Tu engreída boquita pintada
Una de sus venganzas más
placenteras la perpetró contra una pija que le andaba detrás en la época en que
tenían el grupo punk. Una pringada que presumía de que tenía novio “para
casarse” pero no paraba de tontear con él. La muy boba iba a alguno de sus conciertos,
disfrazada de malota y dando el cante, porque se notaba a la legua que la ropa
era bien cara y los complementos comprados en tiendas buenas. En realidad la
tía no tenía ni medio asalto pero él se lo montó muy mal. En otras
circunstancias habría sido chungo, muy chungo con una pava como ella, que iba
de guay y engañaba al novio de la manera más tonta, calentando al personal sin ton
ni son. Pero se lo montó fatal. El demonio sabría por qué pero desde el
principio se sintió intimidado. Su dinero, su belleza, su mundo de posibles,
incluso su estupidez… Ella fue consciente de su debilidad y lo utilizó; en eso
fue muy perra. Así que ahí la tenía, como una lapa, calentándole el nardo y
dejándole a dos velas.
Hasta que un día se
enteró de que ella iba por detrás contando cosas, diciendo que él la rondaba y
que ella no le hacía caso. Aquello le encendió. No iba a dejar la cosa quedara
así, el cuerpo le pedía venganza y decidió esperar y atacar en el momento
propicio.
La siguiente vez que se
vieron él cambio su actitud, desplegando todas sus armas de chungo. La palomita
empezó a recular, se le bajaron los humos y perdió el aplomo. Era el momento de
entrar a matar. Decidió una faena rápida, se enganchó a su boca con un beso de
lo más caliente. Qué pena de chavala, sabía un rato bien. La nena se iba
animando y cuando estaba a punto, él cortó por lo sano, le arreó un mordisco de
antología en el labio. Su engreída boquita pintada empezó a sangrar… La pija le
separó de un empujón.
– ¿Qué haces? – le gritó bañada en
lágrimas.
– Joder, tronca, un arrebato pasional. Lo siento – se lamentó,
sardónico – Lo peor es cómo vas a explicar a tu novio “formal” lo de ese
labio…
Y con una media vuelta muy torera, la dejó allí plantada.
*Foto de la red
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