Club de lectura. ‘Lo que aprendemos de los gatos’, de Paloma Díaz Mas
He llegado al libro de Paloma Díaz Mas (Madrid,
1954) a través del club de lectura de La Central de Callao, en el que me he
animado a participar después de llevar tiempo con ganas de formar parte de uno.
Siempre he adorado los gatos, los prefiero
a los perros, y durante mi juventud la familia gatuna de un corral que había frente
a nuestra casa del pueblo tuvo un lugar más que destacado en nuestros veranos y
fines de semana. Bautizamos a todos los gatos que vivieron allí, felinos sin
nombre, cazadores de ratas, a los que se permitía habitar aquel corral sin
ninguna comodidad, a cambio de mantenerlo limpio de cualquier bicho indeseable.
Morita, Enanova, Fellini (mi madre le decía Dienteduro porque tenía uno de los
colmillos de una longitud desproporcionada), La Guapa… Sólo uno de ellos mereció
recibir nombre por parte de su verdadero dueño, el gato Alfonso, un gatazo con
pelo atigrado en bellos tonos grises, un gato muy guapo cuyo retrato sirvió a
una buena amiga para ganar un concurso de fotografía a principios de los 90. A
los gatos del corral les dimos nombre, mimos, comida, sopitas de leche y pan de
vez en cuando y muchas caricias. Ellos nos dejaban en la puerta del garaje los
cadáveres de culebrillas, alacranes o pájaros para demostrarnos que cumplían su
labor de cazadores de manera más que exitosa. Así que he leído con sumo placer ‘Lo
que aprendemos de los gatos’, y con tristeza, ya que la alergia al pelo de gato
nos impida tener un minino en nuestra casa.
Por gentileza del club de lectura he
conocido este libro y a su autora, Paloma Díaz Mas, escritora con una carrera literaria de temática y
ambientación muy dispar: ha escrito cuentos, novela medieval, novela ambientada
en EEUU... Díaz Mas, como podemos leer en la página de Anagrama, “es profesora
de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y
durante dieciocho años fue profesora de literatura en la Universidad del País
Vasco. Ha publicado trabajos de investigación sobre literatura oral y
romancero, literatura medieval española y cultura sefardí”.
Sentada en la mesa donde transcurren los
encuentros del Gabinete de Lectura de La Central, una mesa enorme llena de ejemplares
de los autores del libro recomendado y del tema que nos ocupa, descubrí a una
escritora divertida y vital, que disfruta escribiendo, cercana a sus lectores y
sincera. Un placer escucharla. Paloma nos explicó entre risas que ha escrito ‘Lo
que aprendemos de los gatos’ porque le ha dado la gana. Matizó sus palabras
diciendo que no vive de escribir, por lo que se enfrenta a la escritura con
gran libertad. Escribe “a su ritmo” y hay muchas cosas de las que escribe que
descarta y no publica. Cada una de sus obras, tan diferentes entre sí, son
fruto de algo que sentía necesidad de contar en ese momento. La autora se
refirió en varias ocasiones a que los críticos le achacan que lo que escribe
son ejercicios de estilo, ante la diferencia de temas y estilos que aborda.
Ella replica que el lenguaje es un instrumento de precisión que usa para lo que
quiere contar en cada uno de sus libros, muy diferentes entre sí y con gran distancia
cronológica entre ellos, aunque según se hace mayor sus libros van teniendo un
mayor poso autobiográfico.
Según la autora ‘Lo que aprendemos de los
gatos’ no es una novela autobiográfica. Los gatos protagonistas no existen, son
personajes. Ha utilizado la convivencia con un animal para contar anécdotas y
experiencias que nos inducen a reflexionar sobre nosotros mismos. Las
relaciones con un animal nos ayudan a ver la vida de otra forma. Hay mucha
observación de la realidad. A la manera de los gatos, el libro refleja una
atención plena, se concentra en lo presente, rebosa serenidad y tranquilidad.
Destaca la importancia del aquí y ahora y del juego, de la calma, del disfrute
del momento. Así, a partir de un relato aparentemente sencillo, hay un
trasfondo mucho más profundo. Se trata de un libro breve, de poco más de cien
páginas. La autora tiene una máxima: “si has acabado de contar lo que querías
contar, cállate”. ‘Lo que aprendemos de los gatos’ ensambla con gran precisión
diferentes temas y estilos. Hay filosofía, reflexión, se alude a la toxicología
de las ideas, incluso se incluye una leyenda africana sobre los gatos, que la
autora nos confesó que es inventada. También está presente en el libro una
ironía y un humor propios, que se pueden encontrar a lo largo de toda su obra.
Díaz Mas confiesa que se ha visto
sorprendida por la buena acogida de ‘Lo que aprendemos de los gatos’, que ha
alcanzado la tercera edición en pocos meses y ha acaparado la atención de los
medios, con varias traducciones a otros idiomas ya en marcha. Los críticos han
coincidido en que el tema de los gatos es muy literario.
Destaco de este club de lectura lo
interesante de poder escuchar y hacer preguntas a escritores, editores y
traductores. Me resulta especialmente interesante la figura de Paloma Díaz Mas,
una escritora de carrera poco usual. Pública cada bastante tiempo, una media de
cuatro años entre cada libro, y con temáticas y estilos diferentes. Siempre ha
publicado con la misma editorial, Anagrama, una casa donde se respeta su
trabajo. Me llamó la atención el hecho de que en esta editorial se deje al
autor opinar sobre el formato, la portada, de hecho algunas de las fotos de sus
portadas son de la propia Paloma, el texto de contraportada... Para mí el libro es un todo, formato,
portada, título, algo tremendamente personal para el autor y es de agradecer que se le deje opinar. No
siempre ocurre. Como curiosidad, “siguiendo con la metaliteratura”, ‘Lo que
aprendemos de los gatos’ es el primer libro de tapa dura que lanza Anagrama en
su colección Narrativas hispánicas.
Nos encontramos en definitiva con una
escritora que escribe a su aire, que disfruta y se divierte escribiendo, que
escribe por gusto y satisfacción. Más allá de premios, éxitos, ventas,
presencia en los medios o notoriedad.
“Lo que aprendemos de los gatos”. Paloma
Díaz-Mas Editado por Anagrama (2014) 121 páginas.
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