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Los saharauis en el V Congreso de la Lengua Española



*NOTA DE ACTUALIZACION: finalmente y a causa del terrible terremoto de Chile, el Congreso de la Lengua Española se ha suspendido. De momento no se sabe hasta cuando ni si se mantendrá la sede.


Trece años han tardado los saharauis en estar presentes en un Congreso de la Lengua Española. El Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) es un acontecimiento de carácter universal que se celebra cada tres años en una las distintas naciones hispanohablantes. En este 2010, en el V Congreso y en Valparaíso Chile, una escritora saharaui, Zahra Hasnaui, participará en tan destacado evento de celebración de los millones de hablantes de español en todo el mundo con la ponencia "Las competencias básicas y la equidad social". Zahra, miembro fundador de la Generación de la Amistad y poderosa poeta, será sin duda una inmejorable representante de la cultura saharaui y del importante papel que juegan las mujeres en su sociedad. Sólo empaña la alegría del acontecimiento el terremoto que sacudió Chile en la madrugada del 27 de febrero.


El Instituto Cervantes convocó en octubre de 1992 la celebración de los Congresos de la Lengua Española, que “constituyen foros universales de reflexión sobre la situación, problemas y retos del español, y pretenden avivar la conciencia de corresponsabilidad de personas, gobiernos e instituciones en la promoción y en la unidad de la lengua, así como impulsar el diálogo de toda la comunidad cultural hispánica”*. Hasta el momento se han celebrado cuatro Congresos (1997 Zacatecas; 2001 Valladolid; 2004 Rosario; 2007 Cartagena) y en ninguno han estado invitados los saharauis, siendo tan solo mencionado como pueblo hispanohablante en la palabra de inauguración del Premio Nóbel Camilo José Cela**. Si bien se ha olvidado a los saharauis en estos Congresos de la lengua, la otra colonia española en África sí fue tenida en cuenta con la invitación del presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang en el II Congreso, celebrado en Valladolid en 2001. Como novedad, tras la invitación en 2009 del Instituto Cervantes, un escritor saharaui estará presente en el V Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebrará en Valparaíso (Chile) en marzo de 2010. Esta invitación surgió tras la entrevista en 2008 del director académico del Cervantes, Francisco Moreno, con una representación del grupo de escritores saharauis en español Generación de la Amistad.

“El español en el mundo” es el título de los anuarios que, desde 1998, publica el Instituto Cervantes, el último publicado hasta la fecha es el de 2005. En ellos se recogen “informes en torno a la realidad actual de la lengua española en sus diversas manifestaciones”. El Anuario de 2005 se dedicó en gran parte, y por primera vez, al estado del español en África (Marruecos, Guinea Ecuatorial, Namibia, Senegal y Sudáfrica) quedando una vez más en el olvido la situación del español en el único pueblo afro árabe que tiene el español como segunda lengua oficial, el pueblo saharaui. A partir de 2006 el anuario del Instituto tomó forma de enciclopedia para ofrecer un panorama mucho más amplio. En la “Enciclopedia del español en el mundo. Anuario del Instituto Cervantes 2006-2007”, el estado del español se analiza minuciosamente en diferentes países, ámbitos profesionales, medios de comunicación y manifestaciones culturales. En él se recogía un artículo de Pilar Candela Romero, de la Escuela Universitaria de la Universidad de Murcia, sobre el estado del español en los campamentos de refugiados saharauis*.

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*Objetivos de los Congresos Internacionales de la Lengua Española
**Ponencia en la inauguración del I Congreso Internacional de la Lengua Española en Zacatecas: “Aviso de la defensa de nuestra lengua común: el español”
***Candela Romero, Pilar. “El español en los campamentos de refugiados saharauis (Tinduf, Argelia)”.

Del libro El porvenir del español en el Sahara Occidental (Bahia Mahmud Awah y Conchi Moya)

El Sahara quiere hablar español. Artículos de la revista No tengo palabras





Siguiendo con las entradas sobre el español en el Sahara y el Instituto Cervantes, subo al blog estos artículos de la revista No tengo palabras de la Asociación de Alumnos del EOI Las Rozas, que dedicó estos dos trabajos a esta temática. Los enlaces los he encontrado en el blog Dos años en el Sahara y sirven para completar toda la información al respecto de la enseñanza, conservación y porvenir del español en el Sahara Occidental, que es un tema que nos interesa desde hace varios años.

