‘El cielo de Lima’, de Juan Gómez Bárcena. Lo fascinante y peligroso de la idealización
Esperando empezar el Gabinete de Lectura de La Central |
Las fascinaciones virtuales a través de la
palabra y sin que medie contacto personal con el otro no son un invento de
internet y las redes sociales. Hace muchos, muchos años, la gente se enamoraba
por correspondencia, a través de largas y encendidas misivas. Los poetas
románticos contactaban por carta con jóvenes desconocidas y etéreas a las que
convertían en sus musas. Como sucede en la actualidad, esos amoríos idealizados
casi siempre escondían muchas trampas y desagradables
sorpresas.
A partir de una anécdota real, la relación
epistolar y posterior enamoramiento del gran poeta Juan Ramón Jiménez con una
joven de la alta sociedad peruana, Georgina Hübner, que resultó ser un invento de dos jóvenes
limeños, el escritor cántabro Juan Gómez Bárcens ha escrito un magnífico y
curioso libro, ‘El cielo de Lima’, que hemos leído este mes en nuestro Gabinete
de Lectura de La Central. La novela obtuvo, entre otros, el Premio Ojo Crítico
de Narrativa 2014.
Tuvimos la suerte de contar con la
presencia del propio autor en el Gabinete del pasado martes 15 de marzo,
acompañado por Pablo Mazo, editor de Salto de Página. Gómez Bárcena nos dio
muchas pistas sobre el proceso de escritura y documentación, y el aspecto
formal de la novela. Por ejemplo, un
aspecto a destacar es que la novela está narrada en presente, “para
darle mayor cercanía”, según el autor. Siempre es un placer para un lector
contar con el propio autor para que desentrañe muchos de los recovecos de su
novela, preguntarle dudas y satisfacer curiosidades, como darnos la clave de la
misteriosa frase de la pequeña prostituta polaca, cuyo significado, más allá de
las elucubraciones de Carlos es: “Quiero volver a casa”.
Gómez Bárcenas confesó que conoció por
casualidad la historia de Juan Ramón y Georgina en el colegio. Años más tarde,
mientras vivía en México por una beca literaria, recordó la historia mientras escribía
su libro de relatos ‘Los que duermen’ y comenzó a documentarse. Pensó primero
en escribir un relato pero vio que aquella anécdota daba para más. También
decidió desde el principio que lo que resultaba interesante, por encima de la reacción
del propio Juan Ramon, era el punto de vista de los dos jóvenes. Gomez Bárcena,
partidario de que los protagonistas sean los personajes activos en lugar de los
pasivos “porque son los que hacen avanzar la historia”, no encontró nada
relevante en la actuación de Juan Ramon en este asunto para hacerle
protagonista de la novela. “Me parecía un personaje débil. No tenía intención
de hacer un biopic”, asegura Gomez Bárcena, “no habría sido creíble. Las cartas
del poeta en esa época son de un desesperado romántico, no nos habríamos creído
el tono”.
Los dos personajes protagonistas son Carlos
Rodríguez y José Gálvez, dos señoritos limeños, uno de cuna, y otro por los
negocios de su padre, “nuevo rico” gracias al negocio del caucho, que juegan a
ser poetas y malditos. Urden el juego de cartas con Juan Ramón creando a la
joven Georgina, con el propósito de convertirla en musa del poeta y provocar
que escriba un gran poema en su honor. Gómez Bárcena nos confesó que le costó
encontrar el tono y desarrollar el cuerpo de la historia. Al no hallar apenas
información sobre Carlos Rodríguez el autor decidió que era el adecuado para
ser el protagonista de la novela. José Gálvez Barrenechea publicó poesía y
ocupó importantes cargos políticos tales como Vicepresidente de Perú o
Presidente del Senado Peruano.
En la novela se recogen las terribles
desigualdades sociales de principios del pasado siglo, cuando los burgueses se
caracterizaban por el derroche y los gastos obscenos (como dar champán a los
caballos, llevar la ropa a lavar a Lisboa o quemar billetes) para demostrar la
riqueza familiar. Un mundo además lleno de dobleces y apariencias. “(…) los burgueses no son tanto por lo que
cuentan si no por lo que callan. Por la vasta extensión de sí mismos que han
aprendido a cubrir tras un discreto, decoroso silencio”.
