginar”.
Mi relato “Gozando de los sones rebeldes” encuentra similitudes entre jóvenes que aman la música, aunque se encuentren a miles de kilómetros, sean de una zona marginal de México o de un barrio como Vallecas, en Madrid. Es un viaje del que vamos de la mano. Se trata de un relato de descubrimiento y crecimiento, partiendo del rock de barrio, del rock gitano de inicios de los ochenta, el rock anglosajón que adora uno de los personajes y el rock mestizo. En el relato tiene mucho que ver mi infancia, muy marcada por el barrio de mi abuela en Vallecas, con aquellas casas bajas que levantaban los vecinos como podían tras su llegada desde los pueblos para buscarse la vida. Encontré similitudes con las vecindades de la Ciudad de México, en mi relato México DF, y los descampados de aquella Vallecas de mi niñez. Está escrito con la idea de que abramos los ojos, nos quitemos clichés y prejuicios. Los cuatro estamos de acuerdo en que el rock urbano, reivindicativo y social va siendo poco a poco cosa del pasado, que el rock español actual ha perdido aquel tinte. Ese carácter reivindicativo lo ha recogido el rap en España, no tanto en México, donde Pedro explica que sigue habiendo una escena punk y ska que hablan de las cosas que preocupan a la gente.
En “Encore Trasatlántico” hay barrio, tauromaquia, desaparecidos que siguen entre nosotros, personas que vuelven del coma, múltiples historias. “Un ejercicio de imaginación puramente lúdico”. Como es el caso del relato protagonizado por Tino Casal y escrito por Juan Pablo Rovira, que recoge la leyenda urbana de que el cantante no ha muerto, sino que habita otro (sorprendente) cuerpo. O Camarón de la Isla, que aparece en el cuento de Pedro, y su imaginario encuentro con el compositor mexicano Jaime López. O el cuento sobre los 43 jóvenes mexicanos desaparecidos, del cuento de Alberto Chimal, relacionada con la canción de Radio Futura “Lluvia del porvenir”, cuya letra parecía adelantar en los años ochenta lo que sucedería años después, bajo la premisa de que los estudiantes siguen existiendo en alguna otra dimensión.
Javier nos pregunta si está en el mestizaje el futuro del rock and roll. Puede ser, aunque el mestizaje viene de lejos. Yo empecé a seguir estas mezclas en los noventa, me sentía más cercana al rock y gracias a la radio empecé a escuchar otras cosas. El mestizaje siempre es bueno, como sucede con la forma de tocar la guitarra eléctrica de los saharauis, con esas “afinaciones marcianas” que vuelven locos a los músicos occidentales. En el arte no hay que poner barreras nunca. Ojalá nos queden por ver muchas cosas interesantes y muchas mezclas.
El libro está empezando su andadura, “está muy fresquecito todavía”, como dice Pedro. Nos queda saber si los músicos que aparecen se quedarán contentos con haber inspirado otro tipo de creación a partir de su música. Pedro resalta que la edición independiente y la distribución en internet han funcionado muy bien en México. Como explica el editor “son libros de autor”, parten de la economía colaborativa, de los esfuerzos en común, financiados sin el respaldo de una editorial. “El hecho de que estemos aquí, que es un privilegio, quiere decir que los espacios existen si tienes algo que decir”, afirma Pedro para finalizar una entrevista que ha resultado todo un placer.
Unos minutos antes de la entrevista conozco a Pedro y a Gina en Tirso de Molina, donde viene a recogernos el coche de producción de Radio Nacional. Por el camino los tres vamos hablando de música, literatura, creación, radio, independencia, todas esas pasiones que nos unen. Nos reconocemos como esa clase de seres que hacen cosas con el corazón, que van donde les llevan sus impulsos, locos por el arte y con ganas de hacer cosas en comunidad. Participar en “Encore Trasatlántico” ha sido una suerte que me ha traído y sé que me traerá muchas satisfacciones. Los tres entramos encantados al edificio de la Casa de la Radio en Prado del Rey. Por suerte no nos perdemos en el laberinto de pasillos. En la sala de espera nos hacemos fotos, con sonrisas nerviosas y encantadas. Estamos en la radio para hablar de nuestro libro.
