Isla Truk. A mis amigas Maribel y Susy
"Para nosotros, los saharauis son como españoles (...), y muchos nos sentimos saharauis. Cualquier cosa que les ocurra a ellos nos ocurre a nosotros". José Taboada
Cada uno de nosotros que, no siendo saharauis, nos sentimos parte de la causa, hacemos nuestras estas palabras de Pepe Taboada.
Y hay un grupo muy especial entre los solidarios con la causa saharaui, los que nacieron, pasaron su niñez o vivieron en el Sahara. No sólo militares, también civiles, la mayoría canarios. Entre estas personas que vivieron en El Aaiun, recorrieron las grandiosas extensiones de Tiris o se bañaron en los preciosas playas de Dajla, entre ellas nuestras amigas Susy y Maribel.
Las dos poetas han unido sus voces en un libro delicioso publicado por la editoria Puentepalo, “Isla Truk”, "Un homenaje de las autoras a la infancia y al Sáhara. Un viaje a la utopía que todos construimos en la niñez y que no debemos perder nunca", según palabras de las autoras.
Ambas canarias, vivieron en Villa, de padres maestros una, de padre militar la otra, las dos saharauis de recuerdos y de corazón.
Tras la salida precipitada de la tierra, que era también suya, las vidas de Maribel y Susy han transcurrido paralelas, con cierto poso de nostalgia y marcadas por la poesía y la creación. Diferentes libros publicados las contemplan.
De Maribel Lacave, escritora de amplia trayectoria, recomiendo entre otros libros “Donde sólo media luna” (1988), poemario dedicado por entero al pueblo saharaui; “Dos para un tango”; “Sin fronteras” (2001); “Los cuentos de la abuela majareta” (2005) o “Los mundos de Gali” (2008), que yo tuve la suerte de prologar. Maribel ha cantado en innumerables ocasiones a la tierra saharaui.
Recuerdo mi niñez en tu desierto
los juegos infantiles las sonrisas.
La enorme miseria de tu pueblo contemplada
desde mis cándidos ojos coloniales
rebeldes y amorosos
entrañable amigo saharaui.
Hoy, que han pasado tantos años te conservo fijo en la conciencia.
Siento que es mio tu destino mía tu lucha mía la flor que has plantado
en las arenas.
A veces quisiera volver a ser la niña
que te daba la mano
que te amaba
que jugaba contigo a hacer la guerra.
A veces quisiera ser para tu pueblo
aquella niña,
hermano saharaui.
Maribel Lacave
He tenido el placer de leer varios libros de Susy Alvarado, el delicioso “Suerte Mulana”, o los poemarios “Extraña estancia” y “Geografía Accidental”. Destaco también la faceta su faceta de editora en la entrañable Puentepalo, que es para los poetas saharauis una acogedora jaima, o su trabajo como directora de cine, por ejemplo en la bellísima “La puerta del Sahara”.
En muchas de las obras de ambas está presente el Sahara, en poemas y narraciones llenas de añoranza, rabia y arrebatado amor por la tierra saharaui, aquel paraíso al que hoy es aún imposible regresar, para el que solo queda, de momento, echar mano de los recuerdos y la imaginación, recuerdos de un tiempo pasado, idílico y feliz, que tuvo un final amargo, marcado por la invasión marroquí.
Dajla
He vuelto al mar de arena,
donde sopla el viento salado.
Vengo sola;
perdida
como un naúfrago.
Y espero.
Bajo este sol,
que hace suyo todo lo que cubre,
espero.
En silencio,
como se espera en este lugar.
Con los ojos abiertos
y los labios sellados
por un beso embustero.
Espero
mientras me queman los pies
y escucho el canto de los alacranes.
… Al fin la caravana
se divisa a lo lejos.
Mañana me habré ido con ella
y empezaré en cualquier otro lugar.
Insh- Allah!
Mª Jesús Alvarado
También las dos poetas han alzado muchas veces la voz para denunciar la barbarie de la ocupación, formando parte de numerosas iniciativas y campañas a favor de sus hermanos saharauis. Quiero recordar brevemente sus acciones en el grupo de Escritores por el Sahara en la carta dirigida en 2004 al Instituto Cervantes para pedir la creación de un centro en los campamentos de refugiados saharauis; la carta de noviembre de 2004 dirigida al presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero para que no olvidara los derechos del pueblo saharaui; la campaña contra la destrucción del Fuerte de Villacisneros, tan presente en la infancia de las dos autoras; o más recientemente su participación en la campaña por el regreso a casa de Aminetu Haidar.
Maribel y Susy han sido además amorosas madrinas del grupo de escritores saharauis Generación de la Amistad.
No creas, poeta, que tu voz no se oye.
Con bellas palabras puede cambiarse el mundo
si esas palabras dicen lo que hay que decir.
No hay alto el fuego para los poetas:
Sólo versos, como balas,
disparando al corazón
de la injusticia.
Mª Jesús Alvarado
En la editorial de Susy, Puentepalo, se editó el libro que dio a conocer a este grupo de escritores, la antología Bubisher (2003) y el poemario de Limam Boicha “Los versos de la madera” (2004). Además prologó los poemarios “La música del siroco”, de Ali Salem Iselmu, y “Voz de fuego” (2004), de Ebnu, cuya publicación por la Universidad de Las Palmas impulsó Susy.