No está de más insistir en la importancia del español como lengua estratégica para los saharauis, diferenciadora del entorno francófono en el que se encuentran inmersos, y en especial lengua para la diplomacia, la cooperación y la sanidad en el Estado Saharaui. Por eso a pesar del olvido y la indiferencia los saharauis siguen apostando por esta lengua y quieren hablar y crear también en español.


no tengo palabras • boletín de la Asociación de Alumnos de la E.O.I. de Las Rozas • año II • número 7 invierno 2006 LA REVISTA DEL ESTUDIANTE DE IDIOMAS

Para que todo no sean juegos florales, puesto que aún no ha llegado la primavera, la edición que presentamos este trimestre plantea un tirón de orejas «a quien corresponda», concretamente, a quien se ha propuesto la labor de divulgar y mantener el idioma español en el mundo: el Instituto Cervantes, que no tiene entre sus prioridades la conservación de nuestra lengua en el único estado islámico donde se enseña obligatoriamente en las escuelas. El tema de la portada y las páginas centrales contienen el testimonio de alguien que ha vivido en directo esta realidad. Las secciones habituales de cada idioma, con la participación de nuevos colaboradores y colaboradoras, y una interesante propuesta de intercambios para reforzar o aprender un idioma conviviendo con familias de otros países, completan esta edición del NTP, que esperamos tenga, como mínimo, el mismo éxito que la anterior.

«Se habla español». Texto y fotografías: Antonio de Torre. NTP • invierno 2006

En la hamada, los saharauis han convertido el infierno de piedra y arena en un territorio donde aún cabe la esperanza de regresar a la tierra arrebatada.

El español que todavía se habla en el Sáhara

Hacia el 27 de febrero, si nada se tuerce, habrá salido a la luz el ntp que estás leyendo. Exactamente en esa fecha se celebra el XXX aniversario de la República Árabe Saharaui Democrática, R.A.S.D., fundada poco después de la ocupación del territorio saharaui por parte de su vecino, Marruecos, a finales de 1975. Es una ocasión como otra cualquiera —habrían servido igualmente todos los anteriores veintisietes de febrero, con el resto de los días y noches de esos TREINTA años— para denunciar el abandono que el idioma español sufre entre las personas de esa tierra que antaño se contó entre las provincias de nuestro país.

Hace un par de meses dediqué una semana de mi acomodada existencia a visitar los campamentos de refugiados que los saharauis ocupan en la hamada de Tindouf, al oeste de Argelia, en uno de los programas que el grupo de cooperación con el Sáhara de la Organización Juvenil Española lleva varios años desarrollando en colaboración con la homóloga Unión de Juventudes de Saguía el Hamra y Río de Oro, UJSARIO. En esta ocasión, la tarea que llevábamos consistía en comprobar el avance de dicha colaboración, además de acercarnos a la realidad (no reconocida por España) del estado saharaui en el exilio. Nunca sobra recordar que, mientras el estado español no declare oficialmente otra cosa, España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental a pesar de su salida del territorio en 1975.

Los saharauis y las saharauis nos demostraron una generosidad ilimitada en todo momento, cediéndonos las mejores dependencias de sus jaimas y prodigándonos un cariño y una hospitalidad terriblemente sinceros por nosotros, sus amigos españoles, como si hubieran olvidado que España es la responsable de buena parte de sus desdichas.

Aunque la finalidad de la revista ntp es entretener, respetando la pluralidad de sus lectores y tratando los idiomas desde puntos de vista muy variados, voy a usar ahora este estrado para romper una modestísima lanza a favor el idioma español y su aprendizaje en los territorios de los campamentos de refugiados.

«El idioma original de la población saharaui es el hasanía, variedad muy antigua del árabe, que ya hablaban los almorávides»

El idioma original de la población saharaui es el hasanía, variedad muy antigua del árabe reconocido como normalizado, ya usada por los almorávides. Durante la presencia de los españoles, esa lengua convivió con el castellano, y éste se extendió en mayor o menor medida a todos los puntos de la antigua provincia, como lengua oficial de la sociedad saharaui de entonces. Hablarlo bien era, en algunos círculos, signo de distinción y buen gusto entre los saharauis, pues les abría las puertas del comercio y el trato con otros extranjeros. No sucedía lo mismo entre las poblaciones situadas en el interior del país, compuestas en su mayoría por grupos de tribus nómadas, que seguían usando el hasanía en su vida diaria. Como no necesitaban hacer ninguna gestión oficial, el español era algo que les venía impuesto y si podían, evitaban el esfuerzo de aprenderlo.

He de aclarar que todo esto es una simplificación, quizás injusta, pero creo que sirve para hacerse una idea sobre el lugar que llegó a ocupar el español en aquella época, en una región claramente dominada por la francofonía circundante.

En noviembre de 1975, con Franco agonizante en el Palacio del Pardo, el gobierno de Hassán II, financiado por conocidas superpotencias, aprovechó la debilidad del español para anexionarse por la fuerza un territorio que ya anhelaba desde mucho antes. Los detalles sobre la Marcha Verde, los 15 años de guerra entre el Frente Polisario, Marruecos y Mauritania, y los posteriores acontecimientos están en todos los libros de la historia reciente. Recomiendo repasarlos para comprender hasta qué punto deberíamos sentirnos responsables por la infamia que se está cometiendo con los saharauis.