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Viaje al centro de la noche. Viajamos con poco. 11/11/2017



       
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Encore Trasatlántico, una antología que celebra el rock de México y España


Mi colaboración en el nº 80 de Discos y Otras Pastas. Octubre 2017
La literatura es una actividad solitaria. Pero a veces te ofrece la oportunidad de participar en un proyecto que combina las cosas que más te gustan. Así acometí con enorme ilusión la invitación del editor independiente mexicano Pedro Escobar a colaborar en la antología de narrativa rock “Encore Trasatlántico”, una obra coral que me ha dado la oportunidad de participar en un libro donde se combina la música, la escritura y la ilustración. Dice Pedro Escobar que “imaginar es un acto de rebeldía y dos de sus expresiones más puras, la literatura y la música rock, son herramientas elementales para rebelarse a la realidad de tiempos violentos, llenos de fanatismo e intolerancia”.
Defendemos la narrativa rock porque sin duda la música inspira historias y al mismo tiempo la literatura influye en la música. “Cuántos de nosotros hemos tenido una historia a partir de un concierto; cuántos de nosotros hemos dedicado una canción o hecho una playlist para alguien; cuántas veces hemos pensado esta canción habla de mí, habla sobre mi vida”, afirma Pedro. Hay canciones que encierran maravillosas historias en poco más de tres minutos. Hay maravillosos letristas en el mundo del rock, auténticos poetas y narradores. Todo ese poso se nota inevitablemente en nuestros relatos.
“Encore Trasatlántico” es, según el editor y autor de uno de los cuentos Pedro Escobar, “un ejercicio lúdico de imaginación colectiva, pero también una muestra de que la música y el arte nos dan armas para reconocer nuestras similitudes y tolerar nuestras diferencias”.
La antología cuenta con veintiún relatos inspirados en la vida y obra de conocidas bandas de México y España, como Maldita Vecindad, Vetusta Morla, Radio Futura, Café Tacvba, Tino Casal, Camarón de la Isla, Joaquín Sabina, Alaska y Dinarama, Hombres G, El Luto del Rey Cuervo, Botellita de Jerez o Fermín Muguruza, entre otros intérpretes.
Participo en la antología junto a los autores españoles Juan Pablo Rovira, Eduardo Guillot y Pepo Márquez. Nos hemos unido a los escritores mexicanos Édgar Omar Avilés, Francisco Haghenbeck, Alberto Chimal, Isaí Moreno, Alejandro Mancilla, Pedro Escobar, José Luis Zárate, Carlos A. Ramírez, Alejandro González Castillo, Jacobo Vázquez, Juan Carlos Hidalgo, Pilar Ortega, Luis Membrillo, Karina Vargas, José Antonio Sánchez Cetina, Armando Vega-Gil, Raquel Castro y Enrique Blanc, éste último, encargado del prólogo del libro
“Encore Trasatlántico” mantiene la vocación de mezclar diferentes disciplinas presente en las otras dos antologías anteriores. Así cada cuento se acompaña de su correspondiente ilustración. Marino Masazucra, Karina Vargas (autora además del cuento que ilustra), Miguel Ángel Platón o Erik García Ponce, son algunos de los ilustradores que con su buen hacer engrandecen nuestras historias.
El libro, que trata de romper ese “muro de agua” que separa ambos lados del Atlático, destaca por la variedad de estilos y artistas que abarca, gracias a la libertad que nos ha dado Pedro Escobar a la hora de crear nuestros relatos e ilustraciones y de elegir a las bandas.
Para combatir la soledad del escritor, nada mejor que el intercambio entre disciplinas, creadores y lectores. Eso es, en definitiva, nuestro “Encore Trasatlántico”.


