Cerramos el caralibro y abrimos la #Cocina
Arroz con verduras y bacalao
No tiene ningún misterio. Bacalao desmigado
y desalado (en agua desde la noche antes, si se mete en la nevera dicen que se
desala mejor). Todas las verduras que encontré por la nevera: alcachofas,
pimientos, guisantes, acelgas, cebolla, espárragos y judías verdes. El truco:
sin colorante artificial ni azafrán (para mí se come el sabor de los demás
ingredientes, no me va), un poquito de color con tomate frito casero de mi
madre y el arroz, de Calasparra.
Pan de nueces y pasas
Menos misterio aún. Hago el pan en panificadora,
con paquetes de harina del Lidl que llevan incorporada la levadura. Sólo hay
que pillarle el programa que mejor le va, y ya… Luego añadir si apetece los
frutos secos o monerías que se nos ocurran. Aquí nueces y pasas. Muy rico.
Bizcocho de orejones de albaricoque
Con un paquete de orejones de albaricoque
traído de Minnesota, me pongo a buscar receta de bizcocho con orejones para
darles salida. Encuentro una con muy buena pinta pero con un problema para mí:
lleva “buttermilk”, ¿qué leches es eso? Mr. Google me da la solución. Es una
especie de suero de leche que se compra o que se puede hacer fácilmente. Me lo
pienso un poco y me arriesgo. La forma fácil de hacerla es la siguiente: “250ml
de leche semidesnatada templadita, 15 ml de limón o vinagre. (Yo he usado leche
normal y limón). Calentar la leche solo un poco, la temperatura ideal es cuando
metes un dedo y no te quemas nada, entonces le agregas el limón o vinagre y lo
dejas reposar unos 10-15 minutos hasta que la leche se espese un poco, lo
mezclamos un poco y listo para usar”. Efectivamente la leche se espesa, tiene
un olor muy aromático, y como veo luego, el bizcocho sale mucho más esponjoso y
con un sabor diferente, muy rico. Es un bizcocho que merece
la pena, sin duda, repetir. Yo he añadido nueces, un poco de pimienta negra y
azúcar con cardamomo.
y
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