Para dificultar el regreso de la población, Marruecos alzó un muro vergonzoso y desconocido –a pesar de sus 2.720 kilómetros de longitud – que atraviesa el territorio de norte a sur, sembrado de minas antipersonal por el lado saharaui, y que provoca todos los años numerosos heridos entre las filas del ejército expulsado.

Durante la expulsión que se produjo, hubo pobladores de las ciudades que prefirieron quedarse donde estaban, con sus casas y sus bienes, además de su idioma español, tan natural a esas alturas como el hasanía para sus paisanos de los territorios del interior. La gran mayoría, no obstante, tuvo que huir apresuradamente hacia los territorios argelinos, hasta la provincia de Tindouf, donde llevan acampados desde aquella huida apresurada.

En la actualidad, el español es asignatura obligatoria en todas las escuelas que el Ministerio de Educación del Frente Polisario tiene en los campamentos de refugiados. Las maestras que imparten sus clases en los colegios y guarderías comparten con sus alumnos y les trasladan lo que recuerdan de las repetidas estancias estivales en España. El programa «Vacaciones en paz» es una iniciativa que lleva funcionando con éxito bastantes años, auspiciada, paradójicamente, por numerosos ayuntamientos y comunidades autónomas de nuestro país. Gracias a este programa, todos los años varios miles de niños y niñas saharauis pasan los veranos con familias de acogida españolas, conscientes de que a su regreso a la hamada todo volverá a ser como antes, pero sabiendo que no están solos, que el próximo verano sus amigos españoles les volverán a explicar las palabras río, lago, pradera, montaña, que tanto les cuesta describir a las profesoras de su madrasa.

Las maestras saharauis se esfuerzan en conservar en sus aulas el español que pudieron asimilar durante esas semanas de diversión que pasaron en España hasta los 12 años. En las paredes de las escuelas pueden leerse carteles en español para designar objetos de la vida diaria, y la propia Organización Juvenil Española, junto a otras oenegés, ha hecho campañas para llevar libros y renovar las desgastadas bibliotecas de las aulas del desierto.

Otro de los lugares donde se «conserva» el español del Sáhara es, sorprendentemente, Cuba. Se trata de una más de las tristes realidades de los jóvenes saharauis, que para labrarse un mínimo futuro profesional (ni siquiera saben dónde y si podrán ejercer) se van a un rincón nada turístico del conocido paraíso del buceo que es la Isla de la Juventud. Recién cumplidos los once o doce años, dejan a sus familias para proseguir sus estudios en la isla caribeña, donde el gobierno cubano les proporciona un alojamiento en penosísimas condiciones y unos títulos universitarios con los que regresan doce o quince años más tarde a su primer exilio (la Isla de la Juventud es el segundo) para tratar de reconocer a los miembros de su familia, con los que apenas han tenido contacto en todos esos años. Al regresar a sus wilayas también hablan español, barnizado con un simpático —valga el calificativo a pesar del contexto— acento cubano que camufla las penalidades del pasado.

El castellano es lengua obligatoria en la enseñanza de la RASD, único país islámico donde se da esta circunstancia. Lamentablemente, el Instituto Cervantes, con inversiones millonarias en países donde el castellano es minoritario, ha ignorado siempre este hecho y ha negado cualquier ayuda al pueblo saharaui. Sencillamente, es más interesante enseñar español en centros de Hong Kong, Tánger o Fez, que mantenerlo o mejorarlo allí donde su acogida sería muy positiva y mucho más económica: en las modestísimas escuelas de los campamentos de refugiados.

Este escrito es el granito de arena que quisiera aportar al enorme desierto de intereses económicos, políticos y de ignorancia que nos separan del pueblo saharaui, tan cercano en nuestro corazón, y que algún día nos tendría que poder decir en perfecto español «Sed bienvenidos de nuevo al Sáhara Occidental, nuestra jaima es vuestro hogar».


El Instituto Cervantes sí enseña español en Marruecos

«El Instituto Cervantes, con inversiones millonarias en países donde el español es minoritario, ha negado siempre cualquier ayuda al pueblo saharaui» Según un documento de Xavier Markiegi, director del Instituto Cervantes de Rabat, en su página Web:

http://www.cervantes.es/seg_nivel/institucion/revista_01/rc_elespanol_01.pdf

«Marruecos es el país que cuenta con más centros del Instituto Cervantes, situados en Casablanca, Fez, Rabat, Tetuán y Tánger. El Instituto Cervantes apoya los elementos culturales comunes entre los dos países, para lo que se ha sabido rodear de intelectuales que han mantenido siempre una respetuosa visión del otro, evitando caer en tópicos y aportando criterio, rigor e innovación. Además de la demanda de español, que se produce como consecuencia de la vecindad entre los dos países y de las relaciones estratégicas económicas y sociales, la actual coyuntura de refuerzo de las relaciones bilaterales de amistad contribuirá a intensificar también el interés por todo lo español, incluida la lengua.»

