¿Quién teme a la verdad?
El pánico de Marruecos a las misiones de observación de derechos
humanos en el Sahara Occidental ocupado
¿Qué hacer después de poner
la otra mejilla?
¿Qué hacer cuando se agota la paciencia?
¿Qué hacer cuando se acaba el
día?
¿Qué razones maniatan la ira?
¿Qué pasión anima a retar la
tormenta,
a rezar en la vaguada seca de
la espera?
(Fragmento de La otra mejilla,
Ebnu)
Es evidente el rechazo de Marruecos a que delegaciones de
políticos, de activistas de derechos humanos o periodistas accedan al territorio
ocupado del Sahara Occidental. Durante los años de plomo, un total muro de
silencio se levantó alrededor del territorio, y no fue posible conocer lo que
allí ocurría. Fueron años de detenciones masivas, torturas, asesinatos y
desapariciones forzadas en medio del más absoluto silencio. Centenares de
saharauis fueron asesinado o desaparecidos y muchos presos permanecieron
durante años encerrados en cárceles secretas sin que sus familiares supieran de
su paradero y sin que estas violaciones tuvieran espacio en los medios.
Todo empezó a cambiar a partir de la llamada Intifada de la
independencia de mayo de 2005. El uso de Internet y los teléfonos móviles por
parte de los activistas de derechos humanos comenzó a destapar lo que estaba
sucediendo. Pero Marruecos siguió intentando evitar a toda costa la apertura
del territorio. Misiones de observadores y de juristas comenzaron a entrar poco
a poco, contactando con las organizaciones saharauis de derechos humanos y
asistiendo como observadores a juicios. Todos ellos han sido perseguidos,
amenazados e incluso golpeados en ocasiones, como en los graves sucesos de
octubre de 2010, donde entre otros actuaban como observadores Willy Toledo,
Francesc Dugo, el mexicano Antonio Velázquez y José Morales, que recibieron golpes
y agresiones. O la escalofriante paliza recibida por los activistas canarios de
SaharaAcciones que sacaron una bandera del Sahara en una calle de El Aaiun en
agosto de 2010. Las imágenes de la cara amoratada de Carmen Roger todavía nos
dan escalofríos. El gobierno español, con el PSOE entonces en el poder, se
limitó a responder a la agresión con las palabras de Elena Valenciano, quien
afirmó que éstos carecían de permiso de manifestación y que todo ciudadano
tiene "que cumplir las normas" cuando no está en su país.
En cuanto a visitas de delegaciones políticas, Marruecos había
vetado desde el año 2005 la entrada de la Delegación Ad Hoc del Parlamento
Europeo al Sahara Occidental; tras múltiples aplazamientos se vio finalmente
obligado a admitir la entrada de una delegación. Cuatro eurodiputados, Ioannes
Kasoulides, Luca Romagnoli y los españoles Carlos Iturgaiz (PP) y Carlos
Carnero (PSOE) visitaban, por fin, el Sáhara Occidental para elaborar un
informe sobre derechos humanos. Diferentes asociaciones saharauis de derechos
humanos en el territorio se reunieron con ellos, a pesar de las dificultades
que crearon las autoridades de ocupación, con los europarlamentarios. Fue el
caso de Aminetu Haidar, Brahim Dahan, Ali Salem Tamek, Galia Djimi, Mohamed
Dadach, Sukeina Yedehlu o los actualmente encarcelados Naama Asfari, Mahyub
Ualad Chej, Ahmed Sbai y Sidahmed Lemjeyed. El hostigamiento de las fuerzas de
ocupación marroquíes contra los defensores saharauis de derechos humanos fue
denunciado en febrero de 2009 por Amnistía Internacional.
El informe de los europarlamentarios fue filtrado
posteriormente a los medios, lo que suscitó una protesta formal del gobierno
marroquí. Gracias a la filtración pudimos saber que en dicho informe se pedía
que el mandato de la MINURSO, incluyera "la supervisión de los derechos
humanos" en el Sáhara Occidental y en los campamentos de refugiados
saharauis de Tinduf (suroeste de Argelia), algo que a día de hoy aún no se ha
conseguido.
Los terribles sucesos que siguieron al desmantelamiento a
sangre y fuego del campamento saharaui de Gdeim Izik demostraron cómo cierra
Marruecos el territorio a cualquier observación internacional. En aquellos días
de octubre y noviembre de 2010 Marruecos realizó un férreo blindaje contra los
medios y los observadores civiles, de derechos humanos y políticos que
quisieron acceder a El Aaiun. Periodistas de diferentes medios entraron
camuflados en el campamento, donde pasaron algunas jornadas y desde donde
informaron sobre lo que estaba ocurriendo en Gdeim Izik. Con el
desmantelamiento del campamento el 8 de noviembre y los graves sucesos
posteriores, el territorio ocupado se blindó de nuevo como en los peores
tiempos. Los periodistas intentaban acceder, siendo muchos de ellos expulsados,
como la delegación de la Cadena SER encabezada por Angels Barceló, y periodistas
de TVE, Onda Cero, Antena 3, France Press, el canal qatari Al Jazeera, Público
y Efe; a muchos otros directamente se les impidió subir al avión. Todo ello
unido a una fuerte campaña del gobierno marroquí contra la prensa española. Fueron
también víctimas del blindaje marroquí durante los sucesos de Gdeim Izik
organizaciones internacionales pro derechos humanos.