Presentación de la antología “Encore Trasatlántico” en Madrid. Rompiendo el muro de agua


He podido comprobar a lo largo de estos años de dedicación a la escritura que la creación está plagada de coincidencias y de anécdotas. Y buena prueba de ello es lo sucedido con “Encore Trasatlántico”, un libro de relatos rock donde participamos veintiún autores, cuatro españoles y diecisiete mexicanos. El año 2016 conocí a través de las redes a Pedro Escobar, inquieto escritor, editor y guionista mexicano, quien me propuso participar en esta historia. Pedro me había contactado gracias a un hombre de música y radio, Juan Pablo Rovira, uno de los autores que aparecen en este libro, quien a su vez había leído mi novela “Sin pedir permiso” y me recomendó a Pedro. Casualidades, una cadena imparable que nos une a través de la radio, la música y la escritura, todo lo que más nos gusta. “Así surgen las coincidencias, quizás solamente es cuestión de encontrarlas, de la fortuna de elegirlas y contar con la generosidad de quienes las han escrito”, afirmaba Pedro en la librería Molar desde el madrileño barrio de La Latina, donde nos juntamos para hablar de literatura, música e ilustración, artes reunidas en una obra de la que nos sentimos especialmente orgullosos. Hablamos de creación, del hermanamiento entre música y literatura, de las canciones de nuestra vida, canciones que son poesía, canciones que son novelas de tres minutos. Porque la literatura inspira a la música y viceversa. 
El día anterior Pedro y yo visitamos los estudios de Radio Nacional de España. El programa “Viaje al centro de la noche” de Amaya Prieto y Javier Hernández nos había abierto sus micrófonos amablemente. Recién llegado a Madrid junto a su compañera Gina, que comparte con él la pasión por los medios, la música y la literatura, por fin nos conocimos en persona en un escenario tan adecuado como un estudio de radio. Hablamos de radio, música, libros, y esa magia de que “nuestra voz esté sonando dentro de la cabeza de alguien”, como dice Pedro.
Tras la presentación de hace unas semanas en México, el viernes 29 de septiembre varios autores nos reunimos en la estupenda librería Molar para hablar de nuestro “Encore Trasatlántico”, una obra coral. Comencé mi intervención explicando que lo que menos me gusta de la escritura es “la soledad”,  por eso agradezco a Pedro que nos haya juntado a “una serie de personas que no nos conocíamos, de diferentes procedencias” para hacer este libro. Reconocí que cuando Pedro me propuso colaborar de alguna manera “me puso en un aprieto”, porque aunque en México sí se conoce bastante rock español, aquí tenemos el problema de que miramos más hacia el rock anglosajón y hacemos menos caso a la música que viene de Latinoamérica. Eso es algo que he intentado reflejar en mi relato. Por eso cuando Pedro me invitó no sabía sobre qué grupo escribir. La solución llegó  a través de un CD que sacamos hace muchos años para apoyar a nuestra radio libre, Radio Resistencia, en el que aparecía una canción que me había gustado especialmente. Se trata de “El gran circo” de la banda mexicana Maldita vecindad, que refleja esa parte de las vecindades de la capital de México, jóvenes implicados en movimiento, creando una música potente como motor de cambios. Ese fue el punto de partida de mi relato, para el que conté con recuerdos del ilustrador Marino Masazucra sobre una etapa que pasó en México DF y, con la ayuda de amigos mexicanos a los que consulté sobre palabras y expresiones mexicanas.
Para mí ha sido una gran suerte haber participado en un proyecto independiente, sacado adelante gracias al empeño y tesón de Pedro Escobar, independencia “que no está reñida con hacer las cosas bien”. Por el contrario, el libro se ha sacado adelante “con muchas ganas, se ha hecho una buena edición, todos hemos dado lo mejor de nosotros y además es un libro con magníficas ilustraciones, lo que es un punto más a su favor”. Resalté que “Encore Trasatlántico” se inscribe dentro de que podríamos llamar literatura rock, un género que quizá no acaba de aceptarse, “sobre todo entre ciertos círculos literarios”, aunque es un tipo de narración que tiene una larga tradición en Latinoamérica y en el mundo anglosajón. “Aquí en España nos quedamos un poco atrás pero, sin duda, mezclar rock y literatura es una buena combinación”.