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ENTREVISTA JORGE URRUTIA

[*NOTA HAZ LO QUE DEBAS: el actual Director Académico del Instituto Cervantes es Francisco Moreno, que ha dado unos primeros, pero aún tímidos, pasos para que el Cervantes trabaje en los campamentos de refugiados saharauis. La entrevista de No tengo palabras es con el director anterior.]

NO TENGO PALABRAS. 2007. Entrevista con Jorge Urrutia, Director Académico del Instituto Cervantes

«El futuro del español se está dilucidando en la frontera del Río Grande»
Jorge Urrutia es el director académico del Instituto Cervantes*, además de escritor, traductor, poeta, profesor de universidad y cultísimo contertulio, con el que hemos podido mantener una charla relajada de cerca de una hora. El objetivo era acercar la realidad de esa institución a nuestros lectores.
Antonio de Torre / Fotografía: Juan M. Ruiz

[…]

Cambiemos de tema. Hicimos referencia a ello en otro número de NTP, en el que criticamos al IC por su despreocupación con respecto al aprendizaje del español en el Sáhara, en los campos de refugiados de Tindouf, donde aún se enseña el español, y donde nuestro idioma es la segunda lengua oficial, después del árabe. ¿Por qué el IC no tiene interés en facilitar medios, algún apoyo a este esfuerzo educativo, en un entorno rodeado de países francófonos como son Argelia, Marruecos y Mauritania?
En el caso del Sáhara el IC hará siempre lo que el ministerio de Asuntos Exteriores considere que debe hacer. Hoy por hoy dependemos de este ministerio. Actualmente, la cooperación española trabaja en el Sáhara Occidental, por lo tanto no hay ningún problema, pero el MAE nunca ha considerado que haya ninguna urgencia. Nunca ha dicho que no, pero tampoco ha dicho que sea urgente.

Quizás por ser un país no reconocido por la comunidad internacional…
No creo que haya ningún interés político en ello, simplemente, es más bien un problema de índole administrativa, de composición del Cervantes. El IC necesita, hoy por hoy —aunque puede cambiar— tener una sede estable, y un flujo de alumnos, que lo hagan subsistir económicamente.

Pero lo que sucede allí es un caso particular, las maestras enseñan el poco español que recuerdan de sus estancias estivales en España…
Sí, por ser un caso particular necesitaría un tratamiento particular. Lo haremos cuando el ministerio de Asuntos Exteriores entienda que es el momento de abordar eso o cuando nuestro Consejo de Administración así lo decida. No es que haya ninguna posición en contra; sencillamente, tenemos muy pocos centros nuevos en África, y esto lo enlazo con la otra parte de la pregunta. Los centros que tenemos en Marruecos son centros heredados, antes eran Centros culturales españoles. Tenemos los de Tánger, Tetuán, Fez, Rabat, Casablanca, más el que es verdaderamente nuevo, el de Marrakech, y se ha abierto porque la presencia española en Marrakech es fuerte, reside un escritor como Juan Goystisolo que tenía mucho interés, nos proporcionaron un local. Los hemos heredado, y no los vamos a quitar. Hay que distinguir entre aquellos lugares que son muy importantes de por sí, y aquellos que son importantes para España o dentro de la red del Cervantes. El de Nueva York es un centro importante de por sí, y los de Marruecos lo son para España, porque la presencia del español en Marruecos es estratégicamente importante, hay alumnos de la Uned, alumnos que vienen a España, la TV española se ve desde Marruecos… Además, hay otros centros que pueden no ser tan relevantes, como El Cairo, cuya importancia radica en que tiene muchos alumnos, porque en Egipto hay muy pocas posibilidades para aprender español, si las comparamos con París, por ejemplo.

La peculiaridad de la República Saharaui es que es el único país árabe donde el español es lengua co-oficial, y eso tiene un valor indudable.
En eso estoy totalmente de acuerdo, pero como te he dicho, se nos plantean otros problemas desde el punto de vista administrativo. Además, el IC no está en los países cuya lengua oficial es el español, por ejemplo, el Cervantes no está en Guinea, ni en todo Sudamérica. No descarto el momento en que enviemos una delegación en colaboración con la AECI a los campamentos de Tindouf, pero repito, no es una decisión que esté en nuestras manos ■

*Fuente: REVISTA NO TENGO PALABRAS. Antonio de Torre

El Instituto Cervantes conmemora el Día del Español

EL PAIS. El Instituto Cervantes celebrará el próximo sábado 20 de junio el Día del Español , tanto en su sede central de Madrid como en sus 73 centros repartidos por todo el mundo para conmemorar la buena salud de una lengua que cuenta con 450 millones de hablantes. Este primer cumpleaños de nuestra lengua, que se enmarca dentro de las actividades que conmemoran la mayoría de edad del Cervantes y que tendrá continuidad, se celebrará con actividades comunes en todos los centros y comenzarán a las 11 horas (hora local en cada país) con una "lluvia de palabras" de papel, lanzadas por cañones especiales. Además, diez palabras representativas de nuestro idioma decorarán la fachada de los Institutos Cervantes de los diferentes países.

