Apple Scruffs... How I love you. George Harrison y las andrajosas de Apple
Una maravillosa historia relacionada con
George Harrison y The Beatles es la de las “Apple Scruffs”, un grupo de
seguidoras al que dedicó una de las canciones de su triple álbum “All Things
Must Pass”, publicado en 1970 y el primero en solitario de un Beatle tras la
disolución de la banda. Cuando compré el disco hace unos años, este tema me
gustó especialmente y yo lo asocié, con muy poco tino, con un dulce de manzana.
Nada más lejos de la realidad. La canción, con referencias dylanianas y
protagonismo de la armónica, está dedicada a las Apple Scruffs, un grupo de
admiradoras de los Beatles. Se trataba de fans, casi todas chicas, que solían
esperarlos y seguirlos a donde quiera que iban. Se las ha definido como
“legendarias” y “dulcemente originales” y lo cierto es que las Apple Scruffs
dan para mucho.
Cuando salió “All Things Must Pass”, George
ya tenía dos discos en solitario, el “Wonderwall Music” de 1968, banda sonora
de la película del mismo nombre y el primero en solitario de un miembro de la
banda, y el “Electronic Sound” de 1969, un trabajo experimental integrado por
dos canciones de larga duración improvisadas con un sintetizador Moog. Es
sabido el enorme éxito que consiguió George con “All Things Must Pass”, un
álbum carísimo, producido por Phil Spector, y sobre el que había enorme
expectación. Algunas de las canciones habían sido compuestas con anterioridad y
descartadas por Lennon y McCartney para ser incluidas en un disco de la banda.
Es de imaginar la presión que sentía el músico, tras atravesar además el
infierno que fueron los últimos días de The Beatles. Con esta canción quiso
agradecer a las chicas su apoyo incondicional, sus ánimos y sus buenos deseos.
Sobre quién las dio ese nombre hay
diferentes teorías. Hay quien dice que fue el propio George Harrison. Otros
afirman que fue Margo, una de las chicas que más tiempo llevaba en el grupo. En
cualquier caso, las “andrajosas de Apple” merodeaban e incluso en ocasiones
dormían en el exterior de los estudios Abbey Road o del número 3 de Savile Row,
la dirección de la sede de Apple en Londres, con la esperanza de ver o hablar
con sus ídolos. Es sabido que en aquellos días las cosas eran muy complicadas
para el grupo en el estudio, donde había una atmósfera muy cargada y negativa,
llena de tensión y de distancia entre ellos. Se ha llegado a afirmar que estas
chicas fueron como una especie de bálsamo para los Beatles durante sus días más
complicados, cuando eran las cuatro personas más famosas del planeta pero el
sueño estaba próximo a acabarse, “the dream is over”.
Los Beatles tuvieron una relación amigable
con el grupo de admiradoras, aunque también hubo momentos cargados de tensión.
El corazón de casi todas las chicas pertenecía a Paul, “The One”, como le
llamaban, a otras les gustaba George, y sólo había una fan de Lennon, Sue-John,
a la que llamaban así para distinguirla de otras Sues del grupo. John era, de
los cuatro, el más brusco con ellas, según se cuenta. Incluso a dos de las
Apple Scruffs, Lizzie Bravo y Gayleen Pease, que estaban apostadas en ese
momento en la puerta de los estudios Abbey Road, les invitaron a cantar durante
la grabación de “Across the Universe”, la canción de John Lennon incluida en el
álbum “Let it be” de 1970, el último de la banda. Aunque ninguna de las
versiones que incluyen las voces de estas admiradoras fue incluida en un disco
de los Beatles, sí aparecen en la versión utilizada en un álbum solidario “No
One’s Gonna Change Our World”, lanzado en el Reino Unido en diciembre de 1969
en beneficio de la organización World Wildlife Fund, y más tarde en el
recopilatorio “Past Masters, Volume Two”.
Margo, Sue John, Chris, Di, Kathy, Virginia, Dani, Wendy, Jill, Lucy,
Carol… Estos son los nombres de algunas de las integrantes de las Apple
Scruffs. Tommy, de Brooklyn, fue el único chico que permitieron formar parte
del grupo, aunque más tarde también admitieron a un tal Jimmy. La vida de las chicas giraba en torno a
The Beatles, siguiendo una estricta rutina. Cada día se reunían en Savile Row, cogían
el metro o el autobús hasta los estudios de Abbey Road, averiguaban el programa
de la banda y se ponían en marcha. Cuando ellos llegaban, las chicas se
congregaban en la puerta, esperando a que ellos se detuvieran para saludarlos,
fotografiarlos y entregarles flores, aguantando el frío y la lluvia. En
ocasiones llegaron a pasar la noche en la puerta. Incluso se dice que cuando en
alguna ocasión las invitaron a entrar, preferían quedarse fuera, viviendo su
experiencia en el mundo que ellas se habían creado. Se convirtieron en un grupo
organizado y durante un tiempo sacaron su propia revista, “The Apple
Scruffs Monthly Book”. El jefe de prensa de The Beatles, Derek Taylor, llegó a
mostrarse estupefacto por la eficacia de las chicas, que muchas veces “sabían
mejor sobre dónde estaban los chicos que nosotros mismos”.
