‘Begin again’, una peli bonica del tó
En cuanto vi el anuncio
me dije que teníamos que ver ‘Begin again’. Una peli con Nueva York como
escenario, con música bonita y con Mark Ruffalo, es para degustarla en pantalla
grande, en versión original y disfrutarla con ganas. Y lo cierto es que no nos
defraudó. Es de esas pelis que te hacen salir del cine con una enorme sonrisa,
el corazón reconfortado, y con ganas de empezar algo y comerte el mundo. Al día
siguiente la cruda realidad seguro que te baja el subidón, pero eso ya es ajeno
a la película.
Entre tantas malas
noticias, cinismo, descreimiento, trato áspero y demás, se agradece de vez en
cuando lo que ofrece ‘Begin again’, un chute de buen rollo, sin llegar a lo
cursi y lo ramplón, buenos sentimientos y pasión por lo que se ama. Apetece
recibir algún mensaje en el que prevalezca el esfuerzo, seguir adelante y
perseverar a pesar de las dificultades, el apostar por ese “hágaselo usted
mismo” en el que tantos nos encontramos inmersos. Y sobre todo se agradece un final
que evita lo obvio y lo esperado, que a mí particularmente me ha encantado; un
desenlace que se desarrolla durante los títulos de crédito. Cuando los
espectadores más impacientes empiezan a levantarse, tienen que sentarse de
inmediato al darse cuenta de que no está todo dicho, que aún les queda la
última y optimista vuelta de tuerca, donde la amistad, el amor, la autogestión
y la buena disposición llevan a un desenlace que nos deja con muy buen sabor de
boca y una alelada y alegre expresión.
La película comienza con
Gretta (Keira Knightley), una joven que canta una canción de desamor, ‘A Step
You Can't Take Back’ en un bar. Ha salido obligada por un amigo, y la
interpreta con pena ante un público con ganas de juerga que hace poco caso a la
melancólica cantautora. Excepto un trajeado hombre de mediana edad, con
abundante pelo rizado y barba, desaseado y bebido. Dan (Mark Ruffalo) aplaude
con entusiasmo y se dirige a la joven para ofrecerse como productor. Resulta
ser el fundador de una importante compañía independiente, sumido en plena
crisis personal y profesional. Gretta también está rozando el abismo; era la
novia de un joven cantante, Dave (Adam Levine) y ambos formaban un perfecto tándem,
componiendo juntos canciones y compartiendo su vida, hasta que el salto a la
fama del chico les separa, tras abandonarla por otra mujer.
Ahí comienza una
relación entre cantante y productor, luchado juntos por sacar adelante, con los
pocos medios de los que disponen, el trabajo de Gretta. "Emborrachémonos
con nuestras lágrimas". La historia va de perseverar para salir de los
agujeros en los que nos mete la vida o nos metemos nosotros mismos; de
perseverar por amor, por amistad, por creer ciegamente en aquello en lo que
hacemos. El poder de las redes sociales en la autogestión de los artistas, el
apoyo de los amigos y la familia, el creer en uno mismo, son las bases que
logran que nada se ponga por delante; no hay dificultad que impida llegar a la
meta a quien resiste y no pierde el ánimo y la ilusión. La elaboración de la
maqueta, con músicos amigos y los pobres medios que pueden ir juntado dan lugar
a algunos de los mejores momentos de ‘Begin again’. Bonitos, sin cursiladas,
con un punto emocional muy bien medido por el director.
En la película prevalece
el poder reparador de la música, la más evocadora de las artes, su fuerza para
acercar a las personas, su imán para atraer recuerdos. La música llevará a nuestros
protagonistas a resolver lo que no funciona en sus vidas. Dan conocerá de nuevo
la ilusión fuera del negocio y toda la porquería que lo rodea, pondrá los
cimientos para poner en orden su vida personal y familiar y reconducirá su
carrera. Gretta aprenderá a caminar sola, a rechazar lo que le hace daño, a ser
fuerte e independiente y tomar las riendas de su vida y carrera, desechando todo
aquello con lo que no está de acuerdo.
El director de ‘Begin
Again’ es John Carney, el de ‘Once’, aquella película independiente sobre una
pareja de músicos que le dio tantos reconocimientos. ‘Begin again’ tal vez sea
en el mainstream lo que fue ‘Once’ en el underground. Aún así la
película es hermosa, amable, humilde, con Nueva York como majestuoso escenario;
preciosa la larga escena donde recorremos la ciudad de noche de la mano de Gretta y Dan, conectados a un mp3 que escupe
sus canciones preferidas, esas canciones-talismán que todos tenemos y que
hablan de nosotros y de nuestra historia, unidos por el cordón umbilical de la
fuerza evocadora y emocional de la música.
En una película sobre
música y músicos destaco la amable y correcta banda sonora, con algunos temas
realmente bellos. Compuesta por Gregg Alexander, cantante, compositor y
productor estadounidense, líder del grupo New Radicals, autor de canciones para
INXS, Texas o Santana, entre otros. Gregg Alexander co-escribió las canciones
para la película con Danielle Brisebois, Nick Lashley, Rick Nowels y Nick
Southwood. Como curiosidad el tema ‘Like a fool’, que Gretta le deja en el
contestador del móvil a su ex novio, está compuesto por el director de la
película, John Carney.
En definitiva, una
película bonica del tó.
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