Los saharauis escribirán la palabra OLVIDO



Los quijotes saharauis

Ilustración: Moulud Yeslem



“El Instituto Cervantes jamás pensó que esos libros, escritos por poetas árabes, procedentes del desierto más inhóspito del mundo, escritos en español, pudieran figurar en las estanterías de los Centros Cervantes de Marruecos, de Argel, de Beirut… y mucho menos en las aristocráticas sedes de Nueva York, Londres, Pekín o Tokio. Quizá se tema que lo saharaui estorbe, que lo africano manche”.[1]

De quijotesco e incluso surrealista puede calificarse el afán de muchos saharauis que, desde los campamentos de refugiados, escriben poesía, relatos o novelas en la que es su segunda lengua, el español. Si en los campamentos supone un considerable esfuerzo mantener la lengua de la metrópoli en la administración y el currículo de enseñanza, de titánico se puede calificar el intento de escribir y no digamos publicar obras en español.

Titánicas y conmovedoras son historias como la de Sas Nah Larosi, joven saharaui que se formó en Cuba. Sas entregó a un editor español en la jaima de su hermana en Smara, su manuscrito en español “Sahara en el corazón”, en un cuaderno “Guerrero”. La publicación del libro surgió tras un viaje de un grupo de amigos de Madrid a los campamentos en febrero de 2007. El regalo que el poeta ofreció a quien le visitaba como amigo fue finalmente publicado por Gráficas Almeida ese mismo año para dar a conocer el dolor y la esperanza que vive el pueblo saharaui.

Entrañable es también una historia que podemos leer en el blog del escritor español Luis Leante, premio Alfaguara de novela 2007 por su libro “Mira si yo te querré”, de temática saharaui. Leante narra las peripecias de Bachir Mohamed Ali Mojtar, nacido en 1972 en Tichla, antiguo Sáhara Español y que en la actualidad vive en los campamentos de refugiados saharauis. Bachir entregó a un visitante valenciano una carta para el escritor. En la carta le decía que escribía en español y que había enviado su manuscrito con una familia de Cataluña. Después de que el manuscrito, escrito en un cuaderno escolar con bolígrafo azul y en una cuidada caligrafía en mayúsculas, sufriera numerosas idas y venidas, Leante recibió el relato de Bachir, llamado “El precio de Fatma”. El relato, que está publicando Luis Leante en su blog, está a la espera de que alguien se interese en publicarlo. “Resulta sorprendente que Bachir haya mantenido el español como idioma de escritura, teniendo en cuenta que cuando salió de su país apenas tenía nueve años y que su lengua materna es el hasania”, afirma Leante, y más sorprendente resulta cuando el estado español y el Instituto Cervantes, ignoran este afán de los saharauis por mantener vivo el español tanto en los campamentos como en las zonas ocupadas.

Y este olvido, que no es por descuido ni es casual, sin duda se debe a esa absurda obsesión de los gobiernos españoles de congraciarse como sea con Marruecos (cinco “institutos cervantes” en su territorio), poniendo a sus pies lo que haga falta, hoy en día a los saharauis, mañana quién sabe qué. No podemos dudar del empeño marroquí en que los saharauis se diluyan en la francofonía imperante en la región, el español es uno de los numerosos rasgos que diferencian a los saharauis de los marroquíes y es prioritario hacerlo desaparecer.

Pero no contaban con el coraje y empeño saharaui para tantas cosas, entre otras, la defensa del español aún sin ayudas. Defensa que incluye la creación en su segundo idioma. Como el caso de Sas o de Bachir, o de Mohamidi Fakal-la, poeta integrante del grupo de escritores saharauis en español de los años 60, que no tuvieron entonces oportunidad de ver publicadas sus obras. Mohamidi sigue escribiendo. Puntualmente envía sus relatos por email y se publican en su blog “Camino de El Aaiun”, donde recuerda su ciudad natal, narra con enorme belleza las penalidades de los campamentos o recuerda a los héroes y heroínas de la resistencia pacífica saharaui. O el grupo de Cuba, de lo que años más tarde sería la Generación de la Amistad, cuando entregaron en los campamentos en la navidad de 1999 un disquete con sus poemas a Mercè Morato, responsable de proyectos de Odontología Solidaria de la RASD. Más tarde ese disquete se convertiría en 2002 en el maravilloso y agotado “Añoranza”, editado por la Associació d’Amics I Amigues del Poble Sahrauí de les Illes Balears.