Pedro Escobar recordó que esta es la tercera antología que se ha hecho con la misma temática, cuentos inspirados en el rock, en esta ocasión rock mexicano y español, un gran tema de inspiración, “cuántos de nosotros hemos tenido una historia a partir de un concierto; cuántos de nosotros hemos dedicado una canción o hecho una playlist para alguien; cuántas veces hemos pensado esta canción habla de mí, habla sobre mi vida”. Pedro destacó que nos gusta escuchar historias, pasar las páginas de un libro, pasárselo a alguien más para que lo lea. Explicó cómo me había conocido a través de otro de los autores del libro, Juan Pablo Rovira, quien tenía un magnífico programa en Canal Extremadura Radio, llamado “Elvis ha abandonado el edificio”. Igualmente conoció a Marino Masazucra, el ilustrador de mi relato, a través de mi contacto. Todo es una cadena que suma.
“Siempre se escribe por alguna razón, sobre todo aquellas cosas que uno hace por pasión; se escribe sobre lo que uno ama, pero también de las cosas que uno no entiende del todo”, reflexionó Pedro Escobar. “Pero, ¿qué pasa con los ilustradores?”, se preguntó el editor. “Para los escritores tal vez es más fácil, contamos la historia, pero ¿cómo haces tú para llevar una historia a una ilustración?”. Marino ha ilustrado mi relato “Gozando de los sones rebeldes”, donde se entremezclan las vecindades mexicanas con los barrios de Vallecas, en una ilustración que sintetiza perfectamente la historia de mestizaje musical y vital que he pretendido contar.
“Me pasa una cosa cada vez que leo algo de Conchi, termino haciendo una regresión a mi propio pasado”, confesó Marino, para quien el año que pasó viviendo en México, “una experiencia muy importante en mi vida”, fue determinante a la hora de ilustrar mi historia. Explicó que le sucedió algo parecido cuando hizo la portada de “Sin pedir permiso”, que definió como “una especie de síntesis de una parte de mi vida”. Marino recibió con agrado la propuesta de ilustrar el relato de “Encore Trasatlántico”, “mi pasión por México es absoluta, sobre todo por lo que fue el DF; los dos nos fuimos contando cosas y cuando lo leí vi una vez más que me había proyectado en el relato”. Marino explicó que para él había resultado sencillo sintetizar la historia, que de alguna forma fue lo que vivió en México, donde llegó “siendo un rockero muy clásico, y me encontró con ese rico mestizaje, se me abrió esa puerta, por lo que me fue muy fácil sintetizar esa conversación entre los dos mundos”. La conexión con México le facilitó hacer la ilustración. “Rompí el muro de agua, el Atlántico no existe”.
El editor Pedro Escobar destacó que Encore es una edición de autor, “sin más afán que compartir”, donde cada cuento, acompañado de su correspondiente ilustración, está inspirado en una banda importante para los diferente autores. Por la antología desfilan grupos como Maldita Vecindad, Radio Futura, que fueron muy importantes en México, Café Tacuba, o bandas más recientes como Vetusta Morla, El Columpio Asesino o La Habitación Roja. “En el cuento de Juan Pablo Rovira, sensacional, hay un gran tema que tiene que ver con Tino Casal, un adelantado a su tiempo, un hombre que murió muy joven. La leyenda urbana dice que quizá no esté muerto, tal vez esté viviendo bajo otra identidad”, explicó Pedro. Recordó más artistas que aparecen en el libro como Jaime López, “que escribió Chilanga Banda, la canción más famosa de Café Tacuba, o el legendario Camarón de la Isla, Joaquín Sabina, Fermín Muguruza, Botellita de Jerez, “uno de los grupos emblemáticos del rock más nacionalista de México”, Alaska y Dinarama, o incluso Hombres G, que “actuaron en el año pasado en México en el Festival Vive Latino con enorme éxito; en otros tiempos los hubieran bajado a pedradas pero el año pasado fue un gran concierto”, explicó. Según Pedro, la labor del escritor es pensar ¿qué pasaría sí?, en definitiva, imaginar.