Cada lector es un nuevo poeta que abre su corazón a los sentimientos y pensamientos de quien ha escrito los versos…y es la comunión entre ambos lo que da la obra por concluida. Así pues, cada uno de nosotros viajaremos con estos versos según nuestro corazón nos dicte, hacia el lugar donde el viento que sople en ese instante nos lleve… y lo deseable es que caminen con nosotros, que no pierdan jamás su alma nómada , y que llevemos la voz de Ali Salem Iselmu tan lejos como nos sea posible. “La música del siroco”.
La voz de Maribel Lacave se hizo presente en la antología de Generación de la Amistad “Um Draiga”, a través de su poema “Sueña el tirano”-
GRIS - CIELO ROTO - ANGUSTIA -
NAPALM - GRITOS - FÓSFORO -
AVIONES - MIEDO - ROJO - BOMBAS -
SANGRE - HORROR - LÁGRIMAS -
CONFUSIÓN - MUERTE -
LLANTO - ASESINATO DOLOR -
MASACRE - CRIMEN
Y todo cayéndole encima, como lluvia.
Maribel también prologó el libro de Bahia Mahmud Awah “Versos refugiados”.
Su palabra nos llega impregnada de rebeldía, pero también -sorprendentemente en alguien que ha vivido la dureza de la guerra, del éxodo y de los campos de refugiados- de inmensa dulzura. (“Hay que endurecerse pero sin perder la ternura”, decía Che Guevara). Estos dos elementos, ternura y fuerza revolucionaria, caracterizan todo su quehacer poético y vivencial, se convierten en el sello de identidad de su poética.
Bienvenido, hermano Bahia, a este mundo sin fronteras que es la literatura, donde tus versos refugiados son y serán armas de construcción masiva que ciertamente contr-buirán a acercar la paz y la libertad a nuestro querido Sáhara. “Versos refugiados”
Me gusta especialmente un poema de Bahia llamado “A la amada que me escribe frente a un lago”.
A la amada que me escribe frente a un lago
A la amiga amada que me escribió sentada
frente a un lago, a espaldas
de un volcán lleno de nieve.
Yo le escribo desde esta esquina
de la historia
que me ha condenado a navegar sin remos,
a atravesar los desiertos treinta años,
sobreviviendo a inclemencias, fallos,
dictámenes y procesos sumarísimos
de la injusticia.
A la amiga que tenía sobre la cabeza
unas nubes de ramas y flores
y sentía nuestro dolor desde las antípodas
del Pacífico.
Yo también te quiero, porque me has
querido desde la distancia,
con ojos lagos,
cataratas de La Victoria de mi África.
Te quiero porque aún guardas nombres
de nuestras dunas,
de los sirocos, de los misiles
que nos tiraron, de nuestros muertos vivos.
A esa amada que tiene el corazón
volcán de amor, la amo.
Por mi gente, mi usurpada casa en Auserd,
mi desierto,
mi arena,
mi duna y mi dolor que no cesa,
como las aguas que alimentan
ese lago desde donde me escribes.
Aquí estoy amiga, sentado en el lomo
de esta duna
patrimonio tuyo y mío,
respondiendo a las impúdicas cascadas
de preguntas que la humanidad no supo
responder.
Aún seguimos al unísono con el grito de
¡Kul El Watan Awshahada!
La amada, claro está, es Maribel, y el poema es una respuesta a este poema de Maribel:
QUL LE WATAN OU SHEJADE (Toda la patria o el martirio)
Pucón, (Chile), Catorce de Noviembre, año dos mil.
Hermanos saharauis:
Aquí estoy, al otro lado del Océano, tan lejos que es Noviembre y, sin embargo, primavera.
Aquí estoy, sentada frente a un lago.
A mi espalda, un volcán lleno de nieve, bajo mis pies, sólo la hierba verde y sobre mi cabeza una nube de ramas y de flores.
¿Podéis imaginarme?
Con las manos temblándome de frío, el rostro sin arena, los ojos desbordados de colores y sin sed, contemplando impúdicas cascadas.
Aquí estoy, recordando el color de las dunas ,la danza del siroco en el desierto, la luz de los misiles y los muertos.
Aquí estoy sin que nadie sospeche el dolor que esta fecha maldita me provoca.
A esta misma hora (diez y cuarto de la mañana) estaréis preparando los desfiles, desplegando banderas, estaréis recordando a los ausentes.
Mariam estará en Rabuni recibiendo a los amigos que vienen de otras tierras; Suelma se ocupará de los detalles; humearán las teteras en las jaimas y Gebbel estará peinando a Maribel II mientras los demás aguardan, impacientes.
¡Qul le watan oushejade! gritarán los viejos y los niños, ¡Qul le watan!
¡Qul le watan oushejade! grito también yo desde este lago ante los ojos atónitos de algunos turistas que me miran.
Aquí estoy, hermanos, en este país también lleno de muertos, aquí estoy con los unos y los otros, Aquí estoy, sin perdones, sin olvidos.
Maribel Lacave
Del libro "Sin Fronteras" - Ed. Centro de Cultura Popular canaria- 2001)
Ellas dos, además de amigas, luchadoras, poetas y activistas culturales y de la causa saharaui, inculcaron en mí un profundo amor sobre Dajla, a pesar de que jamás he podido pisar la blanca ciudad. Y en especial por aquella delicada islita, llena de leyendas, sirenas, medusas azules y conchitas. La mágica isla Herne, isla Truk, fuente se sueños e inspiración, símbolo de ese deseo de todos de tomar juntos el té del reencuentro en un Sahara Libre.
Conchi Moya
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