No contaban algunos con el tesón de estos auténticos Quijotes Saharauis.

Sobre la literatura saharaui en español:



[1] Ricardo Gómez, Escritores por el Sahara. “Sigue siendo nuestra responsabilidad”. Conferencia en la Universidad Autónoma de Madrid; 5 de diciembre de 2007.

Historias Cervantinas, peripecias quijotescas



¿Qué tendrá el Instituto Cervantes que a pesar (o tal vez por ello) de no tener nunca en cuenta a los saharauis, tantos vericuetos saharianos llevan hacia él?

Dos apuntes. Una de las consecuencias de la, vista y no vista, visita de Zapatero a Marruecos de la semana pasada fue la petición de M6 (o lo que quede de él porque incluso los periódicos marroquíes se atreven ya a publicar que no quiere seguir reinando) de que España abriera otra sede del Cervantes en Marruecos. Sería ya la número seis. Lo que no dicen, y sería más que interesante conocer es qué ciudad se llevará el jugoso premio, ¿estará por el norte o por ese sur que nunca ha sido ni será suyo?

El otro apunte mira a El V Congreso de la Lengua Española se celebrará en Valparaíso (Chile) en 2010. En ninguno de los cuatro anteriores (Zacatecas 1997, Valladolid 2001, Rosario 2004 y Cartagena de Indias 2007) no hubo ni siquiera una mención al pueblo saharaui, a pesar de ser el único pueblo árabe que tiene el español como lengua oficial. En 2001 incluso se invitó a Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial al Congreso de Valladolid. Allí hizo una intervención sobre el español aunque no hay que olvidar su política de favorecer el francés en detrimento del español. Pero nada sobre el Sahara Occidental. Triste silencio. Siempre el vacío.

No quiero olvidar hacer mención a la propuesta de Pedro Ojeda en su blog La acequia. Una iniciativa estupenda para leer y entender El Quijote, con comentarios, historias, reflexiones y todos tipo de explicaciones sobre esta obra universal. Antònia P. , una maravillosa mujer con dos estupendos blogs que siempre están activos, ha publicado este comentario basado en un texto de El Quijote mirando a nuestros hermanos saharauis, quijotes ellos también en busca de la libertad y la paz.

Y llegados a este punto mis desvaríos me llevan al desierto donde todos los hombres son como Quijotes luchando contra gigantes y malandrines, “robadores” de tierra y riquezas, con las armas de la razón. Dispuestos a comer lo que encuentran en el camino y a dormir bajo las estrellas mientras las mujeres se afanan construyendo habitáculos, remendando las lonas e inventando el pan nuestro de cada día. Tratan a los huéspedes con la más exquisita cortesía: ya sean políticos, filántropos o gente corriente que quieran visitarles en su refugio. No prometen ínsulas ni reinos en tierra firme a los que les ayudan, sólo un baño a la vera de su Dulcinea particular: el océano.“…y todos tomaron el té en buena paz y compaña disfrutando de la bebida y de la conversación”. Antònia P.

Por último esperamos ofreceros pronto noticias sobre ese "Quijote saharaui" que espera edición. La ilustración que acompaña este comentario es de Fadel Jalifa, precisamente para ese homenaje saharaui a la obra de Cervantes.

Como saharauis queremos conservar el español


Lo que son las cosas. El 4 de marzo de 2008 la Ministra saharaui de Cultura visitaba la Universidad de Santiago de Compostela. Jadiya Hamdi hablaba de las necesidades de su ministerio y cerraba algunos acuerdos. En una entrevista al periódico La voz de Galicia Jadiya hablaba de la continua petición de ayuda de los saharauis a España para la promoción del español entre este pueblo árabe que tiene el español como segunda lengua. "Nosotros conservamos el español como segundo idioma tras el árabe. Entonces, a nivel de la formación pensamos que con España podíamos hacerlo mejor. España debe entender que como saharauis queremos conservar esta lengua para mantener las relaciones históricas entre los dos pueblos".

Y ese mismo día la directora del Insituto Cervantes Carmen Cafarell concedía una extensa entrevista a Jaime Fernández en Tribuna Complutense. Cafarell se enorgullecía de la futura expansión del Cervantes en Asia y en el contienente africano. "En breve un pequeño rinconcito de Africa va a tener presencia del Cervantes"... ¿Qué rinconcito?, se preguntarán.... el Africa subsahariana. De nuevo los saharauis tendrán que esperar.

El Insituto Cervantes, sobre el Sahara Occidental, no sabe, no contesta.

