La radio que escuchamos peligrosamente. La Luna Hiena (I)
En abril de 1998, tras cuatro años de más
que exitosa trayectoria en Radio Vallekas, se despedía un programa
que llegó a ser mítico para el grupo de oyentes incondicionales que lograron
unir en torno suyo, La Luna Hiena. Comenzaba nada más dar las 12 de
la noche y terminaba nadie sabía bien cuando… Fueron cuatro años de unión a
través de cientos de horas de radio; creamos una estrecha relación entre
locutores y oyentes, y en torno a La Luna Hiena sucedieron muchas cosas
hermosas que me gustaría contar.
Comenzamos. Sucedió que un domingo estalló
la bomba; Juanito, Jesús y Angelín, los perpetradores del programa, lanzaban la
gran noticia: el invento se acababa definitivamente. Ellos, más herméticos que
nunca, no soltaron prenda en antena del
por qué. La noticia causó conmoción entre los oyentes, fue una hecatombe
sentimental; y es que se les había cogido muchísimo cariño, lo habíamos genial con
el puñetero programa y en aquellos años que duró la emisión dio tiempo a que
ocurrieran un montón de locas historias y se creara un ambiente de lo más
especial con ellos y con los demás oyentes. Vaya, todo fue muy bonito.
Por ahora es suficiente. A lo largo de varias
entregas intentaré resumir cómo transcurrieron aquellos divertidos años de
escucha y participación, llenos de buenas vibraciones, sensaciones,
sentimientos, cariño y pasión por la radio. Lo haremos en varias entregas ya
que estamos en la era de las redes sociales, y ya se sabe que si leemos mucho
de golpe nos puede estallar el cacumen…
En definitiva espero ser capaz de reflejar
un rollo tan lleno de vida como fue la Luna Hiena. Será un recuerdo emocionado
y nostálgico a esa panda de “locos en acción” que me quitaron el sueño los domingos
por la noche durante los tres años en que fui una atolondrada seguidora del
programa. Así que, hasta la próxima entrada, amiguitos.
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