En agosto de 2012 una delegación de observadores de derechos
humanos encabezada por Kerry Kennedy, del Centro Robert F. Kennedy para la
Justicia y los Derechos Humanos, y compuesta además por otras organizaciones
como Front Line Defenders y la Fundación José Saramago, aterrizaba en El Aaiun
para conocer la situación de los derechos humanos en los territorios saharauis
ocupados. La visita causó una enorme expectación entre los saharauis, y
malestar en las autoridades de ocupación. Fuentes de los activistas saharauis calificaron
a las fuerzas de ocupación marroquíes de "histéricas, desorbitadas y
confusas" ante la llegada de los observadores. La delegación se reunió en
sesiones maratonianas con las principales asociaciones saharauis de derechos
humanos (CODESA, CODAPSO, ASVDH, Coordinadora Gdeim Izik, los familiares de los
15 desaparecidos, Foro de la mujer saharaui, la familia de Said Dambar,
familiares de los presos políticos, etc) escuchando y recogiendo decenas de
testimonios de víctimas de la represión marroquí durante estos 37 años. También
se reunieron con funcionarios de la MINURSO y el ACNUR; y con las autoridades
marroquíes y ONGs.
Durante la estancia de los observadores de derechos humanos se
produjeron manifestaciones en la ciudad que fueron inmediatamente reprimidas
por las fuerzas de ocupación marroquíes, “desorbitadas” por la situación, como
describieron los activistas saharauis. Fruto de la intervención marroquí fue
herida de gravedad la defensora de derechos humanos Sukeina Yedehlu, ex
desaparecida 11 años en cárceles marroquíes. A Sukeina le rompieron la nariz y
varios miembros de la delegación pudieron verla y hacer fotos. A la hija de
Kerry Kennedy policías de paisano intentaron arrancarle la cámara con violencia
y le insultaron, como explicó la propia Kerry en un artículo en el Huffingtonpost.
Hay que señalar que la prensa marroquí intentó desacreditar la
visita de la delegación, mediante alusiones a la vida privada de la propia
Kerry Kennedy, en una actitud vergonzosa y sexista que Marruecos ya ha
utilizado en otras ocasiones.
El último golpe para Marruecos ha sido la visita al Sahara
Occidental ocupado y a Marruecos del Relator Especial de la ONU sobre la
Tortura, Juan E. Méndez, entre el 15 y el 22 de septiembre de 2012. Los
relatores Especiales de la ONU se encargan de investigar diferentes aspectos de
los derechos humanos y sus viajes preceden invitaciones que hacen los países
examinados. ¿Por qué Marruecos ha invitado al relator ahora? El analista
saharaui Haddamin Moulud Said lo explica así: “La razón que ha empujado, a
Marruecos, a cursar una invitación a Juan Mendéz hay que buscarla en el Informe
de Ban Ki Moon de abril de 2012 y en la posterior Resolución del Consejo de
Seguridad de abril de 2012, ambos sobre el Sahara Occidental. En efecto,
Marruecos, las veía venir negras, cuando los órganos de NN.UU, especialmente,
los establecidos en Ginebra, empezaron a escupir recomendaciones a incluir en
el Informe de Ban Ki Moon. Para anticiparse a un Informe demoledor y para dar
alguna excusa a sus aliados en el Consejo de Seguridad, Marruecos, cursó una
invitación al Relator Especial sobre la tortura, en fecha 24-02-2012” .
El relator se entrevistó en El Aaiun con algunas de las
principales asociaciones saharauis de derechos humamos como CODESA, ASVDH,
CODAPSO, o la Confederación Sindical de Trabajadores Saharauis. También visitó la
tristemente conocida Cárcel Negra de El Aaiun, donde pudo hablar con los presos
políticos saharauis, entre otros los detenidos por los graves sucesos de Dajla de
septiembre de 2011. Además, según fuentes saharauis, se reunió con un número de
menores saharauis que han sido violados en el interior de las celdas. Hay que
señalar que semanas antes de la llegada del relator se trasladaron presos de la
cárcel para disimular el hacinamiento que se sufre en estos centros, y se
hicieron obras de mejora en las instalaciones penitenciarias. Precisamente
mientras se hacían estas obras aparecieron restos humanos.
Durante la visita del relator a los territorios ocupados se
sucedieron manifestaciones que fueron reprimidas con violencia por las fuerzas
de seguridad marroquíes, con un saldo de varios heridos. Incluso destacados
defensores saharauis de derechos humanos (Hmad Hamad, Brahim Dahan, Brahim
Sabbar o Hasana Dueihi entre otros) fueron acosados y golpeados por sus
actividades durante la visita del relator. Posteriormente Méndez se trasladó a
Marruecos, donde visitó a presos marroquíes en varias cárceles.
El sábado 22 de septiembre ofreció una rueda de prensa en
Rabat con las primeras impresiones de lo visto en su viaje. En la rueda de
prensa afirmó haber recibido "testimonios creíbles alegando excesiva
presión física y mental de los detenidos durante los interrogatorios"; "se
observa un aumento de los actos de tortura y malos tratos durante el arresto y
la detención", y lamentó que sus reuniones con la sociedad civil fueron
"controlados por las autoridades y los medios de comunicación, creando un
ambiente de intimidación”. Su intervención en esta rueda de prensa se centró
más en hablar sobre lo que ha visto en Marruecos pero al referirse a su visita
a El Aaiún el relator indicó que estaba "abrumado por la gran cantidad de
denuncias y los cientos de casos
registrados y que "examinará detalladamente cada denuncia”. Este informe será
presentado al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra en marzo de 2013.
Conchi Moya; del nº 36 de la Revista Shukran
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