La ignorancia del Instituto Cervantes



No podemos estar más de acuerdo con el Sr. José Ramón Heredia. Hace mucho tiempo que todas las peticiones hechas al instituto Cervantes para que tuviera en cuenta y ayudara al único pueblo de Africa con una constitución que lo define como laico en un entorno islámico y que tiene como segundo idioma oficial el español han sido ignoradas. Suponemos que forma parte de la estrategia diseñada por el gobierno alrededor del proyecto de la Alianza de Civilizaciones.

Se puede consultar en http://www.rasd-tv.com/ (cultura- clase de castellano) una muestra del video documental que se hizo llegar al instituto Cervantes, razonando la necesidad de ayuda. El silencio ha sido la respuesta. Es, pues, una obviedad que tanto desprecio por el pueblo saharaui solo puede obedecer a una sintonía total con el odio que le profesa el monarca de Marruecos

M. Salem Laabeid, director de la televisión saharaui



Esta es la carta al director del profesor de la Universidad de Castilla La Mancha José Ramón Heredia Ranz, aparecida en ABC.


CERVANTES EN EL SÁHARA

Cervantes no estuvo en el Sáhara, aunque no anduvo muy lejos... Pero no voy a referirme al autor del Quijote, sino a la institución que lleva su nombre, una institución que vela por la difusión de la lengua y cultura españolas en el mundo: el Instituto Cervantes. ¿Por qué el Cervantes no está en el Sáhara, por qué lo ignora?

Hay evidentemente razones de peso, que se podrían resumir en un punto –eso sí, con muchas aristas-: el Sáhara (o la RASD) no es oficialmente para España un país independiente. Ahora bien, aun aceptando eso, ¿no sería factible que el Instituto Cervantes cumpliera su misión cultural (y humanitaria) abriendo, por ejemplo, en Tinduf (Argelia), tan cerca de los campamentos de refugiados saharauis, una delegación de sus sedes argelinas –Argelia sí es país independiente-, que facilitara el acceso del pueblo saharaui al aprendizaje de una lengua que aman profundamente y han hecho de ella un símbolo de identidad, de autoafirmación?

Los saharauis no entienden que esto no pueda ser así. ¿Qué tiene que ver la política con la cultura? ¿A quién ofende o perjudica que el Instituto Cervantes, además de estar con el Sáhara (como lo están la mayoría de los españoles) esté en el Sáhara, implicándose de una forma u otra en el desarrollo de la lengua de Cervantes en este rincón olvidado del mundo y contribuyendo así, de paso, a saldar la deuda histórica que tenemos con ellos? ¿No es más urgente el apoyo a un niño sarahaui, que aprende el español en la escuela, con muchas dificultades, que la instalación de sedes del Cervantes en Pekín, San Petersburgo... o la Quinta Avenida de Nueva York?


José Ramón Heredia Ranz, Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha

El Instituto Cervantes sigue ignorando a los saharauis


En abril de este año 2007 los poetas saharauis Zahra Hasnaui y Bahia Mahmud Awah, miembros del grupo Generación de la Amistad, visitaban durante una semana California. Allí ofrecieron conferencias y charlas sobre literatura y poesía saharaui en diferentes universidades californianas. Los estudiantes y profesores que acudieron no podían creer que los saharauis, siendo el único pueblo árabe que habla español, su segunda lengua oficial, no recibieran ayuda de ninguna institución española. Y en concreto no la recibieran del Instituto Cervantes, "institución pública creada por España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española y para la difusión de la cultura española e hispanoamericana".

Este tema sin duda es un descrédito para tal institución, dependiente por cierto del Ministerio de Asuntos Exteriores, cuya labor cultural se ve sin duda dirigida por directrices políticas. Y ya se sabe que los diferentes gobiernos españoles, y muchos de los gobiernos autonómicos, hacen cualquier cosa antes que ofender al excelso vecino del sur. Porque creo que ahí está la clave de este vergonzoso y calculado olvido.

El español corre un grave peligro en el Sahara Occidental. En las zonas ocupadas porque es perseguido con saña mientras se favorece el francés, en un intento de hacer desaparecer una más de las evidentes diferencias entre saharauis y marroquíes. En los campamentos porque no hay dinero ni libros para apoyar la enseñanza del español ni hay becas en España para los estudiantes saharauis. De las instituciones españolas sólo llega olvido e indiferencia.

Hace tres años los escritores Ricardo Gómez y Gonzalo Moure se unieron a otros cuarenta escritores saharauis y españoles que habían escrito sobre el Sahara. Redactaron una carta al Instituto Cervantes donde reclamaban la ayuda y presencia del Cervantes en los campamentos de refugiados saharauis.