Hay que situarse en el contexto. Difícil
esperar otra cosa entre la clase alta a principios del siglo XX, colmo del
clasismo y el racismo y sin ninguna conciencia social. Carlos entrará en
contacto con los huelguistas del puerto de manera tangencial, se convertirá sin. ningún mérito en héroe por un instante,
realizará algunas lecturas, pero su intención no irá mas allá. Se trata de un personaje
débil y de alguna manera pasivo, que siempre acabará haciendo lo que se espera
de él por su condición. El autor nos confesó que tuvo desde el principio la
intención de que el personaje débil fuera el que actuara y tomara las riendas
en el desenlace.
Se considera Gomez Bárcena un “autor de
mapa”, porque le gusta tener los libros planificados, aunque luego, según
confesó “acaben siendo muy diferentes”. Es el caso de ‘El cielo de Lima’, que
comenzó a gestarse cuando el autor estaba esperando a que se publicase su libro
de relatos.
En cuanto cómo se documentó para escribir
la novela, el autor explica que nunca viajó a Lima. Por una parte, le resultó
complicado que la acción transcurriera en 1904, ya que no hay demasiada
información sobre Historia de Latinoamérica a principios del siglo XX, en
contraposición con todo lo que se ha escrito sobre las dictaduras y posteriores
revoluciones latinoamericanas. Pero por otra parte jugó con la ventaja de que
ya no quedan personas que vivieran aquella época. Nos confesó que no fue
muy exhaustivo en la búsqueda de información pero sí decidió
centrarse en una serie de temas a los que podía sacar partido: la prostitución,
la fiebre del caucho (gracias a la que el padre de Carlos había amasado una
enorme fortuna), un libro del propio Jose Gálvez sobre costumbres limeñas le
dio la pista sobre “las tapadas”. Lo que le preocupaba era que fuera verosímil,
no tanto que fuera real, y cuidar el uso del lenguaje. En aquella época la
aristocracia limeña hablaba como los españoles, de esta forma no tuvo que
americanizar el lenguaje.
El tema central de ‘El cielo de Lima’ es la
idealización del amor, lo peligroso que resulta tener sólo esa idealización, enamorarse
de la propia creación. De alguna manera la anécdota del enamoramiento por carta
entronca con la realidad virtual y las relaciones por internet y por redes
sociales de la época actual. Los amigos crearon un personaje, Georgina Hübner, admiradora
de los versos de Juan Ramón, frágil, enfermiza y cultivada. El autor reconoció
en este aspecto la influencia de una película clásica como ‘Vértigo’, de Hitchcock
en cuanto a esa idealización amorosa. La escena en que Carlos viste a la
prostituta para convertirla en otra mujer es un homenaje a la escena de la
película en la que James Stewart viste a Kim Novak para que sea otra. Las
cartas que aparecen en la novela son inventadas, excepto la primera carta de él
y el inicio de una carta de Georgina. El autor nos explicó que no se conservan
las cartas, salvo algunos fragmentos. Planteó la hipótesis de que pudieran
existir pero se mantengan escondidas.
Jesus Casals trajo a colación el libro que
recoge las cartas de Pedro Salinas a Catherine Whitmore. Gomez Bárcena describe estas relaciones epistolares como un “gran artefacto de idealización a
distancia”. A través de su relación epistolar con Georgina, Juan Ramon se hacía
con una musa inalcanzable. Estas musas lejanas que “no se veían enturbiadas por
la vida cotidiana”, y que tanto atraían a los escritores de aquella época.
En la novela también se reflexiona sobre el
hecho de la creación y las dudas del creador, las inseguridades y miedos que
todo escritor conoce: “Nadie que no sea un necio puede confiar ciegamente en
algo tan frágil como las palabras”. En la novela se entra en la meta ficción:
el hecho de escribir una novela dentro de la misma novela. Doble juego de
espejos en el que el narrador habla como un escritor del siglo XXI. El
personaje del escribidor de cartas tiene mucho que ver con una visión
postmoderna del narrador. Resulta algo anacrónico pero a la vez “divertido”. Un
personaje especialmente conseguido es el del escribidor, que a la vez es un
ayudante del narrador para difundir sus tesis. "Me divertía", afirma
el autor. La obra está llena de homenajes literarios, transmite amor por la
literatura. Gomez Bárcena estuvo de acuerdo con la apreciación de Jesus Casals,
coordinador del Gabinete de Lectura, de que ‘El cielo de Lima’ rinde homenaje a
‘Los detectives salvajes’ de Roberto Bolaño.
Es ‘El cielo de Lima’ una novela deliciosa
que bebe de los clásicos, pero con un punto moderno gracias a los juegos de un
Gómez Bárcenas que ha debido disfrutar escribiéndolo, algo que sin duda transmite
al lector.
‘El
cielo de Lima’, de Juan Gómez Bárcena. Editorial Salto de Página. 320 páginas.
Abril de 2014
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