Pedro dio paso a continuación al músico Pepo Márquez (The Secret Society, Garzón o Grande-Marlaska), quien también participa en “Encore Trasatlántico”. Explicó que le conoce a través de varios de sus grupos y sus canciones que “hablan de cosas que son familiares para nosotros, que tienen que ver con diversos momentos de nuestra vida”. El cuento de Pepo no fue escrito expresamente para la antología, se trata de una historia personal que apareció en su blog y que “tiene mucho que ver con una canción de Café Tacuba, que habla de esa misma situación que estaba viviendo el autor”. Pepo explicó que no concibe sus obras pensando en quién las escuchará o dónde acabarán, “es un poco como el agua, siempre encuentra el camino, siempre”. Afirmó no envidiar a los escritores que pasan todo el tiempo encerrados escribiendo en soledad, él está acostumbrado a trabajar con su grupo, “que alguien extraño se introduzca en tu obra para mí es algo normal, siempre estoy en contacto con los míos”. Considera que lo más interesante es el intercambio, “para aprender una canción en una banda y tocarla en directo hemos de pasar centenares de horas de ensayo juntos, también el hecho de trasladarse a un sitio con tu gente supone poner en común tu vida con otras personas, todo es más social”. En relación a su relato “Testigo”, afirmó que se puede forzar la escritura, “nunca hemos escrito tanto como ahora con los WhatsApp y las redes sociales”, pero no se puede forzar la literatura. Reconoció que él también creció escuchando música anglosajona, “como la mayoría de la gente de mi edad en España”, pero cuanto más descubre Latinoamérica y Europa más cree que hemos perdido una etapa tan importante en la formación como es la adolescencia, “no creo que me pueda enamorar de una banda como me enamoraba cuando tenía quince años”. Confesó que cuando Pedro le invitó “no sabía cómo podía salir el libro”, pero por eso “me interesó más”.
“Para que una historia sea creíble, aunque sea de ficción, de imaginación, aunque sea fantasía tiene que tener algo tuyo, una entraña tuya que realmente la saques de tu corazón y de tu experiencia personal”, afirmó Pedro Escobar. Es el caso de muchos de los autores reunidos en  “Encore Trasatlántico”, algunos son músicos como Pepo Márquez, otros vienen del periodismo como es mi caso; los hay que son escritores de carrera en México como Alberto Chimal o Raquel Castro, que son escritores “más de imaginación”. El editor destacó que en el libro hay muchas y diferentes voces, algunas muy divertidas, otras más intensas, más serias, otras “tienen cosas que quizá ustedes como españoles no entiendan, es el caso del cuento de Armando Vega Gil, lleno de mexicanismos, de cómo somos nosotros”. En la mesa todos estuvimos de acuerdo en que tenemos la fortuna de que la música y la literatura nos hayan dado la oportunidad de conocer a personas con las que probablemente habría sido muy difícil conectar.
A mí siempre me ha gustado escribir y hacer radio y todo lo que he hecho hasta ahora siempre lo he visto como una manera de divertirme, de conocer gente, de crecer y sobre todo de aprender. En mi novela “Sin pedir permiso” se afirma que “la radio convierte en amigos a personas que antes eran desconocidas” y esa ha sido mi experiencia con las radios libres. Escribir es una actividad solitaria pero a mí me gusta hacer cosas con más gente. Gracias a “Sin pedir permiso” conocí a Marino, gracias a él conocí a Migüel Bastante, que nos puso música al disco de la banda imaginada que aparece en la novela, y conocí también al ilustrador granadino Juarma, que hizo la portada del disco. Ahora, en definitiva, nos sucede lo mismo. Gracias a Encore nos hemos encontrado una serie de autores que no nos conocíamos. Esa parte de compartir me gusta especialmente, al igual que la experiencia con los lectores que, aparte de la vanidad que puede tener todo creador, nos aporta y enriquece.
Pedro preguntó a Marino de qué forma la música puede ser una fuente de inspiración para un artista. “Siempre me he relacionado con la música, desde jovencillo cuando empecé a escuchar punk y rockabilly”, explicó Marino, quien se confesó “melómano por naturaleza”, necesitado de música para vivir, “para transmutar estados”. En su elección profesional se ha proyectado su amor por la música, Marino ha diseñado las portadas de varios discos y pincha desde hace años. “Al final, si eres una persona curiosa, ningún arte te es ajeno; interrelacionar un arte con otros es una cuestión de cómo seas de ilustrado y cuántas artes quieras practicar”, reflexionó.
Pepo Márquez finalizó ensalzando el poder de la creación, “incluso en situaciones de guerra hay gente que hace música con lo que tenga y gente que escribe con lo que tenga porque existe dentro de nosotros la necesidad y la fuerza natural de documentar lo que nos ocurre”. Se habla mucho de los libros como “la llave del conocimiento”, pero consideró “injusto” que se desprecie la música popular, ya que “el poder enorme de la música es igual que el poder de un libro”, concluyó.