“Nos dirigimos a Vd. como Director del Instituto Cervantes porque reclamamos la presencia oficial del Instituto en el Sáhara. Resulta llamativo que no haya una asistencia cultural española en lugares donde se piensa, se habla, se siente y se escribe en nuestra lengua. No pedimos dinero, o no solo, aunque creemos que la participación del Instituto en la puesta en marcha de los bibliobuses, el sostenimiento de los talleres literarios o el apoyo a la publicación de obras de escritores saharauis sería fundamental. Reclamamos la presencia del Cervantes en los campamentos, adaptada a las posibilidades y necesidades de un campamento de refugiados”, decía entre otras cosas la carta, fimada por escritores saharauis y españoles que habían publicado obras sobre el Sahara, Ali Salem Iselmu, Anna Tortajada, Bahia Mahmud, Carlos Ruiz Miguel, Carmen Calderón Infante, Constantino Contreras, Chejdan Mahmud Yahid, Dolores Juliano, Elena O'Callaghan, Emilio González Déniz, Enrique Satué Oliván, Fatma Galia, Fernando Alonso, Fernando Guijarro, Fernando Pinto Cebrián, Fran Alonso, Francisco Javier Prada Fernández, Gonzalo Moure, Javier Morillas, Jesús Antoñanzas Ibáñez, Joan Escolà Pujol, Joan María Maixé Ceballos, José Ramón Diego Aguirre, Juan Soroeta Liceras, Limam Boicha, Lino Braxe, Luali Lezna, Lucia Etxebarría, Mahyub Salek, Manuel Rivas, María Jesús Alvarado, Maribel Lacave, Mohamed Ali Ali-Salem, Mohamed Salem Abdelfatah Ebnu, Nacho Pérez, Nuria Mulé Cardona, Olegario Moreno, Ramón Mayrata, Ricardo Gómez, Saleh Abdalahi, Salvador Pallarès-Garí, Tomas Bárbulo, Umberto Romano.

"Algún día, esperamos que más bien pronto que tarde, los doscientos mil exiliados que sobreviven en el desierto volverán a sus tierras y se encontrarán con las familias que dejaron en los territorios ocupados. Cargarán con sus pocos enseres, pero llevarán consigo el patrimonio de una lengua y una cultura que tienen raíces profundas en nuestro país", decía también la carta, respondida con fecha 5 de julio de 2004 por el Cervantes. En ella se expresaba que las peticiones del grupo de escritores quedaban fuera de las competencias del Insitituto Cervantes, aunque reiteraban la disposición del Cervantes para colaborar en la medida de sus posibilidades con el pueblo saharaui.


Ese fue todo el "compromiso" que se pudo obtener del Instituto Cervantes, esa institución que dice promover la enseñanza del español pero sigue ignorando al pueblo saharaui.




Gonzalo Moure y Ricardo Gómez

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¿Dónde está el Instituto Cervantes?

El pueblo saharaui es el único pueblo árabe de habla hispana y fue provincia española hasta el abandono español de 1975. El Instituto Cervantes no mantiene ni un solo proyecto (becas, edición de libros, bibliotecas, enseñanza del español) con los saharauis.

El Instituto Cervantes es la institución pública creada por España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española y para la difusión de la cultura española e hispanoamericana. Los centros del Instituto están situados en cuatro continentes y dependen del Ministerio de Asuntos Exteriores.

La falta de atención del Instituto Cervantes a los saharauis resta sin duda prestigio y credibilidad a esta institución. Diferentes iniciativas de asociaciones y organizaciones suplen las carencias de un organismo creado para la difusión del español.

La Organización Juvenil Española ha puesto en marcha la campaña "Libros que nos hacen libres" de recogida de libros para los campamentos de refugiados saharauis. En 2005 reunieron 5.000 libros en español que entregaron en los campamentos de refugiados saharauis. Era su forma de celebrar el aniversario del Quijote. Hoy, esos libros están siendo utilizados por los refugiados en la biblioteca que construyeron en la daira de Amgala. Y resaltan que los saharauis reclaman, a pesar de su dramática situación, más libros, en especial de poesía.

La localidad salmantina de Villamayor ha donado 15.000 euros para la construcción de un centro de enseñanza del castellano en los campos de Tinduf, a través de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Béjar, Ampusabe, y 124 alumnos de Magisterio de Ciudad harán sus prácticas en los campamentos enseñando español a los niños saharauis. El grupo “Escritores por el Sahara” junto al gobierno vasco ha patrocinado el envío de un biblobús con libros en español para los niños y jóvenes de los campamentos. Hace tres años un grupo de escritores españoles y saharauis que habían escrito libros dedicados al Sahara remitieron una carta al Instituto Cervantes reclamando su implicación cultural con el pueblo saharaui, sin recibir respuesta. Los saharauis de las zonas ocupadas mantienen a duras penas el español como forma de resistencia contra la ocupación marroquí.

Y mientras el Cervantes sigue sin querer enterarse.