Una de las anécdotas más sonadas
protagonizadas por las Apple Scruffs sucedió cuando accedieron al interior de
la casa de Paul McCartney. Tras rebuscar en su armario cogieron unos pantalones,
que según se cuenta usaban por turnos y se llevaron algunas fotos. Diane
Ashley, una de las Apple Scruffs, contaba que un día que estaban “aburridas” se
acercaron a casa de Paul, vieron una escalera en su jardín y se colaron a través de la ventana del baño, que se había
dejado un poco abierta. Abrió la puerta principal por donde entraron las demás;
robaron una serie de fotografías. Otra chica del grupo, Margo, quien en
ocasiones sacaba a pasear al perro de McCartney, contaba que les pidieron que
devolvieran las fotografías. Se dice que supo que habían sido ellas porque “un
verdadero ladrón se habría llevado cosas de más valor”. Este episodio apareció
en la canción “She Came In Through the Bathroom Window”, compuesta por
McCartney para el álbum Abbey Road en 1969.
Y es que numerosas admiradoras llegaban
hasta las casas de los Beatles. En los tiempos de la Beatlemania se conocía
perfectamente donde vivían cada uno de los miembros del grupo. Como el
apartamento de Ringo Starr en Montagu Square; la mansión de Lennon en Kenwood,
Surrey; la casa de McCartney en St. John’s Wood, donde se colaron las Apple Scruffs;
o Kinfauns, el lujoso bungalow construido en los años 50, donde vivían George
Harrison y su entonces esposa Pattie Boyd, en Esher, Surrey. En 1967 George,
Pattie y algunos amigos pintaron la fachada de la casa con motivos
psicodélicos. Por su parte el colectivo artístico The Fool, diseñó un mural
grandioso alrededor de la chimenea del salón. The Fool fueron también quienes decoraron
los famosos Mercedes y Mini Cooper de John y George. Por entonces las casas de
la banda no estaban apenas protegidas y así se pueden encontrar en la red
numerosas fotos de George y Pattie con fans que llegaban hasta la puerta de
entrada de Kinfauns.
A pesar de que a George le incomodaba el
fanatismo que mostraban muchos de sus admiradores, que les dedicara una canción
a las Scruffs es propio del carácter de George. Aquella fue para él una época complicada.
Su grupo se estaba rompiendo, su amistad con sus amigos de adolescencia se
resquebrajaba y pasaba por diferentes problemas personales, además de la
inseguridad que sin duda le había causado el rechazo de muchas de sus canciones
por parte de Paul y John y el futuro incierto que esperaba a su carrera en
solitario. El apoyo incondicional de estas seguidoras fue sin duda fundamental
para él. A algunas de ellas incluso les invitó al estudio para escuchar
grabaciones del “All things must pass”. Al terminar el álbum Harrison escribió
esta nota a tres de las chicas:
Queridas Carol, Cathy y Lucy. Ahora está
terminado – y a punto de salir a la venta. He de deciros que no tengo ni idea
de si es bueno o malo, de tanto como lo he escuchado. Durante la grabación de
este álbum épico (el álbum más caro en la historia de EMI) me he sentido
positivo y negativo, complacido y enojado, y todos los opuestos que se esperan
de este mundo material. Sin embargo, lo único que nunca vaciló, en mi opinión,
fuisteis vosotras tres y Mal [se refiere a Mal Evans], siempre ahí, como mis
únicos apoyos, e incluso en mis peores momentos siempre he sentido que vuestro
estímulo era suficiente para lograr terminar el disco. Muchas gracias, estoy
abrumado por vuestro eterno amor, ¡que no comprendo en absoluto! Con amor, de
George (PD: No conserven estas pruebas en mi contra.) PPS ¡Phil Spector también
os quiere!
George grabó la canción cuando ya estaba
mezclando el disco. Al parecer el músico dijo que si ya tenían su propia
revista y su oficina en los escalones de los estudios, por qué no iban a tener
su canción. Lo hizo en solitario, tocando la guitarra y la armónica, que por
cierto le dio muchos problemas debido al frondoso bigote que lucía entonces.
Mal Evans, roadie y asistente de The Beatles y amigo entrañable de George, hizo
la percusión con un bloque de madera.
Os veo ahí sentadas /mirando los
transeúntes fijamente/como si no tuvierais ningún lugar a donde ir /Pero hay
tantas cosas que no saben acerca de los Apple Scruffs /Durante años habéis
estado ahí /mirando mis sonrisas y tocando mis lágrimas /ha sido así durante
mucho tiempo/y siempre habéis estado en mi pensamiento, mis Apple Scruffs/Apple
Scruffs, Apple Scruffs /Cómo os amo, cómo os amo/En la niebla y la lluvia /A
través de los placeres y el dolor /en los escalones de afuera estáis /con flores
en vuestras manos, mis Apple Scruffs /Mientras que los años vienen y van
/Ahora, vuestro amor me muestra /Que más allá de todo tiempo y espacio /Estamos
juntos cara a cara, mis Apple Scruffs /Apple Scruffs, Apple Scruffs /Cómo os
amo, cómo os amo.
“Apple Scruffs” fue publicada como cara B
del sencillo “What Is Life”, y consiguió un cierto éxito en
las radios de los Estados Unidos.
Una deliciosa historia para una deliciosa
canción.
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