Para combatir la soledad del escritor, nada mejor que el intercambio entre disciplinas, creadores, lectores y en definitiva, amigos.

Encore Trasatlántico, antología que celebra el rock de México y España se presenta el 29 de septiembre en Madrid


Fuente: Pedro Escobar, editor
La música es un arte que logra tender puentes entre personas que sin conocerse, pueden llegar a conectarse a partir de lo que dice, o los hace sentir una canción cantada en su mismo idioma.
Encore Trasatlántico es una colección de cuentos de ficción que exploran la capacidad emancipadora de la música y su capacidad de detonar todo tipo de historias fantásticas.
Esta antología con 21 cuentos inspirados en la vida y obra de algunas de las bandas más representativas de México y España se presentará por primera vez en Madrid, España el próximo viernes 29 de septiembre a las 7:30 pm en la librería independiente Molar, (C/Ruda, Madrid, España). 
Será en el barrio de La Latina, uno de los sitios representativos de "La Movida" española, donde Conchi Moya (autora), Marino Masazucra (ilustrador) y Pedro Escobar (autor y editor) presenten este proyecto surgido de la autogestión y la edición independiente.
En Encore Trasatlántico, un avión privado, procedente de México se impacta en las inmediaciones de un concierto de Vetusta Morla en la plaza de toros de Alicante, una canción de Radio Futura, escrita en los ochentas, profetiza los eventos de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. En Madrid, Maldita Vecindad inspira a un grupo de Vallecas a componer sus sones rebeldes. El Columpio Asesino da un concierto que cimbra los cimientos de un viejo teatro justo antes de uno de los más violentos terremotos de los que se tiene memoria en la Ciudad de México y Hombres G vive una aventura subterránea al lado de un grupo pink mexicano en la "Zona Rosa" de la Ciudad de México. Esta clase de historias son la materia prima de un libro en las que el hilo conductor es el rock en español creado a ambos lados del Atlántico.
La antología reúne el trabajo de 21 escritores en torno a la vida y obra de bandas icónicas como: Maldita Vecindad, Vetusta Morla, Jaime López, Radio Futura, Santiago Auserón, Café Tacvba, El Columpio Asesino, La Habitación Roja, Tino Casal, Nacha Pop, Jaime López, Camarón de la Isla, Joaquín Sabina, Alaska y Dinarama, Hombres G, El Luto del Rey Cuervo, Botellita de Jeréz, Inspector, Fermín Muguruza y Nortec Collective.
Los autores españoles Conchi Moya, Juan Pablo Rovira, Eduardo Guillot y Pepo Márquez  se unen a plumas mexicanas como: Édgar Omar Avilés, Francisco Haghenbeck, Alberto Chimal, Isaí Moreno, Alejandro Mancilla, Pedro Escobar, José Luis Zárate, Carlos A. Ramírez, Alejandro González Castillo, Jacobo Vázquez, Juan Carlos Hidalgo, Pilar Ortega, Luis Membrillo, Karina Vargas, José Antonio Sánchez Cetina, Armando Vega-Gil,  Raquel Castro y Enrique Blanc, éste último, encargado del prólogo del libro
Imaginar es un acto de rebeldía y dos de sus expresiones más puras: la literatura y la música rock, son herramientas elementales para rebelarse a la realidad de tiempos violentos, lleno de fanatismo e intolerancia. Encore Trasatlán tico es un ejercicio lúdico de imaginación colectiva, pero también una muestra de que la música y el arte nos dan armas para reconocer nuestras similitudes y tolerar nuestras diferencias.
Sobre Resonancia Magazine
Resonancia Magazine es un medio electrónico independiente fundado en la Ciudad de México en 2009. Ha sido destacado con la beca Edmundo Valadés para la edición de revistas independientes del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Sus publicaciones anteriores: Encore: cuentos inspirados en el rock (2015) y Encore: cuentos inspirados en el rock mexicano (2016) también exploraron las posibilidades de la música como arte inspirador de historias.
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Link a libro en versión PDF (para reseñas de prensa)