El mítico Hadara, el niño avestruz
El conocido niño avestruz del Sahara
existió realmente.
El antropólogo Julio Caro Baroja confirma
que fue discípulo del mítico Chej Malainin y tenía especial baraka con los
animales. Según señala en su libro “Estudios Saharianos”, Hadara corría a gran
velocidad. En el Sahara cuentan que una vez iba camino de Smara con una
caravana que pasó lejos de aquel punto. Pero él corrió lo suficiente para poder
hacer la oración de la tarde con el Chej y volver a dormir al campamento.
Los niños saharauis conocen la historia de
Hadara como si fuera un cuento, narrado en las noches de la badia por los
abuelos. Pero efectivamente Hadara vivió con un rebaño avestruces en su
infancia. Incluso ya mayor en ocasiones entraba en una especie de trance que le
hacía comportarse como un avestruz, moviéndose como una de ellas y comiendo todo
lo que encontraba a su alcance.
Sobre su especial trato con los animales
hay numerosos testimonios; se cuenta que en una ocasión, cogió a un león, le
puso una cuerda al cuello y un bozal y lo llevó donde una familia que no creía
en los milagros de Chej Malainin. En otra, ordenó a una pareja de chacales que
no atacaran un frig donde habitaba un niño pequeño, y así ocurrió.
Cuando le conoció Caro Baroja durante su
viaje en 1952 Hadara tenía la barba blanca y el pelo negro, se decía que debido
a que en una ocasión pidió a Chej Malainin que no le salieran canas nunca, y
éste le puso la mano en la cabeza y por donde se la pasó no le salieron.
1 comentarios:
gracias conchi por esta rica y casi olvidada historia
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